Todo lo relacionado con DB le pertenece Akira Toriyama.
Solo escribo esta historia por diversión y sin fines de lucro.
[La salvaje]
« ¡Su mujer es una salvaje, señor Brief, una salvaje!»—La joven azabache de veintidós años de edad se avergonzaba a más no poder al recordar las palabras de la vanidosa mujer que era la esposa de uno de los inversionistas de Coporatión Caspule.
La nieta del poderoso guerrero Son Goku, miraba con demasiado pudor a su marido. Como nunca antes se estaba comportando como una niña al cubrirse con las sábanas casi toda, dejando al descubierto únicamente con sus ojos negros y lo miraba a él solo a él en busca de su perdón por haberlo dejado en ridículo en la cena que protagonizaron ellos dos más el inversionista y su mujer.
—Trunks, háblame, por favor. —Suplico casi en un susurro pero el hombre de cabellos lilas se seguía quitando lentamente la corbata a la vez que le daba la espalda. Y como él no le había hablado en todo el camino de regreso a casa le había hecho pensar que estaba muy enfadado con ella y en verdad tenía motivos para estarlo porque ella al ser tan impulsiva y poco tolerante había permitido que los celos la dominaban por completo y al no poder soportar ver bailar a su esposo junto a esa mujer tan resbalosa perdió el control y término agrediendo físicamente a esa desconocida y fue así como se ganó el apodo de "la salvaje" y también así se ganó el supuesto enfado de su amado, sin contar con esa última parte.
— ¡Trunks, dime que ya no estas enfadado, ya admití que me equivoque!—Habló ella nuevamente por haberse molestado al no obtener respuesta de él y al no soportar tan sofocante silencio se quitó las sábanas y se arrodillo sobre su cama matrimonial. Y al fin él la miro pero en su rostro no reflejaba ningún sentimiento que la pusiera a ella en alerta.
—Hoy me di cuenta que sigues conservando una parte de la niña que solías ser a tus catorce años, eres impulsiva como siempre y jamás vas a cambiar, no vas a cambiar aunque ahora seas mi esposa y eso… —Él es interrumpido por su impaciente mujer. — ¡Voy a cambiar! Te prometo que daré todo de mí para dejar de un lado la que antes fui… —Y esta vez fue él quien la interrumpió acercándose a ella, hasta lograr que ella quedara tendida en su cama y él sobre ella mirándola con una sonrisa encantadora. —No me dejaste terminar, quería decirte que no quiero que cambies, te amo por lo que eres, te elegí como mi esposa por cómo eres y lo último que quiero es que cambies, mi pequeña salvaje. —Dijo él con toda la sinceridad del mundo para después besarla con suavidad sobre los labios y dejándola a ella más que feliz.
¿Del uno al diez que tanto les gusto? ^_ ^
