Quédate a mi lado

Era una mañana nublada en una ciudad llamada Konoha, todo parecía estar muy tranquilo y era un día perfecto para cierto pelirrojo al cual no le agradaba mucho el sol y el calor del desierto, por eso había decidido mudarse a un apartamento de dicha ciudad.

Estaba cursando el tercer año de secundaria, y hoy era su primer día en esa academia, caminaba tranquilo dirigiéndose a dicho lugar. No se encontraba nervioso ya que tenía una personalidad y una actitud muy calmada, aunque no pasaba desapercibido debido al color de su cabello que era rojo encendido y a sus ojos que estaban delineados con ojeras debido a su insomnio y sus ojos eran de color aguamarina que claramente reflejaban su alma solitaria y despreocupada, su piel era blanca y su estatura era atractivamente alta.

Ingresó al salón de clases listo para ser presentado con sus compañeros, el profesor de Física que era alto con cabello grisáceo y mirada muy despreocupada llamado Kakashi Hatake le hacía señas para que el pelirrojo caminara y prosiguiera a presentarse.

Sus compañeros lo observaban fijamente analizándolo de pies a cabeza, él no pudo evitar sentirse un poco avergonzado, así que para poder sentarse rápidamente y evitar más miradas dijo sin más su nombre.

-Mi nombre es Sabaku No Gaara, fui transferido desde la ciudad llamada Sunagakure, es un placer conoceros…-Hizo una reverencia y prosiguió a sentarse al lado de una castaña que lo miró de reojo con una sonrisa algo tímida y con sus mejillas un poco sonrojadas.

La lección pasó muy rápido, llegando así a la hora de descanso, todos empezaron a hablar con sus respectivos amigos, excepto él que todavía no empezaba a socializar ya que no era muy bueno en eso de hacer amigos; incluso nunca había tenido amigos en el pasado debido a que muchos niños le temían ya que Gaara había sido agredido por su padre y éste reaccionaba violentamente ante cualquier persona que le dirigiese la palabra.

Pero de pronto escuchó a su compañera castaña dirigirle unas palabras que no podía entender debido a su bajo timbre de voz…

-Disculpa, ¿qué me acabas de decir? –dijo el pelirrojo con cierta amabilidad en sus palabras.

-Ah, ehh… yo… te decía que mi nombre es Matsuri y que es un placer conocerte…-dijo la castaña con su mirada mirando hacia el suelo por su timidez.

-El placer es mío…-dijo Gaara notando que la chica se avergonzaba, y de cierta manera sintió como si ya la hubiera visto antes en otro lugar.

-Si quieres puedes hacer la tarea conmigo, ya que no sabes muy bien cuál es el tema, claro si tu así lo prefieres…-dijo Matsuri que se sentía muy nerviosa ya que nunca había visto a una persona con su misma mirada, llena de soledad y de tristeza.

Gaara la miró directamente a los ojos y con un tono serio pero amable le respondió – Claro, es muy amable de tu parte, ¿para cuándo quedamos para empezarlo?

-Ah, este… mmm no sé ¿para cuándo te quedaría mejor?- dijo la castaña un poco nerviosa.

-Si quieres mañana después de clases, es que hoy tengo que ponerme al día con las clases perdidas, ¿te perece?- dijo Gaara intentando ser amable.

- Si claro, mañana después de clases será…-dijo sonriendo de manera amable.

De un pronto a otro un joven hiperactivo, rubio y de ojos celestes se dirigió hasta la mesa de Gaara con una gran sonrisa y alcanzó a tocarle su hombro.

-¡Hola Gaara mi nombre es Naruto Uzumaki!- dijo el rubio con un tono muy fuerte y alegre. Y seguido de él se escuchó a una chica hablándole al rubio en tono de regaño, era alta, delgada, su cabello tenía un color rosado muy peculiar y sus ojos color esmeralda llamaban mucho la atención de los chicos, al parecer era muy popular.

-¡Naruto-kun! ¡No le hables de esa manera tan fuerte a nuestro compañero que recién acaba de llegar!- diciéndole esto le dio un golpe a la cabeza del rubio quien se quejó por lo fuerte que ésta le pegó.

-Lo siento mucho Gaara-kun, esque Naruto-kun no conoce ni respeta el espacio personal jejejeje...-dijo la pelirrosa dirigiendo una sonrisa un poco avergonzada a Gaara quien observaba un poco entretenido esa escena de comedia.-Por cierto mi nombre es Sakura Haruno, espero que nos llevemos bien.-Dijo la pelirrosa con una sonrisa amable.

Gaara asintió y escuchó a un hombre alto de cabello negro oscuro, con aspecto serio lanzar una broma a Naruto, que reaccionó de manera infantil al oírlo.

-Vaya vaya Naruto, por lo visto las mujeres siempre te van a manejar a su antojo, y claro, esto es porque les tienes miedo- dijo el joven lanzando una media sonrisa de burla.

-¡Sasuke! ¡Ya deja de burlarte de mí! Y no deberías hablar mucho porque desde que sales con Sakura-chan has cambiado tu forma tan seria y amargada de ser- dijo el rubio con sus mejillas infladas.

-Hmp… Eso no tiene nada que ver, yo no me doblego ante una mujer, teme…- dijo el azabache un poco avergonzado por el comentario que hizo Naruto.

-¿De verdad Sasuke-kun? ¿Eso es lo que piensas?- dijo la pelirrosa lanzando una mirada chispeante al azabache, que la miró con una gotita de sudor bajando por la frente y con una sonrisa intimidada.

-Ah Sakura, no te lo tomes a pecho, no lo dije en serio…-dijo el azabache rascándose su cabeza de manera despreocupada como si no hubiera sido la gran cosa.

-Está bien Sasuke- kun, lo dejaré pasar por esta vez…- dicho eso caminó hacia él de manera provocativa y lo besó de forma tierna pero apacionada. Debido a esto todos voltearon la mirada por lo incómodo de esta escena, y prosiguieron a seguir hablando con el compañero nuevo.

-Oye Gaara ¿y porque que mudaste de ciudad, claro si se puede saber?- dijo el rubio mostrando una mirada un poco curiosa.

-Eso es porque el clima de Sunagakure es muy caliente y mi piel estaba presentando un poco de alergia, por eso el doctor me recomendó mudarme a un lugar con el clima más apacible. Y también aproveché ya que mis hermanos están viviendo aquí así que no fue difícil encontrar donde quedarme.-dijo el pelirrojo con tono serio pero siempre con amabilidad.

-Ah... ya veo entonces tienes hermanos viviendo aquí…-dijo Naruto con aires de interesado.

-Sí, de hecho estudian aquí pero no vinieron porque tenían que atender unos negocios con el dueño de nuestro apartamento…-dijo el pelirrojo mostrándose serio.

La hora de descanso pasó e inició la clase de educación física, cuyo profesor era un hombre alto, con una gran capa de cejas, un corte de cabello en forma de tazón y una sonrisa que parecía de comercial de productos dentífricos, alzó una mano y gritando los puso a todos a hacer una sesión de abdominales y lagartijas. Todos se quejaban porque siempre los hacía desfallecer con tanto ejercicio.

Luego de los abdominales el profesor les dijo que jugaran un partido mixto de futbol. Al parecer todos eran muy buenos en eso de patear el balón por lo cual las mujeres huían asustadas por la brusquedad de sus compañeros. Entre ellos estaba Rock Lee que era como el pupilo de Guy-sensei y hacía de todo con tal de impresionarlo, Lee era como el clon de Guy nada más que en versión joven.

Kiba un joven castaño y de cabello corto le hizo un pase a Shikamaru, un joven muy perezoso que estaba deseando salir de ahí lo más rápido posible, le lanzó el balón a Sasuke que se mostraba muy habilidoso con sus piernas y que con cada movimiento hacía derretir a las chicas que lo observaban, le pasó el balón a Naruto que finalmente le hizo un pase a Lee que de reojo notó que Guy-sensei lo miraba con detenimiento y debido a esto se emocionó mucho y empezó a correr como desquiciado librándose de todo aquel que se le pusiera en frente.

Pero de repente Ino, una de las compañeras, se encontraba hablando con Sakura y le dio un empujón, causando así que Sakura se fuera de bruce y empujara accidentalmente a Matsuri, que estaba observando como Lee se acercaba a alta velocidad, todo ocurrió muy rápido, en un abrir y cerrar de ojos Matsuri estaba tendida en el suelo inconsciente con un poco de sangre saliendo de su nariz, y no sólo ella, Sakura también estaba en el piso, pero ella si estaba consciente quejándose por el golpe que se dio en la muñeca.

Gaara que observó todo desde el otro lado de la cancha, no pudo evitar salir corriendo para auxiliar a Matsuri, de hecho, él mismo no sabía cómo había llegado tan rápido hasta ella y la había tomado con delicadeza de la cabeza.

-¡Lo siento mucho Gaara-san! ¡Juro que no fue mi intensión, de verdad perdón!- dijo Lee casi llorando por lo que había hecho.

-¡Muévete de mi vista o juro que te mato!- dijo Gaara como si su cuerpo estuviera en llamas por la furia que sentía y a la vez preocupación por lo que le había sucedido a Matsuri.

Todos observaban asustados la forma en que Gaara le habló a Lee, en eso Guy-sensei se acercó a Gaara y le habló un poco calmado para que Gaara se relajara un poco.

-Gaara-kun por favor tranquilízate, en estos momentos es mejor guardar la calma y pensar con claridad…

-Lo sé, lo siento, será mejor llevarla a la enfermería.-Dijo Gaara dando un suspiro haciendo intento por tranquilizarse. Dicho esto movilizaron con cuidad a Matsuri hasta la enfermería.

Gaara estaba un poco más tranquilo cuando la enfermera le dijo que todo estaba bien, solo tenían que esperar a que ella despertara. Gaara quizo quedarse ahí junto a ella, cuidándola. Gaara empezó a mirarla con detenimiento, preguntándose porqué es que le preocupaba tanto y porqué sentía que ya la conocía.

De pronto Matsuri empezó a hablar entre sueños, lo que llamó mucho la atención del pelirrojo que la observaba.

-¿Por... qué… ya no… puedo estar con él… si lo amo tanto…?- dijo Matsuri mientras salía una lágrima que rodaba desde su mejilla hasta su boca.

Gaara estaba pasmado escuchando lo que dijo la castaña, sintiendo como si su corazón también llorara por la soledad que ella desprendía e identificándose con su sufrimiento, como si él también pasara por lo mismo.

De repente Matsuri despertó y observó a Gaara que estaba posado en la cama tomando su mano, dormía como si hubiera estado ahí toda la noche cuando en realidad eran sólo dos horas las que ella había estado inconsciente.

-Gaara…-dijo Matsuri suspirando por verlo ahí durmiendo como si fuera un bebé. –ojalá te acordaras de mí…porque yo nunca pude olvidarte…

Gaara abrió suavemente sus ojos y notó que Matsuri lloraba, quedando estupefacto porque surgió una sensación de ya haber visto ese mismo llanto, ese mismo sentimiento, esa misma soledad. Sin pensarlo se lanzó contra la castaña rodeándola suavemente por la cintura, logrando así que la chica quedara pasmada de la impresión.

-Por favor no llores, yo estoy aquí, no vas a estar sola nunca más, lo juro…-dijo Gaara aferrándose mas y mas a ella como si fuera a perderla para siempre.

-Gaara…- dijo Matsuri correspondiendo su abrazo- tu tampoco vas a estar solo, porque yo estaré junto a ti hasta que deje de respirar.

En ese momento Gaara recordó completamente quien era esa chica a la que tanto le recordaba Matsuri, recordó que cuando era un niño su padre lo golpeó tanto que él huyó de la casa y llegó a un parque, era de noche y el cielo estaba despejado, las estrellas podían verse con claridad. Se sentó en una banca a llorar por la tristeza que sentía, de pronto una niña castaña, con ojos negros y brillantes como los de esa noche le sonreía, dándole una sensación de que lo comprendía.

-Hola- dijo la niña con una sonrisa- ¿por qué lloras?

-No te importa-dijo el pelirrojo secando sus lágrimas y con un tono de voz vacío.

-Claro que si me importa, porque sino no te estaría preguntando- dijo la niña que se sentó a su lado y empezó a jugar con sus pies que colgaban por su pequeña estatura.

-Es que mi padre me golpea todo el tiempo, y ¡ya estoy harto!- dijo el pelirrojo soltándose a llorar de nuevo.

-No te preocupes, esas cosas pasan, pero lo importante es sonreír y seguir adelante- dijo la niña empezando a llorar también.

-Oye ¿por qué lloras?-dijo el niño intentando calmar a la niña.

-Es porque soy igual a ti…-dijo la niña abrazando al niño con mucha fuerza, que empezó a llorar con más fuerza en sus hombros.

-¿Por qué dices que eres igual a mi? –dijo Gaara consternado.

-¡Yo también estoy sola!, ¡yo también tengo mi corazón partido!, ¡yo también quiero gritar y pedir ayuda!, ¡yo también quiero ser amada!-dijo la niña sollozando- yo te comprendo por eso te digo que no vas a estar solo, porque yo estaré junto a ti hasta que deje de respirar.

Ellos se volvieron inseparables, jugaban todo el tiempo en el parque huyendo de la soledad en la que vivían, pero un día Matsuri fue llevada a un orfanato porque ella había perdido a sus padres años atrás y no podía seguir sola. Sufrió como nunca antes lo había hecho, porque no iba a poder estar con su amigo y con la persona de la cual se enamoró, pero él nunca iba a saberlo porque tenía tanto miedo de ser rechazada que prefirió llevar sus sentimientos consigo.

Gaara sintió como todo cobraba sentido, ella era la niña que lo apoyó en el pasado, la que se convirtió en su motor de vida, por eso cuando ella se fue su razón de vivir era encontrarla, pero la buscó y la buscó y no la encontró. Triste y afligido decidió reprimir todo recuerdo y sentimiento hacia ella por eso no la reconoció cuando se reencontró con ella.

Pero ahora todo era diferente, ella estaba a su lado, todo podía volver a ser como antes. -Un momento, no, no puede ser como antes porque ahora me doy cuenta de que estoy enamorado de ella, que siempre lo estuve, pero mi miedo me impidió confesarle mi amor, pero ahora no, ahora se lo diré y no me importa si no me acepta, me conformaré con su amistad.

-Matsuri, yo… ya recuerdo todo, tu eres aquella niña que estuvo conmigo cuando mi vida parecía no tener sentido, pero no podía recordarlo porque desde que te llevaron lejos mi mente no hizo más que alejar toda idea de ti, de reprimir lo que verdaderamente siento, pero ahora me doy cuenta y de que te amo, y que nunca voy a dejar de amarte, siempre ha sido así. Y quiero que sepas que respeto tu decisión, pero no acepto que no seas mi amiga, al menos quiero que estés conmigo por amistad -dijo Gaara abrazando a Matsuri con fuerza pero con ternura.

-Gaara… yo...-dijo Matsuri sonrojada- estoy muy felíz de que te acuerdes de mi, casi muero cuando te vi entrar al salón, creí que era un sueño porque nunca imaginé volver a verte, pero ahora que te tengo aquí hay muchas cosas que me gustaría decirte, pero no puedo no son suficientes para expresarte todo con claridad, solo resta decir que ¡yo te amo!

Gaara quedó pasmado ante las palabras de Matsuri, sintió como todo su cuerpo era recorrido por una corriente eléctrica y un calor indescriptible se apoderaba de su pecho, sintió la necesidad de besarla, de decirle cuan felíz estaba de tenerla cerca, acarició su mejilla, la miró a los ojos, secó sus lágrimas, tomó su mentón y junto sus labios con los de ella, dando suaves movimientos, los dos parecían estar flotando sobre las nubes, poco a poco ella abrió su boca dando paso a la lengua de Gaara, cuando sus lenguas se encontraron empezaron a acariciarse entre sí, haciendo más apasionado el beso. Él empezó a besar su cuello suavemente, luego bajó a su clavícula, mientras ella acariciaba su cabello rojizo despeinándolo un poco más de lo que estaba, empezó a desabrocharle su camisa, dejando ver su amoldado torso, y empezó a acariciarlo, sintiendo un poco de cosquillas Gaara sonríe y empieza a desabrochar la blusa de Matsuri logrando ver su sostén, empieza a acariciar sus pechos de forma gentil pero apasionada, a lo que Matsuri alcanza a suspirar su nombre, se deshace de esta prenda y prosigue a besar sus senos, Matsuri estaba muy excitada y dejaba escapar suaves gemidos, Gaara extasiado removió su falda y por último sus bragas. Matsuri se avergonzó y quiso cubrirse con la sabana (que por cierto seguían en la enfermería, pero tranquilas la enfermera estaba muy ocupada almorzando) a lo que Gaara respondió.

-Matsuri no te cubras, eres hermosa, me encanta verte así, me enloqueces…-dicho esto tomó a Matsuri de la cintura, removió su pantalón y su bóxer y empezó a besarla apasionadamente. Matsuri se avergonzó aun mas por ver a Gaara desnudo, pero pronto se calmó por el beso que le dio Gaara, esta vez olvidó su vergüenza y rodeó con sus piernas la cadera de Gaara sentándose suavemente en su miembro, sintiendo un dolor agudo, ya que era virgen.

-Matsuri, no quiero lastimarte asi podemos parar aquí…-dijo Gaara besando suavemente su frente.

-No, Gaara yo quiero estar contigo, puedo soportarlo porque te amo- dijo la castaña empezando a moverse de arriba abajo suavemente. Poco a poco estaban sintiendo como el placer inundaba sus cuerpos alcanzando así el clímax al mismo tiempo, dejando salir un leve grito por parte de Matsuri.

Gaara se separó de ella, y se recostó al lado de la chica, la tomó de la mejilla y la besó tiernamente.

-Matsuri quédate conmigo para siempre- dijo el pelirrojo mirándola tiernamente a los ojos.

-Claro que si Gaara, hasta que deje de respirar, te amo y te amaré por siempre.-dicho esto se besaron y unos minutos después salieron de la enfermería y se encaminaron hasta llegar a un parque donde se quedaron callados disfrutando momento a momento de su compañía.

Espero que os guste mi historia, es la primera vez que escribo,

así que por favor comenten, critiquen si es necesario, asi podré mejorar,

Ah y disculpen si no les gusta el lemon aunque no creo que me haya propasado ni nada.

bueno gracias por leer! XD