Cap. 1: Una jaula lujosa

Decir que planeé encontrarme con ella sería una gran mentira. Nunca imaginé que llegaría tan lejos hasta el punto de verla desde mi ventana o esperar que llegara a arreglar jardín como solía hacerlo todas las tardes en que el sol brillaba. Esto... ¿No están entendiendo un pedo verdad? Sí, lo imaginé. Mi nombre el Sasuke Uchiha, vivo en una enorme mansión alejada de la ciudad. Estoy bajo la tutela de mi hermano ¿Por qué? No, mis padres no murieron ni soy adoptado. De hecho, mis padres nos abandonaron cuando yo apenas tenía 5 años; así es, no sé como hizo él pero logró salir adelante por su bien y por el mío después de quedar solos y por eso es que cuando intento recordar a mis padres, el rostro que veo es el de mi hermano, lleno de tierra y con enormes ojeras que revelaban el agotamiento de trabajar día y noche, apenas teniendo 13 años; pero todo el trabajo que hizo valió la pena, ya que logró establecer la enorme compañía multimillonaria que siempre había querido tener.

¿Se preguntan por qué mamá y papá nos abandonaron? Simple... yo soy una bestia... no es que sea mala persona, sino verdaderamente una bestia. Estoy poseído por el espíritu de un espiritu demoniaco llamado "Makotsu", el lobo blanco; mi abuelo me dijo que es algo que ocurría cada 10 generaciones en nuestra familia y que mis padres no fueron capaces de superarlo... pero no era mi culpa, yo no quise esto ¿Era culpa nacer en el año equivocado? La culpa seria suya, entonces ¿No?. Desde que mis padres nos abandonaron, Itachi me alejo de todas las personas, dijo que la gente no soportaba encontrarse con chicos como yo... diferentes. Incluso ahora, cuando ya tengo 16 años no me deja salir de casa; ni siquiera voy a la escuela, tengo un tutor privado que viene 4 veces a la semana.

Así que era la ocasión perfecta, Itachi había salido a una reunión de negocios hace unas cuantas horas y no había nadie más en la casa a parte de mí, al menos eso era lo que yo creía. Me encontraba acostado en la grama del enorme jardín de la mansión rodeado por una innumerable cantidad de narcisos, mi flor favorita. Todo se sentía en extrema paz hasta que oí una voz femenina que cantaba una canción mientras que se acercaba.

"Natsuhiboshi naze akaii
Yuune kanashii yume wo mita
Naite hanashita
Akai me yo

Natsuhiboshi naze mayou
Kieta warashi wo sagashiteru
Daraka kanashii yume wo miru"

Cuando aquella voz termino su canción estuvo lo suficientemente cerca como para verme, así que corrió hacia mí para poder distinguirme. No estaba seguro que iba a decir cuando me vieran, se supone que nadie debía hacerlo. Pero yo había roto las reglas así que estaba dispuesto a asumir mis consecuencias.

-Disculpa, pero esta es una propiedad privada –Me dijo con una sonrisa aquella figura que se acercaba. Era una chica hermosa la que estaba frente a mí; tenía la piel blanca como la nieve, el cabello rosa y ojos color jade-.
-Lo sé –Le dije con voz y mirada seria (Muy características de mí) mientras me ponía de pie. Ella tuvo que levantar su cabeza para poder verme a la cara ya que yo era bastante alto- Vivo aquí.
-Jamás te había visto ¿Eres algún familiar del señor Uchiha? –Preguntó voz inocente y algo confundida-.
-Sí, soy su hermano… menor –Dije un poco apenado-.
-No sabía que mi señor tenía un hermano.
-Mi nombre es... –Antes de que tuviera la oportunidad de decir mi nombre escuche los gritos de mi hermano muy cerca-.

Aquí vienen las consecuencias de las que les había hablado.

-¡SASUKE! ¡¿Qué haces aquí afuera? ¡Te dije que no me gusta que andes... –Su voz se detuvo cuando logró ver que yo tenía compañía. Corrió hacia nosotros y me miró en forma amenazante, luego se puso delante de mí, como si tratara (en forma inútil) de esconderme de aquella chica- Sakura, perdón por las molestias que pudo haberte causado mi hermano. Es un imprudente, él sabe que no debe salir de casa, pero me desobedeció.
-Tranquilo, señor Uchiha. No ha hecho nada malo –Dijo a mi hermano mientras me miraba con una sonrisa dulce, que hizo que mis mejillas pálidas se sonrojaran- De hecho, he sido yo quien ha molestado a su hermano... Sasuke.
-No digas eso –Itachi besó la mano de aquella chica, que aparentemente se llamaba Sakura- Este hermano mío es un tonto, no sabe tratar con una dama. Y tú, jovencito –Se volteó para encontrarse con mi mirada- Estas en serios problemas –Me tomo por la muñeca con brusquedad y me llevó hacia la casa como si yo fuera un niño pequeño-.

Mientras que nos alejábamos, yo no podía dejar de ver a aquella chica. Hacía años que no veía a una persona que no fuera mi hermano; me emocionaba e intrigaba su persona; quería saber quién era, que hacía, todo lo que pudiera saber sobre ella.

A penas llegamos a la entrada principal, Itachi cerró la puerta con brusquedad y me miró muy enojado.

-¿Quieres explicarme que estaba pasando allí? –Levantó el tono de voz- ¡¿Qué estabas haciendo fuera de casa? Tienes idea de lo que habría pasado si... –No terminó la frase porque yo lo interrumpí-.
-¿Si me hubiera transformado? –Dije en un susurro-.

Itachi me miró con los ojos tristes y me abrazó con fuerza. Yo me limité a no moverme.

-Sabes que te mantengo aquí porque quiero protegerte –Dijo sin soltarme-No quiero que nadie te lastime; las personas... son crueles con...
-Gente como yo... –Terminé su frase- Lo sé, siempre lo dices...
-Entonces, ¿Por qué me desobedeces cuando te digo que no salgas? –Me apretó con más fuerza, como si creyera que alguien me iba a apartar de él- Me destrozaría por dentro si te viera llorar como aquella noche otra vez.
-Ya no soy un niño…
-Pero sigues siendo humano.
-Yo no estoy tan seguro… Después de todo, esta apariencia humana no es más que una capa que esconde quien soy en verdad.
-¡No digas eso! Tú eres mi hermanito –Me apretó con más fuerza- Y eres 100% humano
-Los que son 100% humanos no tienen que usar un brazalete para evitar transformarse, pero de todas formas no quiero vivir así, escondiéndome… quiero ver el mundo.
-Tienes una computadora ¿No es así?
-Sabes que no es lo mismo... quiero... ser libre.
-Prometo llevarte conmigo la próxima vez que vaya a la ciudad.
-¿Sabes…? -Me alejé de él, separándome de su abrazo- No importa... fui imprudente, lo siento. Prometo que no lo volveré a hacer.

Di media vuelta y me fui de regreso a mi habitación, sabiendo todo el daño que le hacía a mi hermano. Pues todo lo que hacía por mí, era porque se sentía culpable de que yo fuera la vestía y que él no pudiera hacer nada para impedir mi sufrimiento.

A partir de ese día, a partir de ese abrazo supe cual era mi destino, quedarme encerrado para siempre; porque no hay lugar en este mundo para alguien como yo, que estaba obligado a vivir con la carga de un monstruo y sabía que ni el más glorioso de los milagros me salvaría, no esta vez...


Ya me lo había prometido, era cuestión de orgullo; ya no quiero que mi hermano esté preocupado por mí, tengo hacer caso a esa absurda regla que me ha perseguido desde pequeño. "No salgas fuera bajo ninguna circunstancia" esa frase retumbaba en mi cabeza una vez más: Antes tenía ganas de desobedécela solo porque Itachi la repetía tanto, pero… ahora lo único que me importa es obedecerla.

Sin embargo, ahí estaba ella. El lado de aquella manzana que tenía tantos deseos de probar... las otras personas; me daba curiosidad ¿Pensará ella igual que yo? ¿Cuál será su color favorito? ¿Le gustará la música? ¿Cuántos años tendrá? Quería saberlo, saber todo sobre ella… mi única conexión con la otra vida.

No podía dejar de observarla a través de mi ventana. Sus delicadas y blancas manos rozaban los pétalos de los narcisos mientras los regaba y cortaba la mala hierba. De vez en cuando ella se volteaba a verme y me dedicaba una sonrisa ¡Me emocionaba que hiciera eso, pero preferiría que ni me viera!

Sonó mi celular sacándome de mi bello mundo imaginario ¿Quién más podría ser si no el único contacto que tenía en mi directorio telefónico?

-Hola Itachi –Dije sin ganas con el celular en mi oreja.
-¡Sasuke! Qué bien que me contestas, es una emergencia...
-¿Ahora qué pasa? –Mi voz tenía un tono de curiosidad pero seguía siendo desganado.
-Te explico en el camino, ve a la entrada de la casa y espérame ahí que ya voy en camino –Parecía estar apresurado, como si algo le preocupara
-Pero no entiendo…
-¡Solo hazlo! Y no hables con nadie.

Trancó el celular. Aun seguía preguntándome que había pasado allí pero ya lo averiguaría luego, por ahora sería mejor obedecer a mi hermano.

Cuando estaba esperando por él, Sakura se acercó a mí, "Y no hables con nadie" ¿Eso la incluía? No… creo.

-Sasuke, oye Sasuke… ¿Desobedeciendo a tu hermano otra vez? –Me habló en tono divertido.
-No… me dijo que lo esperara aquí afuera, no sé porque.
-Creo que yo sé porque –Se alejó corriendo y varios minutos después regresó con un hermoso narciso- Mándaselo a tu abuelo de mi parte.
-Pero como sab... –No terminé de hablar porque Sakura se alejó corriendo, pues mi hermano estaba llegando.

La limosina paró con brusquedad frente a mí, como si hubiera acelerado mucho anteriormente. Abrí la puerta con la expresión sumamente perdida y examine el rostro de Itachi. Estaba preocupado, había llorado –lo noté porque sus ojos estaban rojos, seguían húmedos y habían gotas de agua en el asiento de cuero del auto. Me miraba con una expresión melancólica que dé inmediatamente me hizo saber que algo andaba mal.

-¿Por qué esa cara? –A pesar de la curiosidad mi expresión era fría.
-¿Por qué esa flor? –Me dijo tratando de cambiar la conversación mientras que se hacía a un lado para que yo subiera al auto.

Entré al auto y le sonreí.

-Es para el abuelo, estaba ahí esperando y… -Me acorde de que hablar con Sakura estaba prohibido- Supuse que iríamos a visitarlo, quería llevarle algo.
-Si… -Frotó sus ojos para secar lo húmedo- Vaya que le debemos a ese anciano; él fue el padre que jamás tuvimos y siempre quiso lo mejor para nosotros, sin su apoyo jamás seria lo que soy ahora.
-Lo sé, igual yo… -Dije con voz tan baja que ni mi hermano me escuchó.

El resto del trayecto fue en completo silencio. Itachi prefería el silencio y solo miraba su venta con la expresión sumamente perdida, pensé en hablarle pero por ahora que no conocía la situación era mejor que cerrara mi boca para no meter la pata. Ya había empezado a preocuparme ¿Qué estaba pasando? ¿Le había pasado algo al abuelo? Y también había otra cosa que no entendía... ¡¿Cómo Sakura supo lo de mi abuelo? Aunque no le di vueltas al asunto, por ahora era más importante lo que le pudiera haber pasado a mi "casi padre". Habían cosas que no cuadraban en el asunto ¿Hace cuanto había enfermado? Al parecer esta enfermedad ya tenía tiempo cultivándose y ¿Por qué nunca me enteré hasta ahora? Nuevamente parecía que yo era el único ignorante en este cuento...

Abrí la puerta de la habitación de mi abuelo con sumo cuidado tratando de hacer el menor ruido posible. En el centro había una cama con un anciano encima de ella: se veía tan débil y delgado que hasta yo dudaba de que fuera el mismo hombre que yo recordaba; traté de recordarlo como era antes... en aquellos tiempos en que me tomaba en sus brazos y me lanzaba al aire. No sé porque pero el estomago se me revolvió de los nervios mientras seguía con la mirada a Itachi, quien se acercaba al abuelo y tomaba su temblosa, raquítica y débil mano. ¿Por qué...por qué él? Toda mi vida no he recibido más que pérdidas: Mis padres, mis amigos, mi humanidad... justo ahora que ya creía que no tenía nada que perder ¡¿Acaso ya no era suficiente? Al parecer no.

Recordé en ese momento el narciso que Sakura había buscado ¿Era para mi abuelo, cierto? ¿Cómo supo que vendría hasta acá?¿Itachi le había mencionado algo antes? Solo lograba formularme más preguntas antes de responder a mis dudas. Dudé por un instante pero luego me coloque junto a Itachi y observe su rostro: triste, destrozado... no estaba listo para dejarlo ir pero sabía que la hora ya había llegado. El abuelo me sonrió y yo le correspondí y extendí mi mano.

-Esto es para ti, es un narciso... ¿sabes? Podemos pedirle un deseo para que te recuperes –Trataba de esconder el miedo que tenia de perderlo con una sonrisa falsa que el reconoció a la perfección.
-No vale la pena gastar algo tan valioso en un cuerpo tan viejo como éste. Será mejor que lo guardes por ahora, dentro de poco seguro lo necesitare más que nunca...
-Dentro de poco estarás muerto –Dijo Itachi para sí mismo en voz tan baja que apenas yo pude oírle.
-Eso tal vez sea verdad mi pequeña pata de conejo por eso antes de irme quisiera compartir algo con ustedes... Itachi ¿Recuerda lo que hablamos hace poco? Quiero que esa petición la aceptes.
-Si abuelo... hoy mismo me encargare personalmente de todo.
-Y tú Sasuke… hay un momento en la vida de todo hombre en que debe tomar la decisión correcta: La más dura, la más difícil... pero te juro que ese será el primer paso hacía tu eterna felicidad ¡Nunca te cierres a cosas nuevas! Si hay algo que puedes hacer por mi prometerme que serás tú mismo siempre y sonreír sin importar que pase, trata de ser fuerte por Itachi... y por ti.
-Lo prometo.
-Tengo unos nietos maravillosos... sería egoísta pedir más de ustedes.
-Abuelo… -Itachi le miró con una sonrisa.

Por un segundo hubo silencio hasta que el abuelo le hizo señas a Itachi para que se acercara y le dijo algo al oído. Hecho esto, él me tomo por la muñeca y me llevo fuera de la habitación.

-¿Qué pasa? –Pregunte con muchas dudas en mi mente.
-Nada, es solo que… no se si pueda cumplir con lo que el abuelo está pidiendo…

CONTINUARA