Una noche común, las familias millonarias de Inglaterra se encontraban reunidas en una gran fiesta.
En una esquina de ese mismo salón, se encontraba un joven rubio, de ojos turquesas calculadores, de tez blanca y muy elegante; sostenia una copa del finísimo champagne servido esa noche, observando bastante ageno al mundo que lo rodeaba sin mucho interés hasta que una peculiar figura apareció en el salón. Era la visión mas hermosa que tuvo en años; una doncella de tez blanca cual nieve, ojos celestes aun mas hermosos que el cielo y cabellera increiblemente larga color chicle; era alta y con aires de realeza, su andar era prácticamente como el de una princesa.
No la perdia ni un segundo de vista, y para cuando la vió sola, decidió acercarse un poco, solo hasta donde la chica pudiera sentir su presencia. Cuando la peli-rosa se sintió observada comenzó a sentir temor e incomodidad, asi que iba a buscar al culpable para frenar aquellos sentimientos.
"Ven hacia mi, no sientas temor"
Fue como si el leyera su mente. Espero a que esta por fin se animara a acercarse.
"Nada malo te haría si te acercaras hoy"
Un escalofrío recorrio la espina dorsal de la fina dama al casi oir el pensamiento del muchacho.
Buenas noches-Saludó ella con una temerosa sonrisa.
Buenas, preciosa dama-Dijo él en respuesta, -Permitame presentarme, soy Len Kagamine.
Es un gusto, joven Kagamine. Mi nombre es Luka Megurine-Hizo una pequeña reverencia.
"Yo quiero tan solo, probar ya mismo tu sabor"
Él tomo entre sus manos una de las de ella y besó su dorso con delicadeza, al tiempo que cerraba los ojos y aspiraba ese aroma tan suave de caramelo que emanaba de la dama.
Perdone, pero siento que me ha estado observando y me siento un poco incómoda, joven Kagamine-Dijo en un tono un poco acusador.
Oh, lo lamento mucho, pero no pude evitar sentirme atraído por el color tan peculiar de su cabello, que es muy hermoso por cierto-Dijo él un tanto apenado.
Muchas gracias por el cumplido-contesto sonriente.
De nada señorita, y disculpe las molestias que causé debido a mi indiscreció-Se disculpó una vez mas.
No es nada-Respondió ya mas tranquila.
El resto del evento pasaron hablando, riendo y cotilleando. Terminada la reunión regresaron a sus respectivos hogares.
La luna a penas se filtraba entre las cortinas de seda de la habitación. La sombra de un hombre se hizo presente cuando entró sigilosamente por la ventana. Llevaba la misma ropa del evento de esa noche, pero sin saco ni corbatín.
Se acercó sigilosamente a la cama, donde yacia la heredera de los Megurine durmiendo plácidamente, la cual despertó al toque de una caricia proporcionada por el joven muchacho.
"Yo soy un vampiro por ti y tu eres mi objetivo y mi obsecion"
La muchacha coloco dulcemente ambas de sus manos a cada costado del rostro del vampiro. Después de un delicado beso, él se acercó a su oído y susurró:
"Apresurate y dame ya tu fino cuello"
Y en un rápido movimiento, clavó sus colmillos en la tersa piel del cuello de la peli-rosa, generando un automatico gemido en esta.
Para! por favor!-Rogaba ella debido al gran dolor que sentia. "No puedo parar" y en menos de dos minutos, habia matado a la tierna muchacha.
El rubio despertó exaltado, con la respiración muy agitada y su piel cubierta con una fina capa de sudor.
Maldicion! esta es la sangre que he estado buscando!-dijo aun mas agitado, Con que por eso no podia dejar de prestarle atención...-ya estaba devuelta a su estado calculador casi por completo, pensando en las posibilidades del por qué de ese sueño, Ya veo... si este es mi tipo de sangre atrayente, entonces es por eso que puedo saber o que piensa... "Ya se bien lo que deseas" señorita pervertida...-rió por lo bajo relajandose y arrecostandose de nuevo, Entonces quisá... "perdida en el bosque" yo podría... pero "por mas ingenua que termines siendo... soy debil" ante tu maldita sangre "un plan deberéelaborar". Dijo quedandose dormido una vez mas despues de ver su reloj, que marcaba a penas el mediodia.
