¡Hola, hola! Somos Karinis y Paulis, presentándoles nuestra primera historia conjunta en fanfiction que los va a hacer reír, llorar y preguntarse incansablemente ¿qué rayos se fumaron antes de escribir todo esto?

Advertencias: Delirios extremos, lemons, lime, cambios rápidos de POV, OOC, Personajes Originales, muchas parejas. Crossover entre tantas series que puede causar los siguientes síntomas: mareos, cefalea, risas histéricas, confusión.

Disclaimer: Los personajes y la trama de YuYu Hakusho le pertenecen a Yoshihiro Togashi, los de Get Backers le pertenecen a Yuya Aoki, los personajes de DNAngel le pertenecen a Yukiru Sugisaki, The Bachelor a Gary Sinyor, Moulin Rouge es una película musical dirigida por Baz Luhrmann y por último el personaje de Kamui Hanae es basado en un personaje hermoso de Mitzuky-dono (buscar favoritos para mayores referencias). Por lo que no, no nos pertenecen, pero nos tomamos la libertad de agarrar a los personajes y torturarlos en fics como este nOn.

Sin más que decir, ¡disfruten!


Capítulo I

El comienzo

De todo lo que puedes esperar del género masculino en un colegio mixto común y corriente como lo es el Luís Federico Leloir, aún los pocos especímenes que se salvan dejan mucho que desear. Entre días largos y aburridos, profesores insoportables y muchas tareas que nadie se dignaba a hacer, cualquier cosa es suficiente para armar un gran revuelo.

– ¡Pero lo viste! ¿Viste al pelirrojo? ¡Es un pecado con patas! –gritó una chica de cabellos negros.

– ¡Shhhhhhh! ¡No lo digas tan alto! ¡Me parece que te oyó!

Mucho más si se trata de cuatro estudiantes que llegaran de repente, de la nada y a mitad de año escolar… a un curso repleto de mujeres.

– ¡CALLENSE TODOS! – Exclamó el profesor de inglés al entrar al aula de clases, solo logrando que algunos cuchicheos se apagaran. – Bueno, como sabrán hay cuatro alumnos nuevos. – Eso bastó para que se todas las conversaciones se apagaran y la atención fuera centrada en los cuatro modelos que caminaban, o mejor dicho desfilaban, dentro del salón.

La situación era muy comparable a una feria de subasta, si se lo preguntaban. Una subasta en la que el público era femenino y estaba muy hambriento.

–Preséntense brevemente y siéntense donde haya lugar. – indicó el joven profesor Ban Midou, que no debía tener más de unos veinticinco años.

Kurama's POV

–Mi nombre es Suiichi Minamino. – dije adelantándome a mis tres amigos con una sonrisa suave, que juro arrancó más de un suspiro y risitas ahogadas.

Había supuesto, acertadamente, que mi cabello rojo impresionante, provocaría más cuchicheos. Recorrí el salón con una mirada amable que de inmediato logró su objetivo, ganarme el afecto de todas las chicas presentes.

–Hiei Jaganshi. –murmuró como quien no quiere la cosa el más bajito del grupo, provocando que el ambiente encantado que me había esforzado en lograr se rompiera de golpe con su mala onda.

Seguramente el solo hecho de estar ahí parado lo exasperaba. Más murmullos se levantaron alrededor, y obviamente, a Hiei parecía importarle terriblemente poco.

–Dark Mousy – Se presentó el tercero mientras guiñaba hacia su público.

Hiei colocó los ojos en blanco.

–Kamui Hanae. –murmuró el cuarto, albino de ojos azules, llamando nuevamente la atención de todos... o todas. Su cabello incoloro, extraño y brillante, estaba tomado en una coleta baja. Hasta yo notaba claramente como sus ojos azules como el zafiro brillaban con un cierto toque de diversión.

– ¿Dónde podemos sentarnos? –Pregunté, manteniendo mi sonrisa. Y más de cinco manos femeninas se alzaron al mismo tiempo.

– ¡Aquí!

– ¡No, por aquí!

– ¡Siéntense de una vez! –Masculló el profesor Midou mientras empezaba a explicar la clase.

La primera chica que levantó la mano ofreciéndome un pupitre había pateado a la antigua ocupante para vaciarlo, por lo que opté sanamente por alejarme hacia la otra punta del salón.

Hiei caminó inmediatamente al fondo del salón, sentándose en el pupitre más alejado contra la ventana… tan malditamente sociable como siempre, claro.

– ¿Por qué sonríe tanto? –gruñó malhumorada una de las chicas, refiriéndose a mí persona –Le va a dar un infarto en la fea cara que tiene.

¿Cuál era el problema con mi sonrisa? Ella debería sonreír de vez en cuando también.

Kamui, el albino traidor, soltó una risa al escuchar los comentarios. Realmente parecía divertido con la situación y las reacciones de todas.

–Bienvenido. – Se dirigió hacia mí una chica de cabello castaño y unos impresionantes ojos chocolate. Claramente noté como varias miradas femeninas fulminaban a mi primera amiga. – ¿Se puede saber que hace alguien como tú en un colegio horrible como este? –No pude evitar sonreír ante su pregunta. – Sin ofender, claro.

–Nos aburrimos del colegio anterior. –respondí observando la forma simpática en que sus rizos se movían al compás de su expresiva forma de hablar.

–De acuerdo. – La chica encaró una ceja.

– ¿Cómo te llamas? – Pregunté divertido por su actitud coqueta hacia mí.

–Ahmy. –Susurró y todo su cuerpo se inclinó hacia mí como si fuera a contarme un secreto. – Un gusto conocerte, Suiichi.

–Dime Kurama. – Respondí sonriendo. Me acerqué a ella de la misma forma. Y noté divertido como el poco público que teníamos inmediatamente dejó de prestarnos atención.

Hiei's POV

Los tres son unos idiotas que se divierten llamando la atención de las chicas. ¿Qué hay de divertido en eso? Kurama esta embobado saludando a esa gata. Pff… Ni que fuera la gran cosa.

–Hola, me llamo Kamui. –Escuché al albino tarado inclinarse en pose de conquista hacia una chica pelirroja que se parecía sospechosamente al zorro estúpido. Vaya. Nuca habría imaginado que Kurama tuviese un doble. Quizás es su gemela malvada. No, su gemela buena. El ya tenía suficiente maldad. Hn.

La pelirroja se sonrojó cuando el idiota de Kamui le habló.

–Me llamo K-karina, pero me dicen K-chan.

El idiota numero dos, mejor conocido como Dark, le hablaba a una rubia que estaba sentada a su lado – Che, rubia, ¿donde están todos los hombres?

– Había dos antes, pero los echaron porque hacían demasiado lío. –Le contestó la rubia con una sonrisa divertida.

Hn, con razón nos pusieron a los cuatro en la misma clase.

– ¿Salimos esta noche, Dark? – preguntó Kamui. Suspiro, recién llegamos y ya quieren salir a bailar.

– Claro, conozco un bar nuevo, se llama Nevermind, barra libre toda la noche, y buena música sobre todo. ¿Se prenden, chicas?

– Suena bien – contestó la rubia. Volví a suspirar por enésima vez esa mañana y me puse a mirar por la ventana.

Dark's POV

– Mousy… Mousy… – decía en voz baja la pelirroja que estaba sentada a un lado de Kamui.

– Me vas a gastar el apellido, flaca – sonreí de forma sexy, como solo yo se hacerlo, porque soy genial.

La pelirroja giró los ojos. – Tu nombre me suena mucho, pero no recuerdo de donde… Se nota que no me interesaba – dijo con una sonrisa que me dieron ganas de arrancársela. Maldita altanera.

– ¿Y cómo te llamas vos?

– Karina Niwa.

– Mmm me suena, eh… – ¿de dónde me suena ese nombre? Odio no acordarme de las cosas… De repente se me prende la lamparita – ¡Ahh, claro, K-chan! Cuando éramos chicos éramos inseparables y después mis padres se mudaron y no nos vimos más… – Karina me miró como si estuviera loco – Tienes un hermano más chico, ¿no?... ehhh… ¡Daisuke! Y eso que tienes colgado del cuello te lo hice yo – señalo un collar con un dije de un Hello Kitty bastante deforme – Wow, era malo para las manualidades…

La pelirroja frunció el ceño pensativa y después se tapó la boca de la sorpresa. – ¡Darky!

– ¡Ahhhh, no me digas asiiiiiii! – me estremezco, era el apodo mas gay del universo.

– ¡Creciste orejón!

– ¡Tenés senos, plana!

Una chica que estaba sentada cerca se dirige a mí. – Darky es un lindo apodo.

– No, mami, apodo prohibido – le contesté estremeciéndome del horror una vez mas.

– No le hagas caso – retrucó Karina – dile Darky nomás, el dice que no le gusta pero en realidad le encanta – agrega con una sonrisa divertida.

– ¡Cállate, tomate!

– ¡No quiero, negro camoncho!

– ¡Molesta como siempre, eh!

Hiei's POV

Hacía ya cinco minutos que una chica de abundante pelo negro alborotado y ojos celestes me estaba mirando fijo con el ceño fruncido. Hacía ya cuatro minutos que yo tenía un tic en la ceja izquierda.

– Oye, ¿estás bien? – me preguntó finalmente. Vuelvo a suspirar. Si es verdad eso de que con cada suspiro se te va un pedacito de alma, yo ya estaba completamente jodido.

– Podría decirse que si – contesté secamente, mirando aún por la ventana.

– Bueno, ya no te molesto. – me dijo ofendida, se ve que mi tono cortante le había molestado.

– Oye, no… es solo que… estoy algo volátil últimamente… es mi forma de llevar el duelo… - no quería que todos escucharan y ni siquiera estaba seguro de por qué se lo contaba a ella, por lo que susurré – mi madre murió hace poco…

Se ve que la tomé por sorpresa. – Oh… lo lamento.

– Si, yo también… hace dos semanas que estoy de mal humor… necesito olvidarme… salir, tomar hasta el coma etílico…

De la nada sentí al imbécil de Dark aplastándome.

– ¡Y para eso estamos nosotros, mi querido y malhumorado amigo! Esta noche vamos a Nevermind, ¡brindemos por el coma etílico! – Dijo mi muy estúpidamente estúpido amigo.

Giré los ojos exasperado.

– ¿Podés salir de arriba mío, elefante? Pesas ¬¬

– ¿¡Como que elefante!? Enano maldito… podés traer a tu novia nueva si querés.

– ¿Nevermind? – preguntó confundida la chica.

– Si, es un bar nuevo que pusieron en Irigoyen. Dicen que está muy bueno. ¿VENIS, KURAMA?

– ¡CLARO! – se escuchó la respuesta del zorro desde la otra punta del salón.

El profesor, que ya se había resignado a no dar clases y estaba hablando por teléfono gritó – ¡NO GRITEN QUE NO ESCUCHO!

– ¡PERDON, MAN! – gritó también Dark.

– TODO BIEN, FLACO – contestó en otro grito el profesor.

– Me duele la cabeza – susurré molesto.

– Es toda la mala onda acumulada que traes encima, tenes que limpiar el sistema, ir a un masajista, divertirte, pero lo más importante… tenes que po-ner-la.

– ¿Con que la solución a todos mis problemas es el sexo?

– A mí siempre me funciono – dijo Dark con una sonrisa estúpida.

– Y con esa actitud no lo vas a conseguir – se entrometió la pelinegra.

– Me gusta cómo piensa... – aventuró Dark, pero se frenó porque el idiota notó que no sabía el nombre de la chica. – ¿cómo te llamas?

– Ryoko.

– ¿De qué hablan? – intervino la gemela buena de Kurama.

– De ponerla. – dijo Ryoko.

– Ponerla es muy importante para un hombre – dictaminó Dark como si fuera la verdad más grande del universo.

– ¡Ay, por favor! – se metió Kurama. Ya las conversaciones no son lo de antes si me lo preguntan. – No le hagas caso a este degenerado.

– Esto es divertido – dijo la chica que estaba hablando antes con Kurama. ¿Cómo era su nombre? Creo que Ahmy…

– Kurama, ¿eres hermano de Karina? – preguntó Ryoko, sorprendida por el parecido.

– No que yo sepa – contestó el zorro con su estúpida sonrisa de siempre.

– Hn. – contesta como toda respuesta Ryoko. Hn, me cae bien esa chica.

– Discúlpala, es que no sabe socializar – intervino Ahmy.

– Entonces es perfecta para Hiei – contestó el estúpidamente estúpido zorro—Hiei es lo mas anti que existe.

– ¿Y cuál es el punto de emparejarme con Hiei, rosita? – preguntó Ryoko exasperada. Si, definitivamente me cae bien esa chica.

No puedo evitar reír – Rosita, genial – era el mejor apodo que le habían dado a Kurama hasta ahora, después de fresa, claro, el que le di yo.

– Porque menos por menos es más, y si juntamos dos antis capas se crea algo mágico – contestó molesto el zorro.

– Me caíste mal – sentenció Ryoko.

– No te preocupes, vos a mi también – retrucó Kurama.

Dark's POV

La conversación con Hiei ya me había aburrido, así que me giro a Karina – Che, ¿y tu familia?

– Excelente, como siempre – me sonrío – A mi madre le va a dar un infarto cuando te vea. Bueno, cuando vuelva, porque se fue en un crucero con mi padre y mi abuelo. ¿Y tu familia?

– Mis viejos se fueron a Estados Unidos por negocios como por un mes, y Krad se fue a Londres por un intercambio escolar, así que estoy solo por ahora. ¿Daisuke?

– Vive en lo de Satoshi, un amigo… Si, me abandonó porque no aguantó más mis hermosas y parrilleras recetas culinarias.

– ¿Seguís con las parrilladas? – Río, nunca le habían salido bien y las amaba igual - ¿Qué te parece si hoy almorzamos juntos? Te dejo torturarme con tu comida.

Un poco más allá escucho a Kamui. – ¿Yo soy el único que no conoció a nadie todavía?

Una rubia de ojos celestes se gira a él – Me llamo Paula, y ahora conoces a alguien – le sonrió divertida.

– Kamui Hanae – respondió mi albino amigo– ¡Menos mal que conozco a alguien ahora, porque sino iba a tener una crisis existencial!

– Oh, no, ¡no una crisis existencial! – contesta con dramatismo sobreactuado la rubia Paula.

Karina me habla, por lo que vuelvo a mirarla a ella – Dale, ven después de clases, si quieres puedes invitar a todos tus amigos.

– Nah, otro día, quiero ponerme al día con vos hoy – le sonrío divinamente. O eso es lo que creo.

– Querés movértela – se entromete Hiei. Enano antisocial.

– No digas pavadas, es mi amiga de la infancia.

– Y además tengo novio. –Añadió Karina.

Ouch.


Ya era mediodía y me encontraba en la puerta de la casa de Karina, tocando el timbre. Puedo escuchar sus pasos acercándose a la puerta, por lo que acomodo rápidamente mi cabello para asegurarme de que esté bien.

Crash.

¿Qué fue eso? Karina me abre la puerta con una gota.

– ¡Hola! – Por Kami que hermosa que está esta mujer. – Ya está casi listo, ¿hueles?

Kari se acercó y me abrazó.

– Oye, ¡huele bien! – dije con una sonrisa burlona, era un milagro que no se le hubiera quemado ya la comida.

Ni bien entramos a la casa mi pelirroja se tropieza. – Torpe como siempre – Río.

– ¡Oyee! –se queja ofendida, formando un gran puchero.– ¿Los años no te enseñaron a no arrojarle a la gente las verdades de esa manera?

La abrazo enseguida. Como si alguien pudiera resistirse a esa carita. – No, ¡puchero no! – le beso suavemente la mejilla, como solía hacer cuando éramos pequeños – ¿mejor?

Ella ríe. – Dios, ¿cómo hice para pasar tanto tiempo sin vos?

– No sé, la verdad no sé. – contesté con una sonrisa divertida.

– Veo que seguís siendo humilde – me dijo burlona, empujándome suavemente. Sonreí. Fue ahí que pude oler a quemado.

– ¿Llamamos una rotisería?

Kari corrió a la cocina, y al abrir la puerta se puede ver el humo que salía del horno y comenzaba a llenar toda la sala.

– ¿Cómo rayos es que siempre pasa esto? – se regañó a sí misma con una expresión enfurruñada. Era hermosa hasta enojada.

– Es explicable, te distrajiste con mi belleza – Bromeé. Kari abrió las ventanas riendo y procedió a apagar la parrilla, donde se encontraban dos beefsteaks negros de un solo lado. – Hagamos así – propuse divertido, tirando los steaks quemadísimos. – Yo cocino y vos contame de ese novio tuyo que seguro no me va a agradar.

Ella simplemente se acercó sonriendo. Debía ser un pecado sonreír así.

– A ver, mi novio… por el momento estamos peleados – puedo oírla suspirar suavemente – es mayor, va a la universidad.

– ¿Por qué están peleados? – Pregunte mientras me disponía a preparar unos fideos con salsa carbonara.

– Porque no me dio nada para mi cumpleaños… ya se que es caprichoso, pero ni siquiera pude verlo, tenía que estudiar.

Le sonrío y me acerco para besarle la mejilla – Feliz cumpleaños atrasado.

– Gracias, Darky – dice con una sonrisa juguetona – Pero en si no fue mucho eso… es que le dije que a veces siento que no le dan ganas de pasar tiempo conmigo – ríe, como si fuera algo divertido – y se puso medio idiota… pero sacando eso, te caerá muy bien.

– Estoy seguro que no me va a caer bien – dictaminé como si fuera obvio – Nadie es ni será suficiente para vos, tomate.

– Hay, ¡vamos! No digas eso… no soy la gran cosa… patosa, enana y roja – ríe suavemente - En cambio tú, ¡mírate! Debes tener novia ya.

– Nope, nadie me atrapó – dije sonriendo – Pasa que ya tengo un amor de mi vida.

– Oh, muchas se van a decepcionar.

– Lástima que no paso nunca nada… es que perdimos el contacto y ahora tiene novio, ¿viste? – digo sacando al lengua.

– ¡Ay, que mentiroso! – exclamó con una risa, pero pude ver que se había sonrojado. – Si apenas me recordabas, señor "estas gastando mi apellido, flaca".

– ¡Lo estabas gastando! Además estas re cambiada, mucho más linda.

– Gracias – contesta con otra sonrisa y un sonrojo un poco mas profundo – Pero sigo siendo la misma… solo diferente envase y… ya no tan plana.

– Y yo sigo siendo el mismo también, solo que más grosero y mandado. Así que ya sabes, si algún día queres meterle los cuernos a tu novio, me podes llamar a mi – Le guiño de esa forma espectacular que tengo de guiñar el ojo.

Oh sí, soy genial.

– Lo tendré en cuenta, cielo – me contesta riendo.

Ya había terminado de preparar todo, así que me lavo las manos y me acerco a ella – Te extrañe amor de mi vida. – Beso suavemente su frente y la abrazo.

– Yo también te extrañe, bastante. –Susurra.

Al separarme y mirarla pude ver que se había sonrojado aun más. Es que soy irresistible.

– Te pusiste del color de tu pelo.

– Bueno, eso es solo porque todo lo que dices es realmente vergonzoso. – Suavemente se acerca y besa mi nuez de Adán. Kami, dame paciencia.

– No tientes al diablo, K-chan, porque no querría que tu novio fuera cornudo sin tu permiso.

Niega con la cabeza, riendo – Esta bien, está bien, lo siento… ¡Es que tu empezaste! – se defiende algo avergonzada.

– Cierto, siempre empiezo yo – No pude evitar sonreír suavemente, era la verdad. – Bueno ahora… ¡A comer!

Al llevar los dos platos recién servidos a la mesa, noto su expresión pensativa. Estaba sonrojada fruncía el ceño de una forma que simplemente no pude resistir.

– ¿Estás bien? Ah, cierto – Sonriendo malvadamente, me acerco a ella, aprisionándola contra el refrigerador, y le doy un beso sensual en el cuello. – Venganza por el beso en la nuez – le digo en un susurro sexy, y al hablar mis labios rozaban su piel.

Sin más, me alejo riendo y sirvo la comida.

Pude oír como ella soltaba todo el aire retenido de forma un tanto graciosa. Casi como un jadeo, de hecho. – No es gracioso – Para disimular su sonrojo se giro y sacó una coca de la heladera – Ya me vengaré de nuevo.

- ¿Segura? Porque yo me vengaré de tu venganza a mi venganza… ugh, ya me mareé – le contesto riendo suavemente. Ella ríe también.

- Estás abusando de tu suerte – dictaminó mientras ponía la botella en la mesa, saca la lengua juguetonamente.

Si, definitivamente esto iba a terminar mal… para el novio de Karina, claro.


¡Review! ¡Review! ¡Review! ¿Sí? ¿Sí? T.T