El día de Halloween ha sido el mas solitario de mi existencia. Todos los niños preparaban sus monstruosos disfraces para poder salir en la noche del orfanato para recoger caramelos. Pero yo nunca he reído el día de Halloween, siempre esperaba algo que nunca llegaba. Algo que jamas había oído de alguien que vaya dedicado a mi. Esas dos palabras, esas seis silabas... Nunca han ido dedicadas a mi. Nunca.
Yo siempre he estado solo. Soledad es la mejor palabra que describe mi persona. Soy frío y calculador, lo admito, pero yo también soy humano. Yo también necesito sentirme querido, aunque sea una vez en mi corta vida de ocho años.
Ahora mismo estoy en la sala común de Wammy's House. Las paredes son blancas y hay dos mesas para que los niños se sienten y entablen conversaciones de todo tipo. También hay un ventanal que da al patio, donde mis compañeros juegan a diversos juegos en los cuales nunca soy bienvenido.
Miraba hacia el patio donde los niños y niñas reían mientras mostraban y comparaban sus disfraces nuevos, agujereaban las calabazas en forma sonriente y hacían cestas para ir a recoger caramelos. Los mas gamberros, planeaban algo para colarse en la cocina y robar los huevos, para luego tirárselos a las niñas que huían despavoridas.
Unos segundos miré hacia la luna. Solo unos segundos, para que después unos pasos dirigiéndose hacia mi me hicieran apartar la vista para ver de quien se trataba.
- Hola Elle – miré a aquel que se parecía tanto a mi, esos ojos rojos me miraban fijamente - ¿Como estas?
- Bien – respondí - ¿Que es lo que quieres Beyond?
- Dime que es lo que quieres escuchar, dímelo y te lo diré – su sonrisa no tardó en aparecer.
- No se de que me hablas – volví a mirar por la ventana.
- Claro que lo sabes Elle. Yo, a diferencia de los demás, si que se que día es hoy. ¿O me negaras que hoy es tu cumpleaños? - le volví a mirar con los ojos abiertos de par en par.
- No tengo porque negartelo Beyo... - unos labios intrusos se posaren encima de los mios, formando mi primer beso. Al instante se apartó de mi y me dejó de nuevo solo en la sala.
A los diez segundos Beyond Birthday volvió a aparecer en la sala, sacó una caja envuelta en cinta roja y me lo tiró desde lejos. Lo cogí al vuelo. Él se volvió a dar la vuelta y antes de volver a salir se paró en el marco de la puerta y escuché por primera vez esas deseadas palabras que quise oír desde que nací.
- Feliz cumpleaños Elle.