Highschool DxD: Sparda´s Second Coming

No me pertenece Devil May Cry, Highschool DxD, ni ninguno de los personajes y elementos de otras fuentes presentes.

Capitulo 1

[… POV]

"Admítelo. Sin esos poderes tú no eres nadie".

Otra vez esa condenada pesadilla. ¿¡Es que acaso no pretende dejarme en paz!? Aun cuando no quiera pensar en ella, es demasiado veraz como para que pueda ignorarla.

¡Argh! Es inútil. No creo que pueda volver a conciliar el sueño de nuevo. Lo mejor es que ya me levante y me prepare para ir a clases. Todo el proceso lo tengo que hacer yo mismo, porque no hay nadie más que mi persona en el pequeño apartamento en donde vivo rentado.

No. Decir que mi actual residencia es un apartamento es casi un eufemismo. En la misma habitación donde esta mi cama, también está la mini-nevera que guarda mis víveres y el microondas que los cocina. No hay ninguna repisa o estante, sino una mesa donde tengo acumuladas casi todas mis pertenencias. Es casi una obra del cielo que el lugar tenga un baño, aunque resulta espantoso que el área de la ducha sea la misma que la del retrete. Este sitio hace que mi antiguo hogar se sintiera como una mansión y tengo que señalar que este era una casa fabricada con ladrillo y barro.

Pero ni modo. Eso es lo único que se puede obtener cuando uno invierte la mayor parte de su dinero en cosas como un pasaje a un país al otro lado del océano, forja de documentos de identidad, falsos informes de estudio y la inscripción a una academia un tanto ostentosa.

Debí haber entrado a un lugar más barato, pero la academia Kuoh hizo pocas preguntas a pesar de que me inscribí dos semanas después de la fecha inicio. Mi registro de notas y un decente desempeño en el examen de admisión fue suficiente para convencerlos de dejarme entrar. Tal vez pude haber hecho lo mismo en cualquier otra ciudad, en cualquier otra parte del mundo, pero la idea era encontrar un lugar fuera del radar de ciertas personas. Por ciertos motivos no puedo ir a América o Europa estando desarmado, así que seguí la sugerencia de Trish de venir a Japón.

El sitio en si no es nada malo, pero la paz que se huele en el aire puede llegar a ser un poco consternante si se piensa mucho en ella. Aunque claro, ahora mismo no podría oler ningún peligro aunque este se me pusiera delante de la cara.

Se supone que mi traslado a Japón es justamente para evitar involucrarme en cualquier riesgo, pero ahora mismo eso es lo que más añoro. No obstante tengo que reconocer que cualquier acción insensata puede significar mi muerte y por ello debo adaptarme a mi vida actual. Llevo dos meses con ella y no debo perturbarme solo porque tuve de nuevo la misma pesadilla.

Por ello arreglo mi desayuno y almuerzo tratando de alejar mis pensamientos de cualquier molestia. Ambos platillos son bentos pre-elaborados que estaban casi sobre la fecha de vencimiento y por lo tanto pude comprarlos en oferta. Sinceramente preferiría conseguir unas hamburguesas, pero estas son más caras que en América y actualmente estoy ahorrando para mudarme a un mejor lugar.

Es asombroso lo difícil que es conseguir dinero cuando no se tiene a la violencia para resolverlas cosas. Antes podía ganar un par de miles de dólares con cada misión que hacía, pero ahora solo gano el sueldo mínimo que puede aspirar un estudiante de preparatoria en un trabajo de medio tiempo…. Es casi como para preguntar a la Yakuza si aceptan nuevos reclutas.

Estudio porque me veo en la necesidad de conseguir un oficio que no requiera de las habilidades que perdí, pero seguir el curso normal de los humanos va matarme eventualmente por lo pesado que es.

Como sea. Si tengo tiempo para divagar con pensamientos estúpidos, mejor me pongo a hacer algo productivo como trotar antes de ir a clase. El ejercicio nunca esta demás, aunque el que hago no sea suficiente para alcanzar el nivel que deseo.

-o-

A parte de la pesadilla, el era día normal en todos los sentidos. El clima era soleado y con mínimas nubes en el cielo. Los adultos se dirigían a sus trabajos y los jóvenes a sus recintos de estudios. El mío se llama Academia Kuoh y actualmente voy a su segundo año de preparatoria. De lejos es mejor que la escuela que había en mi hogar, pero había un gran detalle que me incomodaba de ella.

-¡Por favor, Lucious-san! ¡Sal conmigo!-fueron las nerviosas palabras de una estudiante que me recibió en la entrada de la academia, antes de extenderme una tarjeta decorada con un corazón.

Yo suspire con un profundo fastidio y enojo. El asunto ya estaba dejando de ser divertido. Esta era la tercera confesión que recibía en lo que iba de semana y tan solo era martes.

-No-fue mi seca y tacita respuesta antes de continuar mi camino hacia el edificio de clases, dejando en el sitio a la chica que ahora tenía una expresión de decepción y tristeza.

-¡Lo hizo de nuevo!

-Otra doncella para la cuenta del rompe corazones.

-¿¡Porque no te mueres bastardo!?

-¿¡Acaso las japonesas no son suficientes para ti!?

Tras mi rechazo se escucharon esos comentarios y otros insultos más de los varones que se encontraban en los alrededores. De no ser porque sé que debo ser comedido y evitar incidentes que llame la atención, le rompería la boca a más de uno por hablar tan descaradamente de mí.

La expresión desafiante que mantengo debería ser suficiente para alejarlos, pero solo consigo molestarlos más, debido a que las chicas presentes, que son más abundantes, se sonrojan y se muestran cohibidas ante mí pasó. En pocas palabras, ella se encantan por mi actitud despótica y los varones se molestan por ello.

Es realmente molesto, pero eso es lo que se obtiene cuando la proporción de las chicas y chicos de la academia es de 3 a 1. La opinión de las chicas siempre incide en las del resto y actualmente eso implica que sea el centro de atención. Esto debido a múltiples razones que enumerare.

Numero uno, vengo del extranjero. Aquí en Japón, que es donde se encuentra Kuoh, resalto demasiado entre la multitud. No solo por mi ascendencia caucásica, sino por los rasgos mediterráneos que herede de mi madre, ojos verdes y una tez bronceada.

Dos, soy muy hábil con los deportes. No tengo complexión ni actitudes olímpicas, sin embargo me puedo defender en casi cualquier deporte que me presente. Mucho mejor si se trata de algo que implique blandir algo como un raqueta, bate o palo de hockey. Esta destreza me ha hecho candidato para varios clubes de la escuela y por lo tanto me da una imagen positiva que contrasta raramente con el siguiente punto.

Tres, los demás me toman por un delincuente. En Japón el término no tiene necesariamente una implicación tan severa y se le puede aludir a cualquiera con apariencia de chico malo. Como mi cabello es de color blanco para ellos entró automáticamente en la descripción de ese estereotipo, a pesar de que su coloración es completamente natural y no es que me lo blanquee.

Dado que Kuoh fue una academia femenina hasta hacia poco, las chicas se interesan por todos los chicos que se salgan de la media y yo anoto los tres strike con los detalles antes mencionados.

Que no se me malinterprete. Me agrada por completo ser objeto de atención de las féminas, pero ahora mismo no es algo que esté buscando. No luego de lo que paso con la ***** de mi ex.

Tal vez no debí haber dicho que no tenía pareja en mi presentación a la clase, pero ya es demasiado tarde para decir lo contrario y evitarme alborotos como este. Ya he explicado en repetidas ocasiones que no estoy buscando una relación, pero ninguna chica me ha el mínimo hecho caso.

Hasta ahora la única que mostrado una conducta diferente es una chica de nombre Aika Kiryu, quien en vez de intentar ligar conmigo, lo que hace es molestarme por los rechazos que efectuó.

-Jujuju. Entonces Eiko del equipo de natación no es suficiente para ti, Lucious-san-dijo Kiryu suspicazmente desde su asiento, que inoportunamente estaba detrás del mío. –Con otra chica en tu lista de rechazos tengo que pensar que, o tienes gustos muy específicos o tienes otra clase de inclinaciones.

-¿Acaso no tienes algo mejor que hacer que fastidiar a los demás?

-Lo siento si eres mi nuevo objeto de entretenimiento. Desde que expulsaron al trió pervertido las cosas han estado algo aburridas en el salón.

-¿Y eso es mi culpa como para que sea objeto de este asedio?

-No, pero sin duda es divertido molestarte-dijo ella acomodando sus lentes con mirada un tanto sádica.

Urgh. Esa chica me preocuparía de no ser porque muchas de las mujeres que conozco son entrometidas como ella, pero en fin. Poco es lo que puedo hacer ahora que estoy en proceso de integrarme a una vida completamente normal.

Mis días comienzan yendo a clases en la primera parte del día. Si tengo oportunidad asisto a los entrenamientos de los clubes de beisbol y basquetbol, aunque le doy especial prioridad al club de kendo, debido a que es literalmente la cosa más útil que hay en la escuela. Créanme. A la larga incluso la física pierde vigencia. Al salir de clases voy inmediatamente a la tienda de conveniencia donde trabajo hasta las 11. Luego llego a mi apartamento y duermo hasta que el ciclo comienza nuevamente. Los fines de semana las cosas cambian un poco y tengo oportunidad de ver algo televisión, pero de igual forma asisto al trabajo a fin de maximizar mis ganancias.

Las diferencias culturales entre Japón y mi hogar hacen que la rutina no sea tan monótona como aparenta, y uno que otro intento de robo animan las cosas, pero eso no evita que tenga que aceptar que solo cumplo todo esto para olvidar lo cabreado que estoy con todo.

¡Tenía un plan muy bien definido en mi vida y tenía que aparecer un bastardo a arrebatármelo! La abuela dice que debo superarlo y seguir adelante, pero es difícil hacerlo cuando me han quitado una parte muy importante de mí y esta pérdida conllevo a que se desbarataran otras cosas.

¡No hay forma en la que me quede quieto hasta que consiga resolver este asunto y recupere lo que es mío por derecho! Mi estado actual es un gran impedimento y es un suicidio intentar hacer cualquier cosa para recuperar mi vida, por lo queda muy claro lo que requiero para salir de mi predicamento. Necesito poder. No importa de qué clase o el costo que tenga, pero necesito poder cuanto antes sea posible. De lo contrario, corro el riesgo de que se vuelva inalcanzable la parte que perdí.

[General POV]

-¿Qué tal Murayama? Ella y Katase son las mejores del club de kendo.

-No creo que debas asumir que son expertas espadachín solo porque están en ese club.

-Pero tengo a alguien que las puede entrenar.

-Cierto, pero tienes que tomar en cuenta que serían una inversión que solo te darían resultados a largo plazo.

-Tienes razón.

Quienes en ese momento discutían eran dos jóvenes de inmaculada piel, una de larga cabellera rojo y la otra de corto peinado color negro. Una era Rias Gremory, mientras que la segunda era Sona Sitri, o Souna Shitori que era como se le conocía en la academia Kuoh.

Ambas se encontraban en las dependencias del consejo estudiantil de Kuoh donde ellas hojeaban y revisaban los archivos de los estudiantes que asistían a la academia. Ya una buena parte de las carpetas había sido descartada y solo quedaba un pequeño grupo que revisar.

-¿Qué me dices sobre este? Issei Hyoudou -pregunto la pelirroja viendo una carpeta con la foto de un chico castaño.

-Lo siento. Este es un error de mi parte-dijo Sona retirando el archivo del montón. –Él y sus compañeros, Motohama y Matsuda, tuvieron que ser retirados de la academia por sus continuas demostraciones de comportamiento lascivo.

-Eso explica porque note que las demás chicas se encuentran de un mejor humor-dijo Rias pensativa. –Una lástima. De por si son muy pocos los estudiantes varones que tenemos.

-Una pena por Motohama que tenía un record académico aceptable, pero él y los otros importunaban demasiado al estudiantado femenino.

-Ni modo. Ellos son una posibilidad que no se podrá revisar-dijo la pelirroja pasando al siguiente archivo. –Lucious Dumary. Este es el extranjero que se integro este semestre, ¿no?

-Sí. Es americano y viene de Los Ángeles, California.

-¿Debería tomar eso como una mala señal?

-Si tomamos en cuenta el índice de criminalidad de esa ciudad, no creo que debamos preocuparnos porque sea afín a la Iglesia o una organización enemiga de nosotros.

-La pregunta sería si tiene esa "habilidad" de combate que tienen los causantes de esa mala reputación. No es por caer en los estereotipos, pero él se ve del tipo que pudo haber pertenecido a una pandilla.

-Sus expedientes no indican ningún tipo de antecedente criminal. Su archivo lo detalla como un estudiante que solo sobrepasa un poco el promedio. Sus notas pasan un poco la media, no ha tenido ninguna falta o sanción en su carrera escolar, pero tampoco ha tenido meritos de mención. En sus actividades extracurriculares se detalla su asociación con un equipo de futbol y uno de beisbol, pero no se detalla la participación en ningún torneo o competición.

-Ya veo. ¿Alguna habilidad especial que quieras resaltar?

-No como tal, pero si puedo comentar que él muestra bastante interés en el kendo.

-Lástima que no se ha constituido una división masculina de ese club. Sería bueno ver qué tal le va con las espadas.

-Pues las chicas han pedido que se apresure su apertura. Dumary y Kiba son sus primeras peticiones.

-Suena como una idea bastante tentadora.

-Aun así te sugiero que pienses en otros candidatos que puedan ofrecer más. La Nobleza que posees tiene un nivel mayor a la media y cualquier reclutamiento apresurado podría causar un desbalance en su poder.

-Lo sé, pero también tengo el presentimiento de que ya debo de prepararme para el momento en que mi libertad se ponga en juego. No se tendré si solo tengo que depender de mi misma o podre solicitar ayuda, así que debo ir por lo seguro y alistar mi Nobleza.

-No estás demás que cubras todas tus posibilidades, pero de todas formas te recomiendo que no actúes de forma descuidada.

-¿En ese caso que sugieres? He de suponer que tú ya tienes algunos súbditos en tu mira.

-Tal vez, pero sería trampa que te hablara sobre ellos.

-Je. Aceptare tu evasiva solo porque somos rivales al final de todo.

-No obstante, eso no quiere decir que vaya a negarte mi ayuda. Mi sugerencia es que investigues si alguno de los estudiantes tiene relación con lo sobrenatural. Si esta existe o al menos hay interés en que la haya, tu reclutamiento comenzara con un buen pie. No debes caer en el error de reclutar a alguien porque es "lindo" y luego hacer que se acostumbre a su vida como Demonio.

-Sí. Tienes toda la razón-dijo Rias con una gota de sudor bajando por su sien, pues ella tenía que admitir que era una de las que pecaba por esa costumbre.

Sus sirvientes Yuuto y Koneko en primer momento no mostraban un potencial que les hiciera meritorios de su atención, pero ella de todas formas les había salvado porque consideraba que era un desperdicio dejarles morir. Gasper era un caso a medias y solo Akeno era quien tenía asegurada su posición desde el inicio de su amistad.

-Considera usar los contactos de tu familia para ayudarte en el tema. Yo lo hice y tuve buenos resultados.

-Ellos son los que me metieron en este lio, así que espero resolver el asunto sin su ayuda.

-Como gustes. Solo toma en cuenta que no conseguirás nada de un ataque de orgullo.

-Así es como funcionan las cosas con los Demonios, Sona. Si no ponemos en evidencia nuestros egos, es como si no estuviéramos viviendo.

-Ciertamente. De todas formas te sugiero que pienses el tema con detenimiento-dijo Sona levantándose de su asiento. –Ahora si me disculpas, tengo deberes a los que atender. Cualquier inquietud que tengas me la puedes hacer saber.

-De acuerdo. Gracias por todo-dijo la pelirroja, viendo a su amiga salir de salón en el que se encontraban. Poco después ella hizo lo mismo, pues debía volver a su espacio personal a meditar sobre la última conversación.

Rias entonces se desplazo a lo que era conocido como el antiguo edificio de la academia. La academia Kuoh se había renovado creando un nuevo espacio para contener a todos los estudiantes a los que quería darles cupo y eso había dado a lugar a que la estructura original quedara libre. Si bien la lógica dictaba que el antiguo edificio podía ser usado para un sinfín de cosas como contener a más estudiantes, albergar a los laboratorios o los múltiples clubes de la academia, la dirección de la escuela había tomado la "curiosa" decisión de dejarlo únicamente en las manos del misterioso Club de Exploración de lo Oculto, cuya presidenta era no otra que la pelirroja Gremory.

Al llegar al salón de su club, una sala elegantemente decorada con un estilo gótico, Rias fue recibida por su mano derecha, Akeno Himejima, una hermosa Yamato Nadeshiko de cabello negro que sirvió te a su ama apenas llego.

-¿Qué tal reunión, Rias?-pregunto la Himejima.

-Tan criptica como siempre. Sona me dio unos consejos, pero se sintió como si al mismo tiempo me sugiriera que hiciera lo contrario.

-Si ese es el caso, me parece que ella quiere que tú seas la que tenga la decisión final.

-Es lo más seguro. Sé que lo hace para bien, pero es un autentico dolor de cabeza.

-¿Te preocupa mucho lo del compromiso?

-Totalmente. Sé que tengo oportunidad para deshacerme de él hasta la universidad, pero tengo un mal presentimiento y quiero completar mi sequito antes de que se me quite la oportunidad de hacerlo.

-¿Crees que encontraras a alguien adecuado en la academia?

-Las estadísticas dicen que sí, pero no está resultando muy bien. Los candidatos más prometedores ya están en manos o en la mira de Sona y otros rechazan hacer un contrato de ese tipo con los Demonios porque no lo ven rentable. Un ejemplo de este último caso es como sabes Kiyome Abe.

-Japón es muy cerrado es lo que concierne a jóvenes con actitudes para el entorno sobrenatural. Si alguien tiene potencial para la magia o las artes marciales, el por supuesto será fichado por las asociaciones mágicas y grandes familias que se encuentran detrás de escena. Un caso distinto es Europa o el resto Asia, donde el enorme número de personas hace que se ignore un enorme número de promesas.

-Sí. Creo haber leído algo al respecto. A la hora de reclutar nuevos súbditos, la elite del Inframundo tiene una enorme preferencia por las asociaciones mágicas que hay por toda Europa.

-¿No crees que deberías darle una oportunidad?

-El problema es que todavía no tengo permiso para participar en los Rating Games y solo soy conocida como la heredera Gremory. No tengo ningún merito propio que pueda hacer que alguien de relevancia de las asociaciones acceda a ser mi súbdito.

-Eso es bastante pesimista de tu parte, pero supongo que tienes razón.

-Es irrealista que piense que puedo usar mi debut en los Rating Games para reunir a todos los súbditos que me hacen falta. Necesito encontrar a algunos por otros medios.

-¿Qué piensas hacer?

-Voy a seguir con mi idea de reclutar a estudiantes de la academia. Sé que será un arduo trabajo entrenarlos para que tengan un nivel como el de ustedes, pero esa labor a la larga evidenciara que puedo hacer mas como Rias Gremory que como Rias, esposa de cualquier imbécil.

-Sabes que cuentas con nuestro apoyo para cualquier. Me alegra que digas eso, pues en verdad necesitare de tu ayuda y la de todos los demás.

-Soy toda oídos.

-Sona sugirió que investigara los contactos con lo sobrenatural de las personas que me interesan, pero ese sería demasiado trabajo para que lo hagamos solo nosotros. Por eso sugiero que tengamos un enfoque más directo y distribuyamos folletos de invocación a los candidatos.

-¿Pero acaso no deberíamos entregar esos a solo aquellos que puedan resarcir correctamente los servicios?

-Tendremos que bajar un poco el precio de nuestros servicios en esta ocasión. Después de todo solo estamos tratando con estudiantes de preparatoria. La intención es detectar que personas tienen el suficiente interés en el mundo sobrenatural como para dejar de ser humanos.

-¿En base a que buscaremos?

-El tipo de deseos que pidan. Si es de los comunes como los que efectúan nuestros clientes habituales, los pasaremos por alto y borraremos la memoria del encuentro, ya que será evidente que ellos no tienen la ambición necesaria. Si piden cosas que implican mayor profundidad, yo misma atenderé el caso para estudiar la posibilidad del reclutamiento.

-¿Tienes muchas expectativas?

-A fin de no ser completamente arriesgada, solo empleare los peones libres que poseo. Dudo que consiga a alguien que califique para mis otras Evil Pieces, así que me manejare solo con esas.

-De acuerdo. Les contare a los demás los detalles.

-Se aceptan sugerencias, Akeno. Después de todo, ellos serán tus compañeros.

-Fufufu. No tengo a nadie en mente, pero me asegurare de estar atenta a cualquier kouhai prometedor-dijo la pelinegra antes de retirarse.


Y con esta historia incursiono con un nuevo OC de mi autoría. Obviamente he hecho más de uno, pero quien siga mis historias habrá comprendido que al final solo juego con versiones alternativas del personaje. En esta ocasión es diferente. Voy de lleno con alguien que es completamente distinto. Cuya ascendencia viene de dos personajes de DMC que extrañamente son emparejados, a pesar de que la última novela indico que era una unión bastante posible. Espero que guste, ya que de ser así tengo tiempo pensando en una historia con un Allen Walker con rasgos similares. Claro en ese caso, tendría una historia completamente distinta.

Antes de que se pregunte, Issei sigue vivo y coleando, y por supuesto sigue siendo el Sekiryutei. Me cae demasiado bien como para sustituirlo del todo y por lo tanto el seguirá su curso en la historia de otra forma, consiguiendo parte de su harem como si nada hubiera pasado.