Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Stephanie Meyer y a nadie mas...! XD Yo solo juego con ellos :)
Summary: Él un torero español, Ella una celebridad de EE. UU comprometida con un empresario multimillonario. De alguna forma su relacion funciono... Ahora comienzan su nueva vida juntos. ¿Como resultara? Continuacion de mi fic Hold On. Se aconseja leer la primera parte para entender mejor esto. Lemmons incluidos..!
N/A: Lo prometido es deuda, aqui les subo el primer capitulo del fic. Pidieron segunda parte... Aqui se las doy...! depende de cuantos sigan la historia y los review que tenga seguire subiendo caps...!
Es un gusto volver a subir fics..!
Se les quiere...!
Nuevas lectoras disfrutenlo..!
Capítulo I
Pesadillas.
Toros furiosos, con ojos rojos como sangre y espuma rebosante en la boca. Cuernos largos y puntiagudos, un animal de más de quinientos kilos en puro musculo y fuerza, patas traseras hechas para resistir y patas delanteras listas para las envestidas... Una maquina asesina pacifica en su mayoría de tiempo, pero que en la tauromaquia estaba lista para matar a cualquier novato que pusiera su pie en el ruedo… Los toros ensangrentados, con espadas ensartadas en sus espaldas rugían y se desesperaban, lo peor era… Qué todos venían por Edward…
Bella se despertó a media noche entre gritos sofocados y un pegajoso sudor en su frente… Era la decima vez que tenía el mismo sueño, miles de toros se abalanzaban como animales salvajes, sin control ni piedad. Furiosos. Contra Edward, todos al mismo tiempo. Desesperados por matar al ser que los había herido y lastimado sin compasión alguna.
Bella se olvido un momento de donde se encontraba, hasta que la respiración pesada de Edward a su lado le saco de su miedo irracional, él se encontraba durmiendo profundamente a su lado, suspiro con tranquilidad al ver que sus gritos no lo habían despertado. Los calmantes hacían un fuerte efecto sobre él. Se inclino con suavidad, hacia él tratando de no hacer ningún movimiento brusco, sus heridas estaban muy recientes. Poso su mano delicadamente sobre su frente quemándose irremediablemente, Edward estaba hirviendo en fiebre.
Bella se estremeció y palideció de la preocupación, como era de costumbre desde hace unas semanas desde que empezó la temporada de corridas en pamplona. Había pasado un año entero desde que se encontró con Edward nuevamente y esta vez para no abandonarlo jamás. Su amor y pasión seguía tan latente como la primera vez que cruzaron miradas, solo que más fortalecido por la amistad y tiempo compartido. Bella se paro con sumo cuidado tratando de no despertarlo ni inquietar su sueño, las noches eran la peor parte del día, después del accidente.
Una vez fuera de la cama, Bella corrió al baño y cogió el kit de primeros auxilios preparado especialmente para estas situaciones, tomo la gran caja blanca y volvió a la habitación, no sin antes coger un envase con agua helada de la ducha.
Una vez en la habitación se sentó al lado del enfermo y comenzó a mojar toallitas en el envase con agua, luego se las coloco en la frente y en el cuello. Edward se inquieto un poco pero no se despertó. Bella prendió la luz de la lámpara de la mesita de noche para ver mejor su estado. Observo su dulce rostro, su piel estaba pintada con un hermoso tono mantecado y sus mejillas teñidas de rojo al igual que sus perfectos labios debido a la elevada fiebre, sus cabellos cobrizos y rebeldes se veían opacados, tristes por el sudor y el dolor de sus heridas. Aunque parecía un pequeño querubín, tan pacifico y relajado, sufría. Bella odiaba verlo en ese estado.
Tenía que darle antibióticos para parar la fiebre y Edward… Casi roncaba. Se acerco más a él con cuidado de no lastimarlo y comenzó a besar con delicadeza su cuello, sus labios en segundos comenzaron a arder al igual que Edward. Siguió besándolo hasta llegar a sus labios dandole un dulce y apasionado beso que aunque estuviera dormido. Edward respondió instantáneamente lanzando un gemido de satisfacción.
-"Me hubiese encantado que las enfermeras me despertaran así en el hospital"- Dijo en un perfecto español, sonriendo y no aguantando una débil carcajada que pronto se convirtió en un gemido de dolor, automáticamente su única mano utilizable se poso sobre la herida más grande y profunda, en el costado izquierdo justo en sus costillas.
-"¡EDWARD! ¡Ten cuidado! Se Pueden salir las puntadas"- Dijo Bella con un chillido entrecortado, le quito las sabanas con cuidado y verifico sus heridas mientras Edward hacia un berrinche como niño pequeño. Bella minuciosamente verifico la de su brazo izquierdo, no era muy grave pero le mantenía inutilizado el brazo, había tocado un nervio y hasta que no sanara no podría moverlo, su otra herida estaba en su muslo derecho y esta era más profunda y larga, pero cicatrizaba perfectamente. La última se encontraba en su lado izquierdo del torso, sobre las costillas. Esta era más profunda y menos angosta, el cuerno del toro había atravesado hasta el interior, chocado con sus costillas y rasgado su pulmón izquierdo, los doctores decían que de haber recibido con más fuerza la envestida no hubiera podido conservar el pulmón.
-"Bells estoy bien…"- Dijo Edward rodando los ojos-"Te comportas peor que mi madre"- Bella sonrió acostumbrada a su comentario ya lo había repetido cinco veces esa semana.
-"Si no lo hago yo, entonces ¿quién?"- Dijo levantando con cuidado el vendaje de la herida del torso, estaba un poco magullada pero los puntos estaban intactos, soltó un suspiro de tranquilidad y comenzó a buscar en el botiquín los antibióticos para bajarle la fiebre.-"Ten, tomate la pastilla"- Dijo dándole un vaso con agua y el medicamento.
-"¡Bella estoy bien! ¡No necesito esa porquería de pastilla!"- Dijo actuando otra vez como niño pequeño, odiaba sentirse inútil y los cuidados de bella solo lo tensaban mas, desde el accidente en el ruedo había sido un calvario para él. Bella lo miro con los ojos entrecerrados, se estaba agotando de su terquedad.
-"Tomate la pastilla y PUNTO"- Dijo en perfecto castellano, desde su rencuentro con Edward se dispuso a aprender el idioma y actualmente hablaba con fluidez este. Edward se estremeció ante la mirada de Bella e ingirió la pastilla sin más reclamos, Bella esbozo una sonrisa de satisfacción y un bostezo salió de su boca.
-"Deberías descansar, cielo… No has dormido bien"- Dijo Edward sintiéndose una vez más como una carga.
-"He dormido lo suficiente… ¿Cómo te sientes?"- le respondió bella olvidándose del cansancio físico que tenia.
-"Cariño, desde hace dos semanas que no duermes bien… Me preocupo por ti ¿sabes? Yo estoy muy bien, de hecho mañana mismo ¡podría torear dos toros de ser necesario!"- Bella se incomodo en la cama al escucharlo y un escalofrió le recorrió la medula espinal, el solo escuchar la palabra toros le daba nauseas y un miedo atroz la carcomía de tan solo imaginar o suponer que Edward volviera al ruedo. Bajo la cabeza asustada y con las lágrimas a punto de aflorar, se observo las manos en silencio. Edward noto la reacción y en seguida supo a que se debía, soltó un largo suspiro y con su mano útil tomó la mano de Bella.-"Acuéstate conmigo"- Ella no lo miro a los ojos, sabía que no podría soportarlo, solo se limito a obedecerle. Se recostó sobre la gran cama con cuidado y delicadeza apoyo suavemente su cabeza sobre el pecho de Edward, este se quejo un poco pero en silencio, no quería que Bella sufriera más.-"Te amo"- Le dijo en un susurro.
-"Y yo a ti…"- Le respondió Bella, con una lagrima rebelde resbalando por su mejilla y mojando un poco el pecho de Edward, este lo noto.
-"Es mi trabajo… Amo lo que hago Bells…"-
-"¡¿Por qué no puedes ser profesor? O ¿Matemático? ¿Por qué no puedes trabajar en un cubículo de una empresa? ¡¿Por qué no puedes ser un topógrafo? ¡¿Por qué diablos tenéis que jugar con la muerte solo por unos billetes?"- Exclamo Bella parándose de golpe y llorando sin control. Edward solo descanso la cabeza con pesadez sobre la almohada y miro fijamente al techo, ya muchas veces habían tenido aquella conversación.
-"Es lo que amo, Isabella."- Dijo con tranquilidad, no tenia ánimos de discutir con ella sabía muy bien que solo estaba preocupada por él. Bella no le respondió y se paro en silencio para luego encerrarse en el baño, Edward la siguió con la mirada hasta su destino.
Bella se sentó en el suelo apoyada de la puerta de baño, pasaría allí la noche de ser necesario, no quería verlo ni quería que los criados la descubrieran durmiendo en el sofá o en algún cuarto de huéspedes. Cuando aprendió el idioma se dio cuenta de que muchos de los empleados hablaban frente de ella en español y lucían sonrisas encantadoras pero en realidad apostaban entre ellos sobre cuánto duraría con su amo. No les daría más sobre que apostar.
Toc, Toc Alguien tocaba la puerta del baño, Edward apenas se podía parar solo así que Bella dudo que lo hubiera hecho.
-"Bells… Abre la puerta… Lo lamento"-Dijo Edward jadeando al otro lado de la puerta. Bella se paró de golpe alarmada, no podía creer la locura que estaba cometiendo Edward. Abrió la puerta y lo vio apoyado en una pared respirando con mucha necesitad y una mueca de dolor cruzaba por su rostro.
-"¡ESTAS LOCO O QUE!"- Le chillo a la vez que tomaba su brazo intacto y se lo colocaba sobre sus hombros, comenzando a llevarlo lentamente a su cama, Edward gimió de dolor y maldijo varias veces en el camino, una vez sentado en la cama aun sintiendo el punzante dolor en sus costillas, respiro profundamente.-"No entendiste cuando el doctor dijo REPOSO ABSOLUTO, ¡si te dieron de alta fue porque prometiste eso!"- Mientras Bella vociferaba a los mil vientos, sobre su salud Edward solo la observaba dar vueltas por la habitación articulando con las manos, con su camisón de seda roja semitransparente y sus cabellos rizados alborotados por su rostro. Estaba furiosa caminando de un lado a otro sin percatarse de la expresión de Edward.-"¡¿Se puede saber qué es lo que te causa gracia? ¡No estoy jugando Cullen!"- Dijo deteniéndose de golpe y mirando la sonrisa torcida que Edward tenía en su rostro.
-"Es que… Te vez tan sexy cuando estas enojada… Si… Si no estuviera como estoy… Ya te habría callado hace rato"- Dijo desviando su mirada al suelo y tragando saliva pesadamente, bella se puso roja como el tétano y cruzo sus brazos sobre su pecho, luego se le acerco lentamente y le dio un largo y apasionado beso que Edward no esperaba. Cuando separaron sus labios para poder respirar Bella dijo en un jadeo.
-"No… No estarás así para siempre…"-Edward la miro a los ojos y en ellos veía lo mismo que él sentía… Deseo y lujuria. Bella se mordió su labio inferior y Edward soltó un gemido.
-"Me estas matando Isabella Swan"- Susurro Edward mientras la besaba con urgencia y necesidad.
-"No podemos… Edward…"- Bella se le separo sintiendo como si le arrebataran la vida con esa separación.
-"Cariño no puedes molestar a un toro y luego tenerle miedo a los cuernos, por favor… No pasara nada, estoy perfecto… No me dejes así."- Dijo respirando agitadamente y con su corazón a mil por hora, necesitaba el cuerpo de Bella como nunca lo había necesitado y ella igual. Bella trago pesadamente y le dio un dulce beso en la frente, jadeando como si ella fuera la de las heridas…
-"No puedo… Por más que quiera… No voy a hacerlo cuando se que puedes ponerte peor…"- Edward soltó un resoplido y le rodo los ojos.
-"De acuerdo, jefa"- Dijo con ironía mientras veía al suelo nuevamente, estaba frustrado y enojado, Bella le beso en la mejilla y lo ayudo a recostarse nuevamente en la cama. Apoyo la cabeza sobre la almohada y no menciono mas palabras solo se quedo mirando fijamente al techo con cara seria, Bella midió su temperatura, estaba bajando por los medicamentos y sus heridas no se habían abierto.
Con tranquilidad Bella se recostó a su lado y se durmió en minutos, Edward la observo por el reflejo de la lámpara de noche y con su mano intacta le acaricio la mejilla, jamás podría enojarse con aquella mujer. Por más que lo lastimara, lo rechazara o lo insultara… Su amor por ella era más grande que eso.
Como siempre menciono al final... Acepto opiniones, dudas, advertencias, comentarios, cualquier cosa :)
saludos...!
:)
