Pensamientos de Ichigo
TÚ NO SABES, RUKIA
Mi vida es una pérdida de tiempo. Lucho contra hollows, mando a almas a un lugar llamado Sociedad de Almas dónde en vez de ángeles hay escuadrones de shinigamis. Sí, shinigamis, son dioses de la muerte. Y como si eso no fuera suficiente, una de ellos vive bajo mi techo, come con mi familia y ha sido condecorada por mi padre con el dudoso título de tercera hija. Su nombre: Kuchiki Rukia. El mío: Kurosaki Ichigo.
Esta es mi situación: Si un hollow ataca, el que sale a jugarse la vida soy yo. Si mi familia o ella están en peligro, yo soy el que pone su pellejo. Si tengo ganas de aburrirme o haraganear voy listo, porque nadie me echa una mano ni para estudiar ni para salvar el mundo. Sinceramente, estoy cansado. Harto y cansado.
Sé que le debo mucho a Rukia. Joder, no en vano fue la que dio sus poderes. Pero también tengo en cuenta que lo hizo porque no le quedó otra opción.
La noche que la conocí ella estaba sola y ensangrentada. No hubiera podido salvar a nadie en su estado. De alguna forma, el que me diese sus poderes no fue un acto de generosidad por su parte. Muy al contrario. Al principio hubo reticencia y duda en su oferta. Y no la culpo. Por aquel entonces era un chico desmañado y torpe, que hablaba con fantasmas a los cuales no podía ayudar. Sólo más tarde, empujado por mi voluntad y mis nuevos poderes, fui haciéndome más fuerte y hábil.
Y ella tiene que reconocerlo. Ya soy muy hábil, casi un experto. He derrotado a hollows, a arrancars, he bajado de su trono a Aizen… me pregunto qué es lo que me depara ahora el destino. Tal vez un nuevo poder, una nueva transformación, un nuevo amigo al que ayudar… por ahora me preparo para la Universidad, y confío en hacerlo lo mejor posible en mi carrera.
También pienso en qué hará ella cuando yo me haya ido. Está claro que si sigue en la Tierra es porque yo, Kurosaki ichigo, le gusto un poco. Sé que han venido a verla su hermano y demás para llevársela; piensan que pierde el tiempo aquí. Yo me río de ellos. ¡No se puede ser más idiota! ¿En verdad creen que ella puede obligarme a mí a tenerla en mi casa? Si ella continúa aquí no es porque mi padre haya transigido, es porque yo también quiero que se quede y de ningún modo regresará adonde su estirado hermano. Eso lo tengo muy claro.
Pienso alquilar un piso cerca de mi universidad. Allí podremos tener nuestro nido, y tal vez con el tiempo nos casemos. Eso será cuando yo tenga más edad y haya terminado mis estudios.
Por supuesto ella no sabe nada. Es un secreto, voy a sorprenderla. La he visto llorosa un par de veces cuando me voy con Orihime y los demás. No se imagina que se lo que piensa. Y me río de todo, porque la voy a hacer tan feliz como no ha soñado ser en ningún lugar. He descubierto lo que quiere. Y su lugar está aquí. Ay Rukia-chan, enana, si tú supieras…
N/A: ¿qué tal? ¿malo verdad? bueno, aquí estoy para que me den de tomatazos. Gracias por leer siempre. Un beso ^^
