N/A: todos los derechos reservados a J.K Rowling y la Warner BROS.
PaulaB
Tiempo Presente: Harry / Ginny - Ron / Hermione
Tiempo Pasado: James / Lily - Sirius / Amy - Remus / Lexy
Apodos de los personajes:
Harry Snitchy
Ginny Gin
Ron Ronnie
Hermione Herms
James Prongs
Lily Lils
Sirius Padfoot / Paddy
Amina Amy
Remus Moony
Alexia Lexy
Capítulo uno: "Al pasado"
Era de noche, aunque no tan tarde… Harry, Hermione, Ron y Ginny se encontraban en la biblioteca haciendo las tareas. De repente, Ron encuentra un interesante libro de hechizos antiguos.
-Oigan, miren esto- dice Ron y señala el libro.
Hermione pone cara de reprobación como siempre que algo no le parece correcto.
-Madame Pince dijo que esos libros son peligrosos Ron, no deberías jugar con esos libros…
Ron pone cara de escepticismo.
-Vamos, Hermione, nunca a sucedido nada malo por leer un libro…
-Además, ¿por qué sería peligroso un libro?-preguntó Harry, incrédulo.
-No lo sé, pero ¿no creen que no deberíamos subestimar a Madame Pince?-inquirió la pelirroja.
-Tal vez tengas razón, pero aún así, es un libro… ¿desde cuándo es peligroso leer un libro? Hermione… tú lees millones… entonces deberías estar accidentada o algo así… -concluyó Harry.
Al final, Hermione pareció convencerse.
-De acuerdo… pero si llega a pasar algo…
-Cúlpanos a nosotros y listo-afirmó el pelirrojo.
Ron abrió el libro, haciendo levantar una gran cantidad de polvo.
-¡…por Dios…! Este libro parece que no lo abrieron en siglos… qué asco…
-Tú querías abrirlo… así que no te quejes…-reprochó la chica.
-¿Qué dice…? Está como en otro idioma, no entiendo lo que dice…-dijo Ginny.
-Vamos a tener que leerlo como podamos, a ver que tal… busquemos alguna página interesante.
Estuvieron mirando un rato el libro sin decir palabra. Luego de un rato, Harry pareció haber encontrado algo de interés.
-Miren, eso parece el dibujo de un giratiempos como el que tenías tú, Hermione…
La chica asintió.
-Y ese castillo que está ahí se parece mucho a Hogwarts, ¿no?-preguntó el pelirrojo.
-Sí…-afirmó Ginny-… sólo que más nuevo. Debe ser de hace años…
-Bueno… vamos a intentar leer este jeroglífico… -propuso Ron- ¿Quieres leer tú, Hermione?
La chica lo miró otra vez con reproche.
-Es que tú eres la que mejor lee…
Hermione tomó el libro y comenzó a leer despacio y claro en ese idioma raro, que resultaron ser hechizos, unos tras otros.
"Hoggy Warty Tempuss"
Hermione no había terminado de pronunciar estas palabras cuando una nube gris se cernió sobre ellos, y a partir de ahí, todo se volvió muy confuso. La nube los absorbió como una aspiradora. Luego de unos minutos, curiosamente, los chicos volvieron a encontrarse en la biblioteca, aunque, como ellos empezaron a percibir, algo no era normal. No era nada normal encontrarse con que en la mesa de al lado se encontraban un morocho idéntico a Harry con el pelo desordenado, un chico de ojos grises y pelo negro azulado y otro castaño de aspecto enfermizo comiendo chocolates: eran los merodeadores. Los chicos se quedaron pasmados en sus lugares. Habían viajado en el tiempo.
En otro tiempo
Tres chicos guapos y populares se encontraban en la biblioteca tratando –a excepción de uno que no le costaba en absoluto concentrarse- de hacer la tarea de Defensa Contra las Artes Oscuras (DCLAO). Ellos eran los Merodeadores, el grupo de chicos más popular y más cotizado por las chicas del colegio, y estaba encabezado por James Potter, buscador y capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor; Sirius Black, cazador de dicho equipo; y Remus Lupin, Prefecto y Premio Anual del Colegio.
-Basta, Moony, no puedes obligarnos. Ya ves que Paddy y yo no podemos concentrarnos. –Dijo James.
-Es cierto. Nosotros no estamos hechos para hacer deberes. Estamos hechos para hacer bromas…-agregó Sirius, en tono divertido.
-Vamos, no es tanto… además las bromas no los van a hacer pasar de año… ya se los dije… ¡además esa materia les gusta!
-Sí, Remus, nos gusta tanto que nos acordamos todo lo que dice el profesor Krumble, así que… ¿para qué hacer tarea?
-¡Así se habla Prongs…!-lo festejó Sirius.
Remus Lupin negó con la cabeza.
-Son casos perdidos ustedes dos… ¡no se puede hacer nada! –protestó.
-No -afirmaron al unísono para luego reírse.
Mientras Remus terminaba en informe sobre unos monstruos, los chicos hablaban sobre Quidditch, hasta que vieron algo que les llamó la atención a los tres…
Una nube gris comenzó a surgir sobre la mesa contigua. A continuación, de ella aparecieron tres chicos. Un pelinegro idéntico a James, dos pelirrojos y una castaña.
-Oye, Remus… tú que sabes tanto… ¿Qué pasó…?-preguntó James, atontado por lo sucedido, y no dejaba de mirar al chico, que, extrañamente se parecía tanto a él.
-Creo…- dijo algo atragantado por el suceso -… creo que han viajado en el tiempo…
Los tres chicos se miraron.
-¿Has visto al morocho, James? ¡Es igualito a ti…!-exclamó Sirius.
-Sí, esto es rarísimo- dijo el pelinegro.
-Deberíamos averiguar quiénes son, ¿no?-propuso Remus.
-Tú siempre con tus buenas ideas… ¡Son de otro tiempo, wow!
Los tres chicos sonrieron, y reparándose del susto, comenzaron a ver con buenos ojos lo que había pasado, como si fuera algo muy emocionante.
-Vayamos…
Pero se quedaron allí cuando vieron que los cuatro que habían aparecido de esa extraña nube se habían levantado y se dirigían… ¡hacía ellos! Los chicos se sonrieron con complicidad, al fin averiguarían quiénes son los extraños.
(A partir de ahora cuento desde los dos puntos de vistas mezclados)
Ya en el pasado
-¡Uf!-dijo Ron-¿Qué pasó?... estamos devuelta en la biblioteca…
-¡Mira a tu alrededor…!-dijo la castaña señalando la mesa contigua.
-¿Qué… ¡Qué!? –exclamó Harry al ver a ¿su padre?
-¿Es lo que yo creo, Herms?-preguntó la pelirroja, asustada.
-Sí… chicos… ¡viajamos al pasado, estamos en Hogwarts en la época de los padres de Harry…! ¡Oh,… Harry! – se lamentó Hermione, mirando al chico. Éste aún estaba anonadado por el inesperado encuentro… ¡conocería a sus padres…!
-¿Estás bien?-le preguntó Ginny, sacándolo de su ensimismamiento.
-Sí, sí… eso creo…-contestó él, volviendo en sí.
-¿Y ahora que haremos…?-inquirió Hermione.
-Sé que es una locura, y no lo digo porque es mi padre… pero… creo que deberíamos acercarnos y preguntar por Dumbledore, él sabrá darnos la solución…
-¡Brillante, Harry…! –dijeron todos.
-Pero… no tienes inconveniente en encontrarte de frente a… él…-dijo Ginny en voz baja- ¿no?... es decir…
Harry sonrió. Sabía que a sus amigos les preocuparía su estado de ánimo al ver a su padre vivito y coleando.
-Miren, no me voy a poner mal-aclaró- este es el momento que he estado esperando, es una oportunidad única ¿me entienden? No voy a desaprovecharla, no deberíamos desaprovecharla ninguno de nosotros…
Los demás sonrieron de alivio. Con Harry animado, todo era mucho más fácil que teniendo a Harry deprimido.
-Tienes razón, amigo…
-Bueno entonces… ¿Vamos?-dijo Harry muy emocionado.
Los cuatro se levantaron y de dirigieron hacia la mesa contigua, y se dieron cuenta de que los chicos los miraban con gran interés. Harry pensó que a lo mejor habían estado hablando de ellos, porque no cualquiera se aparece en una nube en medio de una biblioteca.
-Déjame hablar a mí, Herms, porfa...-pidió Harry, sorprendiendo a todos.
-Como quieras. Sólo no digas tu verdadero apellido…
-Oh, claro que no… diré el tuyo… diré que eres mi hermana.
-Qué buena idea, Harry-lo halagó Ginny, haciendo que, raramente, Harry se sonrojara levemente.
-Gracias.
Al fin habían llegado a la mesa de los merodeadores. Los tres sonreían, tal vez de complicidad al notar el parecido entre James y Harry, que era muy notable. Harry no hizo caso y, para su sorpresa (y la de sus amigos), logró hablar con total naturalidad.
-Hola, soy Harry Granger. Ésta es mi hermana, Hermione…-dijo señalando a su amiga, quien sonreía mitad por complicidad y mitad por nervios.-…y éstos dos son mis amigos, Ron y Ginny Creevey-los dos saludaron con sorpresa por el apellido que Harry les había puesto.
-Nosotros somos James Potter… -James se señaló a sí mismo-… éste es Sirius Black y éste es Remus Lupin. Los hemos estado observando, no es por nada pero… ¿Qué era esa nube?
-Es que tuvimos un… problemita…-explicó Hermione.
Los merodeadores prestaban la máxima atención.
-¿Enserio? ¿Y qué problemita?-preguntó muy perspicaz Sirius.
Harry pensó que no era sensato hablar de más, por lo que, por mucho que lo costara, quiso finalizar aquella conversación.
-Un problemita que te contaremos luego de que hablemos con Dumbledore. Necesito saber si está en el colegio o se fue.
Los chicos se miraron con sorpresa por lo bien que se estaba manejando emocionalmente Harry. Por otra parte, los merodeadores se sonrieron, éste tal Harry Granger si que sabía como escabullirse inteligentemente.
-Oh, bueno está bien-dijo Sirius- está en el colegio.
-Muchas gracias, nos vemos luego…-dijo Hermione.
-Esperen, vamos con ustedes, tenemos que darle algo al director-dijo Remus. Los otros dos lo miraron como interrogándolo. A Harry, Ron, Hermione y Ginny la verdad era que les resultaba muy cómico ver una charla entre merodeadores.
-¿Qué cosa tenemos que darle a Dumbledore? ¿Otro informe de castigos de Filch?-dijo Sirius con sorna.
-Sí, así que vamos…
Los tres se pararon y luego comenzaron a irse todos hacia el despacho del director.
-¡Nunca vi a nadie tan idiota como Filch, y esa gata estúpida me las va a pagar, siempre me delata, gata maldita, uno de estos días la voy a disecar…!- Decía James con bronca, mirando a nadie en particular.
El cuarteto no pudo contener la risa. Escuchar al padre de Harry quejándose de Filch era realmente especial. Eran las mismas clases de quejas que Harry diría del menos estimado celador del colegio.
Al fin llegaron al despacho. Harry, olvidándose un poco de que estaban su padre, su padrino y Remus allí, comenzó a averiguar la contraseña.
-Hmm… ¿ranas de chocolate? ¿Caramelos de limón? ¿Plumas de azúcar?... ¿Pastel de calabaza?...-la gárgola se movió- ¿era pastel de calabaza…?
James y Sirius lo miran incrédulos y comenzaron a bombardearlo a preguntas.
-¿Cómo sabías que Dumbledore pone contraseñas de dulces…?-preguntó Sirius.
-Es cierto. Sólo nosotros sabemos las contraseñas. No es típico…
-Créeme…-dijo Hermione interrumpiéndolos-… que es típico de Harry. Denme su reporte de Filch y yo se lo entrego al director…
-Toma…-respondió Remus automáticamente, dándole el reporte de castigos.
-Gracias –dijo ella, y luego se escabulló tras Harry.
Y sin más, los cuatro se subieron a la gárgola dejando a los merodeadores con sin decir una palabra más y con muchas, muchas dudas. ¿Quiénes eran en verdad y de dónde eran? ¿Por qué Granger sabía las contraseñas de Dumbledore? ¿Qué quería decir lo último que les había dicho la chica Granger? ¿Por qué Harry Granger era tan parecido a James?
N/A: dejen RR a ver que tal... ¡Piedad! PaulaB
