Titulo original: L'Héritier de la lune

Autora: Misrel

Traductora: Yuri Black

Summari: HarryChica. HP/RL. La guerra ha terminado, pero los magos deciden exterminar los últimos lobos restantes y Harry es enviado al pasado, a la época de los merodeadores, por una divinidad con el fin de evitar que la historia se repita.

Rating : M (posiblemente haya un lemmon mas adelante, pero en caso de que al final la autora no lo escriba lo cambiaré a K+)

Pareja: Es un Harry/Remus, pero no es verdaderamente yaoi, porque Harry se convertirá en mujer, pero de todas formas, prevenimos: " Homofobos NO! "

Disclamer: los personajes pertenecen a J.K. Rowling. Excepto la personalidad femenina de Harry y la historia, que le pertenecen a Misrel, su autora. Yo solo me encargo de traducir con su permiso.

EL HEREDERO DE LA LUNA

Prólogo.

El corría. Corría sin detenerse en plena noche de luna llena. Si perdía lo que había avanzado sería su fin, por lo tanto, corría. Corría sin perder el aliento, aunque su pulso empezaba a ser errático. A pesar de las múltiples ramas que le azotaban el cuerpo. A pesar del miedo que le contraía las entrañas... A pesar del dolor que le recorría a causa de la mordedura sangrante que tenía en el hombro... A pesar del veneno que se extendía por su cuerpo... A pesar de que nunca había hecho nada malo… ¿Y todo para qué? Para protegerse de los insanos prejuicios que tenían los magos sobre las criaturas mágicas.

¿Cómo había llegado allí? ¿No los había salvado? ¿No había sacrificado su vida por ellos? ¿Y como se lo agradecían? ¡Intentando matarlo a la primera oportunidad!

Aun recordaba cómo había empezado todo. Nunca hubiera creído que el Ministerio le traicionaría como lo había hecho. Habían tenido años de guerras, muertes, dolor i desolación y, sin embargo, en vez de alegrarse por la derrota de Voldemort, el Ministerio había decidido volver a la guerra para hacer lo mismo que el mago oscuro había intentado: un genocidio. Un genocidio de las llamadas "criaturas oscuras", como los vampiros y los licántropos.

Por supuesto, había tratado de detenerlos, de hacerlos entrar en razón. Las cosas no son así. Solo porque una minoría de esas criaturas se habían unido a Tom no había que condenarlos a todos. Ellos son como los hombres, hay buenos y malos. Pero ya era demasiado tarde para hacer algo. El miedo que tanto tiempo llevaba acechando a los magos impedía que ellos trataran de comprender la verdad. Algunos incluso ya le habían empezado a tratar de traidor, del cobarde que no quería que la sociedad mejorase.

Des de que se anuncio la caza de los licántropos él había hecho todo lo posible para proteger tanto a esa raza como a la persona a la que amaba de esa furiosa locura. Pero no había pasado mucho tiempo antes de que el Ministerio los encontrase de nuevo. Y este había matado a su amado delante suyo sin que pudiera hacer nada para evitarlo. Su corazón, su amor… su Remus… había sido arrancado de su lado. Des de entonces ya habían pasado varios días.

Cuando fue mordido, mientras se ocultaba en un bosque una noche de luna llena, le fue extraño haber salido casi indemne, sobre todo cuando los licántropos acorralaban y atacaban a cualquier mago solitario que les pasara por delante. Lo que más le impacto fue que los magos solo vacilaron un poco antes de dejarse llevar por sus prejuicios e iniciar su persecución.

Pero ahora, el estaba muerto de cansancio, de dolor, de tristeza y podía flaquear en cualquier momento, cosa que ellos aprovecharían para darle alcance. Solo su voluntad por salvarlos le permitía continuar su camino. De salvar a los licántropos, su nueva raza, y por lo mismo, salvar también al resto de hombres de su propio fin hacia el cual se dirigían.

Entonces corría. Corría hacia donde su nuevo instinto le indicaba. Hacia donde encontraría, al fin, su salvación; donde un nuevo inicio sería posible. Pronto lo vio, y supo que al fin había llegado a su destino. Delante de él se encontraba un pequeño claro con un altar de ceremonias en el centro de un círculo de piedras. Al fin…

Justo cuando había alcanzado el altar se oyó una voz suave y tranquilizadora decir: "Ahora estas a salvo hijo mío", para, a continuación, producirse una gran detonación, tras la cual todo se volvió negro a su alrededor. Él tuvo la sensación de ser abrazado por los brazos de una madre, los cuales lo arrullaban mientras se oía suavemente una canción de cuna.

Si, por fin estaba a salvo.

La luna era su pastor y la noche su reino.

Momentos después, Harry Potter desaparecía de la superficie de la tierra.

Hola gente!!!

Bien esta es mi primera traducción, asi que espero que os guste. Si veis que hay alguna incoherencia o que hay cosas que no encajan o están mal explicadas, por favor avisadme, porque no estoy demasiado acostumbrada a traducir aun y hay muchas cosas que ni siquiera me doy cuenta de que no he arreglado.

La verdad es que quería preguntar si alguien puede ser mi beta, ya que me vendría muy bien alguna ayudita para mirar que, al intentar no desviarme demasiado de la traducción no me exprese mal en español!

Hablando de la historia, los capítulos no son demasiado largos y hasta el momento solo hay 4 escritos, pero prometo que tanto yo como la autora haremos todo lo posible por actualizar de forma continua, vale?

Bueno, eso es todo. Ahora os dejo con la lectura, espero que la disfrutéis.

Yuri Black

08 de octubre del 2009