Mi primer fic, mi primera historia, toi muy feliz DD. Nunca antes me había dado la gana de escribir en toda mi vida xD.
Volviendo a la historia, intenté hacer una historia un poco más realista, no que Edward se casara con Winry y vivieran felices y comieran perdices, y les brotara dinero de la nada y sean excelentes en todo lo que hagan.
Será un fic largo y entretenido. El primer capítulo no, ya que tenía que introducirlos en el mundo y lo que pasó y todo.
Ojala deje reviews, expresando que les parece nn.
Otoño en Rizenbull
Otoño nuevamente, el viento obliga a bailar a las caídas hojas del árbol, el sol se estaba ocultando y dejaba el cielo pintado de tonalidades rojas, dando paso al anochecer. Todo se mezcla formando una escena entre dos personas en la distancia.
Ahora hacia allá – dijo en tono de orden.
De acuerdo- respondió decidido. Juntó ambas palmas y un sonido se transformó en eco y vagó por las montañas, una bandada de pájaros salió.
Aún necesitas más práctica- dicho esto ambos dejaron el lugar y fueron rumbo al norte.
Mientras caminaban, el joven miró con detenimiento a la persona que se encontraba junto a él. Cada vez caía más y más el sol. La noche se acentuaba y el camino de vuelta a casa era largo, largo pero necesario. Para aquel tramo el rubio decidió hablar:
Tío, ¿Crees que he mejorado últimamente?- preguntó algo atemorizado
Bastante- se limitó a decir, causando que su pequeño acompañante quedase "algo" satisfecho.
"Madre" se dijo a sí mismo al ver la figura de una mujer rubia salir con una cesta de ropa. – ¡Madre!- gritó con todas sus fuerzas, con la intención de que ella lo escuchase. Corrió con todas sus fuerzas y la abrazó, tan fuertemente que ella dejó toda la ropa tirada en el piso. Ella le corresponde el abrazo muy sorprendida.
"Aún pareces un niño" – dijo la madre mientras sonreía y le besaba la frente.
¡Winry!- gritó un recién llegado Alphonse, sonriente al ver la escena entre madre e hijo.
Aru, Souta, entren a casa, les preparé la cena..me imagino que deben estar muriendo de hambre- dijo sonriente mientras recogía la ropa que estaba regada por todo el piso.
Ambos entraron, Aru fue directo a la cocina en cambio Souta subió a su habitación.
La habitación estaba oscura, y sólo un haz de luz entraba por la ventana, el librero de la esquina saturado de libros cautivó la mirada del niño.
"Padre solía leer este libro"- se dijo a sí mismo, cuando cogió el libro cayó una vieja carta de este. El niño estaba asombrado, era una carta dirigida a su abuelo. Cuando sintió que la curiosidad invadió su ser y su sed no podía ser saciada se decidió a abrir la carta, un encabezado normal, una carta de amigo a amigo, pero llegó al cuarto párrafo en donde hablaba de "Transmutación humana"….mientras más leía más esperanzas se creaba, sus pupilas se contrajeron, se emocionó, se emocionó como un niño con un nuevo regalo, con un nuevo motivo de vida, de fe…
Souta la cena está lista- gritó su madre. Lo cual reaccionó rápidamente y escondió la carta bajo su cama.
La cena transcurrió tranquilamente, Aru hablaba de cómo su sobrino había mejorado sus habilidades de Alquimista y además les dio la noticia de que podía dominar elementos pesados, por lo cual ahora podría ayudar con el negocio familiar. Sí, la guerra que había terminado dejó graves secuelas económicas, por lo cual la familia Elric-Rockbell debía ajustarse y trabajar horas extras para poder traer pan a la mesa.
Aru, ya tiene 28 años, se convirtió en alquimista nacional como su hermano, pero sin intenciones de volver a la milicia ni ser el perro faldero de nadie, volvió con su "hermana" y amiga de la infancia, y hace 14 años cuñada, por lo cual decidió volver a su pueblo natal para ayudar a criar a su sobrino – lo único que dejó su hermano en esta tierra-. Cuando cumplió 8 años decidió enseñarle la ciencia de la "Alquimia", con el propósito de que ayudase a su madre y poder sobreponerse ante tiempos adversos.
Desde que Edward se fue al otro mundo, el pequeño ser que establecía su continuidad en este mundo, crecía cada vez más, feliz y con todo el cariño que era posible por parte de su tío y madre. Pero no todo lo que brilla es oro, hijo, madre y hermano han pasado malos tiempos, la crisis que estremecía al país les hacía difícil el diario vivir, el negocio de los Automails no era tan próspero, la gente no tenía tanto dinero para costear aquellos miembros de metal, ni mencionar que aquella materia prima tenía otros propósitos, por lo cual era muy difícil conseguir metal sin que tus ideales fueran los de destrucción.
Winry por otra parte, ya tiene 32 años, madre hace 14 años, viuda desde sus 17. Aunque las matemáticas, la edad ni lo relativo han podido borrar uno de sus episodios más traumáticos de su vida - La muerte del padre, hermano, esposo, amigo, de su vida-. En un atardecer dijo adiós, promesas de que volvería con su hermano y sus miembros vueltos carne nuevamente, pero volvió la mitad de la promesa. Pasaron 2 meses de la vuelta de Aru, y tenía 3 meses de embarazo…bellas consecuencias de la despedida de Edo, tanto del hogar como del mundo.
Luego de cenar todos se fueron a sus respectivas habitaciones a dormir, pero un sollozo detuvo a alguien en el camino…
Mamá- dijo algo temeroso a través de la puerta que daba a su habitación, intentaba abrirla poco a poco - ¿Porqué lloras?- preguntó triste. Se acercó sobre el cuerpo envuelto en sábanas y le acarició su cabello, agachó la mirada y lágrimas brotaron – los sollozos fueron al unísono- …-Mami- dijo con la respiración entrecortada a causa de su llanto. Continuaron llorando, madre e hijo finalmente abrazados, bañados en lágrimas por lamentos de antaño que se hacen presentes.
"Odio ver a mamá llorar, sólo porque papá no va a regresar"- pensó mientras los párpados se le cerraban.
Frente a aquella habitación pasó Aru, vio aquella conmovedora imagen y pensó en su hermano…pensó en que esto no era lo que ellos – ni él- se merecían, todo debía ser diferente, debería ser una hermosa imagen donde padre abraza a la madre y un fervoroso amor que envuelve al hijo, un niño con una radiante sonrisa. A veces intentaba no culparse por todo "Él sacrificó todo por mí".
Decidió caminar y borrar aquella fotografía del dolor representada en su sobrino y cuñada, con intención de bajar las escaleras, inconcientemente ve dentro de la habitación del joven..un libro que dejaba escapar un carta…una carta con un horrible secreto, una horrible verdad que vanamente intentaron ocultar de una joven y perturbadamente triste mente.
- Traeré a papá de vuelta- susurró mientras despertaba por los intrusos rayos del sol, que lo obligaron a levantarse.
