¡Hola! Hoy os traigo algo un poco diferente sobre nuestros amados Slytherin, espero que os guste :)


Este es un regalo para mi AI:

Angelito Bloodsherry.

Querida, espero que te guste el regalo. La verdad es que me hubiera encantado regalarte algo más, pero el tiempo se me echó encima (quizá algún día te haga ese Drarry que pediste si así lo quieres :D)


Disclaimer: Todo lo reconocible de Harry Potter es de JotaKá.

Este fic ha sido creado para el "Amigo Invisible 2017" del foro " Hogwarts a través de los años". Así mismo, debe ir dedicado a la persona que es su Amigo Invisible.


(El título del fic viene gracias al nombre de la canción de The Beatles, aunque de parecido quizá sólo tiene el nombre xD)


-With a little help of my friends-

I: Promesas (cubiertas de nieve y flores).

Seis años después de la guerra, las cosas se habían asentado ligeramente para todo el mundo. La normalidad se volvió a establecer en los hogares y poco a poco las heridas comenzaron a cerrarse. Draco había abandonado Londres después de su juicio, en el cual fue absuelto de los crímenes que le imputaban, y viajó a Francia para comenzar de cero.

De su vida en Inglaterra sólo quedaron el recuerdo del olor del humo mientras Hogwarts ardía y las noches de verano dónde los gritos de aquellos que Voldemort retenía sonaban con fuerza por la Mansión Malfoy.

Amargos recuerdos que teñían las buenas memorias de una vida que ya no le representaba.

Pero volvía, incluso cuando ya no le quedaba nada ahí, volvía. Siempre en las mismas fechas, la misma cantidad de días y con la misma sensación de vacío que crecía en él desde el momento en el que tocaba el traslador para Londres y que no lo abandonaba hasta que volvía a entrar por la puerta de su apartamento en Francia.

Y todo se debía a una promesa, una que se había hecho años atrás a sí mismo y que sería la única que podría obligarlo a volver a ese lugar que tanto dolor le había producido. La misma promesa que lo mantenía ese frío día de Navidad frente a la tumba de su madre, con un ramo de azucenas en la mano y la nieve cayendo sobre él.

El frío se calaba en sus huesos y la sensación de vacío se incrementaba a cada segundo. Draco no podía evitar pensar que era horrible estar de vuelta en Londres, la ciudad que lo vio nacer, que lo vio morir y que lo vio partir para poder renacer. Esa que se había llevado la vida de su madre cuando era lo único que le quedaba. Odiaba estar ahí. Lo odiaba con toda su alma.

Fue sacado de sus lúgubres pensamientos cuando sintió unos dedos entrelazarse con su mano libre y un peso extra en su hombro, la voz suave de Pansy murmurando cerca del oído un «buenas noches» mientras se acomodaba a su lado. Blaise y Theo se colocaron al otro lado y le dedicaron unas suaves sonrisas; un ramo de rosas en la mano de Zabini y uno de narcisos en la mano de Nott.

—Hace una noche muy bonita —murmuró la mujer y Draco sonrió ligeramente.

—Lo es —concedió Blaise—. Una bonita noche para recordar a aquellas personas que ya no están.

Tras esas palabras el hombre se agachó al mismo tiempo que Theo lo hacía y ambos colocaron los ramos frente a la tumba de Narcissa. Draco suspiró y apretó su agarre en la mano de su amiga, sintiendo como esta apretaba de vuelta antes de que los dos se agachasen y colocasen sus respectivos ramos; las azucenas de Draco y los lirios de Pansy.

—Gracias —murmuró el rubio cuando salieron del cementerio—. Gracias por siempre venir.

—Al igual que tú, nosotros también hicimos nuestra propia promesa hace unos años —dijo Pansy mientras se colocaba frente a Draco y le acomodaba el abrigo—. Vendremos, todos los años, el mismo día y a la misma hora a acompañar a nuestro amigo, porque no importa si hace frío, calor, viento, esté lloviendo o nevando, estaremos aquí para ti. Siempre.

Draco sonrió y rodeó los hombros de su amiga para comenzar a caminar los cuatro juntos en esa fría noche de invierno, por las calles de un lugar al que ya no pertenecía, pero dónde siempre estarían ellos para hacerlo sentir como en casa. Para recordarle que no estaba solo.

Ninguno de ellos lo estaba.

«Vendré todos los años, aunque éste ya no sea mi hogar y colocaré un ramo frente a tu tumba. Porque si hay algo que jamás haré, mamá, es olvidarte.»

«Prometemos que, aunque Londres ya no sea nuestro hogar, vendremos año tras año a acompañar a Draco y recordar a Narcissa. No lo dejaremos solo en esto, incluso si la nieve cae sobre nosotros y el olor de flores colocadas sobre una tumba es lo único que podamos percibir.»


¡Y ya está! ¿Qué os ha parecido? ¿Bien? ¿Mal? ¿Increíble? ¿Fatal? Not bad?

Espero querida AI, que te haya gustado esta primera parte y que la actitud de ellos fuera lo que esperaba (claramente les he dado un poco de mi propio estilo, así que espero no haberte decepcionado).

Esta es la primera viñeta (? de las cuatro que conforman el fic. Mañana subiré otra, y el siguiente día otra y luego la última el viernes :)

Por si no se entiende, la parte final es cada una de las promesas que hicieron los Slytherin.

Besos y abrazos,

AliciaBlackM.

PD: ¡REVIEWS y GO!