Disclaimer: Los personajes pertenecen a JK Rowling.

Simplemente estoy compartiendo esta pequeña idea. Que espero les agrade, si no pues no lean. Me ha estado persiguiendo desde hace unos meses esta idea. Girando y cambiando constantemente como un hámster molesto dentro de la cabeza. Deseo sinceramente poder acabar la historia pero como la mayoría me veo muy ocupada en la facultad. Así que decidir aprovechar mis dizque vacaciones porque bien se supone que estoy haciendo una investigaciones finales. Pero por fin después de una eternidad me llego la inspiración para poner en marcha mi pequeña idea y como podía negar a mi musa.

Soy principiante, por lo tanto cometeré errores pero tratare de no cometer mucho errores ortográfico. Si ven alguno avíseme y si pueden o mejor si les nace darme una crítica constructiva o un consejo hágalo.

Advertencia: Universo alternativo donde Harry Potter muere cuando atraviesa el velo de la muerte siguiendo a Sirius. Reencarnaciones. Ubicado en La Segunda Guerra Mundial, siendo más especifica en diciembre de 1942. Tom Ryddle en esta historia asiste a su quinto año en Hogwarts.


Capitulo 1 ¿Qué había hecho?

Catástrofe.

Gritos.

Caos.

Destrucción.

Dolor.

Desolación.

Bombardeo.

Nina no necesitaba ninguna información extra, ni a nadie gritando para correr a esconderse. No era nada nuevo para ella y esperaría que no fuera la última vez que tuviera que esconderse, porque eso solamente significaría su muerte. Solo muerta podría dejar de ser perseguida, acosada y señalada por la sociedad y su pasado.

Desde antes de que La Segunda Guerra Mundial comenzara, aun podía oír la voz de Nanny, la única persona que recordaba, había cuidado de ella, sacrificando su tiempo y esfuerzo para que saliera adelante. Brindándole el amor y cuidados que necesitaba. Diciéndole o más bien advirtiéndole ¡Qué huyera de los hombre de uniforme azul o verde o sino acabaría en el infierno personal de los niños, el orfanato!. Esta es y siempre será la manera más clara que hay de decirle algo a un niño pequeño, ser siempre directo procurando ser simple, un niño pequeño jamás espera respuesta compleja (al menos que sea un genio o que este en la etapa del ¿Por qué?, en ese caso suerte). Los adultos son ellos mismos quienes trasforman la vida en él sinónimo de complicado. Nanny le dijo que lo entendería cuando fuera más grande, pero ahora era mayor y todavía no lo comprendía.

Pero la pregunta en la que tenía que enfocarse en esto momento Nina era ¿Donde se escondería ahora?

Nadie deseaba darle posada a uno de los suyos. Ellos eran las cucarachas del pueblo a las cuales estaban exterminando como la plaga que según la sociedad decían eran.

Los llamaban muchos nombres:

Ladrones nómadas.

Roba niños.

La gente sin moral.

Sin valores.

Videntes.

Gitanos.

Nina creía estar condenada a morir si no encontraba un lugar en ese momento para protegerse del eminente peligro. Era seguro que había estado condenada desde el momento en que eligió ser y vivir como gitana con todo lo que su cultura exigía en su código no escrito, trasmitido solo de generación en generación o con quien se considerara un miembro honorario de la familia. Pero para el mundo todas su cultura era desconocida y se guiaban, en las apariencias. Cegándose de la realidad creyendo solo en los estereotipos que habían pasado también verbalmente como la cultura gitana, Nina solo necesitaba tener una pizca de sentido común para saber que ningún ser humano que estuviera dentro de una sociedad la ayudaría sin dudar de ella. Y ella no los culpaba.
Aunque Nina tenía sus dudas de que la guerra estuviera llegando a su apogeo. Pensaba que tal vez y solo tal vez este era el ojo de la tormenta, no por nada había obtenido esas imágenes de destrucción masiva en su cabeza, hace apenas unos segundos. Ya hace más de un año que no había bombardeos dentro de la zona industrial de Londres.

Nadie le creería si admitía tener visiones del futuro próximo. La metería a un manicomio al foso si retorno, considerado un infierno mil veces peor que el orfanato, esa clase de lugar no era el más adecuado para la crianza de un niño. Plagado de todos los huérfanos que había dejado atrás no solo la guerra actual sino la gran depresión. Donde los burgueses habían tenido problemas y el mundo era un lugar gris y sobrio. En él no se preocupaba por el destino de las pobres almas de los niños que habían perdido todo cuando esta crisis económica tuvo lugar. Y la esperanza de volver a tener una familia era casi nulas.

Pidiendo perdón solamente en su cabeza a quienes vivieran dentro del edificio, en el que se iba a colar. Ahora que leía el portón que estaba entre abierto no sabía si reírse de la ironía. El lugar al que se iba a colar, era un orfanato.

Se coló por una ventana abierta de lado derecho del orfanato. Termino en un pasillo. Pasos, se acercaban. Corrió lo mas silenciosamente que pudo lo que estaba resultando imposible sin hacer ruido o caerse ya que llevaba una falda azul oscuro que llegaba hasta el suelo, había servido para bailar con su pueblo. No fue diseñada para la sobrevivencia a una posible persecución y mucho menos para una guerra. Así que camino sin hacer ruido y abrió la primera puerta que encontró. En apariencia era una habitación humilde. Perteneciente a un muchacho obviamente joven, pero había algo extraño y no solo porque había solo una cama en toda la habitación, con una sábana blanca y una delgada manta negra que cubría lo que parecía un cofre. Había un par de libros grueso arriba de un escritorio con su silla de madera viejos y una vela blanca muy gastada, apagada recientemente, era obvio que el dueño de la habitación, había salido hace apenas unos minutos. Había como un tipo de energía. No solo era sensaciones de ella por colarse en un lugar sin recibir invitación. Después de todo solo había recibido una invitación en toda su vida, de Nanny, quien prácticamente la obligo a aceptar su oferta. Solo estaba nerviosa por su miedo a no estar realmente lucida. Las visiones y lo poco que sabía de su pasado la hacían dudar de su cordura. En esta habitación no había realmente ninguna energía. Solo fue su imaginación jugando nuevamente con su mente, lo mejor era irse de este lugar. Realmente no había tenido ninguna visión. Era solamente una crisis nerviosa, pasajera.

Pero antes de irse quería observar. Esta habitación estaba dentro del una clase de infierno que le parecía lujoso. Aunque tenía un gran precio. Un precio que jamás aceptaría pagar. Su libertad. Jamás la daría y por lo tanto no podría darse el lujo de vivir así, porque ella no era nadie y no estaba amarrada a nada en este mundo. Que ella supiera.

Sin poder resistirlo o al menos eso era lo que la expresión de fascinación en el rostro de Nina insinuaba, se acerco a la cama y puso una de sus manos.

Suavidad.

Por una extraña razón sentía que había tenido una cama más suave que esta, sintió un extraño calor en el pecho, pero la idea era absurda ella solo era una gitana perdida, sin familia, nunca la había tenido o al menos no lo recordaba.

Sin darse cuenta ya se encontraba sentada en la cama, con una mirada perdida que indicaba que estaba sumergía en su mente. En un viaje que hasta ahora estaba separado por la puerta del olvido. Su propia locura persona.

¿Quien había sido antes de olvidar?

Detrás de la enorme puerta, sellada se escondía todo los secretos de su pasado. Muchas de las respuesta que deseaba tener.

¿Donde había nacido?

¿Quiénes fueron sus padres?

¿Estaban vivos?

¿La querían?

Estaba sola en el bosque viviendo, no sobreviviendo como una niña salvaje, nada más que un animal indeseable.

"Tú eres indeseable"

De quien era esa voz femenina tan fría, vacía y cruel se pregunto Nina. De su madre acaso. ¿Cuál había sido su verdadero nombre?. Realmente era la pregunta que menos le debía importar. Era Nina. Solo Nina como Nanny le nombro.

No tenia apellido, al menos uno que recordara haber tenido.

Un grito femenino espeluznante que le recorrió por toda la columna vértebra y Nina se encontró tirada contra en el suelo de la habitación con la manos en la cabeza, quien gritaba y con tanta desesperación, porque sentía Nina ese sentimiento de impotencia, ira, coraje y tristeza.

Era su culpa.

Su culpa.

Pero que había pasado porque no era capaz de recordar se decía a si misma mientras su rostro se llenaba de lágrimas, porque la ponía tan mal intentar recordar. Porque se torturaba a sí misma, su pasado era tan malo para haber preferido olvidarle que afrontarlo. Acaso era tan débil.

"tú las asesinasteis"

No, no era cierto ¿Qué había hecho?

Fue el ultimo pensamiento antes de que todo se volviera oscuro.


Capitulo 2 Nuevo acertijo

Ira.

Enojo.

Miedo.

Era la emociones que sentía el joven Tom Ryddle. El no era estúpido al contrario es un genio, pero los genios siempre son complicado. Haciendo preguntas para buscar sus repuestas, creado problemas para tener su soluciones porque los genios son curiosos y sobre todo aman aprender.

Esa vieja cabra insinuaba que el Tom Ryddle no podía amar, como se atrevía. El amaba el aprendizaje porque el saber, era el poder y eso era realmente lo más importante que existía el poder. Ningún sentimiento ni nada como la moralidad entre el bien y el mal era real o capaz de lograr lo que el poder podía lograr. Era ilimitado y un día el tendría ese poder y todo los sangre limpias... no todos los magos se inclinaría ante él y respetarían el nombre que él había elegido para ser llamado.

Lord Voldemort.

Solo tenía que soportar dos ciclos escolares mas y muy pronto... pero antes tenía que arreglar el pequeño problema que estaba causando. El problema que causo que él ahora estuviera en la maldita prisión conocida como orfanato.

La cámara secreta.

Como no previo el hecho de que desquitando su ira al petrificar a los sangre sucias ponía en riesgo la abertura de Hogwarts para este curso escolar y el próximo.

Una escusa barata seria porque él era joven pero no eso no aplicaba para él y nunca sería una escusa valida. La verdadera escusa era porque realmente cuando realizo el primer ataque, estaba muy tenso y enfadado. Ser prefecto no era nada fácil, absorbía todo su tiempo libre pero le daba más libertad y autoridad.

Por culpa de los idiotas de sus compañeros de casa y de otras casas, él efectuó estos ataques como una pequeña terapia de relajación y porque no hacerlo después de todo le había costado casi cinco años descubrir dónde estaba la cámara secreta. Un día el mundo sabría que era descendiente de Slytherin.

Su terapia de relajación debía terminar, ahora que habían mandado a todo los estudiantes a sus hogares por vacaciones de navidad para que los profesores pudieran buscar augusto la dichosa cámara, que no encontraría porque ni la vieja cabra sería capaz de adivinar dónde estaba la cámara.

Solo él era capaz de saber todos los secretos de Hogwarts, su único y verdadero hogar. Aunque la mayoría de su compañeros fuera idiotas, aun había gente con la que se podía tener una agradable conversación, al menos en Hogwarts no tenía que soportar a los muggles, quienes le causaba meramente repulsión.

Eran inferiores. Pero una plaga muy molesta y grande para eliminar. Solos se destruirían algún día y el estaría ahí riendo como un loco, encargándose que no jalaran a los magos con ellos en su últimos días de vida. Observaría y disfrutaría el momento en el que se destruyeran. Y él estaría ahí porque él seria inmortal.

Tom Ryddle apago la vela blanca muy gastada, se paro y salió de su habitación para dar un paseo, necesitaba estirar los pies, sus mejores ideas siempre venían a él cuando caminaba con su pensamiento enfocados en la solución a un problema.

Recorrió el edificio con cuidado, solo guiado por sus sentidos mientras su mente se enfocaba en su solución. Recordó que aunque ya no fuera a atacar a mas estudiantes tenía que alimentar al basilisco, se lo había prometido. Pero realmente lo ataque no fueron para nada grave solo tres o cuatro ataques a los sangre sucia y al finalizar el año le devolverían a su estado original.

Su grupo de seguidores crecía lo cual también era bueno. Con su influencia se abriría paso por el Ministerio pacíficamente, obteniendo el control, luego compraría este maldito lugar y lo destruiría, establecería un nuevo orfanato solo para niños mágico que fuese huérfanos o maltratados.

El maldito Ministerio era tan corrupto que solo pensaba en sus propios beneficios que es lo mismo que en el beneficio de los sangre limpia y por lo tanto a nadie se le había ocurrido tener orfanatos para niños con magia, porque no tenía más que un cacahuate como cerebro. Tantos matrimonios entre la misma sangre quitaba capacidad y habilidad. No solo mágica sino neuronal. Estaba agradecido y orgulloso de ser un mestizo si eso significaba, que su capacidad no se había reducido, al contrario él era el mago más poderoso que existiría.

Ese tonto intento de Señor Oscuro, que ahora había tomado el control de Francia mágica sería derrotado y tenía que admitir a regañadientes que lo más seguro es que Albus Dumbledore lo haría, esto podría causa problema para llevar a cabo su plan si la influencia de ese vegete loco aumentaba.

Con forme se acerco de nuevo a su habitación Tom se distrajo de sus pensamiento del futuro porque ahora podía sentir una magia poderosa y seductora.

¿Qué era?

Al abrir la puerta de su cuarto no se veía nada fuera de su lugar pero ahí estaba la magia seductora y ahora que estaba más cerca de esta magia lograba captar un aroma peculiar, agradable pero no lo podía asociar con nada que hubiera olido con anterioridad.

Avanzo lentamente hasta que vio a una mujer joven. Probablemente de su edad. Una joven bruja con ropa de gitana de facciones finas y cabellos negros. definitivamente era una sangre limpia aunque era mas fácil pensar en que fuera una mestiza por la vestimenta. Después de todo una sangre limpia se suicidaría antes de vestir así.

Estaba temblando. Convulsionando, como no lo había notado antes.

Pero ahora muchas nuevas dudas surgía en su mente mientras el levantaba a la joven y la ponía en su cama.

¿Quién era?

¿Qué hacía en su cuarto un bruja?

¿Por qué se vestía como una vulgar ladrona?

¿Qué quería?

El ahora tenía un nuevo acertijo que esperara no fuera tan fácil de resolver.