Wiiii :D volví a escribir aunque sea un poco. No es bueno dejar que nos oxidemos y pues como era un drabble (mirando hacia arriba inocentemente). Espero que les guste, y la pareja es nueva para mí, pero no sé por qué se me ocurriò. En fin... ¡disfrútenlo!

Contrato infinito

-Eriol…-

-Mmm-

-¿por qué simplemente no le pides a Yue que vuelva a ser tu guardian? Las cartas ya están controladas, podrían venir cuando quisieran…-

-Porque ahora los tengo a Spinel y a ti. Yue y Cerberos son de Sakura.

- Ya veo.- Rubi Moon calló y se echó para atrás el cabello. Empezó a trenzarlo, dándole una forma caprichosa con sus hábiles manos. De reojo, observaba a Eriol y no podía evitar sentir su presencia más intensa que en otras ocasiones. El frágil cuerpecito de niño había quedado atrás para dar paso a una forma de hombre. Con 18 años recién cumplidos, el travieso adolescente acababa de entrar al mundo de los adultos como la reencarnación de un mago poderoso, y con ello su presencia se había vuelto muy atrayente.

- Empieza a nevar-

- Quiero quedarme un rato más si no te importa.- dijo ella

-Te acompaño…-

Por mí que no lo hicieras Eriol

Hace rato que había una atmósfera cortante en la casa, las cosas ya no eran iguales. Tanto él como ella habían madurado física y emocionalmente. Una opresión, algo los callaba a los dos. Ella no sabía qué era y él tampoco podía explicárselo pues la última vez que pasó todo salió mal ¿y si tenía que dejarla? ¿y si debía cambiar de amo como Yue? No lo soportaría otra vez, eso era claro. Ella no podía envejecer y el sí, deberían separarse quisieran o no.

A su vez, Nakuru ya no podía pensar en Eriol como su hermanito. Atenderle y vivir con él, esa era su misión. Pero cada vez era cada vez era más difícil ver cómo las chicas lo pretendían, como a veces salía con ellas. Y sin embargo, descartaba cualquier muestra de ira. No podía, era su amo y ella la guardiana.

Con Touya era distinto, por alguna razón. Ella no sentía que su pecho fuera a estallar cada vez que le hablaba, no se sentía muy celosa si yukito se acercaba, no sentía nada parecido.

-Nakuru…-

Ella alzó la vista y por una vez le sostuvo la mirada. En mucho tiempo los ojos azules se fijaron atentamente en los castaños.

-Si yo algún día falto…¿qué harás tú?-

La chica se mordió el labio. No podía decirle que moriría con él, pues no podía.

Solo quiero vivir contigo el tiempo que quieras darme y si nos faltas… haría todo lo que me dijeras para honrarte, incluyendo servir a quien desees.-

Eso era todo lo que necesitaba oír- dijo Eriol mientras se acercaba cada vez más a Nakuru.

Y en medio de la noche nevada, se oyó el sonido de un beso...


¿Sorprendidos? Sí, yo también. Pero me pareció exacto por alguna extraña razón. Espero que lo hayan disfrutado. Besooos