¿Cómo Entrenar a tu Dragón? (Las Heroicas Desventuras de Hiccup Horrendous Haddock III #1)

Índice

Índice ... 2

Notas del autor. ... 3

1. Primero Atrapa a tu Dragón. ... 4

2. Dentro del Vivero de Dragones. ... 10

3. Héroes o Exiliados. ... 20

4. Cómo Entrenar a tu Dragón. ... 28

5. Una charla con Old Wrinkly ... 39

6. Mientras tanto, en lo profundo del océano… ... 43

7. Toothless despierta ... 44

8. Entrenar a tu dragón por el camino difícil. ... 52

9. Miedo, Vanidad, Venganza y Bromas Tontas. ... 57

10. Jueves Día de Thor ... 65

11. Thor está enojado ... 78

12. Green Death ... 87

13. Cuando gritar no funciona. ... 94

14. El plan diabólicamente inteligente ... 99

15. La batalla en Death Head Headland. ... 104

16. El plan diabólicamente inteligente sale mal. ... 107

17. En la boca del dragón ... 109

18. La extraordinaria valentía de Toothless ... 111

19. Hiccup el Útil ... 116

Epílogo por el Autor, Hiccup Horrendous Haddock el Tercero, el Último de los Héroes Vikingos ... 122

Notas del autor.

Había dragones cuando era niño.

Habían magníficos, feroces, dragones voladores que anidaban en la cima del acantilado como terribles pájaros gigantes.

Pequeños, marrones, dragones corredores que cazaban ratones y ratas en mana-das bien organizadas. Absurdamente enormes Dragones de Mar que medían veinte veces más que la Gran Ballena Azul y que mataban por el gusto de hacerlo.

Tendrás que tomar mi palabra sobre esto, los dragones están desapareciendo tan rápido que pronto podrían llegar a extinguirse.

Nadie sabe lo que está pasando. Ellos se arrastran de nuevo al mar de donde vi-nieron, no dejando un hueso, ni un colmillo, en la tierra para que el hombre del fu-turo los recuerde.

Así, con el fin de que estas maravillosas criaturas no sean olvidadas, voy a contar esta historia verdadera de mi infancia.

Yo no era el tipo de chico que podría entrenar a un dragón con un simple levantamiento de cejas. No era de naturaleza heroica. Tuve que trabajar en ello. Esta es la historia de cómo volverse un héroe por el camino más difícil.

1. Primero Atrapa a tu Dragón.

Hace mucho tiempo, en la salvaje y ventosa Isla de Berk, un pequeño Vikingo con un nombre bastante largo se puso de pie con la nieve hasta los tobillos.

Hiccup Horrendous Haddock el Tercero, la Esperanza y Heredero de la Tribu de los Hairy Hooligan, se había sentido un poco enfermo desde que despertó esa mañana.

Diez niños, incluido Hiccup, fueron con la esperanza de convertirse en miembros de pleno derecho de la Tribu pasando el Programa de Iniciación del Dragón. Estaban de pie en una pequeña playa desolada en el lugar más desolado de toda la desolada isla. Una pesada nieve caía.

—¡PONGAN ATENCIÓN! —Gritó Gobber el Rudo, el soldado a cargo de la Iniciación—. Esta será su primera operación militar, y al mando del equipo estará Hic-cup.

—Oh, no Hic-cup —gimió Dogsbreath el Descerebrado y la mayoría de los otros chicos—. No puede poner a cargo a Hiccup, señor, es un INÚTIL.

Hiccup Horrendous Haddock el Tercero, la Esperanza y el Heredero de la Tribu de los Hairy Hooligan, se limpió miserablemente la nariz en la manga. Se hundió un poco más en la nieve.

—CUALQUIERA sería mejor que Hiccup —se burló Snotlout Snotface—. Incluso Fishlegs sería mejor que Hiccup.

Fishlegs tenía un estrabismo que lo hizo tan ciego como una medusa, y era alérgico a los reptiles.

—¡SILENCIO! —Rugió Gobber el Rudo—. ¡El próximo niño en hablar tendrá la-pas para el almuerzo para las próximas TRES SEMANAS!

Se hizo un silencio absoluto inmediatamente. Las lapas se parecían un poco a los gusanos y mocos y mucho menos sabrosas que estos.

—¡Hiccup estará a cargo y es una orden! —Gritó Gobber, quien no hacía ruidos más silenciosos que gritar. Era un gigante de dos metros con un brillo clemente en su único ojo bueno y una barba como fuegos artificiales explotando. A pesar del frío glacial llevaba un pantalón corto peludo y un minúsculo chaleco de piel de venado que dejaba ver su piel roja de langosta y sus abultados músculos. Con su puño gigante sostenía una antorcha encendida.

—Hiccup los dirigirá, a pesar de que es, sin duda, completamente inútil, porque Hiccup es el hijo del JEFE, y esa es la manera en que van las cosas con nosotros los Vikingos. ¿Dónde creen que están? ¿En la REPÚBLICA ROMANA? De todos modos, es el menor de sus problemas hoy. Están aquí para demostrar que son Héroes Vikingos. Y es una antigua tradición de la Tribu Hooligan que ustedes deben… —Gobber hizo una pausa dramática— ¡CAZAR PRIMERO A SU DRAGÓN!

Ohhhhhh dolientes vieras pensó Hiccup.

—¡Nuestros dragones nos hacen diferentes! —Bramó Gobber—. Los humanos inferiores entrenan halcones para que cacen por ellos, caballos para llevarlos. Solo los HÉROES VIKINGOS se atreven a domar a las criaturas más salvajes y más peligrosas de la Tierra.

Gobber escupió solemnemente en la nieve.

—Hay tres partes en la Prueba de Iniciación del Dragón. La primera y más peli-grosa de todas es una prueba de su coraje y habilidad en el robo. Si desean entrar en la Tribu de los Hairy Hooligan, primero deben atrapar a su dragón. Y ES POR ESO —continuó Gobber, a todo volumen— que los he traído a este lugar. Echen un vis-tazo al Acantilado del Dragón Salvaje.

Los diez chicos inclinaron sus cabezas hacia atrás. El acantilado se alzaba vertigi-nosamente por encima de ellos, negro y siniestro. En verano apenas se podía verse ya que dragones de todas las formas y tamaños se abalanzaban sobre él, chas-queando y mordiendo y enviando una cacofonía de ruido que se oía por todo Berk.

Pero en invierno, los dragones estaban hibernando y el acantilado se quedaba en silencio, excepto por el ominoso ruido sordo de sus ronquidos. Hiccup podía sentir las vibraciones a través de sus sandalias.

—Ahora —dijo Gobber—, ¿ven esas cuatro cuevas cerca de la mitad del camino hasta el acantilado, agrupadas toscamente en forma de calavera? —Los chicos asin-tieron—. Dentro de la cueva que sería el ojo derecho de la calavera está el Vivero de Dragones, donde hay, EN ESTE MOMENTO, tres mil dragones jóvenes teniendo sus últimas semanas de sueño invernal.

—OOOOOOH —murmuraron los chicos con entusiasmo.

Hiccup tragó saliva. Lo que pasaba es que él sabía mucho más sobre dragones que cualquier otro de los que estaban allí. Desde que era un niño pequeño, había estado fascinado por aquellas criaturas.

Había pasado largas horas viendo a los dragones en secreto. (Se pensaba que los observadores de dragones eran frikis y nerds, de ahí la necesidad de mantenerlo en secreto.)

Y lo que Hiccup había aprendido sobre los dragones le dijo que caminar en una cueva con tres mil dragones dentro era un acto de locura.

Sin embargo, nadie parecía demasiado preocupado.

—En pocos minutos quiero que tomen una de estas cestas y empiecen a escalar el acantilado —ordenó Gobber el Rudo—. Una vez que estén en la entrada de la cuerva, estarán solos. Soy demasiado grande para pasar por los túneles que conducen al Vivero de Dragones. Entrarán en la cueva en SILENCIO y eso también va para ti, Wartilog, a menos que quieras convertirte en la primera comida de primavera para tres mil dragones hambrientos. ¡Ja Ja Ja Ja!

Gobber se rio a carcajadas de su pequeña broma, luego continuó.

—Dragones de este tamaño son normalmente inofensivos para el hombre, pero en estos números les atacarán como pirañas. No habría nada ni siquiera de gordos como tú, Wartilog, solo un montón de huesos y tu casco. ¡Ja Ja Ja Ja! Así que… tendrán que caminar en SILENCIO a través de la cueva y cada chico va a roba un dragón dormido. Levanten el dragón SUAVEMENTE de la roca y colóquenlo en su cesta. ¿Alguna pregunta hasta ahora?

Nadie tenía preguntas.

—En el improbable caso de que alguno despierta a los dragones y tendrían que ser unos idiotas REALMENTE estúpidos para hacerlo- corran como un trueno hacia la entrada de la cueva. A los dragones no les gusta el frío y la nieve probablemente los detenga.

¿Probablemente?, pensó Hiccup. Oh, bueno, eso es reconfortante.

—Les sugiero que se tomen un tiempo para elegir a su dragón. Es importante conseguir uno del tamaño adecuado. Este dragón pescará y cazará venados para ustedes. Van a atrapar al dragón que les llevará a la batalla más adelante, cuando ustedes sean mayores y Guerreros de la Tribu. Sin embargo, si desean un animal impresionante, que sea un guía duro, elijan la criatura más que quepa en su cesta. No se queden por MUCHO tiempo allí.

¿Quedarse?, pensó Hiccup. ¿En una cueva llena de tres mil DRAGONES dormidos?

—No necesito decirles —Gobber continuó alegremente— que si regresan a este lugar sin un dragón, no vale la pena volver en absoluto. Cualquiera que NO supere esta tarea será inmediatamente exiliado. En la Tribu de los Hairy Hooligan no hay lugar para los FRACASOS. Solo los fuertes pueden pertenecer.

Desgraciadamente, Hiccup miró hacia el horizonte. Nada más que la nieve y el mar hasta donde alcanzaba la vista. El exilio no se veía muy prometedor, tampoco.

—BIEN —dijo Gobber energéticamente—. Cada niño tome una cesta para poner a su dragón en ella y vamos a ponernos en marcha.

Los chicos se apresuraron a tomar sus cestas, charlando alegremente y con entusiasmo.

—Voy a conseguir uno de esos Monstruos Nightmare con garras enormes. Son realmente aterradores —alardeó Snotlout.

—Oh, cállate, Snotlout, no puedes —dijo Speedy-ist—. Solo Hiccup puede tener un Monstruos Nightmare, tienes que ser el hijo del jefe —.El padre de Hiccup era Stoick el Vasto, el temible jefe de la Tribu de los Hairy Hooligan.

—¿HIC-CUP? —Se burló Snotlout—. Si es tan inútil en esto como en el Bashyball, tendremos suerte si es que consigue uno de los marrones básicos.

El marrón básico era el tipo más común de dragón, una bestia práctica pero si mucho glamour.

—¡CIERREN LA BOCA Y A PONERSE EN FILA, MISERABLES RENACUAJOS! —Gritó Gobber el Rudo.

Los chicos se apresuraron a sus lugares, cestas sobre sus espaldas, y prestaron atención. Gobber caminaba por la línea, encendiendo la antorcha que cada niño tenía en su mano.

—¡EN UNA HORA SERÁS UN GUERRERO VIKINGO CON TU FIEL SER-PIENTE A TU LADO…

—… O DESAYUNARÁS CON WODEN EN EL VALHALLA CON DIENTES DE DRAGÓN EN TU TRASERO! —Gritó Gobber con horrible entusiasmo.

—¡MUERTE O GLORIA! —Gritó Gobber.

—¡MUERTE O GLORIA! —Gritaron ocho fanáticos detrás de él.

Muerte, pensaron Hiccup y Fishlegs, tristemente.

Gobber hizo una pausa dramática con el cuerno en los labios.

Creo que este podría ser el peor momento de mi vida HASTA AHORA, pensó Hiccup para sus adentros mientras esperaba el sonido del cuerno. Y si gritan mucho más fuerte, vamos a despertar a esos dragones sin haber EMPEZADO.

—¡PARRRRRRRRRP!

Gobber sopló el cuerno.

EL COMÚN O DE JARDÍN y el MARRÓN BÁSICO

El Común o de Jardín y el Marrón Básico son tan similares que puedan ser estudiados juntos. Estas son las razas más conocidas - los que pensamos al instante cuando decimos "dragones". Son cazadores pobres, pero son fáciles de entrenar. Estos dragones son el mejor tipo de mascotas para la familia, aunque, como con un león o un tigre, nunca deberían dejarse sin supervisión con los niños muy pequeños.

ESTADÍSTICAS

COLORES: verde y amarillo, todos los tonos de marrón

ARMADOS CON: dientes y garras básicas 3

DEFENSA: espinas dorsales 2

RADAR: Ninguno 0

VENENO: Ninguno 0

HABILIDAD PARA LA CAZA: cazadores letárgicos 3

VELOCIDAD: rápido en retirada 8

MIEDO Y FACTOR DE LUCHA: bueno cuando está enojado 4