Dom: Para Gui de Sorcieres de la Neige. Tú eres mi Dominique, y espero que alguna vez encuentres tu Lysander. Este es mi personaje favorito de la Tercera Generación, Dominique. Espero que les guste el FanFic.
Disclaimer: Nadie hace mejores Disclaimer que Gui, pero lo intentaré. Todo pertenece a J.K. Rowling. Sin fines de lucro.
—Loca que se cree cuerda—
Así era conocida Dominique por Lysander. La loca que se cree cuerda. La que compra caramelos pinta lengua y luego anda con toda la boca de color morado. La que se hace una trenza alrededor de la cabeza como si fuera una soga y se pasea así por Hogwarts. La que si hace frio, va a clases con pantuflas de animalitos.
Y si, Lysander tenía que admitirlo, Dominique Weasley le daba miedo. Le daba miedo que use esos anteojos sin vidrios verdes y que se la pase cantando canciones más raras que su propio cabello. Ese cabello, que a la luz era más bien pelirrojo, pero en realidad era algo así como rubia con toques castaños.
Sin embargo, a la hora de decir sus amigos, Dominique era la primera. No, no eran amigos, eran hermanos. Se lo demostraba cuando después de un partido de Quiddicht en los vestidores, no había problemas si se trataba de verse entre sí desnudos. Cuando los de Slytherin lo molestaban y ella era la primera que salía en su defensa. Cuando se había roto el brazo en un entrenamiento, y ella misma lo llevo en sus brazos a la enfermería. Cuando él no sabía besar, y ella lo ayudo demostrándole como…
Ese recuerdo le daba vergüenza a Lysander, y no sabía por qué. ¿Cómo no podía darle vergüenza ver a Dominique desnuda, pero un roce de labios pudo ocasionar tanto daño en su amistad? Se preguntaba Lysan todos los días, a la espera de una respuesta que nunca llegaba.
Y es que últimamente las cosas andaban raras. No todo era lo mismo, había cambiado. Se daba cuenta cuando Dominique se aproximaba a él y sus mejillas se ponían rojas. Cuando observaba su cabello multicolor al sol, y sentía que el estomago le daba vueltas. Cuando veía esos ojos, y nada importaba. Cuando quería besar esos labios pintados de morado…
— ¿Sabes Lysander?—Dijo Dominique esa noche, sacándolo de sus pensamientos— La vida puede dar muchos giros sin que te des cuentas. Hace un tiempo hubiera jurado que quería que fueras mi mejor amigo siempre. Pero hoy no.
Lysander, muy tenso ya sombrado, frunció el entrecejo.
— ¿Por qué no?—Susurró con miedo, preguntándose que había hecho mal. Pero Dominique sonrió, acercándosele.
—Por qué ahora quiero que seas algo más— Susurró la chica, con una sonrisa— Porque me encanta cuando te pones rojo si estoy cerca. Porque eres el chico más bueno que conozco. Por qué no puedo evitar sonreír si estoy contigo. Y porque estoy enamorada. Y es de ti.
De pronto, Lysander lo comprendió todo. Los sentimientos no habían cambiado. Los sentimientos habían salido a la luz luego de ese beso. Por que se amaban, y Lysander estaba seguro que eran el uno para el otro.
Y es por eso que cuando sus labios entraron en contacto, y los brazos de Dominique abrazaron su cuello, no se aparto. En cambio, sintió lo más lindo que puede sentir un ser humano en la vida.
Lysander sintió amor.
