Ni Hetalia ni sus personajes me pertenecen.
Advertencia. Yaoi. Uso de parejas a mi preferencia (si deseas saber las parejas de Hetalia que me gustan y que, por ende, podrían incluirse en esta historia, en mi perfil podrás encontrar más información). Yaoi.
CASO I. Papá se comía a papá.
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—S-Su-san~ —Suecia besaba con devoción cada milímetro de piel finlandesa, gruñía a su oído mientras aumentaba su trabajo en la entrepierna de su amante—. N-No, a-ahhh-alto, yo voy a... voy a... ¡ahh! ¡Ahh!
—U-un poco más —el rubio mayor mordía suavemente el lóbulo de la oreja izquierda mientras su mano diestra atendía con pasión los pezones ajenos.
Los gemidos llenaron la habitación y el calor corporal se extendía fuera de la cama. Cuando se encerraban en esa habitación -casi diario- la cordura se esfumaba al entrar el éxtasis en su lugar. El mundo se volvía invisible y el deseo les carcomía la piel.
El sueco mordió el hombro de Finlandia; mordió sus pezones, su abdomen, y las clavículas. Mordió sus labios, su cuello y sus mejillas. El chico de ojos violeta respondía con gemidos incontrolables y se aferraba con más fuerza a la espalda de Suecia.
Los espasmos invadían ambos cuerpos, azotándolos de placer y luchando por encontrar el tercer orgasmo de la noche mientras el sudor se apoderaba de sus melenas y pieles.
—¿Papá? ¡¿Por qué te comes a papá?!
En la entrada de la recámara, con su pijama de marinero y la angustia en el rostro, el pequeño Sealand le gritaba a su padre más alto. Suecia miró con pánico a Finlandia -pero suecia en vez de preocupado daba más un aspecto aterrador-. Finlandia se coloreó de rojo el rostro y la boca se le secó por completo. La habitación estaba completamente oscura, lo que dificultaba al pequeño niño ver la completa postura de sus padres; donde el finlandes recargaba sus piernas en los hombros del sueco, y Suecia tomaba con firmeza las caderas de su amante.
—S-S-Sealand... eh... eh... nosotros —Finlandia se movió un poco, tratando de reincorporarse, pero solo logró sentir que un órgano -que no correspondía a su cuerpo- se resbalaba fuera de su esfínter— ¡Ah!
—Le estoy dando mi amor. —Soltó el mayor de la habitación, aún con esa cara que causaba pavor.
—¿Qué? —el de ojos violeta vio a la cara al hombre sobre de él. ¿Qué clase de respuesta fue aquella? Lo peor era que en él se escuchó como algo serio y verdadero.
—¡Oh...! —el niño relajó los músculos de su cara— ¿Entonces no te lo comes? —los adultos se vieron a la cara y nuevamente dirigieron la mirada a su hijo, negando con la cabeza— ¡Ah! entonces solo es una forma de demostrarle a papá-Finlandia que lo quieres, ¿no?
—...Sí.
—Está bien, iré a dormir.
El pequeño cerró la puerta y de fondo se escucharon sus pasos regresando a su habitación, y después el sonido de la puerta continua cerrándose. El más bajito se cubría la cara, aún roja como un tomate maduro. Suecia se encogió de hombros y siguió besando con benevolencia el cuello contrario.
—S-Su-san, alto.
—¿Qué?
—¡Cómo que qué! Po-podría escuchar. ¡Ahh! —suspiró, se recostó en la cama y colocó un cojín en su rostro, la vergüenza lo carcomía— Quedó marcado de por vida, y desde tan pequeño.
—No pasa nada.
—¡¿Y si le cuenta a alguien?! Te recuerdo que el que va por él a la escuela soy yo. No quiero ser la burla de los demás países. ¡Ahh! —sintió que el invasor de su trasero se movía más al fondo— ¡N-No hagas eso!
Finlandia pareció escuchar una risa de arrogancia y malicia proveniente de Suecia, pero con ese rostro y en penumbras era difícil saber si no era una alucinación.
—Sigamos —le susurró y los ojos violáceos rodaron con resignación, recobrando la excitación inicial.
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CosasDeNórdicos.
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—Buenos días señor Suecia, señor Finlandia. Los he citado porque...
Los nórdicos se miraron entre sí, confundidos, para después regresar la mirada a la directora quien se encontraba inquieta en su escritorio; la mujer desviaba la mirada y un sonrojo era evidente en su rostro. Golpearon a la puerta y al cuarto ingresó Sealand, tranquilo, saludando, se sentó en medio de sus padres y esperó a que el sermón de la mujer continuara.
—Eh, bueno, sería mejor que Sealand les explicara lo que sucedió. Querido, podrías...
—¿Qué?
—Explicar lo que sucedió con Latvia.
—¿Cuándo?
—Hoy.
—¿Eh? ¿Dónde?
—E-En los vestidores, querido. Lo que sucedió hace unas horas en los vestidores con Latvia.
—¡Ah!... yo solo le estaba dando mi amor.
FIN DEL CASO I.
Notas. No quise incluir el 'acento' de Suecia ya que siento que no se entiende por completo. Utilicé los nombres de países, pero todavía no sé si esto sea definitivo, me gustaría saber cómo les gusta más; nombres o por países. 'Emparejé' a Sealad con Latvia no porque me guste la pareja, sino que después de investigar sobre el shipping de Sealand encontré que se discutía entre Latvia y Seborga, y después de muchas imágenes, me convenció más Latvia. No incluí el término 'mamá' o 'esposa' o algo que indicara que Finlandia es la 'mujer' porque... bueno, cuestiones de principios; así que perdón si eso no sigue el cannon.
Espero les haya gustado y dejen algún review.
M'L~
