PROLOGO
-Malditos zapatos molestos, no sé cómo pueden usarlos estos humanos inservibles…- refunfuñaba mientras caminaban- Maldita brisa primaveral y maldita pollera tableada cómplice de la brisa maldita…- los pasos eran constantes y eran el único sonido que acompañaba la voz femenina además del susurro de los arboles- Maldita mugre que vuela con la maldita brisa enredándose en mi cabello, hoy no debería haber despertado, no debería estar caminando, maldito sea el instante en que desperté…
El sonido de pasos se atenuó indicando que el interlocutor que la acompañaba se había detenido. La brisa aumento sacando una nueva maldición de los labios de la joven que aun caminaba por el sendero peatonal. El viento acaricio la figura de su acompañante mientras este suspiraba observando el cielo brillante y despejado, un ave atravesó aquella claridad sacando una sonrisa del rostro suave que la observaba volar. De repente la dueña de los improperios se percato de estar caminando a solas y se volteo observando la concentración de la muchacha.
-¡Alice! ¿Vienes?- grito la muchacha que se encontraba más adelante regresando a la realidad a la joven distraída.
-perdóname Alice…- respondió mientras corría al encuentro de la primera- ¿Qué me decías?- pregunto esbozando una leve sonrisa en su rostro pálido mientras miraba con ternura como comenzaba nuevamente la cadena de protestas de su acompañante
En el bullicio de aquella habitación, en uno de los bancos de madera una cabeza rubia utilizaba unos brazos de almohada estando ajeno el dueño de la misma de lo que ocurría a su alrededor. Los jóvenes que se encontraban en aquel lugar no paraban de gritar, moverse o lanzarse objetos.
De repente la puerta del aula se abrió ingresando una mujer mayor que se ubico a mitad del aula tranquila y con una sonrisa en su arrugado rostro.
- muchachos, por favor préstenme atención. –dijo dulcemente siendo tapada por el bullicio, pero no hizo falta decir más, todos los alumnos se dirigieron de forma tranquila a sus ubicaciones prestándole su mayor atención a dicha mujer, incluso el joven rubio levanto su vista observando a la mujer frente al pizarrón- veo que hoy llegaron llenos de energía, eso es bueno. Tengo una noticia para ustedes, desde hoy tendrán una nueva compañera- la señora de edad dirigió su mirada a la puerta y cerrando los ojos con una sonrisa continuo- puedes pasar querida….
Las miradas de todos los alumnos se centro en la figura menuda y delicada de la joven de largos cabellos castaños en los cuales destacaban dos largas y delgadas trenzas. La muchacha camino con un paso seguro y fuerte hasta el medio del salón, llevaba puesto el uniforme del instituto que consistía en una pollera tableada con una camisa cubierta por un pulóver del color azulado de la pollera; sin embargo su uniforme era particular, su pollera era demasiado corta, sus medias llegaban hasta la mitad del muslo, la camisa estaba desabrochada en sus primeros botones y no llevaba la corbata, las mangas estaban arremangadas y las puntas de la camisa sobresalían debajo del pulóver. Una vez que llego al centro de la clase la muchacha se paro colocando una de sus manos en su cadera y dejando una pierna estirada, los profundos ojos amatistas se clavaron en los alumnos presentes logrando que se alborotara un pequeño murmullo compuesto por halagos con respecto a su presencia.
La profesora estuvo a punto de pedirle que se presentara cuando la chica de cabellos castaños señalo rápidamente a todos los presentes con un dedo índice acusador antes de empezar a gritar:
-ESCUCHEN BIEN INUTILES HUMANOS. – Se señalo a sí misma con su dedo pulgar antes de continuar- YO, ALICE BASKERVILLE, SOY DESDE ESTE MISMO MOMENTO DUEÑA DE SUS MISERABLES VIDAS
