Tres años han pasado desde la 4ta guerra Shinobi; muchos ninjas murieron, pero los malvados planes de Madara Uchiha fueron completamente aplastados por un valiente ninja cabeza hueca.
Nos encontramos en este momento en la aldea oculta de la hoja, justo en el tercer aniversario del fin de la guerra; toda la gente honraba este histórico momento de la mejor forma que sabia…Viendo el estreno de una pésima película de mucho presupuesto y pobre guión.
- ¡HEY!... ¡Es injusto! A Naruto lo interpreta el mismo que hizo de L en Death Note, ¡Y a mí el sujeto de propagandas de Dog Chow!
- Deja de quejarte Kiba, al menos no usaron a una mujer para tu personaje.
- ¿Oigan en serio me veía tan ridículo con el peinado de cacatúa?
- Cállate Teme, ahora se viene la parte donde te engaño con un Kage Bunshin en nuestra pelea épica.
- ¿Alguien me pasa las palomitas?
- Lo siento Shino, pero Choiji ya se las terminó – Respondió Shikamaru.
- ¡YOSH, Esta película retrata nuestra juventud explotando en el campo de batalla!
- ¡Eso solo lo dices por que a ti te interpretó Jackie Chan!…joder ¿¡Por qué una mujer! – Se lamentaba Neji.
- ¡Hagan el favor de callarse antes de que les vaya a patear el trasero!
Desde el palco principal del teatro de Konoha, Tsunade amenazó a los jóvenes ninjas, todos los presentes apoyaron las palabras de la Hokage viendo con molestia a los 12 de Konoha (plus Sasuke); si bien la película casi trataba enteramente de ellos, no era necesario que sus constantes comentarios arruinaran la función.
Luego de la película la bola de amigos fue directo al Icharaku para la ración de ramen para Naruto.
- Oigan…Naruto y yo tenemos un anuncio que hacer – Dijo Sakura Haruno a sus amigos con una ligera sonrisa en los labios.
- ¡Lo hice! ¡DEVERAS! ¡Al fin se lo propuse a Sakura ! – Naruto exclamó saltando encima de la barra del restaurante.
- ¡BAKA! ¡Yo tenía que decir eso! – Dijo la pelirosa antes de golpear a su ahora prometido y enterrarlo en el piso para después mostrar coquetamente su no tan modesto anillo de compromiso.
- ¡Felicidades Naruto, hoy el ramen va por cuenta de la casa! - Dijo exaltado el dueño del local.
- ¡Genial, dame 6 viejo!
- ¡Naruto...! - dijo Sakura ajustando su guante para volver a golpear a Naruto.
- ¡Felicidades frentuda, al fin lo atrapaste! - Exclamó Ino antes de que la pelirosa fuese a golpear de nuevo a su futuro esposo.
- Calla Ino-puerca.
- Vamos, vamos…no te enojes ¡Que esto tenemos que celebrarlo amiga! – Con una sonrisa respondió Ino siendo apoyada por todos.
Así es; todo parecía ser perfecto para todos en la aldea; la guerra cada vez parecía un recuerdo más lejano, Sasuke fue puesto en su lugar por el nuevo héroe de la aldea... Naruto; Akatsuki y Kabuto parecían nunca haber existido, la alianza ninja es más fuerte que nunca entre las cinco aldeas escondidas e incluso el amor está flotando en el aire. Todo parece a pedir de boca para todos… para todos menos para una…
- "Ya lo he perdido" – Pensaba con amargura Hinata mientras aplaudía como todos los demás.
Una pequeña fiesta se inició para felicitar a los futuros esposos Uzumaki, pero obviamente Hinata se retiró acompañada de Neji argumentando que no se sentía bien.
Ya en su casa la ojiperla pudo llorar a gusto y cuando ya no pudo mas buscó la única forma en que una mujer despechada podría pasar las penas…leyendo toneladas de novelas románticas mientras seguía llorando.
- Cre…creo que iré a la biblioteca… - Dijo la Chica de pelo azul al terminar el último libro de la saga Crepúsculo.
La extensa biblioteca de la poderosa y prestigiosa familia Hyuga…como era de esperarse era gigantesca, aunque la mayoría de esos libros nunca fueron abiertos, sirven al menos para cumplir con el propósito de impresionar.
Hinata caminaba entre los estantes, parecía que esta biblioteca lo tenia de todo, desde recetas de cocina hasta historia mundial. Afuera del lugar parecía que la madre de las tormentas se había desatado de la nada; la implacable lluvia y el viento azotador daban un aspecto mucho más sombrío a la biblioteca del que normalmente tendría, los rayos solo servían para hacer que Hinata se sintiese atemorizada.
- ¡KYAAAAAAA! – Gritó la Hyuugaal ver una gigantesca figura moverse…que resultó ser la sombra de un gato callejero en una ventana.
- Vaya…un gato…. ¡KYAAAAAA! – Volvió a gritar Hinata mientras golpeaba uno de los estantes al sentir algo frio y resbaloso bajando lentamente por su espalda.
- Jejeje…
- ¡Hanabi! – Exclamó Hinata molesta.
- Lo siento Nee-chan, pero fuiste presa fácil – Dijo la menor de la familia Hyuuga dejando caer la paleta de helado que había puesto en la espalda de su hermana – ¿Qué haces a esta hora?
- Busco algo para leer.
- Pues vaya lugar que elegiste para buscar….
- ¿Por qué lo dices? – Preguntó Hinata intrigada.
- Los ancianos del clan dicen que por acá habitan….los demonios…incluso sobre donde estas parada encontraron hace años un cuerpo decapitado - Dijo son una sombría voz.
- ¿En..en serio?
- No ¡Como crees! –Dijo entre carcajadas la pequeña - Lo único que hay aquí son los viejos libros del padre de Neji, pero algunos decían que era algo…"raro".
- No deberías decir ese tipo de cosas Hanabi-chan – dijo la Hermana mayor.
- Como sea, yo me voy. Por cierto nee-chan…tenemos el Byakugan para que no nos tomen por sorpresa, deberías prestar más atención.
Burlas de su hermana menor…en definitiva no eran buenos momentos para la Hyuuga.
- Oh no, Hanabi manchó un libro con el helado. – Hinata exclamó al revisar nuevamente el lugar.
Ella tomó el libro y se dirigió a la cocina; allá con mas luz pudo ver bien el extraño tomo, la característica más interesante era que estaba forrado en cuero negro y además parecía tener un rostro en la cubierta; Hinata abrió el libro para seguir limpiándolo, se encontró con cientos de páginas amarillas escritas en tinta roja, cientos de figuras y símbolos, ninguno que la chica conociera.
- ¿Hinata qué haces acá? – Preguntó su padre, el líder de la familia Hyuuga entrando de manera "ninja" a la cocina.
- ¡Padre!...yo…yo solo vine a tomar un poco de agua – Respondió ocultando el libro detrás de sí.
- Mmm deberías ir a dormir, ya es algo es tarde- Sugirió serio como siempre Hiashi.
- ¡Entendido, buenas noches! – Respondió Hinata haciendo una rápida reverencia y luego corriendo a su cuarto dejando a su padre con cara de preocupado.
Ya en su habitación Hinata pensó en lo más simple; cuando amaneciera ella devolvería el libro a la biblioteca y sin que nadie se entere; así que lo dejó en una mesa cercana a su cama se puso su pijama y se dispuso a dormir, pero durante la noche algo inquietó a Hinata, fue como si la brisa se convirtiese en un susurros en sus oídos.
"Pobre mortal…yo veo en tu corazón…no tienes por qué sufrir, si tanto lo deseas lo puedes tener…lo único que debes hacer es ayudarme y todo lo que quieras lo tendrás…úsame y Naruto será tuyo al final…"
A la mañana siguiente Hinata se levantó cansada, asustada, pero sobretodo con el sentimiento de que algo grande estaba a punto de comenzar.
