¿Podrías decir que amas a una persona con solo mirarla a los ojos?, la verdad es que solo pocas personas pueden hacerlo.

-Maldito Karasuma-kun hacerle esto a Tenma-chan, no se lo perdonare- Iba el buscaprietos caminando por las calles concurridas de Tokio después de entregar a la editorial su nuevo manga junto con Imoto-san.

Llego a su departamento pero la puerta estaba cerrada, Itoko no había aparecido en la última semana y esto preocupaba a Harima, saco su llave de la mochila la coloco en el orificio de la chapa y con dos tercios de vuelta la puerta cedió. El lugar estaba oscuro pues eran alrededor de las 11 de la noche.

Camino hacia la cocina sin detenerse a ver nada a su alrededor, abrió el refrigerador con cuidado y saco una gran botella de sake. Empezó a beberla rápidamente, después de una minutos el alcohol ya se le había subido a la cabeza, estaba tirado sobre el suelo, en una mano la botella de sake con un tercio de su contenido original y en la otra una foto de Tsukamoto Tenma, la chica que jamás se fijaría en él.

Se levanto de pronto de su cama, sentía un vació recorrerle el cuerpo, tanteo a su alrededor y no encontró nada que le consolara de ese terrible sueño, se levanto de su cama y cruzo la puerta entre sueños y realidades, no pudo encontrar a nadie. Su única hermana se encontraba en la casa de una de sus amigas, se dejo caer golpeándose las rodillas y se abrazo a si misma pero eso no la consoló en nada.

Camino hacia un mueble cercano donde se encontraba el móvil, lo levanto entre sus temblorosas mano y apretó botones buscando un número, al final de la lista venía uno en especial, era de alguien que por más difícil que se la ponía siempre estaba para ayudarla, sin pensarlo dos veces apretó el botón de llamada.

Entre el dolor de cabeza y de espalda Harima pudo ponerse de pie, el maldito sonido del teléfono lo molestaba vilmente, lo apretó contra su oído y tras el auricular pudo escuchar la voz que menos pensaba.

-Harima ¿te encuentras ahí? –Sollozos siguieron a las palabras de Tenma

-Si soy yo, Ten… Tsukamoto ¿Qué te pasa?-

-Por favor ven, estoy sola y tengo miedo, por favor Harima ven-

-Tsukamoto, donde esta Imoto-san?-

-Ella se fue –otra vez sollozos tras el teléfono

-Este bien voy en seguida-

Tras colgar el teléfono cayo inconsciente sobre el suelo frío de la noche; el viento lo golpeaba directamente a la cara, sus manos ya las sentía entumidas por mantenerlas sujetas a los cuernos de la moto. Rápidamente Harima cruzó las oscuras calles de la ciudad, cuando por fin llego a la casa de Tenma, bajo apresuradamente y a pasos grandes y algunos tropezones llego a la puerta.

Toco pero no oyó respuesta asustado abrió la puerta de golpe, penetro en la habitación y para su sorpresa encontró a la joven Tsukamoto, recostada sobre el frio piso, vestida con una fina bata en tonos cremosos. En ese momento Harima corrió a su lado esperando lo peor.

La encontró dormida, su rostro reflejaba angustia, fue en eso que el "hige" noto lo caliente del cuerpo femenino. Corrió con ella en los brazos a la primera habitación que encontró y que por suerte resulto ser la de ella.

La recostó en la cama y la tapo con la cobija, empezó a sentir frustración, mareos, empezó a recriminarse por haber estado emborrachándose solo apenas unos minutos. Corrió a la cocina saco un recipiente, el cual lleno con agua, tomo un pedazo de tela y regreso al lado de Tenma. Volvió a tomar la temperatura y noto que estaba más caliente, remojo la prenda en el recipiente y eliminando el excesivo lo coloco con delicadeza sobre la ardiente frente de la chica.

Miro con detenimiento la cara de la chica que le gusta y se llenaba de frustración cuando veía que la fiebre no disminuía. Entonces fue cuando se decidió, era su única solución.

Abrió la llave y dejo que corriera. Espero a que se llenara para traerla, cuando por fin estuvo lo bastantemente llena, cerro el grifo del agua de la tina y corrió a la habitación de Tenma, la tomo en sus brazos y la cargo hasta el baño, como pudo la sentó en el baño, trago saliva y golpeando quedamente el rostro rosáceo de ella hizo que reaccionara.

-hey Tsukamoto, hey… -volvió a golpearla- pon atención tienes que meterte al agua, es la única forma para que baje la temperatura-

-Harima-kun…-

-Escucha te dejare junto a la tina un momento, mientras que hump… te metes a la tina- Tenma asintió con la mirada e inmediatamente Harima la coloco de pie junto a la tina.

Tenma se balanceaba torpemente de un lado al otro aumentando el temor del moreno, cuando la dejó, volvió a tragar saliva y salió rápido de la habitación de baño. Tras la puerta oyó el ruido del agua al escaparse tras ver entrado el cuerpo de Tenma.

Unos minutos después Harima con los ojos tapados entro a la habitación y toco de nuevo la frente de ella y la sintió un poco más templada, la fiebre iba bajando, el baño no había sido en vano.

La saco del agua sin abrir los ojos y la envolvió en una toalla, la volvió a cargar hasta a su habitación y solo la dejo un momento para que cambiara sus ropas mojadas. Cuando regreso a la habitación la encontró recostada en la cama, él se acerco a ella y se agacho a su altura con una mano le apartaba los cabellos rebeldes que ocultaban su rostro y con la otra apretaba la mano de ella.

-Harima-kun Gracias- Cerro los ojos y se quedo dormida, Harima lloraba de alegría ella ya estaba bien, su querida Tenma-chan ya no estaba en peligro.

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Bien espero que les haiga gustado mi historia, ya que me pregunte por que casi no hay fic de tenma y harima si son el uno para el otro.