Los personajes usados en esta Historia pertenecen a Hiro Mashima, quien ha sabido crear un increíble mundo mágico llamado Fairy Tail.
CAPITULO I
-COMPROMISO-
— ¡Jerall y yo nos vamos a casar!— gritó alegremente una pelirroja mostrando un precioso anillo en su dedo anular ante el sonrojo de su tímido prometido.
— ¡Felicidades Erza! ¡Ya era hora!— exclamó una chica de delgada y pequeña complexión que la hacía destacar entre sus exuberantes amigas.
—Otro al que atraparon— se burló un joven aficionado a las perforaciones de negra y larga cabellera que descansaba a sus anchas en el sofá.
—Al menos él no teme al compromiso— recriminó molesta la pequeña peliazul lanzando una furiosa mirada —Alguien que no es capaz de darle nombre a una relación, no puede hablar. — terminó lanzando una última mirada al que por cinco años había sido su "amigo" y que había terminado su relación cuando ella menciono dos palabras prohibidas "noviazgo" y "compromiso"
—Ya déjalo enana, sabes que no es lo mío— dijo Gajeel dando por terminada aquella pequeña discusión, en la que él estaba seguro de tener razón después de todo ponerle un nombre a algo era presagio del fin.
— ¡Muchas felicidades! Me alegra mucho que por fin sean felices, después de tanto tiempo por fin se van a casar— gritó emocionada ignorando el tenso ambiente Lucy una linda joven de dulce y achocolatada mirada de rubio cabello y atractiva figura cuando abrazo a la feliz novia.
—Gracias.
— ¡Eres muy valiente Jerral! ¡Soportar a Erza es…!— comenzó a hablar admirado Natsu un joven de rosada cabellera en cuyo rostro se dibujó el terror al ver a su pelirroja y temible amiga de la infancia parecía no muy feliz con su comentario. — ¡Y-yo no quise decir eso! ¡Jerall es muy afortunado! ¡No me pegues! — Suplicó — ¡Piensa en Lucy, no quieres que se quede viuda ¿verdad?! ¡Piensa en nuestros futuros hijos! ¡Lucy no podrá cuidarlos sola!
Las risas no se hicieron esperar en la elegante sala de la mansión de los Dragneel-Heartfilia lugar común de reunión de los amigos desatancando una pareja que se mantenía en completo silencio, ella de azules y largos cabellos vestida informalmente con un sencillo vestido azul de finos tirantes que se ajustaba a su delicada figura mientras él en contraste vestía formal un elegante traje sastre gris, señal de una jornada de trabajo.
—Juvia está realmente feliz por Erza-san y Jeral-san, Juvia espera que sean muy felices en su matrimonio— expresó la joven mostrando una sincera sonrisa gesto que distaba de la expresión del joven que había tensado ante la inesperada noticia.
— ¿Gray?— inquirió sonriente Erza — ¿No me das un abrazo?— abrió sus manos esperando la felicitación de su amigo, ante la expectación de los presentes.
— ¿Gray-sama, esta bien?— se preocupó tímidamente con aquella peculiar forma de referirse al pelinegro algo que le molestaba a él pero ocultaba bajo un rostro de quietud.
—Sí, claro— se levantó dirigiéndose a los novios, pero sobre todo a aquella quien había querido desde hacía ya varios años —felicidades Erza espero que seas feliz— la abrazó queriéndose aferrar a ella, queriendo obtener con aquel abrazo su amor, él amor que tanto había anhelado por tantos años y que ahora le era arrebatado de forma permanente.
—Vamos Gray, no seas tan sentimental— dijo Erza terminando el abrazo —además que va a pensar Juvia.
—Juvia sabe que Gray-sama quiere a Erza-san— pronunció suavemente la susodicha escondiendo sus sentimientos y mostrando una encantadora sonrisa.
Después de aquel momento incomodo la celebración continuó entre risas, comida y bebida prolongándose hasta la madrugada cuando los amigos finalmente decidieron que era momento regresar a sus hogares, sin mencionar que las mujeres parecían haber terminado con todo el alcohol de la casa, por lo que se decidió que como todos apoyarían a la pareja en la preparación de su boda se reunirían al día siguiente para repartir las obligaciones.
—Bueno nosotros nos vamos— se despidió Jerall llevando en brazos a una semi-inconsciente Erza que murmuraba incoherencias y lanzaba algunos golpes que su prometido muy pacientemente tenía que soportar.
—Buena suerte— se despidió Natsu, deseando que Jellal sobreviviera esa noche y a los preparativos de la boda, porque que serian difíciles y él como buen amigo dejaría no se involucraría.
—Lu-chan~— dijo arrastrando la voz la más pequeña de las amigas — tu y Natsu van a estar solos en esta enorme mansión ¿verdad?~— la insinuación en su voz deja ver sus picaros pensamientos —Y se van a divertir mucho ¿verdad, Lu-chan?~
—Bueno si… Pero…— dijo apenada la rubia quien esa noche no había bebido mucho.
— ¡No es justo Lu-chan! ¡Tú tienes un lindo esposo, yo solo tengo a Gajeel!— chilló con un fingido enfado mientras sonreía como una niña pequeña que acababa de hacer una travesura, delatando aun más su estado de embriaguez.
—Sí, solo lo me tienes a mí y tendrás que conformarte— gruño malhumorado Gajeel, colocando a su pequeña ex "amiga" sobre los hombros, despidiéndose silenciosamente con apenas un gesto de la mano.
— ¡Adiós Lu-chan~ disfruta la noche!— se despidió alegremente Levy, dejando a Natsu y Lucy pensando que solo hacía falta hacer comprender a Gajeel que si no se comprometía podía prender a la peliazul.
—Natsu~— canturreo Lucy rodeando el cuello del pelirosa que se estremeció ante el placentero tacto.
—Lucy no has bebido tanto— sintió como su temperatura se elevaba al sentir las juguetonas manos de su esposa en su abdomen.
—Eso no es necesario— susurró sugestivamente al oído —estamos solos en nuestra casa y…
—Me enciendes Lucy— la interrumpió excitado Natsu mientras tomaba a su esposa en brazos y la besaba apasionadamente —y te lo demostraré cuan…
— ¡Ya basta Juvia!— se escucho un repentino grito, rompiendo el romántico momento entre en matrimonio que recordó que aun tenían invitados. — ¡No me toques!
— ¡Pero Gray-sama!— lloriqueó Juvia.
— ¡Sabes que no me gusta que te comportes así!
— ¡Juvia ama a Gray-sama!— confesó aferrándose al brazo de él. —Juvia quiere estar con Gray-sama…
— Suéltame, estás borracha— gruño tratando de quitarse los brazos que lo rodeaban.
—Deberían al menos esperarse a llegar a un lugar más privado— bromeó Natsu al entrar en la sala y encontrarse con lo que a sus ojos era una escena pasional.
—Será mejor que te lleve a tu casa— dijo con fastidio Gray dirigiéndose a Juvia e ignorando el comentario de su amigo.
— ¡Espéreme Gray-sama!— gritó corriendo tras de su amado.
— ¿No crees que Gray ha estado muy extraño esta noche?— preguntó Lucy sentándose a un lado de Natsu abrazándose a él, cuando la peculiar pareja se había marchado.
—El siempre ha sido así— se encogió de hombros —frio como el hielo.
—Supongo, pero a veces parece que estuviera enamorado de Erza, como hoy cuando anuncio su compromiso…—Natsu se tensó y Lucy vio la verdad en sus ojos — ¡¿Está enamorado de Erza?!
—Hace tiempo lo estaba, pero me dijo que eso cambio cuando ella conoció a Jerall. Él solo quiere que sea feliz.
—Bueno sí, además Juvia es su novia, y siempre la está protegiendo, eso significa que la quiere supongo— dijo ya más tranquila aunque pensando en que nunca había visto una muestra de afecto por parte del apático chico hacia su novia, no al menos de forma romántica.
Mientras tanto Juvia y Gray se encontraban en completo y tenso silencio en el automóvil de él, sin saber que decir por parte de ella y sin querer hablar por parte él que apretaba fuertemente el volante sintiendo como su enojo aumentaba cada momento, primero Erza se comprometía y luego Juvia comportándose como una irresponsable.
—Juvia lo siente— se animó a decir tímidamente, viendo disimuladamente la reacción de su acompañante —Juvia no quería que Gray-sama se molestara, es solo que…
—Tomaste demasiado y te emborrachaste— recriminó y Juvia no tuvo que voltear para saber la mirada tan fría que le dirigía el pelinegro, así que dirigió su vista a las brillantes luces de la ciudad que pasaban rápidamente —me has decepcionado Juvia.
—Juvia solo quería festejar con sus amigas… Juvia lo lamenta y no lo volverá a hacer— respondió escondiendo nuevamente sus sentimientos y no permitiéndose dejar escapar ninguna lagrima, no al menos hasta que se encontrara en la seguridad de su hogar como lo había hecho desde el inicio de su noviazgo o quizás desde antes.
—Bien— dijo secamente, sintiéndose demasiado disgustado por la noticia del matrimonio de Erza para detenerse a pensar en los sentimientos de Juvia, además no tenia que preocuparse de ella que siempre sonreía ajena a las cosas importantes. Así que continuó conduciendo ansiando llegar a su departamento para descargar la furia de su interior ¡Erza se va a casar con Jerall! ¡Maldición!
—Que pase buena noche Gray-sama— se despidió al bajar del auto cuando se encontró frente a su casa, sin embargo él solo asintió con la cabeza y arranco sin mostrar rastro de interés por el estado emocional de su novia.
Sus manos temblaban, las lagrimas brotaban sin que pudiera contenerlas más, abrió la puerta entre sollozos para después dejarse caer el duro y frio suelo que en esos momentos parecía ser una extensión de él.
—Gray-sama…— susurró al vacío, sintiendo como la esperanza que había nacido hacia apenas unas horas moría lenta y dolorosamente y es que no lo pudo evitarlo cuando escuchó del compromiso de Erza su corazón latió fuertemente y la esperanza se albergó él y miles de imágenes de un hermoso futuro vinieron a su mente, pero ahora se daba cuenta que había sido algo tonto, él no la había amado y Jamás lo haría, entonces recordó cuando lo conoció, cuando se enamoro por primera vez.
Había sido un lluvioso día de invierno cuando había llegado a la ciudad de Magnolia sus padres habían fallecido pocos días antes en un accidente de automovilístico a causa del mal clima, por lo que su custodia pasó a su único familiar, su tío Metalica Redfox quien había enviudado varios años antes y quien tenía un hijo de la misma edad que ella, Gajeel Redfox a quien solo veía en las celebraciones de navidad pero con quien se llevaba bien, por lo que esperaba que aquello le facilitara su estancia en la ciudad y su transición a su nueva vida.
Jamás le habían gustado los días lluviosos y menos aun después del accidente de sus padres y que su primer día en la ciudad fuera precisamente uno de esos días le causaba cierto temor de lo que le deparaba el futuro. Caminaba distraídamente admirando el paisaje urbano que le ofrecía su nueva ciudad por lo que no se percató que alguien igual de distraído iba hacia ella provocándose un inminente choque que envió a ambos al húmedo suelo.
—Juvia lo lamenta, venia distraía y no…— comenzó a disculparse enfocando su vista con quien había chocado.
—No tienes que disculparte yo también venia distraído— extendió su mano a la joven —y yo soy el que lo lamenta, se mojó tu vestido —señaló cuando la joven se levantó.
—No importa Juvia siempre termina mojada en los días lluviosos— dijo viendo su arruinado vestido.
—Oh, bien parece que ya dejó de llover— indicó el joven provocando que Juvia levantara la vista encontrándose con una imagen que Jamás olvidaría. Era un joven de alrededor de quince años su cabello negro hacia contraste con su pálida piel, una oscura mirada que reflejaba bondad y una pequeña sonrisa, Juvia se ruborizó desviando su mirada hacia abajo encontrándose con que él estaba totalmente…
— ¡Desnudo!— gritó avergonzada cubriendo su sonrojado rostro con las manos — ¡Juvia nunca había visto un hombre desnudo! ¡La pureza de Juvia!
— ¡¿Qué demonios?! ¡Mi ropa!— dijo viendo su desnudez y localizando sus prendas alrededor de la peliazul ¡¿Cómo rayos había llegado ahí?! — ¡No abras los ojos! — ordenó acercándose a ella para recuperar su vestimenta.
— ¡Juvia no está preparada! ¡Es muy pronto! ¡Ni siquiera hemos tenido una cita! — chilló al ver a como él se aproximaba hacia ella — ¡Además estamos en la calle!
— ¡¿Qué estás…?! ¡No estoy haciendo nada de lo que te imaginas! — Se defendió al comprender los desviados pensamientos de la joven — ¡Solo quiero recuperar mi ropa!
—Juvia nunca se había sentido tan avergonzada — dijo en un suspiro, cuando vio que el pelinegro hubo terminado de vestirse — Juvia a perdido su pureza a manos de un extraño.
— ¡Hey! No lo digas de esa forma que parece que te hice algo…— regaño — Espera ¿Hablas en tercera persona?
—Bueno si, es una particularidad de Juvia.
—Bueno Juvia, mucho gusto mi nombre es Gray Fullbuster — saludó extendiendo su mano.
—G-gracias. Juvia Loxar— se presentó.
—Bien, espero que nos volvamos a ver Juvia— se despidió dándole la espalda a la joven mientras los cálidos rayos del sol lo iluminaban.
—Juvia a conocido el amor, Juvia se ha enamorado de Gray-sama. — confesó para sí, deseando que el destino los volviera a reunir.
Juvia cerró los abrió los ojos tratando de alejar las imágenes de aquel encuentro, necesitaba enfrentarse a la realidad, aquel Gray que había conocido hacía varios años y que le había hecho tan feliz ahora la hundía en la más profundas de las tristezas. ¿Qué haría? ¿Dejarlo de amar? No, no podría lo amaba demasiado incluso el pensar estar lejos de él la atormentaba, y sin embargo sabía que no podía continuar de esa forma pero… ¿Y si él se rendía? Después de todo Erza se casaría con Jerall y Gray tendría que aceptarlo, tal vez… tal vez entonces él se daría cuenta que ella estaba junto a él, que siempre lo había estado, tal vez entonces él por fin la amaría, solo tal vez… por que no le quedaba más que creer que eso pasaría.
—Gray-sama… — suspiró entregándose al sueño en aquel frio suelo que le recordaba a él, mientras nuevamente escondía su dolor y esbozaba una falsa la sonrisa, sabiendo que era lo que todos esperaban de ella mientras se aferraba a su única y última esperanza.
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A quienes se han tomado la molestia de leer hasta este punto muchas gracias, espero que fuera de su agrado. No es la primera vez que escribo Gruvia (de hecho ya van varias veces) pero si es la primera vez que será de más de un capítulo.
La verdad llevo mucho tiempo pensando en esta historia (entre otras), pero no me atrevía por que como habrán visto Gray es… bueno dan ganas de golpearlo y pensé que eso era extraño, que Gray pese a todo jamás había sido malo o cruel con Juvia y que aparece el capitulo 338 por lo que me decidí a escribir esta historia, levante la mano quien quiso golpearlo en ese momento (¡Yo!).
Sé que es difícil leer de una pareja que no te gusta, lo sé por experiencia, a mi me gusta mucho el NaLu y cuando algo interfiere con él, pues me molesta y mucho, por lo que reduciré al mínimo el Grayza, espero no les incomodara este primer capítulo y les resulte interesante la historia.
Nuevamente muchas gracias por su lectura y disculpen los posibles errores de escritura.
