Gravity Falls Invierno de Misterios
Disclaimer.-Nada me pertenece, los personajes son de Alex Hirsch y de su equipo de guionistas/animadores/Disney.
Capítulo 1 De vuelta a Gravity Falls
En California una chica se encontraba acostada en su cama, mirando el techo aburrida y acariciando a un cerdito, la programación de aquel día mostraba un programa súper popular que llegaba a su final.
Mabel comía palomitas y las compartía con Pato, el cerdito, mientras estaban ambos acurrucados en una manta calientita, con un paquete de palomitas del lado derecho y un tazón de nachos en el contrario, ambos expectantes al resultado del final de la magnífica serie, al llegar a los últimos cinco minutos Mabel no aguanto y comenzó a llorar de la emoción, meciendo al cerdito entre sus brazos, Pato no mostró sentimiento alguno, solo lanzó un chillido, justo al tiempo que la pantalla mostró la revelación final.
-¡Ah!-Mabel suspiró fuertemente antes de mostrarse dudativa respecto a lo que había escuchado-Espera, no tiene sentido que…-trató de analizar el final, pero luego se detuvo-Ay no, ya estoy comenzando a sonar como Dipper.-dijo Mabel jalándose el cabello y su cerdito lanzó otro chillido, aunque esta vez tranquilizante-Pato, prométeme que si alguna vez me vuelvo a comportar como Dipper te comerás mi zapato izquierdo, el derecho no porque es de la suerte.-aseguró Mabel dándole un beso de nariz al cerdo.
-¿Mabel?-entró en la habitación el mencionado sorprendiendo a ambos in fraganti-¿Debería comenzar a preocuparme?-preguntó rascándose la nuca de la cabeza.
-Esto es claramente normal.-le aseguró Mabel levantándose, después de la última vez que visitaron Gravity Falls había crecido bastante, llegando a superar casi por cuatro centímetros a su hermano, su cuerpo había comenzado a traicionarla, volviéndola una señorita, pero no de las delgadas, tenía cierta gordura, pero nada que le impidiera verse bien; su vestimenta era un simple suéter rosa que tenía el nombre de su hermano estampado en distintas telas, una diadema amarilla y su cabello lacio dejaba estirar hasta el fondo de su espalda, casi llegándole a las piernas.
-¿Estas comiendo nachos?-preguntó Dipper-Ohh Mabel, sabes que estas a dieta.-le dijo el chico-Auuuunque…-se hizo el desentendido y tomo una ración de nachos para llevarlas a su boca-Están buenos.
Dipper por su parte apenas había crecido centímetros desde que abandonara el pueblo que tantas experiencias le había traído, era casi tan pequeño como la vez pasada, solo disimulado por la ushanka que tenía de Wendy, su amor platónico; gorro que siempre cargaba con él, en los límites de lo no enfermizo, su cabello castaño había perdido proporción, básicamente gracias a la moda del cabello corto que se impuso en Octubre; sus ropas eran una chaqueta roja y jeans bastante básicos y sin decoro especial.
El año estaba a punto de llegar a su fin y ambos hermanos continuaban siendo niños en su interior, a pesar de que su edad demostrara lo contrario, sus lazos de hermandad se encontraban profundamente unidos y habían cumplido su promesa de estar ahí el uno para el otro, habían vuelto a la escuela, y como era costumbre, Dipper no tardó en dar lujo de detalle a sus amigos nerds sobre los misterios que habían visto aquel verano en el remoto pueblo.
Era más que evidente que nadie, aparte de Mabel, le creyó, los niños sentían que había enloquecido; por su parte las amigas de Mabel comenzaban a alejarse más gracias a que no se sentían cómodas con la presencia de Dipper cerca de ellas; eso molesto muchísimo a Mabel; así que a pesar de que habían salvado el mundo y la realidad per se nadie jamás se lo reconocerían, bueno, nadie que no hubiera presenciado el weirdmagedon.
Pero aquello no importaba, aquel día, tan solo unas horas atrás, la escuela había dado un parón para vacaciones de dos semanas, para celebrar las navidades; por lo cual ya no tenían que seguir preocupándose por esos inconvenientes y dramas sin relevancia, además como plus los maestros parecían bondadosos (y sin ganas de trabajar) así que no les dejaron a los de su clase tarea para vacaciones, en otras palabras: Dos semanas de libertad y diversión.
Aunque una carta que había llegado su casa horas atrás y había sido leída y analizada por sus padres, con una interrogante de sello postal, estaba destinada a cambiar el tiempo de ocio de los gemelos Pines para uno mucho más excitante, uno que implicaba a cierto pueblo remoto por la carretera.
-¿Para qué me querías?-preguntó Mabel finalmente mientras Pato se llevaba a la boca el tazón de nachos y lo devoraba sin piedad.
-Papa y mama quieren que leamos esta carta.-dijo Dipper bastante emocionado mostrándole un sobre abierto, con una postal de interrogante.
-Oh, es una carta de…-comenzó Mabel mientras sus iris de los ojos triplicaban su tamaño en un instante.
-De la cabaña del misterio.-completó Dipper tomando la carta entre sus manos.
-Pero ni el tío Stan, ni el tío Ford estarán allá, ellos fueron a la aventura.-dijo Mabel mirando a otro lado.
-Cosa que me preocuparía si esta carta fuera enviada por alguno de ellos.-dijo Dipper, sabiendo perfectamente la locación de Stan y Ford, pues permanecía en contacto constante con el segundo, tanto como para aprender a distancia de los conocimientos de su tío como para ayudarlo cuando se encontraran con un problema.
-Pero si no fueron ellos…-intentó reunir los puntos Mabel.
-Soos nos está invitando a Gravity Falls por navidades.-le contó Dipper sonriendo-Y porque se va a casar con Melody el treinta y uno de Diciembre, tenemos pases para la boda.-le dijo confidencialmente conociendo la obsesión de Mabel por el romance.
-Eso…sería…-Mabel no encontraba palabras y parecía estar quedándose sin aire, así que comenzó a mover los brazos en todas direcciones.
-¿Perfecto?-ayudó Dipper con una sonrisa de suficiencia.
-¿Perfecto? ¡Por supuesto que no! ¡Perfectísimo!-gritó Mabel dando saltitos en el aire-Volvemos a Gravity Falls,-tomo a Pato y lo obligo a ponerse en dos patas, danzando una especie de tango-volvemos a Gravity Falls, a Gravity Falls.
-Jaja, tranquila.-le dijo Dipper-Y tu pato, si no dejas de seducir a mi hermana tendré que considerarte como un pretendiente.-le dijo Dipper mostrándole un dedo acusador, el cerdito solo saltó sobre este y comenzó a lamerlo, dejando a Mabel sin sus pasos de baile-Oh vamos, esto es jugar sucio Pato…-reía Dipper-¿Qué dices Mabel? ¿Deberíamos ir?
-¿Bromeas? ¿Lo estas preguntando? ¡Yo ya empaque!-gritó la chica cerrando una maleta rosada de golpe.
-Grandes mentes piensan igual.-Dipper mostró su maleta verde que tenía detrás suya.
-Sí, supongo que estamos igual.-rio Mabel dispuesta a caminar a la salida, pero se detuvo pues Pato le estaba mordiendo inocentemente la pantufla izquierda-Paato.-la chica volvió a acariciar al cerdito.
Después de una risotada los gemelos Pines revisaron sus respectivos equipajes para asegurarse de que no se les olvidara nada, Mabel en secreto termino de comer algunos nachos, pero después de encontrar una sustancia parecida al moco de Pato los dejo a un lado; Dipper por su parte tomo una libreta vacía que había estado guardando y le colocó la etiqueta de un pino, después de todo ya que su tío Ford no iba a estar le tocaba a él rehacer los diarios de los misterios que encerraban el pueblo.
Hasta aquel momento había llenado la libreta con los apuntes de las cosas que recordaba del único diario que había llegado a poseer, pero lo cierto era que necesitaba más misterios, nuevas cosas por descubrir y misterios por revelar, recordó por un momento los dinosaurios en cera; aquella información no estaba detallada en el diario, tampoco Blendin estaba registrado.
Por accidente el diario de Dipper se abrió y cayó en un dibujo de dos páginas, una ilustración básica, pues Dipper no sabía dibujar, del Weirdmagedon, el gran evento que finalizo el verano de Gravity Falls, en medio de la ilustración un triángulo amarillo de un solo ojo con un ridículo sombrero de copa y moño de color negro, a pesar de que una de las líneas del dibujo parecía estar en forma de elipse, y en general no era un buen retrato, Dipper lo volvió escuchar, aquella risa estridente y molesta de aquel demonio infernal; aquel que casi destruye al pueblo, imágenes que seguían vividas en la cabeza de Dipper.
Pero de eso ya no había que preocuparse, Bill había sido derrotado y era imposible que volviera, aun si lo hacía estaba preparado para hacerle frente, de cierta manera…Pues si volvía a aparecer ya no podría usar la técnica que usaron Ford y Stan…
Se sacudió la cabeza negando rápidamente y cerrando el diario, era ridículo, Bill había sido derrotado, no había nada de qué preocuparse; él y Mabel podían seguir con sus vidas felices, crecer y disfrutar un rato en Gravity Falls, a veces deseaba con toda el alma vivir allá antes que quedarse en su aburrida casa, a pesar de los peligros que eso pudiera significar.
Sus padres no se negaron, fue casi instantáneo, realmente ellos ya sabían de sobra el hecho de que a sus hijos les había encantado la estadía en aquel lugar, a veces ellos admitían extrañar el pueblo, lo cual era extraño para unos chicos de ciudad, pues en aquel pueblo el internet no alcanzaba sus garras, la manía de extrañar el pueblo, lo cual era extraño para unos chicos de ciudad, pues en aquel pueblo el internet no alcanzaba sus garras, la mayoría de los niños… O casi adolescentes, como ellos preferían llamarse, les hubiera aburrido ir allí, sin embargo a ellos les aburría la ciudad, a veces los padres hasta llegaban a sospechar que todas esas locas historias de Dipper podrían resultar ser ciertas, por más ridículas que sonaran, pues incluso más ridículo que su afición por el pueblo.
Los padres le hablaron al dueño Soos para preguntar si el lugar era seguro y este les afirmo que iba a recibir a Dipper y Mabel como si fueran de la familia, eso alegro a los gemelos a pesar de angustiar a los padres, los padres Pines lo consideraron un poco más, pues no era responsable mandar a sus hijos con un completo desconocido, pero una sola frase del administrador de la cabaña del misterio, la cual no fue escuchada por los chicos, fue suficiente para que los padres se quedaran seguros sobre mandar a sus hijos, tanto así que compraron el pasaje de autobús aquella misma tarde, los gemelos Pine prácticamente se estaban subiendo al autobús a cuarto de hora para las diez de la noche.
-Adiós mama, adiós papa.-se despidió Mabel emocionada mientras se entraba al autobús y se sentaba en el asiento de en medio, buscando con quien hablar.
-Nos vemos en la boda.-dijo Dipper a sus padres algo avergonzado, estos le desearon suerte y como broma añadieron que no lo atraparan los iluminati, Dipper estaba tentado a explicarles que no era el símbolo iluminati, sino Bill Cipher, uno de los más grandes demonios que hayan alguna vez existido, pero considerando su experiencia de los últimos meses, sabía que nadie le creería.
Pato, el cual llevaba una especie de esmoquin que había tejido Mabel para hacerlo parecer humano y que pasara de chivo espiratorio, intento ser el siguiente en entrar después de Mabel, pero quien parecía ser el conductor lo detuvo en el acto.
-¡Oigan! ¡Sin anima…!-iba a gritar el conductor cuando de repente reconoció el rostro de los dos niños-Pero si son esos…-recordó a la perfección la amenaza de dos sujetos vejetes que le habían ordenado subir al animal y eso despertó en él una ola de repentina bondad, después de todo ¿Qué daño podría hacer un animal?... Menos que el de un arma sobre su cuerpo-O, ya, ya, ¿Prohibidos los animales? Que tonto soy, el cerdo es bienvenido.
-Oh Pato, ¿Ves? Te dije que con ese disfraz engañarías a cualquiera.-Mabel abrazó al animal con mucho cariño mientras este le lamía la cara y un niño que iba a junto a ellos miraba aterrado al cerdo, cuando Pato se dio cuenta lo miro sin ninguna expresión definida en el rostro.
-Creo que tengo que ir al baño.-el pequeño salió corriendo mientras la alfombra negra se tornaba en ciertas zonas a un color amarillento.
Dipper finalmente entró al autobús y se sentó justo al lado de Mabel, la cual tenía a Pato en el regazo, los dos se despedían de sus padres por la ventana, mientras decían cosas como "Los extrañaremos" o "Los esperamos en la boda", hasta que llego el conductor y les dijo:
-¿Saben que aun falta una hora para que partamos verdad?
Los padres aguantaron hasta que el autobús se encendió, ambos miraban a sus hijos desde la ventana, los cuales dormían uno encima del otro, pero el súbito encendido del vehículo los obligo a despertarse, ambos se vieron sorprendidos y Mabel se limpió un hilillo de baba que se le había escapado mientras dormía, Dipper también se limpió parte del hilillo de baba de Mabel que había quedado pegado en su chaqueta roja con expresión de asco.
Y así el autobús comenzó su viaje por la carretera, de vuelta a la cabaña del misterio con los gemelos Pines, Pato y el chico con miedo a los cerdos que estaba lo más alejado posible de Pato, a pesar de que el cerdito se le quedaba viendo constantemente; ellos junto al conductor se dirigían a la única parada del autobús, un pueblo ignorado por todo el mundo, pero adorado para ellos, Gravity Falls, no sabían que aquellas dos semanas serían una verdadera aventura para recordar.
Continuara.
Notas de autor.-Sé que no me conocen, mi nombre es java, pero pueden llamarme amo y señor, digo, digo…Hola a todos, soy nuevo con esto de manejar a los gemelos Pines, espero haberlos hecho con el estilo de la serie (bueno les dare cierto toque mio, como el hecho de que no todo el mundo es bello cuando crece cofcof) Y este es básicamente un long fic, no sé cuanto durara, pero si se quedan, les prometo muchas risas y una estructura de historia que intentara imitar el estilo original de la serie, no tanto por el misterio, pero sí por los personajes.
Este es un piloto por así decirlo, puede que el nombre cambie, o algo básico, pero a grandes rasgos casi todo colara en la historia, así que si quieren cuéntenme sus opioniones, para además conocerlos, digo, soy nuevo en el fandom, me gustaría conocer nuevas victi… Amigos y amigas (miro de uno a otro lado nerviosamente)
De nuevo, espero que les gustara, dejen review si serían taaan amables, me harían feliz, espero nos llevemos bien y pueda conquistar este fando… digo, digo, seamos amigos.
