VOLVÍ! No se preocupen, pronto actualizaré mi otro fanfic, ya casi he acabado el capitulo así que no se impaciente! No pude actualizar por que empecé la escuela y he tenido exámenes y tuve que estudiar y por si no fuera poco no tenía internet D: NO SE COMO PUEDO SEGUIR VIVA!
Prologo.
Frío. Así se sentía su cuerpo cada vez que lo tocaba, frío, sin vida ¿Entonces por que seguía consciente? ¿No era que en la muerte no se sentiría nada? ¿Por que seguía oyendo gritar su nombre desesperadamente? Aquella voz... hace tiempo hubiera vendido su alma al diablo por volver a oírla, sin embargo ahora ¿Por que no se sentía feliz de oírla? Como por arte de magia sintió su cuerpo hundirse en aquello que juraría que era agua, poco a poco las voces desaparecían y después la nada la abrazaría eternamente.
Por fin algo duraría para siempre.
Inconscientemente en su cara apareció una sonrisa dejando que la suave corriente la arrastrara hasta el fondo, cada vez mas y mas profundo, haciéndole imposible poder escapar a su destino, o al menos eso era lo que ella creía y deseaba.
Pero para su desgracia nada salía como ella quería.
Abrió los ojos, se encontraba en una habitación bastante conocida, era el hospital. Giró su cabeza hacia un lado y vio un ramo de flores, una cabellera rubia se acercó bruscamente a ella al ver que había despertado y empezó a gritar y gritar llamando a las enfermeras para que la ayudaran. Aturdida se sentó en la camilla y clavó su mirada en el suelo. Ella no podía ni debía estar viva. Alzó la vista y se encontró con unos ojos negros y profundos que la miraban para su sorpresa con preocupación. Que ironía.
¿Que mierda hace parado allí?
Ignorando a las personas que permanecían junto a ella se levantó de la camilla sintiendo una fuerte punzada en el pecho pero hizo caso omiso del dolor y se limitó a mirar por la ventana. Konoha, no importaba cuantos años hubieran pasado, era la misma, sonrío melancólica ¿Cuantos días llevaba durmiendo? Dos, tres... ¿Cuatro quizás? Se sentó en la camilla volviendo a sus pensamientos, buscando en sus recuerdos.
-...-
-¿Que mierda me has hecho?- preguntó la chica agotada con la mano en su estomago intentando detener la hemorragia.
-Serás mi nuevo experimento- respondió el hombre con una sonrisa macabra empezando a caminar.
-¡Vuelve!- chilló la pelirosa desesperada-¡Por favor!-No le quedaba chakra, no podía curarse lo que significaba una muerte segura- ¡Te lo suplico!- rogó la pelirosa sintiendo como sus fuerzas la abandonaban, cerrando poco a poco e inconscientemente los ojos.
-...-
-Sakura-chan debes comer- le sugirió el rubio sacando a la chica de sus pensamientos y el azabache asintió- ¡Abre esa boquita!- exclamó Naruto posando la cuchara cerca de sus labios esperando a que la pelirosa lo obedeciera.
El sonido de de la cuchara chocando contra el suelo sonó fuertemente sorprendiendo a los dos chicos y confundiendolos a la misma vez.
¿Por que será que me es familiar esta escena? Preguntó sarcásticamente la chica sonriendo de forma cínica.
-¿Sa-sakura-chan?-preguntó Naruto atónito.
-Lárguense - murmuró la pelirosa rechinando los dientes.
-¿Huh?- contestó el rubio confuso.
-¡He dicho que se larguen de aquí!- gritó la de ojos esmeralda señalando la puerta.
Ante la inesperada reacción de la pelirosa los dos muchachos abandonaron el lugar dejándola totalmente sola. De todas formas siempre acabaría así, sola, llorando por una causa perdida, sintiéndose inútil, una completa estúpida, luego vendría alguien y le prometería alguien algo imposible y ella, como siempre, y se sentiría peor que nunca.
Pero lo que no sabían era que ella ya no era la misma.
Sin embargo todo me resulta tan familiar...
