La historia pertenece a una excelente escritora Garrita Salvatrucha y excelente persona ya que me dio su bendición para convertir su hermosa historia al Korrasami.
La leyenda de korra pertenece a Michel Dante Di Martino y Bryan Konietzko.
Ni la historia ni los personajes me pertenecen solo soy una fanática a morir del Korrasami y quería dar a conocer esta maravillosa y fantástica historia con una de mis parejas favoritas.
MATRIMONIO CONCERTADO.
No, tenia que ser una pesadilla…..
Perdóname hija, no te pondría en esta situación si no fuese tan grave
Con las bestias.
Pero tienes que desposar al heredero de Tonraq Wolf.
.-¡Como! ¿Con una bestia? Pero tío.
Iroh, se lo que sientes pero es necesario. El rey de las bestias y yo, tenemos que partir a la guerra, la nobleza así como otras tribus están listas para hacer de todo y desestabilizarnos… Es la única manera de asegurar nuestra tregua así como la seguridad del estados.
-Pero somos tribus totalmente opuestas, ellos son bestias y nosotros domadores¡Somos totalmente distintos!.- Gritaba Iroh furioso, mientras caminaba de un lado a otro totalmente estresado, el mismo partiría a la guerra y su prima no podía casarse con uno de esos seres incivilizados.
-Es el heredero al trono.
-Sigue siendo una bestia.
-Nuestros lazos se están debilitando cada vez hay mas peleas entre nosotros, no necesitamos mas problemas! Estamos en guerra! Debemos unirnos
-Pero…..
-Lo entiendo- Asami trataba de enmascarar todo el terror que sentía, cuando era chica su nana solía contarle historias espeluznantes de las bestias, ellos podían transformarse en un animal heredado por línea de sangre. Los nobles los más fuertes podían transformarse a voluntad en el animal que quisieran, inclusive corría el rumor que la familia real podía mezclar y trasformarse en bestias míticas.
-Además soy una domadora.- Asami venia de la familia mas fuerte de domadores, ellos eran totalmente opuestos a las bestias, eran tranquilos y amantes de la naturaleza y la belleza, la mayoría eran filósofos o artistas, podían entablar conversación con animales, convencerlos de hacer lo que ellos quisieran y los mas fuertes podían manipular la naturaleza a su alrededor, no era de preguntarse por que las tierras de esta tribu siempre estaban rebosantes de flores y árboles.
-¡Eso no funcionara con las bestias! Podemos dominar animales no bestias como ellos.
-¡Basta!- Alzaba la voz el rey- Esto es conveniente a mi hija, Asami esto es lo mejor y mas sensato para nuestras tribus, pero jamás te obligaría a nada que no quisieras, por lo tanto… ¿Qué decides? – durante unos segundos que a los presentes les pareció una eternidad Asami pensaba en los pro y los contra, hasta que decidió vocalizar su decisión.
-Acepto me casare con el heredero de Tonraq Wolf – si bien quería demostrar valentía, en realidad es que estaba aterrada, tendría que pasar su vida a lado de alguien a quien no conocía y que probablemente la maltrataría, tal vez su capacidad de dominio la ayudara, pero no estaba segura, aun así eso era lo mas adecuado en la situación actual.
-Bien- suspiraba el rey- La boda tiene que llevarse a cabo antes de que partamos ala guerra.
Mañana saldremos a su reino. Lo siento hija pero es de vital importancia que consumen su matrimonio inmediatamente después de la ceremonia.
El rey salía del salón sin mirar a su hija. No podría, lo estaba pidiendo era precisamente lo que juro nunca intervendría, la elección de su compañero.
-Así será…. Padre-
Susurraba Asami al momento que observaba la espalda del rey, mientras Iroh se le acercaba y apretaba un hombro.
Mientras en el reino de las bestias:
-¡Que! De que rayos hablas, yo iré contigo a la guerra.- En un salón de fiestas con cuerpos inconscientes debido a las bebidas y con comida esparcida por todo el lugar se escuchaban fuertes gritos.
¡Carajo, que iras! ¡Te quedaras y gobernaras y junto con el heredero de Hiroshi!
-¡Primero le arranco la cabeza! ¡Soy la mejor guerrera incluso te sobrepaso, tu lo sabes!
-Grrrrrr- Gruñia Tonraq mientras se trasformaba en un oso pardo y daba un manotazo sobre la mesa de banquetes- Lo se por eso te quedaras para proteger el país.
-¡Primero muerta! ¡Muerta me escuchas! Yo iré a la guerra y destrozare a quienes han osada atravesar nuestras fronteras.
-¿Y quien gobernara? ¡Oh gran deidad!- se mofaba el oso pardo mientras alcanzaba una copa y tomaba de ella toscamente derramando mas liquido del que bebía
-Tschs.-
-¡Exacto! Tu eres mi único heredero Korra, no hay nadie mas. Si el reino se queda solo los buitres vendrán por el ¡entiendes!.- Azotaba su copa.
-¿Por que no te quedas tú?.- Korra estaba en la forma de un minotauro, comentaba mientras agitaba la gruesa mano como restándole importancia.
Pronto recibía una copa en su cabeza.
-¡Eres idiota! Ahora temo por mi reino.- Gritaba desesperado el oso pardo.
-Me puedes decir que pasara si mueres en batalla ¿Eh?
-Pero no moriré.- Se defendía tirándole la copa de nuevo, pero el rey la esquivo fácilmente.
-No tomare ningún riesgo, ni uno solo-
-Bien….. pero puedes decirme por que con los domadores ¡Somos opuestos!
-Por que somos los dos reinos más poderosos y tenemos fronteras en comunes. ¡Por eso!
-Tchs.-
-Tchs-tu.- le chistaba el padre.
-¡Tchs-tu anciano! – Y comenzaban de nuevo con los gritos en el salón.
-Ah y más vale que estés en tu forma humana cuando llegué el momento de la boda, no quiero que el heredero de Hiroshi muera de la impresión.
-Jmnh- que se acostumbre a ello o que se regrese por donde vino.-
-Arrg- eres mas terca que yo y tu difunta madre juntos. Bien pero será en una forma decente no en un minotauro.
-Bien- Le contestaba mientras se dibujaba una sonrisa en su rostro.
-¡Tampoco en quimera!- Y la sonrisa de Korra se caía.
…..
Esta todo listo su majestad.
-Anunciaba uno se los lacayos, mientras Hiroshi asentía con la cabeza en aprobación.
-¿Dónde esta Asami?
-Aquí estoy padre- Asami le contestaba tranquilamente, caminando hacia el carruaje enfundada en un vestido color rojo con flores estampadas y cuello tipo mao. Su hija era realmente hermosa. Hiroshi esperaba que la platica que hace días que tuvo con el rey de las bestias fuese verdad, por el bien de todos.
-Te lo digo, su símbolo de nacimiento es el grifo ¡El GRIFO!.- Decía orgulloso Tonraq.
-Espero que sea verdad- Hiroshi no estaba muy entusiasmado por el plan que habían salido sus consejeros, en cambio Tonraq si que lo estaba y trataba de asegurarle a su colega que su heredero no mataría a nadie la primera noche.
-Claro que lo es- Le retiraba mientras le daba un palmazo sobre la espalda haciéndole perder el equilibrio.- El Grifo- continuaba- Es la primera vez que aparece, te lo digo yo, el grifo representa el dominio sobre aire y tierra, tiene como característica la nobleza y el símbolo de la justicia.
Durante todo el viaje ninguno de la familia real pronuncio palabra, parecía que se dirigían a un velorio y no a una boda.
El gran rey de los domadores daba vueltas sobre vueltas, el salón principal estaba siendo arreglado por sus lacayos. Su hija seguramente se arreglaba para el evento, usaría el mismo vestido que su madre en su boda, era una tristeza si lo pensaba detenidamente, pero las cosas se venían encima y no podían gastar más tiempo.
Los nervios lo estaban matando, pensaba como seria su futuro yerno, mas le valía que tratase a su hija bien o el convenio saldría por la ventana y el mismo lo mataría, no importaba si eso significara guerra.- Pensaba el gobernante del reino de los domadores
-Hiroshi, esto esta quedando impresionante.- Tonraq atravesaba las puertas con su vestimenta real, vestido de azul y en el pecho su marca de nacimiento: El Toro en bordados rojos. Sus botas rechinaban sobre el mármol mientras caminaba de aquí para allá.
-Veras te estoy muy agradecido- Iniciaba Tonraq, Hiroshi se viraba hacia el con una gran interrogante en la cara, el en si no era tan… apegado a Tonraq, no se conocían en realidad, no eran grandes amigos, la tregua la habían echo sus padres en un tiempo ya lejano.
-Cuando Senna murió , estuve a punto de quebrarme ella era todo para mí, me apoyaba y respaldaba en mis decisiones, a veces me corregía, era una mujer astuta, muy astuta y siempre temí por la educación de mi descendiente. Pero ahora que se casara con un domador creo que se balancearan las cosas. Este reino necesita más que fiestas y guerras.
-Si… supongo que estarán bien y nosotros podremos marchar tranquilamente a nuestros destinos.
Asami estaba con sus ayudantes alistándose para el día más grande de su vida, trataba de pensar positivamente, no había marcha atrás, se casaría con alguien a quien no conocía…. Pero tal vez solo tal vez no fuese tan catastrófico, era una aventura ¡ si eso! Era una aventura que duraría…. El resto de su vida.
-Señorita Asami, luce encantadora.- Una de las ayudantes la despertaba de sus pensamientos al expresar su admiración.
Asami se miraba en el espejo enfundada en el vestido de novias de su madre, se ceñia bien a su bien proporcionada figura, dejando los hombros al descubierto, con velo, cola y con holanes en la parte de abajo del vestido, era en verdad un hermoso vestido.
Mientras tanto…
-Señorita Korra.- La ceremonia comenzara en unos segundos, debe dejarnos ayudarle con sus ropas.- Uno de los sirvientes personales de la princesa por el lado de afuera de la puerta.
Korra se había encerrado diciendo que no necesitaba la asistencia de ninguno de ellos, estaban pasando los minutos y no había señales de vida.
-¡Ya lo sé!- Gritaba- ¡En segundos estaré lista maldita sea!
Korra hacia rato que estaba lista con las ropas requeridas para la ceremonia y lo único que había estado haciendo era caminar de un lado a otro pensando en todas las posibilidades.
Tratare de tranquilizarme, mas vale que no le arranque la cabeza a nadie ¿Cómo será el maldito?.- se derrumbaba en una de las sillas que tenia cerca.- Espero que no sea un pedante y me ayude a gobernar, pero si es domador lo dudo- Se tallaba la sien para tratar de disipar su dolor de cabeza, era por el bien de su gente, sabia en el fondo que era lo mas adecuado de hacer, por el bien de todos se casaría.
-Mas vale que la fama de manipuladores no sea tan cierta.- monologaba y se tallaba los nudillos en claro nerviosismo- y la noche de bodas…. Arggg- más le vale que sea fuerte.
Se levantaba y caminaba hacia el estante donde estaba su corona, se la colocaba y se echaba una última mirada mirada al espejo. Una sonrisa se le dibujo.
-No, ni minotauro ni quimera.
…..
La ceremonia acababa de empezar, los invitados estaban tomando sus lugares en el templo y las ofrendas estaban siendo colocadas, grandes nobles y algunos reyes simpatizantes, estaban presentes para la bendición de la unión que beneficiaría a todos ellos.
El salón quedo en silencio y los músicos del reino de Hiroshi empezaban a tocar la marcha nupcial. Dos lacayos enfundados en ropas color crema y oro abrían las puertas para dejar pasar a la princesa Asami Sato, las bestias estaban como hechizadas todos los de salón admiraban su belleza y gracia, caminando elegantemente y sonriendo a los presentes, casi cualquiera podría decir que era la persona más feliz del mundo.
Algunas bestias inclusive murmuraban la envidia que le tenían a la Wolf pequeña a manera de broma.
-Tu heredero ya deberia estar aquí, si no que antes de que mi hija apareciera.- Tonraq estaba sin habla, no tanto por que su hija no estaba si no por que con quien se casaría… era Mujer.
-Hiroshi no sabía que tenías una hija preciosa-
Antes de que pudiera comentar algo mas, las puertas del gran salón se abrieron de par en par dejando entrar un fuerte aire, Tonraq sabía que su hija adoraba las entradas dramáticas… si, esta no seria la excepción.
Asami estaba imperceptiblemente temblando, y demás personas de la tribu de los domadores tenían la boca abierta por el terror.
Caminando hacia el altar de rituales un enorme can cerbero se acercaba con paso tranquilo y para algunos, amenazante. Su cabeza central no quitaba la mirada de la novia mientras que las de los costados lanzaban miradas asesinas a todos los presentes.
-¡El can cerbero dentro de todos!.- Tonraq tenía que golpearse la frente con la palma de la mano, su hija era demasiado imprudente.
El can tomaba a un lado de la novia con las tres cabezas observando amenazadoramente al druida que juntaría sus lazos.
Ignorantes todos de que estaba pensando la chica que tenia a un lado, inmediatamente después de que la observo había notado
1.- No era él sino un ella
2.- Era muy hermosa
3.- Esos ojos verde jade la ponían muy nerviosa
4.- El olor que percibió con sus tres grandes narices era tan exquisito que estaba tentada a darle una mordida a su brazo. "Apuesto a que eso la sorprendería" se reía internamente imaginándola dando vueltas por el salón y tallándose el brazo.
-Bien estamos aquí para unir sus corazones en uno solo. Latido con latido, emoción con emoción. Para hacer de estos dos individuos una solo entidad por el bienestar de aquellos a quienes gobiernan.
-Ambos reyes se colocaban a lado de sus herederos.
-Uhm- Necesito que estés en tu forma humana- le susurraba el druida a la cabeza izquierda del can cerbero.
-Grrrr.- Gruñía ferozmente y su padre tuvo que golpearla con su cetro en la pata para que se comportara. Lentamente el can disminuía de tamaño envuelto en una luz brillante y tomaba forma humana…..
Quienes eran ajenos a la forma humana de Korra quedaron asombrados. Era para comenzar, bueno era una chica. Y no cualquier chica era una realmente hermosa, con su vestimenta real color azul marina y con la insignia del grifo en el pecho y su pequeña corona de heredera sobre la sien.
Asami y su padre estaban atónitos, bueno para comenzar era un ella y no un él, y después su belleza era una que se podría calificar como exótica, algo que ningún domador hubiese visto jamás, con su piel morena que parecía suave y delicada como la seda y su cabello castaño oscuro recortado a la altura del cuello, era un contraste impactante, aquellos ojos azules celestes eran sin duda lo que mas captaba la atención, era hermosa si, pero era una MUJER
Korra se empezaba a sentir incomoda por la mirada descarada que estaba recibiendo de su próxima esposa.
-No te preocupes estaremos juntas por lo que resta de nuestras vidas.- Comentaba sagazmente y Asami volvió su vista ala frente.
-Uhmn.- se aclaraba la garganta el druida.
Como muestra de fidelidad y devoción sangre real con sangre real debe ser unida.
Sacaba una copa de oro con incrustaciones de rubíes, esmeraldas, zafiros y demás piedras preciosas, mientras pasaba una daga al rey de los domadores con iguales adornos.
-Asami Sato hija de Hiroshi Sato y Yasuko Sato. Te entrego al heredero de Tonraq Wolf.- decía mientras tomaba su mano- para que te proteja en la adversidad- Acercaba la daga- y comparta sus alegrías- Realizaba un pequeño corte y derramaba un poco de sangre dentro de la copa.- Así como sus vidas.- Pasaba la misma daga aTtonraq quien estaba rebosante de alegría, pero Hiroshi no podía quitar los ojos de la mirada triste de su hija, solo el sabia leer esos ojos y por mas que ella lo quisiera esconder, la verdad es que en ese momento se sentía traicionada.
-Korra Wolf hija de Tonraq Wolf y Senna Wolf te entrego al heredero de….. Hiroshi…. Sato.- Decía mientras forcejeaba para tomarle la mano.- para que … te … acompañe y aconseje en tus decisiones.- Después de pisarle el pie con el suyo logro que Korra abriera la mano y un poco menos forzado continuo- Para que ilumine tus noches y colme tus pasiones- le daba un guiño con el ojo y sin cuidado rajaba la mano para derramar su sangre en la copa. En el altar ambas ahora cónyuges comenzaban a irradiar un brillo carmesí.
Asami giraba para quedar frente a Korra mientras se tomaban la mano injuriada, el druida proseguía.
-Yo en nombre de los dioses que velan por estas tierras, uno sus caminos- De entre el brillo que emanaban las jóvenes gobernantes un lazo rojo se dejaba ver atado a sus manos, el druida sorprendido sorprendido por este hecho se quedo sin palabras de momento, los cuatro protagonistas de la ceremonia lo notaron y fijaron sus miradas en el.
-Termine ya con esto viejo.
- Refunfuñaba Korra pero lo suficiente bajo para que solo ellas y sus padres mas el druida la escucharan, igual de bajo les contestaba la pregunta que todos tenían en sus rostros.
-Esta ceremonia es innecesaria ….. ya estaban predestinadas… hemos apresurado el encuentro de sus almas.
-Como sea viejo, termina ya.- Impaciente como siempre Korra lanzaba una mirada asesina mientras los colmillos crecían fuera de su boca.
-Eh si… uno sus caminos desde hoy y para siempre- La luz brillaba cada vez más intensa-
-Deben besarse para sellar el pacto.
Sorprendentemente para Asami los cachetes de Korra se pintaron de un rosa mientras se acercaba a ella para besarla. Se dieron un beso de piquito que a duras penas alcanzo un segundo y volvieron a quedar frente al druida con su mano derecha aun entrelazada.
-Ahora los reyes entregaran sus símbolos de poder.
Hiroshi tomaba su corona y se la colocaba a Asami, la corona cambiaba de forma sobre su cabeza mostrando así el tipo de reina que seria, transformándose en una más pequeña y con guirnaldas repujadas, en el centro de esta se gravaba un búho símbolo de intuición o clarividencia, así mismo tomaba un anillo de oro con un enorme rubí y se lo colocaba en el dedo, el anillo se sacudía y la agarradera cambiaba su forma plana a otra que emulaba dos serpientes enroscadas estas parecían enrollarse alrededor de su dedo. Tonraq y Korra se asombraron un poco por el simbolismo dual de las serpiente. Hiroshi plantaba un beso en cada mejilla de su hija y regresaba a su lugar.
Tonraq Wolf tomaba su cetro el cual en la parte superior ere un martillo y de color plateado y se lo extendía en su dos manos a su hija, el cetro cambiaba inmediatamente de color azul marino brillante y el martillo en la parte superior tomaba la forma de la cabeza de un águila mientras en el cuerpo se grababa una balanza equilibrada, después de la transformación Tonraq desabrochaba el cincho donde tenia una de sus dos espadas, era una espada plateada con cintas pendiendo del pomo y se la extendía de igual forma a su hija, los gavilanes se guardaban parte de la hoja y parte de la empuñadura se trasformaba dando paso a una espada de alfanje, la envergadura crecía haciendo que Tonraq soltara un –pffff- y la que antes era una cruciforme con pocos símbolos en la hoja, ahora tenia un venado pegado al puño y una manada de lobos en el centro de la misma corriendo hacia la punta. La empuñadura por su parte tenía dos leones enfrentándose.
-Llena de simbolismos.- Opinaba Asami al ver la transformación.
-Quien diría.- Le respondía Korra apuntando con su vista al anillo.
Ambas quedaron en silencio hasta el final de la ceremonia.
…
Ahahahahahaha.- Hiroshi hermano mió.- Es lo mejor que hemos podido hacer, Senna estaría tan orgullosa de mi.- Tonraq le pasaba un brazo por los hombros mientras bebía de su copa real, en un salón lleno de gente, música y comida.
-Estaba muy impresionado una hija también. Es curioso que nunca te lo preguntara.
-Es verdad.- Le contestaba Hiroshi quitándose el brazo.- Ahora estoy preocupado por la descendencia.
-Oh eso no es problema.- Ambos ahora observaban hacia la gran mesa donde se encontraban los tronos y sentados en ellos las recién casadas.- Korra puede… cambiar abajo…. Ya sabes.- Decía Tonraq mientras le guiñaba un ojo Hiroshi.
En la gran mesa frente a un gran festín ambas chicas estaban tomadas de la mano para dar una buena imagen, aunque ninguna e las dos estuviera animada en lo absoluto.
-Vaya…. Es una gran fiesta.- Asami trataba de comenzar una conversación, después de todo mejor llevar las cosas lo mejor posible.
-pfffff- Pero cada vez que lo hacia, Korra solo respondía con sonidos guturales lo cual hacia difícil su interacción y provocaba que Asami perdiera un poco más de su paciencia.
-Y la gente es tan alegre-
-Hump- Fastidiada de comportamiento se soltaba de la mano de su esposa logrando que esta volteara a ver y mientras la domadora estaba sentada correctamente sobre su trono Korra estaba toda desparramada sobre su asiento y con una pierna subida a uno de los descansa-brazos. Seguía observando a Asami y con su nariz comenzaba a olfatearla.
Asami estaba totalmente incomoda, ni una sola palabra le dirigía y ahora estaba aun centímetro de olerle el cuello cual can. Se acercaba más y más y Asami no pudo con la sensación y el aire caliente y tuvo que darle un pequeño golpe en la nariz.
-auch- Korra regresaba a la tierra- Que rayos-
-¡Oh! Estoy impresionada puedes formar una frase, al menos no es monosilabica.
-¡Hey! Que sea una bestia no significa que sea…. Ya sabes, una bestia.
-Cuanta filosofía.- Se mofaba.- Tengo ganas de llorar por la belleza en tus palabras.
-Pero claro, nadie esta a tu altura princesa- Se acomodaba en su trono acercando su rostro al de Asami.
-Reina.- La corregía, sin mirarla.
-Yo diría niña mimada.- Asami estaba a punto de contraatacar pero en ese momento se acercaba su primo a la mesa. Lo mejor seria aparentar.
-Iroh- le saludaba con tono alegre
-Prima- Iroh besaba las dos mejillas de Asami.- Vengo a desearles felicidad y prosperidad en su matrimonio.
-Muchas gracias Iroh, es muy amable de tu parte.- Iroh se movía hacia Korra.
-Es un placer… conocerle Korra Wolf.- No era necesario tener poderes extrasensoriales para notar la falsedad de su saludo, así que cuando le extendió la mano a Korra ella simplemente lo ignoro.
-Ya veo, es de esperarse de una…- Iroh ya no podía con el desprecio que sentía por todas las bestias, no era su culpa podía decirse, desde chicos estaba educados para disgustarse por los hábitos de ellos y cuando era un adolescente había sufrido el ataque de una bestia.
-Creo que deberías de disfrutar la noche, Iroh.- Asami le interrumpía antes de expresar su desprecio, con un tono de enviaba escalofríos hasta para Korra.- Después de todo mañana marchas con mi padre.
-Es verdad Asami. Entonces me retiro a mi cámara, Ladies.- Y se retiraba, no estaba de humor para mezclarse con tan baja clase.
Las habilidades de una tribu eran tan diferentes, mientras los domadores de distinguían por su templanza y gusto por las artes, las bestias eran arrebatadas y gustaban mas de los placeres carnales, la comida la bebida y el sexo eran indispensables para ellos. Los domadores eran excelentes estrategas, mientras que las bestias eran los más fuertes guerreros. No era difícil entender que no fuesen compatibles.
-Jum- Iroh es tan domador.- Mencionaba Korra mientras observaba retirarse, no era su intención que Asami la escuchara pero de igual manera lo hizo.
-¿Tan domador? A que te refieres.- Asami miraba inquieta a su compañera ya sabia que le diría pero tenia que hacerle saber que si pensaba que era una muñeca de trapo estaba muy equivocada.
Korra la observaba aburrida, se componía sus ropas e imitaba la postura de su esposa.
-Así.- Le respondía en un claro intento de imitarle su acento.
-Oh, te seria mas agradable si fuese.- Se desparramaba un poco y se rascaba la panza.- ¿Así?
Korra se de coloreaba al ver a su esposa imitarla, ¡hey! Ella no se rascaba la panza.
-Hmph-
La música seguía tocando y los asistentes seguían disfrutando de la velada, algunos de los generales que partirían estaban adelantando las estrategias y los reyes platicaban de política.
-¡Korra!.- Una mujer de mediana edad se acercaba a la mesa y la abrazaba por la cabeza frotándola contra sus pechos.- Felicidades, oh me perdí la ceremonia lo lamento tanto.- se inclinaba y después fijaba la vista a la derecha donde se encontraba la nueva familia.
-Ah Asami Sato es un honor.- Presentado sus respetos.- Es más hermosa de lo que dicen.
Asami le sonreía amablemente.
-¿Y te ha dirigido la palabra? Aparte de maldiciones claro- Le preguntaba Kya mientras le daba un leve golpe a Korra en el brazo.
-Así es, cuatro veces. Pero una fue una maldición.- Le respondía tranquilamente mientras Korra le lanzaba una mirada.- Srita…..
-Kya- Inmediatamente Korra comenzaba a reírse y Kya tenía que rolar los ojos.
-Señorita- ahahahahahaha
-Soy señorita todavía no se a efectuado mi boda Korrita-Le contestaba y Korra dejaba de reír, odiaba que la llamaran así.
-He sido invitada a pasar unos días en el palacio, bendeciré su unión. Y rezare por su futuro. Creo que no hemos coincidido pero yo soy la sacerdotisa del lejano poniente solo les traeré fortuna y felicidad.- Decía con tono jovial.
-Ah una sacerdotisa del templo de tales, es un placer nunca había conocido alguna.- Comentaba Asami emocionada de conocer a una de los pocos sacerdotes de la fortuna era muy raro poder llegar a verlos ya que eran sumamente solicitados por todos los reinos, aun así su asistencia era muy difícil de conseguir ya que bendecían solo a quienes conseguían los méritos de la buena voluntad y el equilibrio.- El reinado Wolf debe ser excepcional entonces.- Se decía ahora pensativa.
-Es una amiga de la familia.- Contestaba Korra tratando de que no pensara demasiado en ella su nueva esposa.
-Mmmmmmm Korrita siempre queriendo minimizar sus logros, en fin tendremos mucho de que platicar después.- Le guiñaba el ojo- las dejo para que disfruten la velada.- y con eso la sacerdotisa se despedía.
-¡Atención!
Un oso pardo alzaba la voz dentro del salón y todos los presentes cesaban sus pláticas así como los músicos dejaban de tocar.
El rey Tonraq tomaba su forma humana y con una gran sonrisa se dirigía a los invitados.
-Es una hora antes de medianoche.- les informaba.
-Es hora que las recién casadas terminen de juntar sus almas.- Dicho esto los soldados de alto rango se trasformaban en águilas y con aleteos apagaban las antorchas que iluminaban el gran salón.
Asami sintió como la tomaban de la mano para obligarla a levantarse de su trono, sabia muy bien que era su esposa quien la guiaba fuera de allí.
Probablemente a la cámara nupcial donde debían consumar su matrimonio, ese pensamiento la dejaba un poco inquieta como seria Korra como amante ¿La trataría suavemente? Lo dudaba mucho, en el poco tiempo de estar juntas podría darse cuenta de su carácter áspero y frió y dudaba mucho que en el acto carnal fuera diferente, seguramente se complacería así misma solamente. No es que le preocupara mucho solo esperaba que no la lastimara mucho en el proceso.
Inconscientemente un temblor le recorrió todo el cuerpo.
Korra con sus agudos sentidos noto el desasosiego de su pareja y como instinto natural le tallaba la mano con su dedo pulgar para tranquilizarla, Asami quedo muy confundida por el gesto que duro apenas unos segundos.
Y hubiese seguido pensando en ello de no ser por que ahora se detenían.
-Hemos llegado- le confirmaba la voz grave de Korra- Nuestra cámara nupcial.
…
¡Hola! espero que esta nueva adaptación sea de su agrado.
