Disclaimer: Pokémon no me pertenece es propiedad de Satoshi Tajiri .

Notas de autor: May sigue a lo delibird repartiendo sus regalos xD

Ryuu, un pequeño Soulsilver con mucho amor, a pesar de no ser el que prometí a causa de mi ipad TuT

Advertencias: Posible OoC.


Hibiki no le había dicho mucho acerca de que hacer en esos casos, así que tendría que apañárselas como pudiera sin la ayuda de su adoptado mejor amigo. Miró en todas direcciones, la chica aun no llegaba así que tenía tiempo de sobra.

Feraligatr lo observaba detenidamente, como si le preguntara que planeaba hacer con todas las cosas que ahora decoraban la guarida.

—Solo quiero darle las gracias— el pelirrojo gruñó de mala manera y casi juró que su pokémon estaba sonriendo—, ¡no me veas así! No significa nada.
—¡Silver! ¿Donde estas? — la voz de Kotone llegó hasta él y gruñó una maldición, la vio entrar como si fuera su propia casa y al verlo juró ver alivio en sus facciones—, gracias a Arceus.

La chica se acercó hasta poder tocar su frente con la de ella para comprobar su temperatura y Silver la alejó con rapidez.

—¿Que crees que estas haciendo?
—Lo siento, Hibiki dijo que necesitabas verme con urgencia— empezó a explicar—, pensé que estabas enfermo o herido así que vine sin...—Silver la obligó a guardar silencio cuando la cubrió con una cobija caliente al comprobar que a pesar de que el infierno blanco se desataba afuera vestía su ropa habitual.
—Estoy bien— gruñó sin poder verla a los ojos cuando sintió sus mejillas calientes.

Kotone se recargó contra él, dejando que el alivio se filtrara en su delgado cuerpo.

—Lo siento— musitó bajito— me preocupé y no pensé...bueno, es que tenía tiempo sin saber de ti.

El chico la obligó a sentarse en el sofá mientras Typlosion olfateaba a Feraligatr y empezaban a juguetear.

—Eres una tonta— Silver llegó con una taza llena de chocolate caliente para la castaña y ella le sonrió tan ampliamente que por poco se resbalaba de sus manos—¡agarrala de una vez!
—Gracias Silver— contestó Kotone aceptando su ofrecimiento y abriendo la cobija para él, pero el chico se sentó lo más alejado posible volviendo a taparla.
—Mantente lejos de mi.

Kotone asintió mirando hacia su taza y una sonrisa volvió a posarse en sus labios al ver la figurita de espuma de un cyndaquill, le dio un pequeño sorbo y después la dejó en la pequeña mesa de centro antes de recostarse contra Silver.

—Gracias— murmuró abrazándolo a pesar de que el chico se había convertido en un bunguri rojo de lo avergonzado que estaba, rodeó a la chica con un brazo y ella le sonrió—, Silver, ¿podrías verme?

El chico la obedeció y entonces lo besó dulcemente, notando que el cuerpo bajo de ella se tensaba solo un segundo para después corresponder a su gesto atrayéndola mas cerca.

—Gracias a ti.


A favor de la Campaña "Con voz y voto", porque agregar a favoritos y no dejar un comentario es, como han dicho otras autoras:"como manosearme la teta y salir corriendo."

Hayden