¡Hola de nuevo mis amores! ¡Bienvenidos a la segunda temporada de "El amor a través de los años"!Si en la primera temporada algunos se comieron las uñas imagínense que se van a comer ahora… los dedos, mal pensados. Como ya se me hizo una costumbre, hare una pequeña introducción a la historia para ver que les parece. ¿Quieren saber quien es Yami no es asi? Bueno, ella en realidad es… la chica que a todos nos cae mal :l (no quiero dar spoilers pero ahí esta uno, es broma). Chicos suertudos que pudieron leer antes que nadie esto (porque la publique por unas horas pero la borre hace un mes aproximadamente) no dejen de leer ya que le puse unas cosas nuevas… así que es hora de decir mi clásica frase antes de iniciar un capitulo. Antes que nada le dedico este capitulo a mi abuela fallecida el 22 de Septiembre de Septiembre de este año. Bueno sin más dramas… y todos juntos: ¡Comenzamos! :D

Dedicado a Elena, mi dulce abuelita y mi segunda madre. Hasta la próxima vida, saluda a mi abuelito de mi parte. Te amo con todo mi corazón, abue.

Hace 3000 años en el antiguo Egipto, se encontraba un joven faraón caminando por su palacio algo pensativo. Todo iba a la perfección, no había guerras, ningún peligro para el mundo ni nada por el estilo… todo era muy tranquilo lo que le resultaba raro.

-¡Atem!- grito una muchacha.

El chico volteo hacia atrás y vio a una chica morena correr tras de él lo que hizo que sonriera.

-Mana…- la llamo mientras ella corría a abrazarlo.

-¡Atem! ¡Muy buenos días!- lo soltó mientras este se mostraba un poco frio con ella, no era algo fuera de lo común.

-Buenos días Mana ¿Cómo has logrado entrar ahora?- le pregunto mientras la chica se avergonzaba, no era extraño que no la dejaran pasar sola y tampoco era que utilizara su magia.

-He mejorado mucho- salto de alegría –Ahora he convertido a los guardias en piedra- respondió mientras Atem se mostro asustado.

-¡Mana! ¡Te meterás en graves problemas con Mahad!- le regaño.

-Disculpe la interrupción mi faraón pero esta en lo correcto- apareció el mencionado entre las sombras asustando a la chica.

-¡Maestro!- lo llamo un poco emocionada de verlo.

-¡Mana ya te he dicho que no utilices tu magia de esa manera! ¡Así no serás una maga de verdad!- le regaño mientras la chica trataba de no llorar.

-Basta Mahad es suficiente, ve y trae a la normalidad a los guardias- le ordeno Atem.

-No se preocupe faraón yo ya me adelante y les pedí una disculpa- se inclino ante el.

-Perfecto Mahad, gracias- le indico que se levantara –Si me permiten tengo…- señalo con su cabeza una dirección.

-Atem… no es necesario que nos lo digas sabemos que tienes hambre y quieres comer- sonrió su mejor amiga.

-Mana, se refiere que tiene que ver a alguien- la corrigió su maestro.

La chica miro a Atem, este asistió con la cabeza y para su sorpresa esta al relacionar todo no se tomo muy bien la decisión del faraón.

-¿Iras con ella?- pregunto algo celosa.

-Si… no es que quiera pero tengo que hacerlo- afirmo el chico mientras jugaba con un anillo.

-Pero ella puede esperarte todo el día ¿Por qué tienes que ir cuando yo vengo a visitarte?- pregunto sonrojada por el enojo.

-¡Basta Mana!- la tomo de los hombros Mahad.

-Mana, ¿Por qué te comportas así?- la interrogo un poco molesto el chico.

-¡No confió en ella! ¡No me agrada!- cruzo los brazos.

-Deberías tratarla, no es tan mala como piensas- añadió Mahad apoyando a su amigo.

-Si para ti es mala, deberías conocer a su prima- dijo cómicamente Atem pero ninguno de sus amigos capto la idea ya que no conocían a aquella familiar de la chica.

-¡Pero no es justo!- golpeo el piso con su pie.

-Hagamos esto, acabo de pasar el tiempo con ella y los tres daremos un paseo por el palacio como en los viejos tiempos ¿Estas de acuerdo?- le propuso pero esta no se digno a contestar –Hey ayúdame- le susurro a Mahad.

-Mana… ¿Y si le enseñas a Atem nuestro acto de magia que le teníamos preparado?- le propuso y esta solo miro a su maestro un poco contenta.

-Me parece genial- susurro la chica.

-¡Por ra al fin te dignas Mana! ¡Si me disculpan llevo prisa!- comenzó a trotar Atem hacia adelante.

Mientras tanto el par de magos vio como el faraón se alejaba de ellos y la chica dejo correr una lágrima.

-Mana… no llores por favor- le limpio la lagrima a su alumna.

-Es que… todo esto es tan difícil para mi- respondió mientras respiraba hondo.

-Aunque no lo creas también para mi, siento que lo están presionando mucho- se mostro preocupado.

-Demasiado diría yo… vámonos ya por favor- le tomo una mano y lo arrastro hacia otra dirección.

Mientras tanto Atem ya se encontraba afuera del palacio exactamente en un jardín, en medio de este había una ya conocida fuente para el. En este se encontraba una chica quien le estaba dando la espalda ya que tenía sus pies sumergidos en la fuente. Él se acercó lentamente hacia ella pero para su sorpresa esta noto su presencia.

-Por fin llega- se mostro un poco molesta.

-Lo lamento, tuve un pequeño problema- se disculpo y se sentó a la izquierda de esta dándole la espalda también.

-No necesita disculparse, es el faraón… lo comprendo- su tono mostro una gran tranquilidad.

Un silencio incomodo rodeo el lugar, Atem miro la espalda de su compañera y su larga cabellera negra pero los rayos del sol hacen notar luces chocolate en el.

-Creo que deberíamos hablar de nosotros ¿no lo crees?- le pregunto mientras esta asistía.

-Ya sabe mi nombre y mi lugar de origen ¿Qué desea saber?- pregunto mientras movía sus pies en el agua.

-No lose… dime algo acerca de ti- respondió.

-Bueno, para comenzar le diré que no soy una persona muy amigable- junto sus manos y se oculto su rostro en ellas.

-Eso ya me pude dar cuenta… bueno te ayudare un poco- miro hacia atrás para verla un poco –Yo tampoco soy muy amigable pero a veces tengo que fingirlo por obligación.

-¿Cómo en estos momentos?- pregunto divertida.

-Exacto... pero sé que con el tiempo nos podremos llevar bien ¿No lo crees?- se acomodó para ahora estar sentado de forma correcta con ella y para entrar en mejor ambiente el también metió sus pies al agua.

Todo iba bien excepto que el cabello de la chica le tapaba la cara, antes de que Atem se lo acomodara observo que tenia numerosas cicatrices en su brazo izquierdo.

-Perdona mi incumbencia pero, ¿Por qué tienes cicatrices en tu brazo?- tomo el brazo pero rápidamente esta se lo arrebato.

-No le puedo decir… me avergüenza demasiado contarle sobre mis obligaciones- dijo un poco triste.

-De acuerdo… perdóname.

-No se disculpe, todos tenemos secretos pero… el mio se lo revelare después.

-¿Me lo prometes?

-Se lo prometo.

Giro un poco su cabeza mostrando solo su bonita sonrisa, Atem no resistió mas y aparto su cabello revelando sus ojos cerrados , las largas y negras pestañas de la chica la hacían ver aun mas bonita, juraba ya haber visto esas facciones antes.

Al abrirlos revelo el color de sus ojos, azul zafiro. De un momento a otro el cabello que sostenía Atem se coloro castaño… algo estaba ocurriendo.

-¡Atem! ¡Ayúdame!- comenzó a gritar asustada mientras lo abrazaba.

-¡¿Anzu?!- recordó rápidamente las facciones de la chica.

-¡Ayúdame antes de que vuelva!- lo miro rápidamente con lagrimas en los ojos.

No era posible, Anzu era de otra época… aun no nacía. Rápidamente la chica miro hacia otro lado y comenzó a gritar de una forma desgarradora. Una sombra tomo los tobillos de la chica y se la llevo arrastrando hasta sumergirla completamente en la fuente.

-¡Anzu!- la llamo y se levanto tratando de alcanzarla pero esta había desaparecido.

Segundos después el cuerpo de la chica comenzó a salir del agua con los ojos cerrados.

-¿Anzu?- nuevamente la llamo asustado.

La chica abrió los ojos revelando un color carmesí en ellos y al verlo mostro una sonrisa demoniaca.

-Anzu ya no esta aquí pero yo volví en su lugar… para quedarme- le respondió.

Atem comenzó a sentirse mareado… todo era confuso y en cuanto perdió el equilibrio sintió como su cuerpo se desvanecía.

Un golpe fuerte fue quien saco a Atem de esa terrible pesadilla, se había caído de su cama.

Fin del sueño

El chico respiraba agitadamente y su sudor era frio. Esto ya no era normal… soñarla no lo era.

-Por ra…- se quejo por el dolor –Es la segunda pesadilla en esta semana.

Lentamente se levanto mientras se sobaba su frente, se dirigió a paso lento a su ventana y se asomo a ella.

Un departamento abandonado le llamo la atención, aun no podía creer que ella se había ido ni que ahora no era ella misma si no… alguien mas. En los últimos días había tratado de recordar toda conexión con ese espíritu pero era inútil, todo estaba en blanco y solamente obtenía horribles pesadillas sobre su amada y ese antiguo espíritu.

-¿En donde estarás?- pego su mano a la ventana… los primeros rayos de sol comenzaron a aparecer al igual que unas lagrimas del chico, rápidamente levanto la mirada y su mundo se congelo.

Flashback

Atem se encontraba enfrente de aquella chica a la que le llamaba Anzu pero ella ya no respondía de ese nombre.

-Mi faraón, ya no soy la Anzu Mazaki que conoces… soy aquella alma que vivía dentro de ella- sonrió mientras Atem se quedaba en shock.

-¡¿Qué le hiciste?!- intento zafarse de los guardias que lo tenían aprisionado.

-Ella esta muy bien…- respondió seca.

-¡No te puedes ir!- grito mientras lloraba y la castaña lo miraba con ternura.

-Si tu no hubieses jugado con mi corazón nada de esto hubiese pasado, pero el pasado no se puede cambiar… aun te sigo queriendo a pesar de todo- respondió mientras se acercaba a el –Por favor… no te muevas, solo cierra los ojos- pidió mientras tomaba sus mejillas.

Atem obedeció a la desconocida ya que ya sospechaba lo que se venia, un ultimo beso de su castaña lo ayudaría a desprenderse de ella. Aquella desconocida deposito sus labios en los de él y le dio un tierno beso que duro más de cinco segundos. La castaña no lo soporto más y dejo caer una lágrima entre ellos dos lo que hizo que se separaran.

-Ese fue el segundo mejor beso de mi vida... gracias- beso la frente de Atem y dejo que el viera sus ojos rojos –Es una lastima que tal vez sea el ultimo que des en tu vida en esta época…- dijo para darse la vuelta -¡Llévenselos!- ordeno y los guardias comenzaron a llevárselo hasta el elevador.

-¡Anzu!- grito Atem mientras estiraba su brazo.

-Llámame Yami- volteo hacia atrás y le guiño el ojo para después salir corriendo y entrar al jet de Kaiba.

Fin del flashback

-Espero que seas la chica de mis visiones…- trato de ver sus labios y los toco con un poco de nostalgia -¿Por qué lloraste? ¿Tu segundo beso?- se interrogo mientras volvía a fijarse en el departamento de la castaña –No me importa quien eres pero… te voy a encontrar y arreglaremos cuentas pendientes- miro su rompecabezas y se alejó de la ventana rápidamente.

Mientras tanto en Tokio

Una chica de cabellos largos castaños se encontraba acostada en su cama y había despertado violentamente por la misma razón que el faraón, una pesadilla. Miro rápidamente el reloj electrónico que le indicaba que eran las 7:26 am.

Flexiono sus piernas y acomodo su cabeza y abrazo sus extremidades, algo no andaba de acuerdo al plan… y eran sus pesadillas.

-¿Cuándo van a parar?-se pregunto mientras se abrazaba mas fuerte –Siempre es el mismo sueño de la sangre y sobre lo que paso con el faraón…- susurro mientras comenzaba a llorar.

Al comenzar a llorar sintió una furia inexplicable, su sangre comenzó a arder. Se levanto rápidamente de su cama y se dirigió al baño. Se miro al espejo y se peino un poco con ayuda de sus dedos y después volteo un poco su cabeza y se sonrió así misma.

-No hay razón para preocuparme, con tu ayuda Anzu tendré mi venganza… ah y no te agradecí mi libertad ¡Gracias Anzu!- comenzó a reírse macabramente.

Habitación de Kaiba

El castaño se encontraba acostado en su cama, había bebido demasiado antes de dormir ya que no se podía borrar de su mente la horrible escena del cuerpo de su antigua asistente.

-Mizuki…- susurro mientras se volteaba –Demonios esto no es posible…- se dijo mientras cerraba los ojos y recordaba a su antigua asistente.

Flashback

Seto se encontraba trabajando en su computadora cuando en esos momentos alguien había tocado delicadamente la puerta.

-Pase…- dio la orden mientras no despegaba la mirada de su pantalla.

-Buen día Kaiba, te traigo los últimos documentos que pediste- entrego una carpeta pero el chico le indico que la dejara en el escritorio.

-Puedes retirarte- dijo severamente.

-¿Podría hablar contigo un minuto?- interrumpió pero a este no le agrado el gesto.

-¿Qué quieres?- dejo de trabajar para ver su en ese entonces asistente.

-Naomi esta muy extraña desde que contrataste a esa chica… ¿Ann Malsaki?- hizo un gesto de desagrado.

-¿Y que con eso? Además es Anzu Mazaki y vete aprendiendo su nombre de forma correcta porque es la asistente de Mokuba.

-Pues como tu asistente quiero saber de donde sacaste a esa chica.

-No te debo dar ninguna explicación y no me tutees.

-¡La razón por la que te digo esto es que ella nos traerá muchos problemas y mas a Mokuba!

-Yo lo veo muy feliz con ella además eso no es asunto tuyo, retírate- le señalo la salida.

-¿Y Naomi no significa nada para ti?

-Es una vieja amiga nada mas y si ella esta demasiado afectada que venga ella a ver si le creo ¡Lárgate!

-Ya te acordaras de mi Kaiba- amenazo antes de irse.

-Créeme que en ningún momento pienso en ti- susurro mientras volvía a trabajar.

-Ella te quiere… desde que es tu amiga te ama- dijo en el marco de la puerta y al recibir ninguna respuesta prefirió irse.

Aunque ya había pasado unos minutos, Kaiba no dejaba de pensar en lo que había dicho su asistente pero lo que más le preocupaba era el cierto odio que le tenía a la castaña.

-No dejare que le hagas daño a Masaki y sobre Naomi… eso ya lo sabia.

Fin del flashback

Al abrir nuevamente los ojos Seto sintió escalofríos, Mizuki siempre fue fría pero nunca creyó que ella trataría de matar a alguien o bueno él pudo sacar esa conclusión ya que vio una pistola cerca de su cuerpo. Las cosas para el serian mas sencilla si hubiera sabido que ella trato de matar a Anzu y que Atem era el único que había visto todo.

-Necesito hablar con el faraón para saber que paso con Mizuki y en especial con Naomi…- se dijo mientras miraba el techo.

Seto no se sentía culpable ni nada por el estilo pero se le preocupaba el estado en el que estaría su vieja amiga ya que parecía que era muy unida a la antigua asistente. Pero había algo más porque preocuparse… ¿Dónde estaba Anzu en esos momentos? Y ¿Por qué desapareció en esos momentos?

-Necesito hablar con Mazaki…- se levanto pero al hacerlo la resaca apareció e impidió su deseo-Debo dejar de beber… bueno dejar de beber demasiado.

Habitación de Anzu

Después de mirarse un buen rato en el espejo Yami salió del baño para comprobar que era las 8:05 am, por lo que recordaba Seto la había citado en el lobby hasta las 11:00 am, tenia demasiado tiempo, lo suficiente para comenzar a aprender sobre la nueva rutina que llevaría en la nueva era.

-Muy bien, podría darme un baño mientras pienso como jugar con Seto Kaiba- comenzó a jugar con un mechón de su nuevo cabello.

Miro su cama hecha un caos y trato de tenderla como ya había visto a Anzu hacerlo, para su suerte lo hizo bien pero el detalle fue que puso las almohadas en donde iban sus pies.

-Esta es la primera vez que me tengo que atender yo misma- se puso sus manos en la cadera –Pero no lo hago tan mal.

Después puso su maleta en la cama y escogió lo que se pondría para la ocasión, después de observar como es que la dueña del cuerpo elegía su ropa ya sabia como debía vestirse. Una vez seleccionada la ropa que consistía de una falda blanca y una blusa casual azul se metió al baño.

-¿Y ahora?- miro detalladamente la bañera que se encontraba frente a ella –Veamos… si giro de estas perillas extrañas tal vez salga agua pero…- las miro confundida -¡Hay dos!

Yami tardo en decidir cual haría girar hasta que recordó que Anzu siempre giraba la perilla izquierda y un poco la derecha. ¡Éxito! Lo había logrado el agua salía mientras soltaba un poco de vapor y en cuanto se lleno lo suficiente repitió el procedimiento pero esta vez al revés.

En Domino exactamente en la casa de Yumi

Kanesaka aun se encontraba dormida, al igual que Atem ella en esos precisos momentos tenia una pesadilla.

Dentro del sueño de Yumi

La pelinegra se encontraba caminando entre la niebla, sentía escalofríos en todo el cuerpo y una soledad muy fría en su corazón. No sabía la razón por la que estaba ahí, todo era tan confuso y borroso, ya había sentido esa sensación antes.

Después de caminar un poco vio una mujer vestida de blanco sentada en medio de la niebla, al voltear al verla Yumi pudo observar sus hermosos ojos azules y su blanca cabellera… era simplemente hermosamente extraña esa chica. Lentamente esa desconocida se levanto y al mirarla le sonrió, la pelinegra rápidamente se apresuró llegar hasta ella.

-Te estaba esperando…- dijo la chica mientras le extendía una mano.

-¿Quién eres?- pregunto dudando si aceptar la mano.

-Mi nombre es Kisara y necesito tu ayuda…- ahora le extendió la otra mano.

Yumi al solo mirarla le surgió un cariño inexplicable, era como si ya la hubiera conocido antes y le tuviera cierto cariño, después de pensarlo un poco tomo ambas manos de la chica.

-¿Qué quieres de mi?- pregunto mientras Kisara la guiaba.

-Quiero que me prometas que la ayudaras…- miro hacia delante.

-¿A quien?

-No te lo puedo decir ya que es peligroso saberlo… solo te diré que el destino de ella era estar con el faraón.

-¿Faraón? ¿Quién es ese faraón?- pregunto ya que Yumi no sabia nada sobre Atem.

Kisara se detuvo y miro a Yumi detalladamente para después derramar una lágrima.

-Me duele mucho lo que esta pasando… ella no tenia la culpa de nada- se seco una lagrima –Te ayudare en todo lo que pueda para salvarla pero júrame que le dirás al faraón, él lo entenderá- apretó sus manos lastimando un poco a Yumi.

-No entiendo, ¿Quién eres? ¿A quien quieres salvar? Y por ultimo ¿Quién es ese maldito faraón?- soltó sus manos y se puso histérica.

Kisara la miro nuevamente viendo que su insistencia era inútil y después sus ojos comenzaron a brillar de un color azul cielo.

-No hay tiempo de explicaciones solo te puedo decir que soy parte de un recuerdo que te fue dejado accidentalmente hace una noche… no descansare hasta que ella se salve de la maldad que tiene dentro así que cuando la veas coméntale nuestra conversación al faraón y por ultimo… no se que será tuyo en estos momentos pero si no lo llegas a encontrar busca al descendiente del sacerdote Seth…- comenzó a desvanecerse.

En cuanto Kisara había desaparecido Yumi nuevamente se quedo sola pero no la dejo sorprendida si no la dejo un poco enojada.

-¡¿Y quien demonios es el sacerdote Seth?!- grito para así despertar.

Fin del sueño

Kanesaka despertó de golpe, ¿Acaso ese sueño significaba algo? O ¿Había comido algo pesado antes de dormir? Fuera lo que fuera aun se moría de sueño así que… no le caería dormir un poco más.

En Tokio exactamente en el cuarto de Anzu

La castaña se encontraba dándose un baño en la bañera, puso sus brazos en la nuca y comenzó a recordar lo bien que le estaba pasando.

-Muy bien… repasemos, primero que nada no estaría aquí gracias a esa tal Yumi y como disfrute ver la cara de Anzu cuando la vio besándose con el faraoncito, si que fue una gran idea sobre utilizar mis ultimas fuerzas para controlarla un poco.

Flashback

Anzu se encontraba sentada atrás de Yumi cuando los Kaiba pasaron por ella, rápidamente Yami apareció en medio de los castaños y al ver a la asistente de Mokuba un plan surgió en su mente. Su mano toco el respaldo del asiento de la pelinegra hasta atravesarlo y en cuanto toco a la chica le paso un poco de su poder hasta que sintió como entraba en su cuerpo.

-Bien, solo podre hacer esto una sola vez así que no puedo salir ahora…- dijo esta dentro del cuerpo de la mujer.

Al avanzar la fiesta sintió como Yumi se levantaba para seguir a cierta persona y en cuanto su mirada se fijo en Atem quien estaba acompañado aprovecho la situación y así fue como Yami controlo por un momento a la chica hasta que el faraón la expulso con cierta chateada que en verdad le dolió.

Fin del flashback

-Que útil me fuiste y todo para darle celos a Anzu, lo triste de todo esto es que te odia- cerro sus ojos –Si me quedo así de seguro me quedare dormida otra vez- dijo así dejándose sumergir hasta la su boca dejando solo sus ojos y nariz fuera del agua.

Estaba tan relajada… tanto que entro en un trance de los cuales a veces pasaba Atem respecto a su pasado.

Dentro de la visión

Yami se encontraba en un enorme baño egipcio, miro a su alrededor y se fijo que estaba dentro de una gran bañera donde esta habían pequeñas fuentes habiendo que circulara el agua. Al levantarse vio a dos mujeres quienes parecían esperarla a que acabara.

-Tenga señorita, cúbrase antes de que pesque un resfriado- le paso una mujer algo mayor una bata.

-Gracias…- se la puso mientras se sentaba en una silla que no estaba tan lejos de ahí.

Rápidamente la mujer mayor fue por algunas joyas mientras que su acompañante comenzaba a desenredar el largo cabello de Yami.

-Disculpe pero ¿No se siente nerviosa?- rompió el silencio mientras seguía en su trabajo.

-¿A que te refieres Bisu?- pregunto mientras le pedía que se detuviera.

-Se lo digo por lo de su reunión con el faraón, su prima estará ahí de… bueno usted sabe- volvió a su trabajo.

-Ah eso, bueno no te preocupes sabré como manejar la situación… todos sabemos que mi prima en verdad quiere al faraón- se mostro relajada.

-Mi señora… alguien la quiere ver- regreso la mujer que la ayudo primero.

En cuanto Yami indico que dejaran pasar a su visita todo se volvió muy pesado y extraño, era Kisara.

-Dime…- respiro hondo ya que llego corriendo -Que no es verdad lo que paso- la tomo de los hombros.

Yami reacciono e inmediatamente supo que Kisara no estaba presente en ese recuerdo, ella se metió en su mente sin permiso.

-¡¿Quién eres tu?!- se levanto furiosa al ver a la ojiazul detalladamente sonrió de un lado –Que no es verdad lo que paso- obedeció literalmente a la chica

-Te odio maldita…- susurro la chica blanca –No descansare hasta salvarla…- sus ojos brillaron de un color azul intenso

Al mirarla sintió un golpe en su pecho y rápidamente salió de ese trance para volver en si en su bañera.

Fin de la visión

-¡¿Pero que demonios?! ¡¿Quién eres tú?!- se jalo unos mechones de cabellos –Primero tengo sueños sobre los recuerdos de una persona que no soy yo y luego tu… ¡Claro! ¡Si tu sales en ellos! Pero… ¿quieren eres?- dejo su cabello y salió de la bañera.

Tomo una bata que estaba colgada y se la puso como en su visión, limpio el espejo empañado y comenzó a desenredar su largo cabello.

-En ese caso… ¿Quién soy yo realmente?- comenzó a cuestionarse, miro hacia atrás y vio el reloj digital que tenia en su cómoda. Aun no entendía como es que Anzu dejaba la puerta cerrada al bañarse si no había nadie alrededor, bueno eso ya no importaba preguntarse.

-9:30 am… creo que tarde demasiado en mi baño y ahora, ¿Cómo jugare con Kaiba?- se miro al espejo y después un siniestro plan surgió de su mente macabra.

Rápidamente fue a buscar la lencería más provocativa que Anzu empaco y después de vestirse con ella volvió al baño con su bata puesta y volvió a cepillarse su cabello.

-Esto no es suficiente…- dejo caer la bata y se cubrió con una pequeña toalla blanca.

Nuevamente se miro al espejo y se despeino un poco el cabello ya cepillado y sonrió para si misma.

-Los hombres son tan predecibles… espero que resulte con Seto- busco un labial que había tomado de la bolsa de maquillaje de Anzu y se aplicó un poco –Repasemos el plan… fingiré que me quede fuera de la habitación y no tengo a la mano la llave e iré a la habitación de Seto… calentare un poco su mente y lo dejare frio como hielo, así hará todo lo que yo quiera por ejemplo… ¿Destruir al faraón con tal de complacerme?

Salió del baño y busco la tarjeta, al encontrarla la escondió en el elástico de su ropa interior y salió tranquilamente de su habitación. Lentamente se acercó a la puerta de Seto y tardo un poco para llamarlo.

-"Espero que ya este despierto"- pensó mientras tocaba.

Para mala suerte del castaño, el ya lo estaba y no tardo ni un minuto en abrir la puerta. Al ver a la chica vestida de esa manera se aclaró la garganta mientras se ponía rojo.

-¿Paso algo Mazaki?- pregunto aun mas sonrojado.

La chica al mirarlo y dudando sobre lo que estaba haciendo inhalo y exhalo antes de responder.

-Escuche algo afuera de mi cuarto y cuando me asome se cerro mi puerta- lo miro pícaramente mientras se sonrojaba tiernamente.

-Pasa, creo que … que tengo la tarjeta de emergencia- abrió mas la puerta y se puso a buscarla mientras que la chica semidesnuda paso y miro hacia afuera sonriendo en señal de que su plan funcionaba a la perfección.

-"Esto será divertido"- pensó mientras cerraba la puerta y giraba para ver a un Kaiba buscando desesperadamente una tarjeta –"Como dije antes… los hombres son tan predecibles"- miro pícaramente al castaño mientras se acercaba a él.

-Necesito hablar contigo…- dijo peligrosamente mientras el castaño la veía.

Continuara…

Bienvenidos y gracias por comenzar una nueva historia conmigo. Dejen su review con su muy hermosa opinión de la historia. ¡Hasta el próximo capitulo!

-Los ama incondicionalmente, Luna-