Es la primera historia que escribo, así que os agradecería que me dejéis reviews, porque así puedo seguir escribiendo (al menos, al saber que alguien la lee.)
Disclaimer: Ningún personaje me pertenece, todos pertenecen a J.K Rowling.
La leona y el dragón.
Capítulo 1: Los cambios comienzan.
Dumbledore se encontraba en su despacho, cuando tocaron a la puerta. Él, muy tranquilamente respondió: Pasad. Sabía quienes estaban ahí, y sabía también que esto no iba a acabar bien. Tenía que elegir a 4 personas para ir a un viaje y poder representar a la escuela, él ya sabía quienes irían, pero estaba claro que todos se opondrían.
-Está usted loco, profesor?
Malfoy, como siempre, dando la nota. Dumbledore sabía que sería él el que se quejara primero, le conocía como la palma de su mano y sabía que no sería fácil convencerle.
-No, Draco, no estoy loco, simplemente os estoy informando una cosa; os iréis de viaje el día dos y volveréis 4 semanas después. Vais a representar a la escuela, de acuerdo? Nada más.
-No, me rehuso. No voy a ir.
-Cállate, Malfoy. Vamos a ir, los cuatro, aunque no quieras, a mi tampoco me hace demasiada ilusión ir contigo.
Dumbledore se había comenzado a preguntar porqué no había decidido que fuese Hermione en lugar de Ron, pero tenía un poco de miedo sobre como acabaría todo si fuese ella quien fuera. Después de todo, deberían pasar 4 semanas juntos, y ella y Draco no podían estar ni 5 minutos.
-Iréis los cuatro, señor Malfoy. Padma Patil, MacMillan, Weasley y usted. Punto. No quiero más discusiones, de acuerdo? Os veo el día 2 a las 8 de la mañana. En punto. Podéis iros.
Dumbledore se levantó, se dió media vuelta y se fué. Sonriendo. Draco, en cambio, se levantó, dió una patada a la silla donde había estado sentado, y se fué gruñendo. Los otros tres prefectos, salieron alegremente.
Viejo loco, a quién en su sano juicio se le ocurre mandarme de viaje a vete tu saber donde con estos tres pringados? Por favor... Bueno, al menos no tendré que ver a ciertas personas durante unas 4 semanas, como a ese San Potter y su amiguita la sangre-sucia...
-Eh! Vigila por donde vas!
-Vigila tú, Finnigan! 5 puntos menos para Gryffindor! -No sé ni como puede seguir existiendo esta casa. Lo único que da, son problemas. Gryffindor, bah.
-Malfoy, no comiences! Además, no sé si lo sabías, pero TÚ no puedes quitar puntos! - Perfecto, ahora me habla la sangre-sucia esta...
-Cállate, quieres? - Me voy, porque al estar cinco segundos a su lado, ya me pongo enfermo..
Dos días después, Malfoy fué citado otra vez en el despacho de Dumbledore, ambos sabían que, esta reunión, igual que la primera, no acabaría nada bien.
-QUÉ?
-Lo siento, Malfoy, pero es lo que hay. Weasley ha sufrido una intoxicación alimentaria. Cómo ha pasado? No lo sé, pero ahora está en la enfermería y, supongo que al menos, habrás mirado el calendario y quedan 2 días para que os vayáis. Así que, como él no puede asistir, Granger irá en su lugar.
-Imposible.
Draco salió del despacho del profesor, con mala cara y pegó un portazo. No quería ir, pero, por otra parte, sabía que se lo podía pasar bien. Estaba sumido en sus pensamientos cuando...
-Ves? Vas así de distraido, y luego echas la culpa a los demás. Muy mal, Draco. - Dijo Hermione, era, probablemente, la primera vez que ella le llamaba Draco.
-Ah, sí, lo siento. - Alguien me puede explicar que es lo que acabo de decir? Lo siento? A Granger?
Me ha sonreido? Hermione Jean Granger me acaba de sonreir? A mi, Draco Malfoy? El mundo está loco.
Draco se dirigió a la Sala Común de Slytherin, donde estaba Pansy esperandole. Ella se le tiró encima y le besó. Draco, espantado por lo que la Slytherin acababa de hacer, la empujó y le comenzó a gritar, hasta que llegó Nott y le dijo:
-Tranquilo, dragoncito! Que está bajo un filtro de amor!
-Como que está bajo un filtro de amor? Y ya te lo he dicho, Nott, no me llames dragoncito.
-Lo que oyes. Ha encontrado unos chocolates y se los ha comido. No sé como ha podido ser tan tonta. Pero bueno, es Pansy. Y te llamaré dragoncito si quiero.
Después de eso, Nott se fué, dejando a Draco al lado de Pansy, pero eso no duraría mucho tiempo ya que a los 5 minutos, Draco salió de la Sala Común otra vez para no tener que aguantar a Pansy, más atontada de lo normal. Se dirigió al Gran Comedor, pero ahí solo había una persona, Hermione Granger.
-La comadreja está bien? -Ahora enserio, qué me está pasando? Desde cuando yo le pido perdón a Hermione Granger y pregunto por el estado de salud de su mejor amigo?
-Ah, hola Draco, sí, está mejor, pero aún está en enfermería y puede que no salga de ahí hasta de aquí una semana. - Me sonríe. Lo que decía antes, el mundo está loco.
-Te importa que te haga una pregunta? -Vale, definitivamente, no sé que pasa conmigo, es como si las palabras salieran de mi boca sin antes pensarlas.
-Claro, dime.
-Por qué ahora eres simpática conmigo?
-Tendremos que convivir durante tres semanas, Malfoy. Sé que no te hace gracia, pero parece que tu también lo estás empezando a intentar. Así que, no perdemos nada. O eso creo, ya que tu me odias por el simple hecho de que soy una sangre-sucia. O porque me junto con Harry y Ron, no lo sé.
-Ah, bueno, solo era eso. Me alegro de que Weasley esté bien. Nos vemos luego.
Dicho esto, Malfoy salió corriendo del comedor, nervioso, porque no sabía que le pasaba. En el tren de camino a Hogwarts, él aún odiaba a Hermione. Pero todo había cambiado cuando ella le había sonreido, horas antes. Y no la odiaba por el hecho de ser una sangre-sucia. Es más, él, al igual que su madre, no creía en los "estatus de sangre". Todo esta obra de teatro en la que él era el personaje principal, había sido creada por su padre y al que-no-debe-ser-nombrado. Él solo quería que su familia no sufriese ningún daño. Odiaba a Hermione por el hecho de ser diferente a todas las chicas que él conocía. Ella era diferente a Pansy, no había puesto ni un poco de interés en él nunca, y eso a él, le molestaba. Y bueno, ya que nos estamos sincerando, también la odiaba por el hecho de ser amiga de Ron y Harry.
-Draco, Draco, lo siento mucho! - Qué pesada, por Merlín..
-Ah, tranquila, pero la próxima vez, no comas caramelos, chocolates o lo que hayan sido, que no van dirigidos a ti, Parkinson.
Draco siguió su camino hasta la Sala Común, tenía que prácticar unos hechizos para McGonagall, pero no tenía ganas de hacer nada, así que en lugar de sacar su varita, se fué a la cama, sin haber comido algo antes, lo único que hizo fué ponerse el pijama y dormir. Sólo quedaban dos días para irse a donde-sea-que-tenian-que-ir durante tres semanas.
-Malfoy, despiertate.
-No, Pansy, dejala tranquila, no te ha hecho nada! - Gritaba Draco en sueños.- Dejala! Gra...Gran...
-Draco, despierta! - Gritaba Notts, desesperado porque solo faltaban 5 minutos para tener que bajar a desayunar, así que no escuchó el apellido que Draco había llamado.
-Pansy, no le hagas daño, por favor! Dejala! Lo siento!
-DRACO MALFOY! Despiertate YA! - Volvió a gritar Theodore, esta vez, el triple de fuerte.
-Eh eh, tranquilito eh! - Le respondió Draco despertandose, y frotándose los ojos. - A ver, qué hora es?
-Ocho menos cinco, señor tranquilo. Me voy a desayunar, te veo en pociones. - Anunció Notts, mientras hacía ademán de irse. Pero se frenó en seco. - Ah, dragoncito, que Pansy no le hará daño a nadie. Eh!
-De qué...? De qué hablas, estúpido? - Es más imbécil el pobre...
-Oh, vamos Malfoy, no te acuerdas del sueño que has tenido? Pansy le estaba haciendo daño a una chica, o al menos eso parecía, porque es lo que gritabas. Anda, te veo en Pociones, y no llegues tarde.
Qué sueño? Y por qué Notts no me ha dado más detalles? Bah, seguro que ha sido una tontería. Pero...
Malfoy no fué a clases aquel día. Se escondió en un lavabo y sacó de su mochila una pequeña libreta, que ponía las iniciales "D.M" en la portada.
Querido Diario:
Son las 12:25 del medio día, y estamos a Viernes, lo que significa que debería estar en clase. Pero no, no lo estoy. Llevo desde las 9 de la mañana encerrado en uno de los lavabos de chicos, por el hecho de que no quiero ver a absolutamente nadie. Y soy prefecto, como pillen a un prefecto saltándose clase, ya veremos como acabo el curso.
No sé qué es lo que me pasa. Desde que ayer me sonrió, todo ha cambiado. Es como si yo ya no la odiara más. Mañana nos vamos de viaje (aún no sé a donde, pero la verdad es que me da igual) y estaré con ella durante tres semanas. No sé como acabará todo esto, puede que acabe odiandola otra vez, o puede que no. Puede que no nos dirijamos la palabra durante estas cuatro semanas, o puede que hablemos todo el día. No lo sé. Pero estoy asustado. Demasiado asustado.
Draco Malfoy.
Al salir del lavabo, intentó pasar desapercibido, pero, dos personas de una casa "enemiga" se encontraron con él.
-Vaya, vaya. Pero si es Malfoy, saltándose clase.
-Potter, no tienes nada más interesante que hacer? - Le preguntó Draco, mirando a Harry y su compañera.
-Harry, déjalo, no te ha hecho nada... - Reclamó Hermione, Draco comenzaba a asustarse un poco por el comportamiento de la castaña.
-Ahora le defiendes, Mione? Es Malfoy, eh, por si no te habías dado cuenta! - No la grites, idiota!
-Sí, Potter, si sé quien es! Y por si no lo sabías, tendremos que convivir tres semanas, y me estoy intentando llevar bien con él. Si tu no estás de acuerdo, me da igual. Pero a mi, déjame hacer lo que yo crea que es mejor.
-Yo...Mione, yo... - Sí, ahora balbucea... Potter tenías que ser...
-Calla, Harry, de verdad. Vamos, Draco? - Hola? Me acaba de decir: Vamos, Draco? Definitivamente, estoy impresionado.
-Eh, bueno... Vamos... - Y soy realmente idiota.
Harry mató con la mirada a Malfoy, pero los miraba atentamente. Desde cuando ellos se llevaban bien? En el tren mismo, se habían dicho de todo. Estaba impresionado e indignado. Así que se fué a visitar a Ron a la enfermería. Por otro lado, Hermione llevó a Draco a la Sala de los Menesteres. Debían hablar.
-Granger, qué hacemos aquí? Y por qué me has defendido antes?
-Calla, Draco. Te he defendido porque, como te dije ayer, estoy intentando llevarme bien contigo. Son tres semanas, no dos días.
-Impresionante... -Fué la única palabra que le salió de la boca.
Bueno, te he traido aquí porque quiero hablar tranquilamente contigo y como no te has opuesto...
-Ya, la verdad es que no sé porqué no lo he hecho... -Eres idiota, Malfoy. De verdad que lo eres...
Hermione pasó saliva y siguió a lo suyo.
-Por qué no has ido a clase?
-No tenía ganas.
-Por qué?
-No sé.
-Bueno, supongo que no me querrás dar detalles, lo entiendo, no somos amigos, ni nada parecido.
-Sí, supongo que por eso... Bueno, nos vemos mañana, Granger.
-No piensas ir a clases luego?
-No.
Draco salió de la Sala de los Menesteres, y Hermione se quedó dentro. A los cinco minutos de haber salido de allí, se encontró con Harry Potter.
-Qué le has hecho a mi amiga, maldita serpiente? - Grita lo que quieras, pero no le he hecho nada. No me siento capaz de hacerle algo. Ahora no.
-Serpiente, dragoncito. A este punto hemos llegado. Y la respuesta a tu pregunta, es nada.
Draco siguió su camino. Por un momento pensó en ir al comedor, pero sería mala idea. Se dirigió a la Sala Común de Slytherin, últimamente, odiaba pasar por aquel lugar, pero él no sabía porqué. Antes era su lugar preferido. Subió las escaleras hasta llegar a su habitación, y se estuvo toda la tarde entretenido haciendo el equipaje, serían tres semanas largas. Se acostó, y se quedó dormido. Otra noche más sin haber bajado al comedor a cenar, sin ver a sus amigos. A las 8 en punto de la mañana siguiente, estaba de pie, esperando a Dumbledore, los jefes de cada casa y a sus compañeros. Dos minutos después llegó Padma con MacMillan. Faltaba ella.
-La señorita Granger se retrasará 5 minutos. Ha ido a hacer un engargo de mi parte. - Anunció Dumbledore.
-A ver, chicos, iréis en avión hasta Brasil, peeeero, volveréis en barco, de acuerdo? Cuando lleguéis a la escuela de magia de allí, dormiréis de dos en dos, así que compartiréis, Padma con Hermione y MacMillan con Malfoy. - Brasil? Ha dicho Brasil? Nos vamos a Brasil?
-Perdone, profesora McGonagall, ha dicho usted Brasil?
-Sí, Ernie, que no habéis visto vuestros permisos?
-No, los enviasteis por lechuza a nuestros padres, profesora McGonagall – Ya ni se acuerdan de lo que hacen!
-Ah, sí, es verdad! - Rió – Pues eso, os vais a Brasil.
-Guay! - Saltó Padma.
-Le pasa algo, señor Malfoy? No ha abierto la boca en lo que llevamos aquí – No, Snape, no me pasa nada...
-No, profesor.
-Ya estoy aquí! Perdonad el retraso, ya está todo hecho, profesor Dumbledore! - Llegó, por fin. Draco, qué pasa contigo? De verdad...
-Vale, pues ya os podéis ir, chicos! Hagrid os acompañará hasta Londres y luego os váis al aeropuerto. De acuerdo? Tened cuidado y dejad orgullosos a la escuela. Aunque estoy segura de que lo haréis! - Decía Minerva McGonagall con especial entusiasmo.
Hagrid les acompañó hasta el aeropuerto y cuando llegaron, despidió a todos y le dió un beso a Hermione en la frente, haciendole prometer que se cuidaría y que no se mataría con Draco. Subieron al avión, y empezaron el viaje. Hermione se sentó entre Draco y MacMillan. Tenía mala cara, pero no de enferma, si no de no tener ganas de estar sentada al lado de Draco.
-Qué lees, leona? - Juro que esto me ha salido sin querer.- Digo, Hermione...
-Uno de mis libros muggles preferidos, La última canción.
-Ah, vale. -No veo la hora de llegar allí, por favor, que sea pronto...-
Cuando les trajeron la comida, Draco no comió. Cuando les trajeron la cena, tampoco. Hermione y Ernie le miraban de reojo, pero él hacía como si no se diese cuenta. Cerró los ojos y se quedó dormido.
En su sueño, podía ver como Pansy Parkinson aplicaba un Cruciatus en Granger. Draco le gritaba que parase, que ella no le había hecho nada, pero no recibía respuesta. Pansy gritó: Avada... y en aquel momento, Draco despertó.
-Eh, Draco, que pasa? - Le preguntó Hermione, muy preocupada, se le notaba en la cara.
-He tenido una pesadilla, pero ya está... Solo era eso...
-Por lo que me han dicho -Saltó Padma- No es el primer día, Malfoy.
-Sí, a mi también me han dicho lo mismo. Nott nos comentó que ya llevabas dos noches igual y casi no comías. Estás bien, Draco?
-Sí, estoy bien.
-oooo-oooo-
-Draco, estás palido... -Desde cuando me preocupo yo por él? Siempre me ha tratado mal, lo último que se merece es esto.
-Ya se me pasará, Hermione. Es solo cuestión de descansar y ya.
Todo esto es demasiado raro. Es él, Draco Malfoy. Me odia, simplemente por no tener un buen estatus de sangre. Y yo, me preocupo por él. No sé que estoy haciendo...
Draco se volvió a dormir, Hermione le miraba preocupada, porque no había comido nada, Ernie se dió cuenta de lo que ella estaba haciendo, y empezó la conversación:
-Sabes? Como bien ha dicho Padma, no es el primer día que le pasa algo así. Estoy preocupado, vamos al mismo colegio, y ahora tendremos que convivir cuatro semanas. Sé que nunca nos hemos llevado muy bien, pero esta vez es diferente. Ya le has visto, se salta clase, no come, no cena, no sé si desayuna. Y los sueños...
-Se ve que siempre son los mismos. Él grita, es Pansy la que está allí. Y alguien más, alguien importante parece, alguien que él tiene miedo sea dañado. -Continuó Padma- No sé, pero yo también estoy preocupada, aunque sea Draco Malfoy.
Esta mini-conversación que hemos tenido no me ayuda. Tan solo hace que me preocupe más. Pero yo no puedo preguntarle que le pasa, porque sé que no me dirá nada...
Hermione pensaba, y pensaba, y así, se quedó dormida.
-oooo-oooo-
El primero de los cuatro prefectos en el avión en despertar, fué Draco. Antes de intentar moverse, miró el reloj: 9:00 de la mañana. Se intentó mover, pero no pudo, al darse cuenta que tenía la cabeza de Hermione en el hombro. Si todo esto hubiese pasado un mes antes, él, sin pensarselo la hubiese despertado, sea como sea, para que quitase su cabeza. Pero ahora no, ahora no le molestaba, es más, comenzó a acariciarle el cabello con suavidad. Padma se despertó 10 minutos después, y pudo ver a Draco con Hermione, por lo que su cara se transformó completamente. Pero calló. Y se volvió a dormir.
Poco a poco, Hermione se fué moviendo más, y se acabó despertando. Ernie y Padma hicieron lo mismo. 5 minutos después, les llevaron el desayuno. Draco lo miró con asco, se levantó, se fué al lavabo y no salió de allí hasta 10 minutos después, cuando todos habían acabado de desayunar. Padma iba a preguntarle el porqué de no comer, pero en aquel momento se escuchó: Estamos aterrizando, por favor, manténgase sentado y con los cinturones. Llegaron, y fueron bajando, cada uno buscaba su equipaje y se dirigieron a la escuela donde estarían. La verdad, es que no tenían ni idea de que es lo que debían hacer y porqué debían "representar a la escuela". Allí todos fueron muy simpáticos, la directora les informó que se comía a las 2 y se cenaba a las 9. Malfoy hizo mala cara y se fueron a las habitaciones. Ahí, no estaban separados por casas. Chicas y chicos, punto. La "ventaja" por llamarle de alguna manera, era que la habitación de Ernie y Draco estaba enfrente de la de Padma y Hermione. Habían decidido que siempre se juntarían para desayunar, comer y cenar.
-oooo-oooo-
Hasta aquí el primer capítulo. Reviews, por favor! :)
Snotty-Potty~
