BLANCO:
A LA ORILLA DEL ABISMO
Era el atardecer en Konohagakure, o por lo menos en lo que queda en pie de la aldea; hacia tres meses que la guerra con Otogakure había terminado, con el derroque y muerte del sannin serpiente Orochimaru; mas sin embargo la victoria tuvo un alto precio, varios shinobis y aldeanos murieron en el ataque de Otogakure a la aldea, además que gran parte de las casa y establecimientos fueron arrasados; la aldea apenas estaba en plena reconstrucción.
Más sin embargo, nuestro interés no esta en la reconstrucción de Konhagakure, sino mas bien en un lugar en específico, en uno de los pocos lugares de la aldea que aun se mantenía casi intactos, la academia, pero mas que en la academia, nuestra atención se fija en un pequeño árbol en el patio de esta, en un viejo y algo oxidado columpio, y más aun, en el muchacho rubio que se abalanzaba en este como la hacia cuando tenia escasos doce años, antes de que el se graduara de la academia y se formara el equipo 7; ese columpio en el cual se sentaba cuando sentía que su vida era miserable, que todo a su alrededor se desmoronaba, que el dolor recaía en su pecho y las lagrimas amenazaban con brotar de sus orbes azul cielo, como el simple movimiento pendular de este le ayudara, como si ese "juguete" fuera su refugio de las lacerantes palabras y las miradas llenas de odio.
Pero en esta ocasión era diferente, los sucesos de hace tres meses estaban amenazando acabar con su cordura; la destrucción de Konohagakure, las muertes de mucho de sus compañeros ninja, y de inocentes aldeanos, la confrontación con el siempre considero su hermano, y posteriormente el enfrentamiento con Akatsuki (que había llegado a la aldea para aprovechar la confusión de la batalla y adueñarse de el poder del Kyuubi) y después con Orochimaru, lo cual fue la gota que derramo el vaso, pues se tuvo que verse en la necesidad de liberar gran parte del poder de Kyuubi, y por ende parte de la destrucción de la aldea se podría decir que era su culpa, o por lo menos eso es lo que los aldeanos se han encargado de hacerle creer durante todo este tiempo; y fue entonces cuando su vida se torno otra vez un infierno, pero esta vez las cosas eran mucho peor, esta vez el rencor y el odio eran a un nivel mas físico, a tal grado a llegar a las agresiones físicas y daños a su departamento cada vez que el salía de este, incluso las paredes pintadas con condenas y palabras llenas de desprecio que le deseaban la muerte, incluso antiguos amigos, como el dueño del Ichiraku y su hija Ayame, cada que se paraba por el establecimiento podía notar sus miradas llenas de miedo y desconfianza, cosa que le dolía en lo mas profundo ya que desde pequeño siempre se sintió en familia con ellos dos cada vez que iba a comer.
Pero a pesar de todo el se mantenía firme, estoico ante todo eso, por que alguien estuvo a su lado, apoyándolo para que no cayera en ese abismo, dándole esperanzas…pero.
El rubio suspiraba intentando contener todo el dolor y las lagrimas que se acumulaban en sus ojos - ¡¡maldición, maldición, soy un estupido!! – paso ambas manos por sus dorados cabellos en señal de desesperanza mientras pisoteaba el piso con el pie derecho – como llegue a pensar que ella me quería – suspiro una vez mas, pero esta vez entre cortado – pero el único que tiene la culpa soy yo por egoísta y hacerme falsas esperanzas – dijo con un tono de reproche.
Creo que con esto ya estas convencido – dijo de modo tajante una voz tenebrosa que interrumpió la meditación del rubio – de que tus sueños infantiles no son mas que tonterías que jamás podrás cumplir – esto último lo dijo en tono burlón, pero el rubio no contesto, simplemente seguía con las manos detrás de la nuca, con la cabeza gacha y los codos apoyados en las piernas – era estupido pensar que podías llegar a ser el líder de esta aldea, y no por que te faltara habilidad, si no por que todos los aldeanos te temen, y te odian.
Cállate – murmuro entre dientes el rubio por fin respondiéndole a su "voz interna", mas que nada por que en el ultimo mes se dio cuenta de que lo que decía era verdad; un líder no solo necesita habilidad, y voluntad, si no también requiere del respeto, y tal vez, la admiración y el cariño de sus subordinados, y sobretodo su fe en el, pero eso es algo que el nunca tendrá, y si tenia el atrevimiento de convertirse en Hokage, lo único que lograría seria la destrucción de Konoha.
¿Qué pasa, es que acaso te diste cuenta de que lo que te digo es verdad, y que nadie en esta aldea, ni siquiera "ella", te quieren?...que lo único que les das es asco, y repulsión, y ella…ella, lo único que siente por ti es lastima, esta contigo por simple costumbre, y la prueba esta en que los vistes abrazados en el puente¿no es así?, te mataste por traérselo de vuelta, de verla feliz, de protegerla¿y como te lo paga?, lanzadose a los brazos de Uchiha a la primera oportunidad – dijo la voz escurriendo veneno en cada silaba, y por mas que intento hacer caso omiso, las palabras ya habían taladrado su mente trayendo amargos recuerdos y llenando su pecho de sentimientos de rencor hacia la persona que amaba, pero fueron remplazados por un sentimiento de culpa; no debía y no podía odiarla, el mas que nadie sabe que en el corazón no se manda, y si ella era realmente feliz con el, pues lo aceptaría, y le daría sus mejores deseos – lo mejor es que nos vayamos de la aldea mocoso, si no terminaremos muy mal – dijo esta vez mas tranquila la voz en su cabeza.
Pero…yo… - la voz lo interrumpió – ¿me vas a decir que todavía quieres estar por aquí después de lo que te han hecho?..¡¡Vamos, no seas idiota, esos miserables ni siquiera te respetan por el haber salvado sus asquerosas vidas de ese sannin y de Akatsuki!!...¡¿Por qué te quieres quedar, por ella?!! ja por favor…ella no te quiere - entonces estas ultimas palabras lograron hacer la mella suficiente en el rubio, las lagrimas que estaba luchando por retener en sus ojos habían escapado, se quería morir, dejar de sufrir y por fin descansar de tanto dolor.
Naruto-kun – se escucho un melodiosa y tímida voz enfrente de el, obligándole a levantar la vista, y con lo que se encontraron sus acuosos ojos, fue con la imagen de un linda muchacha de ojos blancos, que le miraban con angustia - …¿t-te encuentras…mmh?…¿te e-encuentras bien? – pregunto titubeante la muchacha de cabellos violáceos, quien cargaba una bolsa con algunos víveres (ella había salido para comprar lo necesario para la cena de su familia).
H-Hinata – rápidamente se pasó la manga de la chamarra por los ojos limpiándose las marcas de lágrimas - ¿pero que haces aquí?...te creí en una misión – pregunto mientras sonreía falsamente para ocultar su angustia como tantas veces lo hacia, pero a diferencia de otras veces, su dolor era demasiado grande como para ocultarlo en una rota sonrisa, ya que la chica de cabellos violáceos lo noto de inmediato – em…a-así fue Naruto kun, pero…regrese ayer en la noche.
¿En serio?... – dijo rascándose la mejilla – y… ¿Cómo te fue en la misión? – Pregunto aparentemente interesado, pero lo único que quería era desviar la atención de la chica de su propio dolor – b-bien Naruto kun…fue una misión sencilla… l-la verdad al segundo día habíamos…emm…cumplido con ella.
¿Nani?... ¿y entonces por que tardaron tanto en regresar? No me digas que les gusto tanto el lugar que prefirieron buscar una casita donde vivir en vez de esta destruida aldea jajajaja – bromeo, y intento reír, pero su risa era demasiado seca y desanimada – no…es que Kiba kun decidió… que debíamos tomarnos un des-descanso un par de días por invitación del daimyo.
Je, ya me imagino que cara puso Tsunade Obaachan cuando se reportaron con ella, de seguro se los quería comer vivos – volvió a bromear, pero ella no le presto atención esta vez, ya que sus ojos se habían posado en un ramo de flores estrujadas y deshojadas, y con el tallo partido, entonces ella dedujo a que se debían sus lagrimas – Sakura san lo volvió a desilusionar – dijo con desanimo, y a la vez que un sentimiento de rabia se formaba en su pecho¿por que alguien podría ser tan cruel con una persona tan dulce y cariñosa, aun después de que esa persona mas de una vez por protegerte y que seas feliz arriesga su vida?, lo que hubiera dado por que esa fuera ella, y no la pelirrosa.
Bueno Hinata, creo que debo irme, debo pasar a comprar algo de comida para la cena – dijo levantándose del columpio y pasar a un lado de a chica, quien se hizo a un lado intimidada por la cercanía del rubio, y lo dejo pasar, pero le pregunto – ¿no piensas ir al Ichiraku…esta noche? – El solo suspiro con desanimo al recordar las ultimas veces que se paro ahí – no, creo que ya no soy bienvenido en ese lugar – entonces se alejo mientras hacia un ademán de despedida bajo la mirada de la ojiblanca; quien miraba angustia al rubio, se notaba a leguas su dolor y su sufrimiento, y en esos momentos quería estar con el consolarlo, decirle cuanto lo quería, pero no podía, se maldijo por su cobardía, por no mandar al diablo a todos, incluso a su familia, solo por estar con el; entonces bajo la mirada a la bolsa llena de víveres – por lo menos puedo hacer esto por el.
Emm…N-Naruto kun –el se detuvo al escuchar el llamado de la chica y volteo el rostro - ¿si? – ella se acerco y entonces de la bolsa de papel saco un paquete de carne, uno de arroz y además unos vasos de Ramen instantáneo y se los ofreció, claro, extendiendo el brazo y con su avergonzada mirada baja, además de que su cara estaba sumamente roja – t-t-toma… - Naruto se volteo y la miro sorprendido, comprendiendo la situación – pero... ¿y la cena de tu familia? – ella negó con la cabeza atreviéndose a mirarlo a la cara - c-creo que hemos estado comiendo m-mucha carne…últimamente…p-puedo aprovechar…para cocinar una rica sopa d-de verduras – el se sorprendió por la respuesta, sonrió y le dijo – gracias Hina chan – entonces tomo las cosas y una vez mas se despidió de la chica, desapareciendo detrás de la barda de la academia.
Naruto kun – suspiro una vez – perdóname, yo… - pero entonces las imágenes de Naruto, que hace algunos momentos lloraba por su desventura, y todo lo que sufría por el amor no correspondido de la pelirrosa, su corazón se rompió en mil pedazos - ¡¡Naruto Kun!! – grito cuando salio corriendo detrás de el, con la esperanza del alcanzarlo, para su suerte iba a paso ligero, y logro encontrarlo a unos metros lejos de la academia - ¡¡Naruto Kun!! – el aludido dio la vuelta y miro como ella corría hacia el - ¿Qué pasa? –
b-bueno…m-me preguntaba si… ¿m-m-me permitirás…a-a-acompañarte a tu casa? – dijo con la cara totalmente roja y la mirada gacha; el solo la miro sorprendido y dijo - ¿estas segura? – Ella solo respondió con un suave cabeceo, provocando una sonrisa en el demacrado rostro del kitsune – esta bien – y así ambos se encaminaron a la casa del rubio – Hina chan.
S-si Naruto kun - dijo tímidamente
Gracias – dijo el con una verdadera sonrisa, por fin en varios meses, no se sentía solo.
SIGUE:
Verde: de Amores verdaderos y posibles despedidas.
Enternece a que se referia Naruto y Kyuubi, el por que Naruto estaba tan destrozado, además de en lo que realidad paso con Sakura y sus sentimientos por el rubio, y lo que hara al enterarse de su posible partida...
