Comentarios: Bueno, vi esto en internet y TENÍA que hacerlo. No me arrepiento de nada BD

Discleimer: Ninguno de los personajes me pertenece, todos son propiedad de DreamWorks con Cressida Cowell. Esta historia es mía, escrita sin fines de lucro.


Necesidad

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No sabía qué era peor, si no poder terminar aquello, el que su padre estuviese llamándolo por teléfono y no poder atender, o el tener que estar listo en una hora para ir a la cita que había programado con su novia. De cualquier manera, no podía moverse del lugar.

Su expresión decía más que mil palabras. Su irritación y desesperación se traslucían en sus ojos verdes y miraba con molestia al animal frente suyo. El felino de pelaje negruzco y mirada oliva, con cierto tono de toxicidad ámbar, solo lo veía como si así demostrara su aburrimiento. Se mantenía sin emitir sonido, sentado en su regazo, sintiendo las uñas del animal clavarse en sus piernas descubiertas, desesperándolo aún más.

—Uh, no es el mejor momento…—intentó ser suave. Tal vez era un gato pero era su mejor amigo al fin y al cabo. Sin embargo, el animal pareció no desistir— Toothless…

Lo miró severamente, esperando por fin lograr su cometido y poder terminar en paz; como necesitaba. Realmente lo necesitaba.

El minino apenas y maulló, lamiendo tranquilamente su pata delante de sus ojos; como si se estuviese buscando de él… ¡Se estaba burlando de él! No evitó quejarse abiertamente y abrir la puerta, señalándole hacia afuera, con el ceño fruncido y las esquinas de sus labios hacia abajo— Vete, ahora…

Suspiró cuando lo vio moverse, pero en lugar de salir se aplastó en sus piernas, removiéndose inquieto. Y él dejó caer sus hombros, a sabiendas que no le haría caso en absoluto con solo ese movimiento.

Se mostró molesto, ya sintiendo el calor subir a su rostro por tener que vivir eso y salió de su ensimismamiento al sentir el pelaje del gato en su mejilla, mimándolo en ronroneos. Oh, grandioso.

—En serio, para…—volvió a quejarse, intentando alejarlo con sus manos sin éxito; seguía aferrado a sus piernas ya rasguñadas. Miró hacia arriba, casi hiperventilando, realmente desesperado— Por Thor… —Volvió a ver al animal— ¿Por qué? ¿Por qué ahora? —Le gustaba pasar ratos con él y los mimos eran algo que lo ayudaba mucho a conciliar el sueño pero no era lo que necesitaba en ese momento. ¡No necesitaba nada de su gato en ese momento!

—¡Déjame solo!—tomó al animal entre sus manos y lo bajó al suelo, echándolo— Estoy intentando hacer algo aquí, ¡sal del baño, tengo que hacer una de las necesidades básicas de mi vida, gato inútil! ¿¡Es que uno ya no puede ir al baño en paz!? ¡No es fácil hacer del número dos con lo que cocina papá, sabes!


Repito, no me arrepiento de nada –Huye—