Holaa bello mundo! A estas horas yo evitando tareas y ocupando mi tiempo en fics... Esta vez les traigo un one shoot, que quiero convertir a un longfic... no sé... eso dependerá de ustedes, claro.
Lo que no entiendo es porqué cada vez que digo "ahora a escribir sobre mi pareja favorita: Chrismien o De'Tucker" salgo con un Style, un Bendy, un Stenny, un Dip, un Bunny...etc... Nyaa que dificil se me hace escribir sobre lo que más me gusta :cc Pero bueno, aquí yo con otro fic nadaquever con el Chrismien, De'Tucker o Cramien que tanto ansiaba poder escribir...Ya! Muchas quejas Ann! Ahora a mostrar el fic!
Jeje y aqui vamos:
South Park no me pertenece, es de Trey y Matt, si fuera mío Damien saldría más, Ruby se llamaría Ruby y todo sería algo dramático y loco xD -asi soy yo-.
No soporto más.
Era lo único que estaba escrito sobre ese papel. La única tinta que se marcaba para siempre en la página. Los trazos formando tres simples palabras que ocultaban una macabra solución.
Lágrimas impregnadas en rabia caían sobre el reciente escrito. Junto a ellas, gotas de sangre resbalaban de sus brazos.
Su forma de huir. Su única salvación.
Lo único que demostraba que él no era fuerte como aparentaba ser.
No pensaba en morir, no pensaba en aquello solo porque debía cuidar de su pequeña y frágil hermana, que también se ocultaba bajo una capa de odio.
Los Tucker...una familia en la que después de severos problemas nada volvió a ser igual.
Estrés. Locura. Depresión. Alcohol.
En eso se basaban ahora los adultos de la casa. Así fue como una familia unida y fuerte se desequilibró. Así los menores dejaron de llamarlo hogar. Ahora era solo una casa fría y sin más luz que el de la chimenea encendida en invierno. Por fuera la misma casa. Dentro... las marcas de la violencia. Muebles tirados, objetos rotos, todo sucio.
Para Craig incluso la casa de Kenny era un lugar más habitable, aunque en realidad no era así.
Donde los McCormick no hubo mucha diferencia...
Kevin escapó de casa a temprana edad, intentó llevar a sus hermanos consigo, pero no pudo.
Kenny, intentaba ganar algo de dinero para sobrevivir con su hermana.
Karen alojaba donde los Broflovski…
El azabache arrugó la hoja y la tiró al pasillo.
El dolor era demasiado grande para tratar de expresarlo en un papel.
Fácilmente pudo haber borrado su mente con alcohol, pero tenía que proteger a Ruby.
En el colegio todos ignoraban su realidad. Eran ajenos a ese sentimiento que ocultaba.
Estaba harto de ocultar aquello. De buscar una calma inalcanzable. De escapar del daño.
Siempre, incluso en los momentos agradables, se mostró serio, serio e inmune. Se arrepentía. Debió disfrutar más. Debió hacer que su hermana disfrutara.
No se dio cuenta que mientras se lamentaba más y más en busca de desahogarse, la cuchilla llegaba más allá.
Al darse cuenta la soltó. Vio sus heridas. Media docena de tajos profundos de donde la sangre carmesí salía rápido. Demasiado rápido.
Craig sintió como la sangre se iba de su cuerpo y que de sus manos su vida escapaba.
Ya no había de que aferrarse. No había marcha atrás. El dolor desaparecía junto con su tiempo vital.
Sus piernas le fallaron y trató de agarrarse de una silla. Fue inútil. Pero tampoco aterrizó en el suelo.
Las lágrimas salían cada vez más. Ahora él la había abandonado. A Ruby y a su vida.
Poco tiempo... muchos recuerdos... varios molestos y otros agradables... Él... Su pasión prohibida por su mente, pero anhelada por su corazón.
Vio como todo se iba. Como se esfumaba su alrededor. Como se hacían trizas sus sueños. Como su vida se quebraba tal como un cristal...
-¿¡Craig!? - alcanzó a escuchar.
-¿K...Kyle?
Era él. La última persona que quería que viera su debilidad.
-¿Hermano?- preguntó la voz de Ruby.
Intentó enfocar su vista, pero no servía de nada. Veía cristalizado.
Kyle estaba acercándose a él, y Ruby estaba en la puerta con una mochila, y un bolso en la mano.
-Craig...- murmuró el pelirrojo con los ojos en lágrimas.
-N-no quiero m-morir... – expresó Craig su deseo con las pocas fuerzas que le quedaban.
-No lo harás. Pero no cierres los ojos.
Los rastros de llanto se secaban en su rostro. Su cabello despeinado se ocultaba bajo su chullo azul. El dolor... el dolor estaba ausente.
Sintió como unos brazos lo tomaron. Era el pelirrojo. Con la adrenalina lo tomó sin dificultades e indico con la mirada a Ruby que caminara a la salida.
Los padres de los hermanos Tucker no se encontraban, pero no podían arriesgarse. Salieron por la ventana del baño. A Kyle se le hizo algo difícil con Craig, pero no imposible.
-Ahora debemos saltar, aguanta Craig.- escuchó.
Luego, todo se volvió oscuro.
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-¿Se encuentra mejor?- preguntó Ruby.
-No lo sé. Kyle y Mamá no nos dejan entrar.-respondió Ike.
-Lo más probable es que sí. Kyle y la Sra. Broflovski son muy buenos curando.- Dijo Karen mostrando su hombro con una cicatriz de cortada. Era a lo que se arriesgaba al volver a su casa.
Ruby asintió. Quedaron en un largo silencio.
Al rato Kyle salió.
-¿Y...?- le exigió la del cabello anaranjado claro.
-Se pondrá bien, necesita descansar.-contestó- Ike, ¿por qué no le enseñas su habitación?- se dirigió al canadiense.
-¡Claro!
En segundos los tres jóvenes subían las escaleras.
Sheila salió con una sonrisa e invitó a su hijo a ver al otro adolescente. Luego, se retiró a servir algo para comer.
El pelirrojo vio a Craig en mejor estado.
-¿Kyle?
- Soy yo. ¿Estás bien?
-eso creo... Estoy en tu casa ¿no? Bueno tu madre me lo ha dicho.- habló nervioso.
Kyle sonrió. Era un momento incómodo. Ambos habían visto todo eso.
-Mi madre dice que se deberían quedar aquí. Pero es tu decisión.
Por la mente de Craig pasaron varias cosas. No quería quedarse porque iba a ser una molestia, se iba a ver débil y porque estaría frente a ese pelirrojo que lo ponía nervioso y torpe. Aunque por otro lado, tenerlo cerca era una ventaja, otra cosa era que si volvía a su casa las cosas serían igual de malas, Ruby no viviría la vida que merece y él tampoco…
-¿Desde cuándo tu casa es un hogar de menores, Broflovski?- preguntó con su voz monótona.
El bermejo soltó una risita.
Era cierto, la casa parecía un albergue, pero así le agradaba a los residentes.
-Bueno...mi mamá decidió que la mejor forma de proteger a la juventud era esta, por lo tanto hicimos una pequeña ampliación para poner una habitación más y así nos evitamos...-fue interrumpido por Craig.
-... otra guerra entre Canadá y los Estados Unidos. Entiendo.
-Ajá. -Afirmó Kyle.
Pasaron minutos en silencio.
El azabache volvió a sentir ese amargo dolor. Si bien, podría huir de su pasado, pero luego debía recordar que era su presente.
La puerta se entreabrió con el viento y le dejó ver a su hermana hablando muy animada con la niña de los McCormick y el menor de los Broflovski.
Debía quedarse. Por Ruby. Por él. Por sus vidas. Para seguir. Y para lo único egoísta que tenía en mente, para estar junto a Kyle.
-Craig- Escuchó la voz de Sheila. No recordaba haberla visto llegar.
-¿si Sra. Broflovski?
-¿Te quedarás?
Y esa duda volvió a su mente al ver esas verdosas perlas del primogénito de esa familia posarse sobre él.
¿Podría comportarse normal cerca de ese chico de cabello rojizo como el fuego?Lo dudaba. Claro que lo dudaba.
-Si, al menos que genere algún inconveniente.
Dijo sin pensar.
Después de la sonrisa dedicada por los pelirrojos se dio cuenta que habría de iniciar una nueva vida. Era momento de la esperanza.
Puede que no pudiera olvidar lo ocurrido y sufrido para convertirlo en otro pasado, pero si podía empezar un nuevo presente. Y era lo único que quedaba. Vivir para el futuro. Vivir para disfrutar.
Continuará (?)
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Okno...jajajjaja ¿así o más a lo televisión? Pero de todas formas depende de ustedes de la continuación del fic... y creo que esa palabra ya me suena muy gastada por las veces que la he escrito...Eeemmm...ahora que leo la locura que escribí en el párrafo anterior...hagan cuenta que arriba decía algo mucho más formal y menos convulsionativo...-¿existe esa palabra?- y...dejen reviews ._.
Sayonara!
iSweet-la loca-