Disclaimer: La historia original es obra de su respectivo autor, en este caso, John Green. Al igual que los personajes son obra de Hajime Isayama. Yo solo hago uso de estos para crear una historia de Fans para Fans!
Tipo: Humor/ Romance/ Drama/ Ereri/ BL/ AU.
Parejas: ErenxLevi /Las demas se iran agregando con el tiempo/
Advertencia: Relacion Chico x Chico. Si no te gusta no critiques y/u Ofendas, solo acepto criticas contructivas para mejorar. En algun momento habra Lemon asi que abstenganse de leerlo si no les gusta, pero si les encanta, BIENVENIDAS/OS SEAN!
Disfruten de la Lectura!...
Prologo
Pienso que cada quien tiene o consigue su propio milagro de vez en cuando. Por ejemplo, probablemente jamás me gane un óscar, ni puede que visite la cumbre más alta del mundo que según se es el Everest, tampoco llegar a ser el supremo jefe de una isla pequeña en el atlántico llamada Vedu, o adquirir una enfermedad terminal. Pero considerando todas las improbabilidades descritas juntas, seguramente a cada uno de vosotros le sucederá una de ellas. Yo podría haber visto llover ranas sin tener una respuesta clara de ello. Poder haber pisado Júpiter. Podría haberme sumergido hasta lo más profundo del océano. Conocer un unicornio o haber sobrevivido durante meses sin agua ni comida en algún lugar del mundo. Pero mi milagro fue diferente. Mi pequeño milagro fue el siguiente: de entre todas las urbanizaciones existentes en la "pequeña" María Estate, acabe viviendo al lado del hogar de Levi Rivaille Ackerman.
Nuestra urbanización, Shinganshina, no era más que un viejo pueblo rodeado de árboles en el extremo sur de María, era uno de los distritos comerciantes que dejaron abandonado pues el comercio se hizo muy poco al migrar de las personas hacia distritos más "cómodos", de modo que la cantidad de personas era escasa, todos eran conocidos y cada uno se conocía, pero eso es lo que se puede ver un pueblo pequeño a como lo es ahora. Mis padres y los padres de Levi empezaron a vivir puerta con puerta en cuanto se construyeron las primeras casas. Levi tenía seis y yo dos años, diferenciándonos siempre.
Cuando yo tenía nueve años y Levi trece, nuestros padres eran amigos, así que de vez en cuando jugábamos juntos, tomábamos las bicis y empezábamos el largo recorrido de dejar atrás las calles de asfalto y nos dirigíamos al bosque, se nos hacia un poco misterioso, pero lo más hermoso de todo, y que ambos disfrutábamos era que estaba lejos de la urbanización, un lugar tranquilo sin ruidos de autos y todas esas clases de sonidos que escuchas en las ciudades, solo escuchábamos el sonido de los pájaros cantar y el rechinar de las ramas de los arboles cuando el viento las estremecía, nos sentábamos a orillas de estos y empezábamos a contar las nubes y a veces contar uno que otro cuento, recuerdo que una vez le conté a Levi que quería tener un equipo para saltar de árbol en árbol impulsado por gas y si poder ir de aquí a allá. (Aún sigo pensando que es una buena idea, pero resulta que confeccionarlo sería demasiado caro además de pesado poder llevarlo sobre mí.)
La mañana en cuestión, me puse nervioso y es que cada vez que me decían que Levi vendría a mi casa, revoltijos venían a mi estómago y mi cuerpo tomaba una energía infrenable según mis padres. Al llegar la hora en que Levi se presentó a mi casa, este traía unos pantalones cortos blancos y una playera negra con manchas de pintura por todos lados. Me resulta difícil explicar lo genial que se veía en aquellos momentos
Levi, como siempre, pedaleaba sin expresión alguna en su rostro y con sus tenis grises formando una mancha circular alrededor de los pedales. Era un caluroso día de Abril. El cielo estaba despejado de nubes, pero el aire tenía la sensación de quemar contra la piel, pues eran los últimos días de verano.
Había estado tantas veces en aquel bosque que lo conocía casi en su totalidad, así que apenas íbamos llegando cuando empecé a sentir que algo no andaba muy bien del todo, aunque en primer momento no le tome mucha importancia.
—Eren— me dijo Levi en voz baja y tranquila.
Estaba señalando. Y entonces me di cuenta de lo mal que andaba el día.
A unos pasos de nosotros había un roble. Grueso, alto y con aspecto de haber pasado muchos años echando raíces en ese mismo lugar. En ese momento vi en la base de este a un hombre con un traje de oficinista desplomado en el suelo. No se movía, no tenía vida. Estaba rodeado de sangre. De la boca había un hilillo de ella recorriéndole desde los labios hasta la base de su mentón. Tenía la boca abierta con un gesto de decepción, algo imposible.
—Está muerto— dijo Levi como si no me hubiese dado cuenta antes.
Retrocedí de aquel cadáver. Recuerdo que pensé que si hacia un movimiento brusco el tipo se lanzaría hacia mí y me atacaría, al igual que uno de esos zombies. Sabía que no existían pero cabía la pequeña posibilidad de ello, pues sin duda parecía un zombie en potencia.
Mientras yo retrocedía Levi avanzaba, pequeños y silenciosos pasos hacia el hombre en cuestión.
—Tiene los ojos abiertos— me dijo
—Regresemosprontoacasa— le conteste yo
—Pensé que al morir, cerrábamos los ojos— menciono como si o hubiese escuchado mi anterior comentario.
—Levi, deberiamosirnosacasayavisar—
Dio un paso más mientras sus tenis se manchaban de la sangre que provenía del hombre, estaba tan cerca como para estirar su brazo y tocarle el pie.
— ¿Qué crees que le paso?— me pregunto —Tal vez se deba al alcohol o algo así—
—L-levi. . . — estaba poniéndome irremediablemente ansioso.
—Tal vez se le han roto los hilos que sostenían su vida y por eso está aquí— volvió a cuestionar.
No quería dejarlo solo pero no hallaba la manera de que me prestara atención y sacarlo de allí, parecía en otro mundo mirando al sujeto, pero tampoco es como si me hubiese movido para hacer algo e irnos de allí, de cierto modo también me intrigaba. Después de unos minutos tome un poco de valor y le sujete la muñeca.
—Levi! Vamonosahoramismoacasa!—
—Bien— se atrevió a decir mirándome ahora al rostro.
Corrimos hacia las bicicletas mientras sentía que el estómago me daba vueltas por algo que se asemejaba a la emoción, pero no era así. Vi que tenía en la suela sus tenis las manchas de sangre, la sangre del tipo muerto. No recuerdo muy bien que paso después de aquel incidente, mi memoria no logra hacer recuerdos después de irnos del lugar aunque si recuerdo que tuve pesadillas con eso y tuvieron que llevarme a un psicólogo, desde entonces he de odiar a estos.
Levi tiene ahora dieciocho y yo quince, aunque estamos al mismo grado de nivel de la secundaria solo que en distintos salones de estas, podría decirse que nuestras vidas tomaron distintos caminos a seguir, al igual que nuestros rumbos después de cada clase, aun si fuimos amigos en el pasado ahora parecemos más o menos simples conocidos sin nada en común, aunque no lo crean, no me molesta en absoluto, solo desearía que no nos hubiésemos distanciado tanto.
VENGO CON NUEVA HISTORIA! Este fic esta basado en el libro de John Green "Ciudades de Papel" como anteriormente lo habia mencionado asi que espero que les guste esta pequeña introduccion y si les gusto dejen Review por favor! :'D
Sin nada mas que decir, Me despido! Jeannine.
