¡…Vous et Moi…!

Como si no fuera suficiente saber de aquel día, toda la escuela se estaba empeñando en recordárselo, cada anuncio en las paredes, todas las risitas a su alrededor, la chica de la radio escolar que no dejaba te poder canciones con temas cursis y empalagosos, y el enorme y aterrador letrero anunciando la fiesta para la próxima semana donde (según el slogan) podría estar "tu verdadero amor". Sapphire no era una amargada. En absoluto, solo no le gustaba esa celebración, desde hace años que sentía que todo era falso, que las parejas que en ese momento estaban tan unidas al próximo podrían estar odiándose, no descartaba que tal vez, si, había alguna que valiera la pena, pero en el mundo donde estaba no se le antojaba pensar que eso fuera tan probable. También trataba de no ser una aguafiestas, Yellow y Blue, en especial la ultima, estaban muy emocionadas con la fiesta así que no serviría de nada tratar de hablarles de otra cosa, no hasta dentro de las próximas semanas.

A veces, solo a veces, quizá unas cuantas más de las que quisiera aceptar, Sapphire envidiaba a sus amigas, y al resto de las chicas que podían emocionarse en esa fecha, quería poder hablar horas sobre una carta que daría, o un obsequio que debiera buscar, a veces quería que sus ojos brillaran como los de los demás al ver alguien especial, y poder soñar con algo completamente romántico para el y ella.

Solo que no podía.

No era fría, no era cruel. Solamente que no podía entregar su corazón como el resto, podía saber a quien quería, de hecho.

Ella sabia de quien estaba enamorada.

Y no era uno de esos amores platónicos como los de alguna de sus amigas, siendo más exacta, Blue, que soñaba con cualquier estrella, no, su sueño estaba muy cerca, casi siempre a su lado, pero ella no iba a hablarle, no podría hacerlo jamás. Ruby. SU Ruby no debía saber sus sentimientos.

-Sapphire….-la llamo Yellow-¿te sientes mal?-.

-No, para nada, ¿por que?-pregunto con desconcierto la castaña.

-Llevas como diez minutos viendo con odio el cartel de la fiesta de San Valentin-rio Blue.

-eso no tiene nada que ver con estar enfermo!-le respondió ella colorada de la vergüenza por haber pasado tanto tiempo dentro de su cabeza.

-Ves! Ahora estas toda roja!-siguió molestando su amiga.

-que estoy bien!-grito.

Los rostros de sus amigas se pusieron blancos ante ese acto. Inmediatamente Sapphire se sintió mal por eso.

-No yo…-.

-Sapph?-la llamo una voz. Mas bien ESA voz.

Sintió como su cuerpo se tensaba, volteo sabiendo que lo vería, y apretó los ojos para evitar soltar un grito. Suspiro. Los ojos rubíes la atraparon inmediatamente, aquellos orbes rojos destellaron al verla reflejada en sus pupilas, la mirada de su mejor amigo siempre la enredaban de un modo casi imperdonable, ¿por que eran tan dulces y cálidos? ¿Por que tenia ella que quererlo tanto?

-Te sientes mal?-pregunto mientras colocaba su mano en la frente de la chica, lo cual hizo subir mas el color de su rostro-estas ardiendo-.

El comentario llevo a Sapphire a la necesidad de cerrar los ojos.

-Te acompaño a tu casa, no quisiera que te desmayaras o algo así-su voz sonaba preocupada.

-Adelante Sapphire, nos veremos mañana-grito Blue alejándose mientras arrastraba a Yellow de un brazo.

"No!" grito inútilmente dentro de su cabeza, donde ellas jamás la iban a oír. Abrió los ojos para ver como Ruby recogía su mochila y le ofrecía su mano para irse.

-vamos-le sonrió.

Ella comenzó a caminar a su lado pero sin aceptar la oferta de tocarle aunque fuera la palma.

-como siempre-susurro el y la siguió.

Ella andaba con más apuro, queriendo pronto estar en casa y no escuchar a su mejor amigo decirle nada sobre su actitud. Si había algo que confesar es que entre mas cerca estaba el día de los enamorados ella se distanciaba mas de el.

A Ruby le encantaba poder llevarla a su casa aun si no le hablara, o avanzara ams adelante que el, disfrutaba verla andar, como el cabello daba un vaivén con el ritmo de sus piernas. Mas de una vez se veía caminar tomados de la mano, peo ella casi siemrpe lo rechazaba. Y como si no fuera difil su actitud, solia ponerse mas difil la semana próxima San Valentin, lo cual siempre había recortado cualquier oportunidad de programar algo para ellos, Ruby sabia, o mas bien estaba completamente seguro que Sapphire detestaba la fecha pero no entendía muy bien el porque, así que solo tratba de sobrellevarla con ella.

-Emocionada por la fiesta?-pregunto para molestarla.

La cara de Sapphire palideció.

-bien lo tomare como "un poco"-se burlo el.

Trataba de mantener la boca cerrada, temia que si la abriera tartamudearía y eso la haría quedar mal frente a el.

-Sabes Sapph…-dijo un poco ams serio-no entiendo por que no te gusta, es una fecha para celebrar, bueno, para compartir con alguien especial-espero a que ella dijera algo-aunque quizá…-trato de hacer sonar su voz con poco interés pero de repente tenia una pregunta que le comia desde adentro- quizá no tienes alguien especial o ese alguien no te hace caso-aventuro el.

Sapphire se detuvo de repente. Ruby contuvo la respiración ¿era cierto? Tal vez estaba apunto de escuchar de la boca de su amiga como estaba enamorada de alguien mas, se arrepintió, de momento, ya no quería escuchar una respuesta.

-Ruby…-dijo por lo bajo y el se paralizo, no sonaba como algo bueno-Eres un tonto!-le grito y golpeo su pecho con ambas manos-¿Cómo se te ocurre algo así?-fingió una risa- no, a mi no me gusta nadie, jajaja, la razón de que no me guste San Valentín es que no hay anda interesante, no le encuentro algo que celebrar-.

Eso deja a nuestros dos protagonistas con diferentes caras. Uno: Sapphire con la cara sonrisa mas falsa que se pudo crear. Dos: Ruby con los ojos tan abiertos y aun así incapaces de notar la mentira de ella.

-¿Que no es suficiente celebrar el amor?-pregunto el.

-Bien, tienes que estar enamorado-prosiguió con su mentira- y entonces esta todo eso de las rosas y chocolates, y te aseguro que los vendedores no están enamorados mas que el dinero que van a ganar-.

-Así no es-contesto Ruby- No tienes porque necesitar comprar algo para demostrar que quieres a alguien-.

-Pero es lo que siempre hacen, esas son las razones que todos están usando para esta fecha, y la fiesta de la escuela es una prueba-.

-Pero también hay cosas muy bonitas-se defendió el.

-Ruby…-le sonrió ella-ojala así fuera con alguien, pero yo no lo he visto aun-.

-Yo te podría escribir incluso una lista de lo que vale la pena!-le grito molesto.

Sapphire le miro con cierto miedo, ¿estaba de verdad enfadado? Solo eso el faltaba para demostrarle porque esa fecha era un asco, su "Valentín secreto" estaba gritándole.

-no creo-dijo con suavidad pero sabiendo que podía oírle.

-Arruinas la fecha Sapphire! Por que no crees que puede ser bonito?-respondió el.

Se sintió como pisoteada por un millón de personas, ¿Qué ella lo arruinaba? Volvió a empujarlo al pecho, pero esta vez decidida a herirlo, Ruby cayo contra el piso y la miro mezclando ira con confusión, Sapphire recogió sus cosas al lado de el y salió corriendo.

Le tomo unos minutos a Ruby entender que se había quedado solo. Que sus palabras habían lastimado a Sapphire y que por esa razón ella lo había dejado. No era su intención, solo que el quería, bien, el si hubiera gastado mucho dinero en darle unas mil rosas, y todos los dulces que ella deseara comer, la hubiera llevado al baile de la escuela como toda una princesa, pero era ella, ella que se negaba a dejarse tratar así, que lo repelía cada que el buscaba acercarse, ¿y si era que no le iba a corresponder nunca sus sentimientos?

No…

Ella decía que la fecha era vacía, no que no le quisiera a el, si bien no era su mejor consuelo, era mejor que saber que quería a alguien mas, el sabia que podía hacerla ver lo bonito de ese día, lo especial que era estar enamorado. Además seria una excusa perfecta para que este año, Sapphire no se alejara de el como si tuviera alguna peste.

….

Como si haber escapado de el hubiera sido un error, apenas llevaba unas calles cuando la mochila se había roto y había dejado caer todo el contenido, y había llegado a su casa como papelería andante. Se quedo contra la puerta de su cuarto y dejo caer todas sus cosas, ahí dentro no importaba si gritaba o lloraba, Ruby no la vería, no la escucharía, ahí no iba a poder entrar jamás. De su boca salió un grito acompañado por lagrimas en sus ojos, ¿llorar por el?, se dejo resbalar hasta el piso y abrazo sus piernas, detestaba el maldito San Valentín, cada año la dejaba entre lagrimas y gritos ahogados. Cada año veía a Ruby a una distancia prudente y esperaba, esperaba que un latido la llevara a el, a confesar algo, a decirle un te quiero, y no sucedia, y el, tampoco hacia nada, mas razones para creerse una causa perdida.