Ohayo Minna-san! X3 Bueno… ¡este es mi fic número cincuenta!, y me alegra mucho haber escrito tantas historias para este maravilloso fandom, así que, con ustedes mi versión al estilo inazuma: ¡el nacimiento de nuestro salvador!

¡Lamento haberme perdido dos semanas, pero el internet de mi casa se me daño y subir yaoi en un ciber... es extraño!

Advertencias:

-este fic lo creó una loca/católica/fujoshi así que va a estar todo al pie de la letra
-es yaoi, así que bueno la virgen maría será un hombre XD
-si no aceptan esta versión no lo lean, es por su propio bien
-EL PERSONAJE ES TSURUGI KYOUSUKE (es decir, el chico malo de GO es Jesús XDD)

Summary: Esta escrita por los profetas esta fecha, el nacimiento del niño Jesús /Emmanuel/… Lo que no sabían es que más de dos mil años después se repetiría esa historia, solo que con un virgen Yuuto y con los chicos de Inazuma


Prólogo

En Un principio ya estaba el salvador
y ese salvador estaba en Dios, y él era Dios.
Él estaba en el principio con Dios;
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

La vida del verbo eterno en el seno de su padre era una vida maravillosa, ¡era el hijo de Dios!, el pedía a los ángeles que le compraran comida, les decía que cantaran música metálica, podría crear terremotos, tsunamis o cualquier otra catástrofe que dañara la vida, podía hacer llover o que hiciera sol hasta dañar la tierra (cosa que sucedió en África), hasta había cierto primo que le parecía muy sexy, y era el mimado de todo el universo ¿Qué más podría pedir una persona?, nada, a consideración de él claro está, porque mientras disfrutaba de su lujosa vida, abajo en la tierra de los hombres se vivía jodidamente mal, pero bueno, no era su culpa y no tendría que hacer nada al respecto, ¿o si?…

Caminando entre las nubes de su palacio se encontró al Ángel Rafael, el cual por primera vez no lo había regañado por llevar su chaqueta/capa en vez de usar albas o togas como era normal allí, pero si tenía un semblante serio así que, el menor estaba preparado para lo que fuera…

-sabes que es lo que tienes que hacer –dice Rafael algo divertido- querido hijo de Dios, sabes muy bien que nadie te va a quitar el trono, solo es ir durante treinta y dos años a la tierra, ayudar a los hombres, librarlos de pecados, conseguir "fans" –hace una pausa- digo, apóstoles y discípulos, liberar maldiciones, morir en una cruz –dijo lo último de una manera tan rápida y tan silenciosa que el otro no lo alcanzó a escuchar- ¡y ya está!, regresas al cielo y vuelves a tener una vida normal molestándonos a nosotros

-pues…

¿Había escuchado bien?, ¿tendría que bajar al reino de los idiotas por compasión?, en su casa no le faltaba nada, era muy feliz, su mansión era eterna, y era infinito el poder que justo ahora él tenía, pero bueno, no tenía que desobedecer las ordenes de su querido padre, eso si estaba sumamente claro, así que dejando su lugar ordenado, visitando por última vez a su querido "más que amigo" (el cual también partiría a ese sitio), suspiró fuertemente, era obvio que el género humano cambió desde los tiempos de Adán y Eva, ahora eran más pervertidos, tenían mucha más malicia, no respetaban lo que se les decía y ¡jugaban soccer!, bueno, eso si es genial pero el resto no, así que armándose de suma paciencia, de un poco de misericordia, decidió ayudarles a la redención de sus pecados y la salvación de ellos mismos, la cual sin él no podría lograrse.

-"La raza de Adán había ofendido a Dios" –leía lentamente el manual de instrucciones que le dejaron a la salida del lugar- "y ha merecido un castigo eterno"… ¿y yo que pinto en todo esto? –se detiene rápidamente, no debía ser así, era el hijo de Dios, de la persona más grandiosa de todo el universo, al menos dejaría de ser tan fastidioso y aceptaría la única petición que su padre le ha hecho desde que creó los Dinosaurios, porque la muerte de estos fue su culpa y de cierta manera aún se lamentan- ¡ya entendí!~ -canturrea muy alegre el pequeño hijo del padre- debo ir a expiar aquella desobediencia, ingratitud y rebeldía que tienen ellos hacia Dios, y así hacer lo necesario para salvar esta raza y que tomen conciencia de su error y le pidan perdón a mi misericordioso progenitor

Era totalmente necesario que el hijo de Dios tomase la forma, la poca inteligencia, las costumbres, los pensamientos, las debilidades y las esperanzas de los hombres, para crecer y así mismo hacer crecer la sabiduría espiritual; que sufriese, para morir a sus pasiones y a su orgullo y por ello nuestro querido verbo eterno, ardiendo en ira por tener que hacer este trabajo, pero así mismo lleno de deseos de salvar al hombre y redimirse con todos por haber destruido a los pobres saurios, decidió hacerse hombre también, y así redimir (al idiota que lo esta obligando a hacer eso) al culpable.


Si, lo sé, esta algo cortico (por no decir que demasiado) este prologo, pero bueno, ustedes me dirán si continuo con esta idea o lo dejo así…

Algún comentario, crítica, sugerencia, idea creativa (?) o cualquier otra cosa pueden dejar un Review…
C:
Matta ne!