Los personajes en esta historia no me pertenecen son de la fabulosa Stepanie Meyers, aunque alguno sera producto de mi loca cabesita.
Bueno aqui esta por fin, notaran que los capitulos son mas cortos, pero les aclaro que fue una de las primera historias que comence y como dije antes no la habia publicado por falta de titulo.
Quiero dedicar el comienzo de esta a dos amigas especiales que me ayudaron chicas las quiero Kelly y Ginette(se que te gustaba mas en español, pero fueron dos contra una) también a mi esposito que fue el que recomendó que el titulo fuera en ingles. Bueno sin mas, los dejo.
Esta Mañana no quería salir de la cama, pero mi asistente le ocurrió todo lo contrario.
—Edward Cullen, levántate. — Y esa manera comenzó arruinado mi mañana.
—Claire, hoy no pienso salir, no tengo nada pendiente así que déjame dormir. — Se escucho un silencio detrás de la puerta, así que pensé que se había marchado. De pronto escuche la puerta abrirse y entro ella.
—Mira Cullen el productor llamo, tienes una reunión a las 10:30 am así q te levantas o te levanto. —
—Ugh! — Como odiaba la manera en que mis planes cambiaba. Pero esa es una de las consecuencias de ser una persona pública. No puedo negar que amo lo que hago, la música es mi vida, pero el hecho de no poder salir a la calle como cualquier otra persona sin tener a los paparazis detrás de mi, en definitiva eso si que no me agradaba.
—Muévete! — Me grito Claire sacándome de mis pensamientos.
—Ok. Claire, tu ganas. —Me iba a levantar cuando recordé que no tenia nada puesto debajo. Mi asistente comenzó a reír al ver mi reacción.
—¿Edward, que te pasa? ¿Por qué te quedaste ahí paralizado? —
—Creo que es mejor que esperes afuera. — Le conteste en un susurro.
—Ja ja ja, ya entendí. Tu y tus manías. —
—¡Fuera! —Le grite mientras le lanzaba una almohada, mientras ella no paraba de reír. Ella se movió rápido y la almohada choco en la pared.
—No me distes. Hay Edward ni que nunca te hubiera visto así. Ja j aja —
—¡Ya! — La verdad es que esta chica era terrible, cientos de veces me salvo de situaciones penosas y si, ya me había visto sin ropa. Me levante y fui directo al baño tome una ducha rápida, me envolví en una toalla y salí a mi habitación. Encima de la cama ya estaba la ropa preparada. "Esta chica es rápida, Lo dicho que haría si Claire algún día se iba" pensé. Su antiguo novio siempre decía que me cuidaba mas a mi que a el. Me vestí rápido, trate de peinar mi cabello, pero el siempre ganaba, creo que tiene vida propia. Llegue a la cocina y como siempre mi desayuno siempre estaba listo.
—Buenos días Sr. Cullen.
—Buenos días, Beth. —Beth era la cocinera. Una mujer de 40 años, muy amable y cariñosa siempre pendiente de que comiera bien.
—¡Beth!
—Si señor.
—Te he dicho que solo me digas Edward
—Perdón señ… Edward. — Me respondió ella con una sonrisa tímida. Siempre he pensado que es mejor que las personas que labora en mi casa deben tenerme confianza, dentro de esa casa yo era simplemente Edward. Termine de desayunar y me dirigí fuera de la casa. Ahí ya me esperaba Claire junto con Quil mi guardaespaldas y uno de mis pocos amigos verdaderos. Caminamos hacia el auto donde nos esperaba el chofer. Un señor bastante mayor al que respetaba mucho.
—Buenos días joven. — Me saludo el.
—Buenos días Quil's, salude riendo. — Tanto mi chofer como mi guardaespaldas rieron. Ellos eran Abuelo y nieto. Por eso siempre los saludaba en plural.
—Buenos días Edward —me saludo Quil nieto
—Cullen mañana tenemos que viajar a Seattle. Tenemos, Buenos tienes una pequeña presentación allá y un par de entrevistas.
—Ok y ¿cuando regresamos?
—Hasta ahora creo que el Domingo el la mañana estaremos de vuelta.
—Por favor llama a mi madre, me gustaría cenar con ellos el domingo. De verdad que los extraño y últimamente los tengo abandonados. — Llegamos a la casa productora 15 minutos antes de que comenzara la reunión, donde ya nos esperaban. Hablamos de la nueva agenda y me dieron la noticia de que tenia varias nominaciones en los Gramy's. Eso me alegro mucho, por fin algo bueno de haberme levantado hoy. Claire me indico que debíamos irnos.
—Bueno Señores muchas gracias, me encantaría quedarme, pero parece que hay mas en mi agenda para hoy y si no me apuro cierta chica me matara.
—Ja ja ja Claire te tiene muy bien controlado y eso que no es tu novia.
—Como si lo fuera. Aunque parece mas mi madre. — Les respondí y no pude contener a carcajearme al ver la cara que ella me ponía.
—Dime cariño ¿A donde vamos ahora? — Le dije tomándola de la cintura
—Edward Cullen, compórtate— me respondió tratando de poner cara de molesta. —Se me olvido que tenias una sección de fotos con la revista Teen así que mueve tu trasero y vámonos. —Puse mi mejor de martirio, por lo que me gane un golpe en el brazo de su parte.
—A veces pareces un niño malcriado.
—Y tu pareces mi madre. —Llegamos al lugar donde se realizaría la sección. En la cual se me fueron 3 largas horas. Cuando terminamos nos dirigimos directo a casa.
—Edward tu madre pregunta que si quieres comer en casa o salir a algún lugar.
—En casa— respondí sin pensar. De veras extrañaba demasiado a mi familia ya hacia casi tres meses que no estaba en casa y compartía con ellos. Quería por un rato olvidar que era una figura publica y ser simplemente Edward o hasta Eddy, como me suele molestar el grandulón de mi hermano, me reí de solo recordarlo.
—¿Qué es tan gracioso? —Esa voz me saco de mis pensamientos.
—¿Ah? —
—Bueno es que te estas riendo y quisiera saber el porque.
—Nada, olvídalo. Chiste privado—
—Oh, ok. Esme le paso a Edward. —Claire me aventó el teléfono.
—Hola mama —comencé
—Hola cariño, ¿Cómo estas?
—Extrañándolos— respondí con mucha nostalgia.
—Nosotros también te extrañamos mucho. —Así continuo nuestra conversación por una hora. Luego Beth me aviso que la cena estaba lista. Me senté a cenar con Claire, Quil Senior y Quil Jr. Ellos eran quienes casi siempre me acompañaban y hasta muchas veces la misma Beth. Odiaba cenar solo. Luego me retire deseando buenas noches a todos y subí a mi habitación me di un largo baño dejando que el agua caliente me relajara. Al terminar me seque y me metí en mi cama. Tome el control y encendí el televisor, fui cambiando de canales pero no encontré nada interesante así que lo apague y me dormí.
—Edward levántate. — Salte asustado. Cuando me pude calamar me di cuenta que Claire sacaba mi maleta. Me tiro una ropa a la cama.
—Vístete, que vamos a llegar tarde y perderemos el vuelo.
—Confirmado eres un huracán—le dije medio dormido.
—Muévete, Cullen. —
—Salte— le respondí señalándole la puerta.
—Edward….. —me iba a decir algo pero se detuvo al notar en mi rostro porque había reaccionado así.
—Ok ya entendí. Te espero abajo. —Dijo un poco apenada, pero no creo que mas que yo.
Esa noche había tenido un sueño algo extraño, no era la primera vez que me pasaba pero esta vez lo había sentido mas real. En mi sueño estaba dando un concierto en el Madison Square Garden de Nueva York, estaba envuelto cantando una de mis canciones predilectas cuando alce la mirada y vi sus ojos, de pronto todo quedo en silencio solo se escuchaba mi voz, no podía mirar a ningún otro lado porque quede preso en esa mirada. Aquellos ojos color chocolate, capas de trasmitirme paz, alegría, pasión. Cuantos sentimientos podía trasmitir esa mirada, de pronto vi como se iban acercando, me percate que era una chica a pesar de que no la vi muy bien, tenía el cabello castaño y su piel era bastante blanca y de ella se desprendía un olor a Fresas y flores. No me pude contener y la bese, sus labios eran suaves, cuando la tome de su cintura sentí el calor que desprendía su cuerpo, se aferro a mi cabello baje mis manos a sus caderas y la atraje hacia mi queriendo fundir nuestros cuerpo. Ella pareció entender mis intenciones y respondió de igual manera, baje mis manos por sus piernas tirando de ellas y ella las subio enredándolas en mi cintura, las sensaciones que transmitía eran como descargas de electricidad. Cuando me fui a separar de ella para comenzar a desvestirla escuche mi nombre salir de sus labios y después volvia escucharlo de nuevo, pero esta vez era la voz de Claire. Dios esa chica si que sabe como arruinarme un buen sueño.
—Cullen,¿ Ya estas en el baño? — de nuevo esa voz, a veces podía ser tan irritable.
—¡Ya voy! — grite. Cada parte de mi cuerpo había reaccionado a ese sueño. ¿Alguna vez encontraría a esa chica? Me metí al baño aun recordando. Cuando abrí la ducha salió un chorro de agua fría.
—¡Claire! —Grite— te juro que esta me la pagas.
—Necesitabas un baño frio. —Escuche su voz y su risa desde mi habitación.
Termine mi baño, me vestí y salimos rumbo al aeropuerto. En todo el viaje solo podía pensar en el sueño, otras veces había soñado con ella, pero jamás había llegado tan lejos.
Una de las veces que recuerdo tenia como 17 años y en mi sueño la vi en un centro comercial, nunca he visto su cara por completo, porque de solo ver sus ojos me perdía. Esta vez había sido muy diferente tan real, su olor, el calor de su piel, la energía que transmitía con solo rosar mi piel y su voz, definitivamente esto me estaba volviendo loco. Como podía estar pensando en ella cuando ni tan siquiera era real, era un sueño, pero, ¿si existiera, si en algún momento la viera de verdad? " Estas loco Edward, en definitiva." Me levante y fue cuando me percate que ya estaba en el avión, estaba tan envuelto en mis pensamientos que no recuerdo ni como llegue. Mire a Claire, que estaba sentada junto con Quil y me dirigí al baño. Me moje la cara, necesitaba sacar este sueño de mi cabeza. Volví a mi asiento.
—¿Estas bien? —Me pregunto Claire. Solo asentí con la cabeza.—Pensé que todavía seguías molesto conmigo, por lo esta mañana.
—No te preocupes, ya me desquitare. —Le sonreí
—Como tu digas, si sirve de algo perdón—
—Eso no te librara de mi venganza. Ja ja—
—Uyyy, que miedo, estoy temblando. — Con esa frase sarcástica termino nuestra pequeña conversación.
Llegamos a Seattle y comenzó el alboroto. Había muchas fans en el aeropuerto esperando, así que decidí hacer acto de presencia, para saludarlas. Los gritos eran ensordecedores, pero la sonrisa en sus rostros era la gasolina que me hacia continuar.
Soy Edward Cullen. Tengo 26 años y soy músico, cantante y escribo mis propias letras. Amo la música y a mi fans, pero como dije antes amaba también la tranquilidad de salir a la calle, ir a un supermercado, como sea amo las cosas simples, pero eso lo perdí cuando escogí esta carrera. Difícilmente salimos del aeropuerto, la seguridad nos saco por otra puerta donde ya nos esperaba un auto, que nos llevaría al hotel Pan Pacific. Llegamos y nos registramos para luego ir a nuestras habitaciones. Lo bueno era que la presentación seria dentro del mismo hotel.
—Edward, ve y descansa en una hora tienes que estar en el salón para la prueba de audio.
—Bien, me avisas. Voy a recostarme un rato. — Poco a poco silencio el silencio me fue envolviendo hasta que quede dormido. Y hay estaba de nuevo soñando con ella.
Esta vez estaba frente a mi en mi habitación, sentí ese aroma que ella desprendía y cuando abri mis ojos me encontré con los de ella. Su mirada era tan profunda y llena de amor que salte de la cama y la tome por la cintura para nuevamente besarla. Me aferre a sus labios no quería que ese momento acabara. Me separe de sus labios para besar su cuello, hundió sus manos en mi cabello tirando suavemente de ellos, sentía su corazón acelerado, su respiración entrecortada como la mía, Acerco sus labios a mi oído y susurro mi nombre Edward…, lo dijo con tanta pasión. Su voz era tan dulce como ella. La lleve hacia la cama encima de mi, quería hacerle el amor en ese mismo instante, quería recorrer cada centímetro de su piel. Comencé a separar nuestros rostros un momento para poder respirar un poco y además quería verla, para memorizar cada una de sus facciones. Por fin vería el rostro de la mujer que me tenia delirando.
—Edward faltan 15 minutos. —Y ahí estaba de nuevo Claire despertándome en el peor momento. Abri mis ojos busque a mi alrededor aun sentía su aroma y su calor, pero tristemente estaba solo. Cada vez dolía mas salir de ese sueño.
—Edward, ¿estas bien? — pregunto Claire tocando suavemente en la puerta.
—Si, ya voy. —Mi voz se escuchaba algo ronca por todo el deseo que estaba conteniendo. Me levante y fui al baño, lave mi rostro con agua fría y trate de respirar hasta que calmarme.
Nuevamente el sueño había despertado cada parte de mi y la peor era la que no podía esconder. Me tomo unos minutos controlar eso también. Abrí la puerta y ahí estaba mi asistente esperando por mi, su mirada era de preocupación, pero solo le hice un gesto de que todo estaba bien. Bajamos al salón, la prueba tomo poco tiempo así que fuimos a comer algo sencillo. Como siempre Claire me acompañaba, ella es una mujer hermosa de la que cualquier hombre se sentiría orgulloso llamar novia. Claire tiene 24 años de estatura promedio, su piel era cobriza, ojos marrón claro, cabello negro que le llegaba hasta la mitad de la espalda. Además esta decir que tenia un cuerpo excelente, su único problema era yo. Trabajar conmigo significaba viajar continuamente, no tener prácticamente vida, ella era mi sombra, siempre me cuidaba, ayudaba y protegía. Su último novio se atrevió a insinuar que yo me acostaba con ella, por lo que se gano una golpiza de Quil. Mi amigo estaba perdidamente enamorado de ella, pero jamás se lo decía.
Llego la hora de la presentación y yo estaba algo nervioso. Cuando salí comenzaron los aplausos. Salude y agradecí a los presentes y comencé a cantar. Cuando termine todos se levantaron a aplaudir. Nuevamente agradecí, baje del escenario y fui a saludar personalmente a alguna de las personas, firme autógrafos y como a las 2:00 de la madrugada regrese a mi habitación. Esa noche no volví a soñar con ella, pero si seguía sintiendo su olor en la habitación. "hay Edward de veras que te estas volviendo loco". En la mañana me dirigí hacia una de las estaciones locales para una entrevista. Salimos de ahí para irnos a almorzar, cuando de repente sentí un fuerte golpe, solo escuche gritos y mi nombre varias veces, pero todo se volvió oscuro. Cuando comencé a despertar escuchaba una voz que me era familiar pero no sabía de donde la conocía.
—Esta reaccionado. ¿Sr Cullen, me escucha? Pregunto aquella dulce voz y como no responder si me era tan familiar.
—Si. — Respondí
—¿Por favor puede abrir sus ojos? — Pregunto nuevamente aquella voz. Respire profundo, eso si que dolió, pero me distrajo aquel aroma, nuevamente era su olor. Comencé abrir suavemente mis ojos cuando increíblemente frente a mi estaban nuevamente aquellos ojos color chocolate, solo que esta vez había mucha preocupación el ellos. Sentí la necesidad de abrazarla y borrar esa mirada de ella.
— ¿Que paso? —Fue lo único que pude preguntar.
—Estuvo envuelto en un accidente, pero no se preocupe todo estará bien. —En ese momento llegue a una conclusión estaba muerto.
—¿Morí cierto?
Ya se, ya se, creo que pronto veré a Jane en mi puerta, pero no lo puedo evitar. Les prometo que ya prontito subo el próximo. Les confieso que me tengo muchas ganas de saber que les parece, así que sean buenitas y déjenme su opinión, porque sino yo misma voy y me entrego a los Volturis. Loscapitulos por el momento seguirán siendo no muy largos.
Con cariño:
Bertlin
