Aclaración: Hey Arnold no me pertenece, todo es de Craig Bartlett a excepción de la historia. Puntos importantes al final del capítulo.

Disfruten~

Prólogo.

Estúpido cabeza de balón, ¿Por qué no me puedes poner atención? ¿Por qué después de lo que pasamos en San Lorenzo sigas actuando como si nada? ¿Por qué ignoras así mis sentimientos? ¿No te importan? ¿No son suficientes? ¿Es que acaso no llegan a ti? O quizás... Simplemente eres dulce y gentil para no rechazarme de forma directa...

Hablaba una y otra vez teniendo entre las manos su preciado relicario, esta vez con una foto diferente, pues al fin había conseguido una con su adorado amor en medio de celebraciones luego de que el rubio hubiera encontrado a sus padres. No se daba cuenta de nada, de quienes estaban a su alrededor o en que escenario se encontraba parada; los sentimientos de dolor y tristeza se hacían cada vez más fuertes ya que, ahora el chico por el cual suspiraba parecía tenerle un pavor. Quería hablarle, saludarlo en medio de todos los pasillos, sonreír y que se diera cuenta de su extraño y suave interior que había guardado de manera recelosa sólo para el luego de aquel mágico beso en las tierras lejanas de Sudamérica.

Escucho la errática voz de su compañero con asma, y suspiro, esta vez no tenía ganas de golpearlo. Camino de regreso al salón mientras distraída intentaba guardar el relicario dentro de su vestido. Ahora era más problemático, ¿La razón? Sus pechos comenzaban a desarrollarse a temprana edad a diferencia de sus compañeras, ya era casi imposible esconderlos así que la joya no entraba bien en el lugar cercano a su corazón.

Tan perdida se encontraba hallando el enigma de cómo esconderlo que no se percató de la puerta que se abría justo en frente de ella con fuerza y la golpeaba en la frente provocando que su cuerpo se fuera hacía atrás.

—¡Helga!—

El grito de su amado la alertó, pero ¿Por qué no podía responderle? Ah si, ahora se encontraba en el piso. Intentaba abrir los ojos pero pesaban y empezaba a sentir sueño... Mucho sueño, el golpe le había afectado más de lo que parecía. Pronto se vio cubierta de la oscuridad sin poder pelear más y la voz del rubio se perdió cuando terminó por desmayarse.

Bien, primero que nada quiero decir que es mi primera historia, estaré basándome en el episodio característico de Hey Arnold, pero con un toque mas adulto y obviamente con escenas de sexo explícito, así que si eso no es de su preferencia podrían ver otras historias. No puedo decir con exactitud cuando capitulos tendrá pero tampoco será largo.

Trataré de subir el episodio uno oficial el día de mañana, este es un proyecto que no pienso abandonar. Si les gustó agradecería que me lo hicieran saber.