Disclaimer: El Potterverso y sus personajes pertenecen a JK Rowling. Escribo esta historia sin fines de lucro.
Esta historia participa en el reto "Casas de Hogwarts" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
TÓPICOS
Por Azul y Amarillo
I. Todos los Gryffindor son valientes
La rata observaba desde la ventana de la habitación de su dueño actual —Ronald Weasley— como la lluvia salpicaba afuera. Y tenía una expresión que se podía definir como triste, ya que esa fecha era algo particular para él: veintisiete de marzo.
Colagusano, de estar en su forma humana, habría sonreído tristemente y habría dicho: "Feliz cumpleaños, James". Y recordaría —y recordaba— todos esos momentos junto a James, Sirius, Remus y la pelirroja, Lily. Porque no había sido lo bastante valiente como para enfrentarse al Innombrable.
Además, ahora tenía miedo. Sirius se había escapado de Azkaban por el delito que él había cometido, y sabía perfectamente lo que su antiguo amigo ahora haría: intentar matarlo por su cobardía, por su traición.
La rata tembló con un repentino escalofrío. No había actuado como un verdadero Gryffindor, pero debía seguir intentando sobrevivir. A toda costa, De todas formas, ya había traicionado a sus amigos. ¿Qué más podía perder?
La respuesta le llegó a los minutos: su vida.
Sí, quizás había ido a Gryffindor —lugar donde fue medianamente bien acogido y donde se sintió bien, a pesar de sentir que no pertenecía del todo a esa casa—, pero él no era valiente. Recordó las palabras que James había dicho al final de su primer año en Hogwarts: "Estamos orgullosos de ser de Gryffindor, donde habitan los valientes, ¿no?".
Y extrañó a su amigo de pelo negro. Y extrañó esa calidez que sentía en la sala común de Gryffindor, donde todos lo apoyaban, donde a veces se burlaban de él por sus nada destacables notas…
"Lo lamento, James. Lo lamento mucho. Nunca fui tan valiente como un Gryffindor debería ser".
Notas: Siempre quise pensar que Peter se arrepintió en algún momento, pero yo creo que se tardó lo suyo. Esto está ubicado, como bien pueden darse cuenta, en el tercer año de Ron y Harry.
