Disclaimer: Ni Hetalia ni sus personajes me pertenecen, estos pertenecen a Himaruya Hidekaz. Sólo la historia y la idea son mías y de mi propiedad. Esto solo estará en este capítulo, por lo tanto, corre para todos los capítulos que se escriban de este Fic. Sin molestarlos más... Disfruten
Personajes:
Norway: Lukas Bondevik
Denmark: Mathias Køhler
England: Arthur Kirkland
Sweden: Berwald Oxenstierna
Simplemente en estos segundos, no sé qué diablos puedo hacer, sentado frente a mi escritorio mirando un punto en fijo… Realmente estoy muerto de miedo, quiero escapar y a la vez también quiero quedarme aquí, sin que nadie me persiga, sin tener sueños escalofriantes por la noche… No puedo quedarme, que quiera algo no significa que pueda tenerlo, negué con la cabeza nuevamente y mire la hoja que estaba frente a mí, esa hoja seria mi sentencia… Tome mi lápiz de pasta azul dispuesto a comenzar a escribir pero nuevamente me quede quieto sin saber que escribir… - no sé qué escribir… - dije en voz alta, no porque quisiera, pero el silencio de mi cuarto estaba volviéndome loco… -es mi última nota, debe sonar… ¿poética?- dije en voz alta nuevamente… al cabo de un rato me di por vencido y arroje los papeles y el lápiz a mi cajón, y luego, salí de mi cuarto rumbo a cualquier lado… Cerré la puerta…
Cap. 1: El Silencio
We only said good-bye with words/ Nosotros sólo dijimos adiós con las palabras
I died a hundred times/ He muerto cientos de veces
You go back to her and I go back to... / Tu vuelves a ella y yo vuelvo a...
I go back to us/ Yo vuelvo al nosotros
(Verano: Junio a Septiembre)
Estaba agotado… Vlad cabrón que me dejo solo toda la última hora por ir a follar por ahí y tuve que soportar a los profesores preguntando por el cada 20 minutos… Solté mi bolso sobre la cama y me dispuse a comenzar mi carta, pero no hallaba la forma de hacerlo… no encontraba la forma de comenzar, no sabía qué demonios escribir… No tenía idea de quien me quería despedir… Solo… Simplemente no quería seguir alargando ese tiempo, simplemente quería acabar con todo ya…
Al que lea esto:
Sonara extraño, lo sé, pero a veces, durante el verano, siento que voy a explotar, en cualquier minuto, a cualquier hora y cualquier lugar, y simplemente dejare de existir: sin nada más que perder aquí; Y de esa manera estaré arrastrando conmigo a todo y todos los que estén a mi alrededor, familia, amigos, novio, todo... Siento que ya nada tiene ningún sentido en lo que mi vida respecta, que el calor del sol me hiela, y el frío invernal me quema, la soledad está llena de gente y la compañía está sola sin que nada ni nadie este con ella, que el miedo es algo normal y que la tranquilad está llena de los peores peligros que existen en el mundo, que el silencio me ensordece y ya no existe el ruido, porque es tan pacifico, que no se oye...
Deje el lápiz en el cajón junto a lo que avance de mi nota… y salí de mi cuarto… Cerré la puerta tras de mi…
(Otoño: Septiembre a Diciembre)
Ya había olvidado que estaba escribiendo esto… mi piel se erizo al tocar la hoja con lo que estaba decidiendo… tome el lápiz del cajón y seguí escribiendo de a poco, no recordaba bien el motivo por el que había tomado esta decisión, pero a lo largo de los meses los hechos no hacían más que aumentar, pero no estaba en momentos de cambiar de ideas, mi vida era un total fiasco…
A veces, en los días más tranquilos de otoñopienso que sí dejó de respirar algún día, el día de mañana por ejemplo, sólo habrá una persona sin importancia menos de entre miles de millones que existen actualmente y que a diario, continúan naciendo, creciendo, respirando y muriendo, entonces no habrá ninguna diferencia en el pasar de los días o de las horas en el mundo si alguien más muere y que sí la muerte me imposibilita de comer, tal vez una persona que es cabeza de una numerosa familia y está sin algún empleo, imposibilitada de un sueldo para la comida, por tanto, muere de hambre, pueda alimentarse ella y su familia, dándole posibilidades a vivir quizá, unos días más...
No me caracterizo por ser el más optimista de mis amigos, tampoco de mi familia, más bien soy el que toma el papel del realista… leí más de quince veces esas palabras, no eran tantas, pero cada una de ellas me tocan en el fondo, me estremecían y me sentía vulnerable… Aurora me llamaba del piso de abajo… quizá sea importante… No guarde los papeles, me quite el auricular que tenía puesto y salí de mi cuarto, comencé a cerrar la puerta, pero no quite la vista de las hojas hasta que estuvo completamente cerrada…
(Invierno: Diciembre a Marzo)
Había sido un día del terror, pensé que al llegar a casa mi suplicio acabaría, pero no sabía lo equivocado que estaba, no había ni terminado de abrir la puerta de casa cuando frente a mi vi mis notas en manos de mi bella madre, sentí mi cara palidecer, sentí mis manos temblar, y mi corazón detenerse, pero Aurora ni cuenta se dio, ella solo se dedicaba a mirarme con angustia los ojos, buscando una señal, le mantuve la mirada para que no la encontrara… me mantuve fijos en sus orbes plata y podía ver el miedo en su rostro mostrarse claramente, me pregunto que significaban aquellas hojas, y con la mirada fija en ella le conteste–no te preocupes, son de un trabajo de la escuela, debo hablar sobre este libro en estilo epístola– mentí descaradamente, la miraba a los ojos mientras hablaba y gracias a eso ella parecía mucho más relajada, pero no tardo en preguntar qué libro era – Es un libro de un anónimo, se lo preste a Arthur para que avanzara en su parte, apenas acabe se lo pediré para mostrártelo – volví a mentir rápidamente, sentí que me creía ya que me devolvió mis hojas y me vio subir las escaleras hacia mi alcoba, sentía su mirada en mi espalda…
Suena extraño, lo entiendo, pero a veces desde mi fría ventana durante un crudo y frío invierno, veo caer la melancólica lluvia; y me siento como una de esas pequeñas y frías gotas solitarias, de esas gotas que caen desde lo alto del cielo, de la cima, a un charco sucio e inmundo que todos pisan sin ningún tipo de remordimiento, buscando algún lugar para cubrir su cabeza de la lluvia que se avecina, en donde su presencia no suma ni resta nada y que cuando el sol sale para la vista de todos, la evapora, y está solitaria gota deja de existir simplemente, y nadie la extraña ni ahora, ni nunca, porque piensen un poco más: todo el mundo recuerda el frío invierno que vino a pasar y no la gota que cayó en un charco sucio e inmundo desde la cima, como nadie la conoció, nadie la puede extrañar y nadie reclamara su presencia nunca, ya que el sol se encargó de evaporarla y hacerla desaparecer... para siempre.
Solté el lápiz con el que escribía la nueva parte de mi carta y apenas acabe, guarde las hojas entre el colchón y el soporte de la cama, seguía preguntándome como fui tan idiota para que Aurora encontrara justo esos papeles… - tome mi bolso y salí de mi cuarto, baje las escaleras… Y cuando estaba llegando a la casa de Arthur lo recordé – No cerré mi puerta… otra vez - suspire pesadamente y me gire para volver… No cometería el mismo error otra vez…
(Primavera: Marzo a Junio)
Definitivo, ya tenía una fecha final... Hoy en árbol me despediría de los chicos, y luego terminaría la carta, la sellaría y me iría… todo preparado…
Ahora que llego la primavera, pienso que tengo una autoestima hipócrita, ya que en frente a los demás soy una persona fuerte y fría... Pero cuando estoy solo, me vuelvo un ser demasiado frágil y vulnerable, demasiado para mi gusto, viéndome débil frente al espejo... soy una persona que no tiene amigos, y los poco que tiene, prefiere abandonarlos o desilusionarlos por miedo de que se lastimen por mi propia estupidez, y si no les miento, es mucha. Por eso mismo siempre término contándole todas y cada una de mis penas a mi amiga incondicional: una almohada de mi alcoba. Esa almohada es tan fría como yo, pero es de las que escucha todas mis penas y delirios con una paciencia que se vuelve admirable con el tiempo, ella se puede quedar viendo con sumo cuidado como son mis brazos los que sufren todos los dañosde las lágrimas que son derramadas en silencio, puede ver también como mi cuerpo cada vez más demacrado y dañado clama por un auxilio desesperante y ensordecedor, que como he visto... Nadie más que mi almohada nota e intenta ayudar a quitar el dolor que le causa el olvido...
Realmente estoy muerto de miedo, quiero escapar y a la vez también quiero quedarme aquí… No debería haber aceptado a Mathias… ¡No debería hacerle dado esperanzas!, ¡No puedo dejar cosas pendientes maldición!...
Soy un raro... ¿o no?... porque, a veces, me gustaría llorar por todo lo que me apena: llorar por esos amigos que me excluyeron de su vida lentamente, llorar por mi vida, por mi familia, por los constantes cambios de rutina, o simplemente porque no todo sale como lo planee, pero cuando más lo intento... Simplemente, no me salen las lágrimas... creo que al fin se acabaron...
A la persona que encuentre esta carta, le pido perdón... ya que tuvo que leer las idioteces que pienso pero, de verdad, comencé a pensar de que si sigo luchando, conoceré más gente, y yo cuando muera, detonare a los que me quieren, y créanme, en este mundo son muy pocas personas gracias al esfuerzo de mantener lejos a los que se me acercan...
Tome la carta entre mis manos… Estoy en mi mejor época, realmente pienso que debería disfrutar más todo esto… Soy realmente feliz… mire el trozo de hoja que sostenía en mis dedos y pensé -podría romperla- así tendría el chance de disfrutar a Emil, ah Aurora… A Mathias…
Mamá: Supongo que tienes derecho a saber que estoy mal, que todas las noches me angustio, que siento miedo, bueno deberías saber que no soy lo que piensas, que de vez en cuando me pongo una almohada en la boca para que no escuches que estoy llorando, y que aunque no lo note... Yo también te necesito. Me criaste sin un padre, y sí que lo hiciste bien, cuida a Emil, él te necesita más que yo... Te aseguro que prefiero que piense que nunca estuve, a que estuve y lo deje solo... Lo siento... soy un enamorado de un mundo ficticio en donde papá y tú nunca se conocieron, por tanto tu nunca tuviste que escapar a Dinamarca porque estabas enamorada, y en ese mundo el no escapa cuando sabe de mí, y tu aun vivirías en Noruega… Mamá, gracias por todo…
Mathias: Realmente te amé... Por favor, perdóname... ¿sí?, para mí, los besos son algo íntimo que solo se comparte con alguien que te importa y que es especial para ti. Puede que sea cursi, pero así soy, nunca fui un romántico, pero gracias a ti aprendí muchísimo…. Oye, gracias por compartir esos momentos conmigo, por hacerme reír, por llamarme, por hablar conmigo por horas y horas. Gracias Mathias, por cruzarte en mi camino. Al menos hasta ayer, sabía o tenía una pequeña noción de lo que pasaba a mí alrededor, pero aun teniendo eso, lo único que he terminado haciendo es lastimar a la persona que amo…
Atte.
L.B
Llegue a mi casa exaltado, había corrido desde que baje del taxi hasta mi cuarto… mire la carta de mi escritorio y un grito soltó mi garganta… Debería haberla roto cuando lo pensé… ¡Debería haberlo hecho!… Las lágrimas no cesaban de caer por mis mejillas en ningún momento, hace menos de una hora que era soltero, pero por un mínimo segundo, desee con todo mi corazón que Mathias corriera más rápido… que me gritara que estaba mal y que no hiciera esa locura… pero no llego a tiempo… Cerré la puerta
Continuara…
Algún ¿Review?, ¿tomate?, ¿duda?, ¿Critica?... ¡Todo sirve!
La canción que sale es Back to Black de Amy Whinehouse… (No es necesaria para entender el capi) solo que esta parte me inspiro para lo que venía…
