Dulce pesadilla.

N/A: ¡Holiiwiis! Bueno este es mi primer fic y confieso que estoy nerviosa .-. por? No se ahr. Tal vez por la opinión de ustedes de como escriba (aparte de los horrores de ortografía) pero de algo hay que morir no? Bueno esta historia se remoto principalmente en el personaje que voy a usar como principal en esta historia :v es Jeff the killer, y la personaje si no les molesta se va llamar Jazmín ¿Por qué? Porque yolo :v En realidad no tenía ganas de pensar otro nombre pero me gusta y creo que si le dan una oportunidad se van a acostumbrar :3 Bueno sin más les dejo la historia.


Capítulo 1.


Sequé mis lágrimas y me obligue a calmarme, esto es demasiado duro para tragar, pero debo ser fuerte. Abracé más a Day contra mi pecho, ella no paraba de llorar y yo no quería mostrarme débil ante ella. La senté sobre mis piernas para tenerla más cerca y que parara su llanto, pero no parecía tener fin.

La puerta se abrió y Ciro salió de la sala, estaba pálido, o lloraba, no quería más bien. Se sentó a mi lado, pero no me miró, estaba destruido. Los tres lo estábamos. Nos quitaron lo más valioso que podíamos tener y teníamos el miedo de perder. Un oficial se plantó en la puerta por la que salió Ciro, Un papel en su mano, se lo llevo a los ojos y llamó:

Jazmín Catini Moor. – levante la mano. – A la sala de interrogatorios. –

Me levante dejando a Day en la silla, que no tardó en abrasarse a Ciro. Entre en ese cuarto gris. Me indicaron que debía sentarme, al frente de mi tenia a dos hombres de traje. "Detectives" pensé. Ellos se miraron ates de mirarme y preguntar:

Jazmín, sé que es duro, pero tienes que decirnos lo que sabes… - se tomó las manos entrelazando sus dedos. – Así que… dinos… ¿Dónde estabas en el momento que la casa se incendió? –


Ah.. odio los exámenes. Y también a este curso. Miré la hoja de la prueba revisándola una vez más. Creo que todo está bien, me levante y me dirigí a la mesa de la profesora y deje el examen en su escritorio. Ella me miro y me hizo un gesto con la mano que podía retirarme. Tomé mi mochila y salí al patio, no me gustaba dejar las cosas sobra mi banco, la última vez que lo hice me robaron plata. Salí al patio y me senté debajo de un árbol, saque un libro que pedí en la biblioteca hace como dos días y comencé a leer. El libro de llama Lesath. Me encanta, es sobre una chica mitad elfa mitad humana que busca su lugar en el mundo, se llama Adhara, que lindo nombre. Al igual que el chico por el que siente atraída, Aidan. Mis pensamientos fueron interrumpidos por alguien.

Hola – era uno de mis compañeros de curso, Alexander. – tu eres… Jazmín ¿cierto? –

Asentí con la cabeza, no me gusta hablar, en realidad podría calificar en mi personalidad de timidez extrema.

¿Te molesta si me quedo contigo? – no me dio tiempo de mover la cabeza, ya se sentó a mi lado. – ¿Qué lees?

Le mostro el libro.

Ah ¡Lesath! ¿y de qué trata? – me miro a los ojos.

No sabía que decir, le podría mostrar la tapa de atrás del libro para que él mismo lo leyera, pero quería que yo le contara. Pero si no digo nada esto se va poner más incómodo, por lo menos para él. No sé qué hacer, ¿y si me levanto y corro? No, para eso me tiro en el piso y me pongo a rodar. Me miro impaciente, con una sonrisa en su rostro, pidiendo una explicación. Vamos Jaz, tu puedes… Miento, no, no puedo. "¡Habla de una vez!" pensé.

Ah… es… s-se tra-ta de un… una… elfa… mitad humana… - susurre. ¡Estúpida!

Una elfa mitad ¿qué? – me miro sonriendo aún más.

Humana… - escondí mi rostro con mi pelo.

Ah es mitad humana, ¿Y qué hace en el cuento? –

Me salvó la campana. Me levanté lo más rápido que pude y me fui corriendo al baño. Puta vida. Desearía hablar sin estar todo el tiempo pensando en mi respuesta. Putos pensamientos. ¿Por qué tienen que hablarme? Putos todos.

Me calmé y me mire al espejo. Ahí está mi única amiga, mi reflejo. La observé, una niña de cabello castaño oscuro recogido en una colita, ojos marrones, pero en ella resaltaban sus pestañas largas y arqueadas. Una piel blanca pero en sus mejillas se asomaban algunas pecas que sin ellas ese rostro no sería el mismo, creo que me acostumbre a verlas en sus cachetes. Sabios secos por falta de agua, y un sombrío uniforme, pollera hasta las rodillas color gris, camisa abotonada blanca con una corbata gris de adorno y como cerecita sobre el pastel medias que cubren enteras las piernas, como cancanes gruesos, color blanco hueso. Directamente las piernas no pueden estar al descubierto, una parte las cubren las medias y otra la pollera. Y unos zapatos negros elegidos por el centro de estudiantes. Un uniforme sombrío y aburrido, como el colegio.

El día transcurrió como siempre, aburrido, y como siempre, otro día más que vuelvo a casa sola. Mi casa no es grande, pero es lo suficiente para 5 personas. Es de un piso, al entrar ves el living unido con la cocina-comedor. Y al lado de esto hay un pasillo largo con cada una de las habitaciones. El primer cuarto del lado izquierdo de la primera puerta que te muestra el corredor pertenece a mi hermana pequeña, Dayra, o como le decimos de cariño: Day. La segunda está del lado derecho, óseo, al frente pero un poco más alejado de la habitación de Day. Esa es la mía. Y en el mismo lado también tomando distancia esta la habitación de nuestro hermano mayor. Ciro. Después sigue un baño y la última es la de mis padres, Mariela y Cristian.

Al llegar a mi casa, estaba vacía, mamá trabaja de las 6 a.m. hasta las 14 p.m. y papá también de las 6 pero hasta las 17 p.m. Yo y mis hermanos a esas horas estamos en el colegio, y está vez me toca estar sola en la casa. Me senté en el sillón del living y saque mi carpeta para hacer la tarea. La terminé y fui a preparar la comida para Ciro y Day, y tal vez l deje a mamá, pero casi siempre come en algún horario libre de su trabajo así que no haría falta guardarle comida. Cocine unas milanesas con papas fritas, estaba friendo las últimas papas cuando llego Ciro con Day. Day saltó al sillón para prender la tele y poner Pucca. Ciro me saludo y se fue a su cuarto a dejar su mochila. Cada uno tenía su propia mochila de su banda favorita, hasta la niña de 7 años que ve Pucca. La mía es de Evanescence. La de Ciro es de Green Day y la de Day de Nirvana. Sí, todos somos del rock. Nuestros padres aman ese género y nos educaron en ese mundo del rock, sea de donde sea, mientras que su género sea el rock.

Los tres nos sentamos a comer, después Ciro lavó los platos y nos fuimos a nuestras habitaciones. Al entrar en la mía, Entro en mi mundo, yo y solo yo. La pieza es pequeña pero adecuada para una sola persona. Mi cama está al frente de la ventana, las colchas son de mi anime favorito, Mirai Nikki. Yuno Gasai con su teléfono y su cuchillo adornaban la colcha, la amo. Las cortinas son negras transparentes con letras japonesas color rojas, las paredes eran blancas, pero posters de bandas y animes adornan esas paredes blancas. Al lado de la ventana está el escritorio con la PC completa, con una impresora y parlantes para la música. A un lado de la puerta hay un sillón para una persona color marrón oscuro con una pequeña almohada amarilla con la cara de pikachu. Y por último, en un rincón está el muñeco gigante de Snorlax que conseguí en una CAF. Otros muñecos, como el zombi del juego Plantas vs Zombis. O un muñeco de peluche de Kirara del anime Inuyasha. Amo mi habitación, es mi santuario.

Abrí las ventanas dejando entrar la luz y el aire, me senté en el sillón y me puse a escuchar música, más bien unos openings de animes.

Pase mi tarde escuchando música, viendo animes al azar, jugando videojuegos, esa tarde termine Resident Evil 4, uff costo pero lo logre. Y eran las 8 de la noche en las que tocaron la puerta. Era Day, quería que la ayudara a pasar un nivel que no podía pasar en el juego Assassin's Creed Connor. La ayude, no fue tan difícil. Le pregunte por Ciro, y me dijo que se fue con Luz, la novia.

Volví a mi cuarto y quedé plantada en la puerta, la ventana estaba abierta. La había cerrado como a las 6 porque empezó hacer frio, y nunca la habría de noche. Busqué mi celular, si estaba, creí que alguien la había abierto para robarme algo, la computadora estaba intacta, y todo en su lugar. ¿Entonces? Me asome sacando la cabeza por la ventana, nada ni nadie. "Pfff como si el choro se quedara en la ventana a saludarme" pensé. La cerré fui a ver a mamá, estaba con papá en el living viendo la película de La quinta ola, me senté con ellos y abracé a mamá.

¿Cómo te fue en el examen Jaz? – me dijo acariciando mi pelo y jugando con, con la vista en el tele.

Bien, creo, me tengo fe. – respondí.

Sonreí, amaba que mamá me acariciara el pelo y aún más, que me llamara "Jaz". Papá siempre me llamaba Jazmín, ya que él lo eligió para mí y amaba el nombre, por lo tanto era solo Jazmín. Ciro ya tiene 17, ya es grande pero de pequeño le decían Cirito. Y Day es la mimada de papá, mamá rara vez la llama Dayra, solo cuando se enoja la llama asi, pero papá siempre la llama Daychu, es su Daychu.

Terminamos de ver la película, y mamá preparó para la cena canelones, a Ciro se le escapaba la baba de solo olerlos. En las noches podemos ser la familia de cada cuento. Estamos todos juntos, sin trabajo, ni colegio que nos interrumpan, excepto Luz que a veces se queda a comer, pero ya es parte de la familia y nos acostumbramos a su presencia, amo estar con Luz, siempre quiere pintarme o plancharme el pelo, a veces hasta me viste, y en todo ese momento siempre hablamos, ella me cuenta sobre su familia, su relación con mi hermano, sus amigas o incluso sus peleas o algún que otro chisme. Es como una hermana mayor. Aunque solo es dos años mayor que yo. Es un mes mayor que Ciro, pero se dice que el amor no tiene edad ¿No? Ella siempre quiere saber de mi vida, que voy hacer después de terminar el secundario y me pide que lo piense, que tengo todo el tiempo del mundo pero que necesito ir preparándome para el futuro.

Después de que Ciro la llevo a casa, todos nos fuimos a dormir, no sin antes mamá visitándonos a los tres a la noche para desearnos las buenas noches y siempre, es lo que nunca falta, un dulce, esta noche toco una barra de chocolate de relleno de leche llamada "dos corazones". Todo siempre fue perfecto en mi casa. Pero esta noche no fue la misma de siempre. Algo interrumpió la paz de la madrugada.

Desperté de golpe, estaba sudando frio, y sentía miedo en mi cuerpo, pero no en mi mente. Me senté en la cama y mire mi teléfono, eran las 4:15 a.m. lo deje en la mesa de luz y alce la vista, al frente de mi cama, la ventana estaba abierta. Un escalofrío recorrió mi espalda. Una sensación de que algo estaba mal me inundó. Miré en dirección a la puerta, todo estaba oscuro pero la luz de la luna asomándose por la ventana le dio a mis ojos lo que temían ver. Unos ojos brillaban en la oscuridad, uno ojos grandes y saltones, pude notar a simple vista que su color era de un azul fuerte que brillaba ansiosamente. Mi cuerpo no me respondía, como siempre, pero mi mente buscaba desesperadamente buscando una salida, una manera de escapar o por lo menos analizar la situación.

Observe esos ojos sin parpadear, hasta que mis ojos se sintieron cansados y me obligue a parpadear.

¿Cuánto tarda el ser humano en parpadear? ¿Un segundo? ¿Dos? ¿O tal vez menos de eso? No lo sé, pero sí sé que la distancia entre la puerta y la cama debe ser de unos pocos metros, ¿cómo es posible que al parpadear esos ojos que estaban a metros de mí en un segundo estén a centímetros de mi cara?

Esa persona, si es que es una persona, puso un dedo en mis labios, y pude percibir una sonrisa, o la sensación de que la esbozó. Una voz susurro en mis oídos, como un eco. Nunca olvidare esa voz.

Shh… Ve a dormir. – Ese frase, esas palabras, solo fueron el principio de una pesadilla que tornó reencarnación.


N/A: Bueno gente espero que les haya gustado, sé que me colgué lo la aparición de Jeff pero hay que saber primero que estamos masticando antes de tragar. Quería que conocieran mejor a Jaz, que sepan como es, lo que le cuesta, que piensa, como se relaciona y como es su vida cotidiana. Su personalidad la he pensado por muchos personajes de anime. La timidez de intercambiar palabras con otras personas por ejemplo la tomé de la personalidad de Tomoko Kuroki del anime Watamote, pero solo eso porque sus gustos en el anime, los videojuegos, la música, etc. la tome de la mayoría de esas personas frikis que hay en el mundo. Jazmín está inspirada en esas personalidades que creen que las personas son malas y egoístas con ellos, pero en la mayoría ese caso no existe. En fin aclaró que es Jazmín quien odia a sus compañeros de curso, no ellos a ella. Bien espero que les guste, dejen reviews si quieren que continúe y mandé su opinión, si les gustaría que agrega algo o simplemente lo saque, acepto todo incluso quejas. Gracias por tomarte el tiempo de leer, sos kawaii :3

Sayonara!

Yuno666