NADAR EN AGUA PROFUNDAS ERA EN MUCHO MAS ENTRETENIDO AHORA QUE ERAN LAS
Intenciones de Jasper, el clasificar hasta las mas pequeñas criaturas en las frías y heladas aguas de Alaska. Lo mas parecido a pasar unas vacaciones familiares para los de nuestra clase.
No es que compartiéramos su apasionante y un tanto ociosa devoción. Por parte de Emmett el atractivo de la resistencia física lo atraía a explotar los límites de nuestros cuerpos. Pues no había presión en el mundo más grande que las gélidas aguas empujando en contra de nuestras igualmente frías pieles de mármol.
Para los demás realmente parecía algo refrescante el pasar estos años como si solo fueran los granos de arena resbalando de nuestras manos como en Isla Esme. Siempre hay periodos en los que tenemos que esperar. Esperar por que nuestros rostros sean olvidados en la espontanea vida de lo humanos.
¿que mejor que pasarla en familia?.
Bella me sonrió, sin embargo su hermoso rostro no podía mentirme a mi. No después de este tiempo.
Era Nessie de nuevo. Alejándose a paso lento hacia la infinidad de nieve y hielo en el horizonte. Buscando un momento de privacidad que ella sabia no habría conmigo a un lado. El dolor en mi pecho se avivo ante las memorias.
Ella era a veces tan parecida a Charlie, incluso más de lo que Bella le daba crédito.
Pero esa característica de Charlie, a pesar de los cientos de años desde su muerte. Parecía repetirse en los descendientes que seguramente el nunca soñó que tendría.
El escudo mental de Bella era su manera de mantenerse reservada de los demás. Y esto lo había traído también a la vida inmortal. Sin embargo Nessie necesitaba alejarse de nosotros de vez en vez.
Una sonrisa se expandió en mi rostro. Alegre, por que realmente Charlie había echo pasar su herencia en contra de todo los predicamentos. A mis dos únicos nietos. Quienes igual que mi adorada hija, necesitaban de muchos kilómetros alejados de todo cada ciertas décadas.
Aun así, lejos de sentirnos heridos por sus necesidades de soledad. Bella y yo nos sentíamos mucho mas alegres de su visitas cuando estas ocurrían. E incluso era tan incalculable el describir el amor que brotaba de nuestros pechos, si es que estas visitas ocurrían simultáneamente.
El rostro contemplativo de Bella reclamo mi atención de nuevo. Aparentemente nunca podría dejar de mirarla, aun cuando ya gozábamos de nuestra eternidad desde hace un considerable tiempo.
"Es por Jacob…" le asegure.
Ella me miro, sus ojos dorados brillando con el amanecer que también bañaba nuestros cuerpos a joyados de luces y arcoíris culpa de los rayos que si podían tocarnos aquí. Lejos de la humanidad.
"Lo se…" me respondió con un asentimiento.
"Ya han pasado doscientos cuarenta y nueve años…" dije de nuevo. Como si fuera de alguna manera un enunciado de desesperanza.
"¡Ocurre cada vez menos!" se quejo ella alzando la voz.
Rosalía volteo a mirarnos con el ceño fruncido. Emmett quien había estado relatando su última inmersión también nos miro, excepto que sus ojos mostraban el entendimiento. Esme quien había estado escuchando el emocionante relato, y Carlisle que estaba sentado en una silla de sol. Nos miraron con emoción interpretada en sus rostros.
"¡No quiero que le tengan lastima a mi hija!" grite con enojo pocos segundos de leer sus pensamientos revolviéndose en mi cabeza.
Bella me tomo el antebrazo. Sin percatarme la furia había echo que de mi pecho escapara un gruñido de advertencia.
Uno tras otro, los "lo sientos" me alcanzaron verbal y mentalmente. Tratando de relajar mi rígida postura. Bella me guio hacia las pozas escarbadas en el hielo.
"nadie siente lastima de Nessie, Edward…" dijo ella acariciando mis hombros.
"Dramáticos…" Pensó Rosali en ese momento.
Encendido de furia me voltee a mirarla. Sin embargo, ella se había arrojado al agua junta a la poza en la que habían estado. Gruñendo lentamente deje que Bella me guiara de nuevo hacia el refugio.
"doscientos cuarenta y nueve años…" repitió Bella. Guiándome atreves de la estación hacia la habitación que ocupábamos.
Con velocidad se dirigió a la estantería de fotos y tomo una entre sus blancas manos. Trayéndola hasta mi, sentado por inercia en un sofá. Como si disimular el movimiento de agotamiento a pesar de que mi cuerpo no sentía ninguno, ayudara a expresar mis sentimientos.
Mi mente, sin embargo….
"A veces tampoco puedo creer que…"
…Sin embargo no podía albergar el dolor que mi hija debía estar sintiendo desde todos esos años. Bella, ni yo. Podíamos hacer algo acerca de ello.
Estúpido Jacob Black.
La fotografía en las manos de Bella mostraba su libre y despreocupada silueta aun lado de mi hermosa hija de eternos diecisiete años. Jake no aparentaba muchos mas. Pues aun gozaba de su larga y estable vida.
Sin embargo, aun había dentro de el, aquella horrible fragilidad humana. Poder sobrenatural o no. Su cuerpo alcanzo el tiempo límite de su existencia. Y por ende, un envejecimiento progresivo de cien años.
Para nosotros. La muerte. Si es que podemos llamarle así a lo que nosotros hacemos. Es siempre violenta y sorpresiva. Los de nuestra clase mueren en batallas. Los miembros moviéndose en direcciones contrarias, mientras que tus pedazos se incendian en una pila de llamas.
Así es como nosotros usualmente desaparecemos de este mundo. Así como perdimos a dos Cullens hace tiempo. Paris y Helena.
Ellos se unieron por razones incomprensibles a nuestro clan. Permanecieron trescientos años, creciendo cariño y lazos entre nosotros. Éramos en ese entonces la familia o clan más grande de nuestra raza y preferencia vegetariana que jamás haya pisado la tierra.
Y luego, dejaron de existir. Asesinados en el territorio de unos violentos nómadas en Eslovenia. Nos consuela pensar que fue rápido. Imprevisto. Como si te arrancaran un dedo que te duele infinitamente, pero que la herida se cura y tu mano vuelve a funcionar como si nada.
No hay duda. Así nos vamos eventualmente todos. Unos más prontos que otros.
Pero no Jacob Black.
Cien largos años de agonizante envejecimiento. Cada vez más enfermo y agonizante. Nessie atendiéndolo fielmente durante todo el tiempo. Naturalmente nosotros tampoco nos separamos de el.
Sus hijos eventualmente también lo acompañaron en su lecho de muerte. Y finalmente. Después de quinientos años. Jake murió de viejo.
La muerte más dolorosa y larga que los Cullen afrontaron. No se repetiría nunca de esa manera, por supuesto. Con nosotros siendo inmortales. Pero ahora el corazón de Nessie estaba roto más allá de lo imaginable.
Todos se preocupaban de su duelo. De su devoto luto de doscientos cuarenta y nueve años desde la muerte de su esposo.
Y ella, aun caía en depresiones terribles. Menos ocurrentes según Bella. Pero duraban más. Y yo no sabia si eso realmente compensaba o no la balanza.
Como sus padres. Nosotros deseábamos que siguiera adelante. ¿Pero podemos pedirle eso?. Jake era su amor. Su esposo. El padre de sus hijos. Su mejor amigo. Su protector. E incluso cuando ella era una bebita, también su niñero.
Al mismo tiempo como este conocimiento nos era claro. También nos llenaba de miedo. Y es que yo estaba seguro que nunca podría vivir sin Bella. Y Bella no podía vivir sin mi.
No importaban realmente nuestras promesas de que "Haríamos" si alguno de los dos llegara a faltarle al otro. Pero como hace cientos de años. Yo estoy seguro que aun como si fueran esos días de la humanidad de Bella.
Tomaría el primer avión a Volterra. Con la esperanza de que la vida sin Bella. Se me fuera arrancada. Con cierto disgusto descubrí en lo profundo de la mente de Bella, y protegido debajo el escudo mental. Que ella también tomaría el mismo avión, si yo fuera el despedazado cruelmente por algún otro.
Si estas eran nuestras suicidas reacciones al pensar en ello. ¿Cuáles eran las de nuestra hija?.
¿podría ella vivir sin Jake?.
Sin darme cuenta había empezado a crear la expectativa de que pronto perderíamos a nuestra hija también. Bella odiaba que yo pensara aquello. Y yo odiaba con todas mis fuerzas a Jacob. Por que de nuevo y a pesar de que ya no estaba aquí. El estaba hiriendo a mis dos chicas.
Y no solo eso. También a mis dos nietos. Mis cuatro hermanos, y mis dos padres.
Maldito seas Jacob Black…
Lentamente, y perdido en el tiempo que Bella había pasado en mis brazos contemplando la fotografía de nuestra hija y fallecido hijo de ley. Voltee a mirar el cristal que nos separaba de los paisajes de Alaska.
Aun era de día, naturalmente. Y lo seria por los siguientes treinta días. Pero mi experiencia, o el reloj interno me decían que ya eran dos días transcurridos en esta habitación.
Probablemente era cierto. Así que acaricie el rostro de Bella, perfectamente intacto como una estatua. Y mire alegre como sus parpados cobraban vida. Estando aquí era fácil olvidar nuestros ticks humanos. Y quedarnos quietos como piedras cuando realmente no había necesidad de moverse.
"Bella, Bella…" le dije con suavidad para llamar su atención. Imagine que su corazón daba un vuelco al oír mi voz. Así como recordaba sus reacciones humanas.
Sus reacciones inmortales igualmente placenteras para mis sensibles sentidos.
"Ya no pienses en ello mi amada…" murmure. Acariciando sus pierna envueltas entre las mías.
"Edward…"
"si mi amada…" dije vibrando mi palabras en contra de su cuello.
Sus ojos me respondieron implorantes. Yo solté una carcajada. Otra cosa que Bella había traído a la inmortalidad era su pasión adolescente. La cual no me era ajena tampoco. Sus ojos dorados gritaban por que la tomara en más de mil maneras.
Cerrando el espacio de nuestros labios. Decidí que si eso tomaba este o cualquier otro día, el alejar el sufrimiento de Bella. Yo la tomaría infinitamente por el resto de la eternidad.
+2+
Tres días convencionales tomaron parte de nuestro encerramiento. No fue sorpresa el salir a la luz y que mi piel rompiera en un espejismo de mil colores. Radiante y atrayente para las presas que no estaban aquí para admirarme brillar.
Camine, lento hacia mis hermanos. Sus ojos ya estaban sobre mi figura, seguramente desde que escucharon la puerta del refugio.
"Bueno días…" dijo Alice con una sonrisa. Correspondiéndole con una de las mías.
"seriamente pensé en arrojarles una balde de agua…" musito Emmett en sus pensamientos.
"Hipócrita…" murmure fingiendo un tosido. Como si sus arranques pasionales tomaran menos que tres días.
"Ed nosotros también queremos pasar tiempo con Bells, y tu te la robas por tres largos días…" pensó Emmett de nuevo.
Le gruñí casi tan inmediatamente como sus pensamientos comenzaron a formar la imagen mental que Emmett se imaginaba de Bella sin ropa.
"Oh lo siento…" dijo de inmediato sin embargo su sonrisa traviesa era para molestarme.
"¿Cómo estas hijo?" pregunto Esme con una sonrisa. "¿se sienten mejor?"
"Nunca nos sentiremos bien hasta que Nessie se recupere…" murmure con resolución.
Ella asintió. Dejándose caer en pensamientos sobre mi pequeña. Disgustado. Pero al mismo tiempo avergonzado de perderle que dejara de hacerlo. Deje que estos se fugaran hacia el murmullo de pensamientos a mí alrededor.
"¿Dónde esta Jazz?" pregunte no sintiendo su presencia aun.
"nadando con Rose…" respondió Alice.
Tome asiento en una de las sillas de plástico. Estas eran playeras, y resultaba toda una vista si es que un humano nos encontraba acostados en ellas como si cualquier costa se tratara. La sombrilla dejando descansar nuestra piel en su sombra.
Trate de posar relajadamente sobre una de ellas. Alice y Esme comenzaron una plática incesante sobre restauración de arte. Deje que mis sentidos vagaran alrededor.
En lo profundo de las pozas. Atreves del manto de agua. Muchos kilómetros debajo de nosotros. Podía escuchar los lento movimientos de las figuras que nadaban ahí. Como si fuera un gorgoje lejano. O el sonido eco dentro de un submarino.
Cientos de "Tummbss" y "Plashhh" acallados por los cuerpos en el agua, y el agua misma. Concentrándome por completo. Entregado a escuchar por debajo. Pude recibir la voz mental de Jasper.
"Ya lo había visto antes..". la visión entre cortada atreves de sus ojos me mostraron un pez de vivos y exóticos colores que quizás los humanos aun no habían descubierto. Y sin embargo ya era parte de la colección de Jazz.
"debe ser el soleloid, me pregunto si podre regresar a la civilización por esa pieza cuando es de noche, siempre puede ser que los habitantes cierren las refaccionarias. Maldita sea…, también podría conseguir un tinte de uñas"
No cabía duda que esa era Rosali. Pensando en reparar la moto nieve. Entregado a escucharlos con mayor claridad. Trate de agudizar mi habilidad para mirar sus mentes.
Tal vez por eso. No me di cuenta que en ese momento. Alice, había dejado de hablar en el mundo físico.
Pero repentinamente, sus visiones invadieron mi meditación con cierta violencia. Era una silueta tambaleándose en el litoral congelado. Ladeándose con cada sentido de las corriente submarina.
Su rostro pálido tenía los ojos abiertos. El cabello blanco se tambaleaba hebra por hebra alrededor de su cabeza.
Los ojos plateados y brillantes mirando agudamente hacia nosotros. Pero no éramos Alice y yo a los que observaba dentro de la visión futurista de Alice. No.
La criatura enterrada en el fondo marino miraba intensamente a Rosali y Jazz. Y entonces confusamente me di cuenta de que yo ya no estaba mirando la visión de Alice.
Si no la realidad en la mente de Jasper. Quien miraba atónito a la figura. Sacudiendo mi cabeza por la confusión entre el don de Alice y mi propia habilidad. No lograba entender si eso iba a suceder, sucedió o estaba sucediendo.
Los pasos ligeros de Alice sobre el hielo rompieron por completo cualquier otra conversación en la superficie, mientras ella saltaba con un "Splassshhh" en la fosa. Aturdido me levante de la silla, saltando tan rápido como mi velocidad me permitía. Arrojándome sin pensar dos veces hacia el agua.
Abrí los ojos dentro de la inmensidad de las profundidades oceánicas. Completa oscuridad. Pero nuestro ojos viendo mucho mejor lo que sucedía en ellas, que las creaturas que lo habitaban.
La figura de Emmett. Grande y pesada rompió en el agua momentos después. Ya sea por un sentido general de alerta. O por nuestro lazo fraternal. Los tres nos impulsamos en el agua hacia donde nuestros hermanos se encontraban.
Pataleando con todas nuestras fuerzas, mientras rompíamos la armonía como saetas, dejando una estela de burbujas detrás de nosotros. Como es normal el agua entorpeció ligeramente nuestro avance, pero no suficiente para impedirnos bajar kilómetros de oscuridad hasta llegar al helado punto en cual Rose y Jazz se enfrentaban a la criatura.
La confusión de los pensamientos de mis hermanos, todos gritando en mi cabeza. Por unos momentos me sentí sobre cogido y aturdido. Y a la lejanía también el alarmado pensamiento de Carlisle, Esme y Bella que ya se encontraban rodeando la poza en la cual nos sumergimos.
Y luego entonces. Una voz desconocida silencio el coro de pensamientos urgentes.
"Libérame…" dijo imperante.
La voz hizo que mi cuerpo vibrara. Como estar parado enfrente de una bocina mientras alguien grita en un micrófono. Sentí tanto miedo de sus palabras. Como si no tuviera oportunidad de oponerme a sus órdenes. No tenía alternativa. No podía negarme. Tenia que soltarle de la crucifixión en la que se encontraba.
Tenía miedo de escuchar sus pensamientos de nuevo.
La criatura no era mas humano que nosotros. A pesar de su apariencia. Pálido como el bloque de hielo que lo sostenía. Cada brazo extendido. Sus pies sujetos.
"Siglos…" pensó la criatura.
Como respondiendo a una pregunta que yo aun no me formulaba. Pero que su respuesta cobro sentido.
Voltee a mirar a lo demás.
"Edward, ¿Vas a que soltarle cierto?" dijo Alice en sus pensamientos.
Aturdido asentí con la cabeza.
"¿Qué sucede?."
"¿Qué esta pasando?"
Se preguntaban los demás, ajenos a la conversación mental con Alice. Ella y yo señalamos hacia sus ataduras. Ellos guardaban distancia. Pero nosotros nadamos hacia el.
"No te atrevas Edward." Ordeno Jasper. "Hay algo que no puedo explicar…"
Así que ellos también podían sentir lo que sea que esta creatura nos estaba haciendo. Quizás solo era que no podíamos olerle. El olfato era uno de los sentido en los que más dependíamos. Aquí en la profundidad no servía de nada el respirar ya que solo agua inundaba nuestros pulmones.
Alice miro entre Jasper y yo comprendiendo en sincronía. Ella se acerco hacia el. Y le acaricio la espalda.
"Edward…" se quejo Emmett. Voltee a mirarlos.
Si Renesmee estuviera aquí, la situación no se hubiera tornado tan confusa. Sin embargo. Una vez que el argumento interno de Alice y Jasper se resolvió con tan solo mirarse a los ojos.
Jasper dejo libre su poder. Al instante sentí que cuatro mentes además de la mía se relajaban y desechaban el peligro.
Rosali miro de nuevo a la criatura. Pero esta vez para ella. El era uno de nosotros. Su forma humana. Sus ojos plateados. Era mas fácil pensar en el como alguien. Que como una cosa.
Lentamente nos acercamos hacia el. Las ataduras que lo mantenían eran unas simples cadenas que se enterraban en el bloque de iceberg. Cada quien tomo un extremo, y con fuerza le liberamos.
El hombre cayó rendido hacia la profundidad. Pero Emmett lo capturo en sus brazos como un muñeco de trapo.
Bajo la influencia de Jasper. Los pensamientos del hombre no eran tan terribles de recibir. Estaba debilitado, rendido gracias a tantos siglos encerrado en el agua. Ni si quiera tenia fuerza de nadar de regreso a la superficie.
Lentamente subimos de regreso a la superficie. Uno por uno abandonando el agua y haciendo precesión hacia la silla plástica verde donde Emmett había dejado el cuerpo del extraño.
Ahora podíamos olerle.
Era extraño. Era como si el realmente fuera uno de nosotros…, y sin embargo, había algo en el que era totalmente desconocido. Pero no enteramente desagradable. No como una presa. Por que el hombre no tenía pulso tampoco.
No tan atractivo, sensual y adictivo como Bella olía para mi. O Esme olía para Carlisle. No asquerosamente como huele un hombre lobo. Ni tan arcaico como el Volturi. Ni si quiera era el aroma de Jake.
Confusos y curiosos, todos nos arremolinamos a su alrededor. Como hechizados, o forzados a sentirnos atraídos hacia el. Como si en el residiera una fuerza que nosotros necesitábamos para llenar nuestro vacio interior.
Jasper sin embargo. Rompió su embelesamiento con fuerza. Alzo las manos como advertencia, recalcando la necesidad de espacio precautorio ante el desconocido.
Tratando de enfocarme. Puse en escrutinio los detalles en los que no me había molestado en revisar.
El extraño vestía de telas pesadas y húmedas. Blanco y rojo. Cintos de cuero. Y partes maltrechas de armadura. Los lazos de sus sandalias curvadas alrededor de sus piernas pálidas.
Me pareció que era un arquetípico uniforme romano. Pero yo no estaba en ese entonces para asegurar que eran de esta manera. Pero si se necesitara una definición rápida de su aspecto. La imagen de centurión romano concordaba.
"Necesito el sol…"
Parpadeando me di cuenta de que le tapamos con nuestras sombras. Retrocediendo varios pasos, deje que los rayos le alcanzaran. Con sorpresa para nosotros. Como cualquier cosa que el hiciera. Su piel rompió en el espejismo de mil diamantes. Brillante y hermoso como cualquiera de nosotros.
Carslile me miro. Esperando una explicación. Pero yo no tenía ninguna.
"Soy Carslile y esta es mi familia…" dijo entonces. Su tono diplomático y tranquilo que siempre usaba cuando encontrábamos compañía. Como si este sujeto fuera como cualquier otro vampiro nómada.
El hombre respondió. Pero sus palabras eran totalmente desconocidas incluso para mi. Pude notar el leve indicio de yidish, arameo y pesado árabe. Pero incluso así, su oración me pareció un simple "Yo ikbraa lokrappas uspos demos..".
Descarte de inmediato el griego y el latín. Realmente no estaba hablando ninguna lengua que yo conociera.
Sin embargo, mis hermanos me voltearon a mirar expectante. Como si no olvidaran mi pasado de nerd de cien años. Y mi horrible dedicación a los estudios. Tristemente mis estudios se hicieron más lentos y mas aburridos mientras yo comencé a pasar tiempo con Bella.
Sintiéndome tonto, me incline de hombros. Luego, aun mas tonto. Por que yo si entendía sus pensamientos.
Pero en este mismo momento, o el hombre no pensaba nada. O estaba ocultándolos. Pues de su voz mental no escurría nada hacia mi cabeza.
Fruncí el ceño por inercia. El hombre me miro con una sonrisa entonces. Luego, golpeando su cabeza con sus dedos.
"Yo se quienes sois…"
"¿Nos entiendes?" Pregunte, rompiendo el silencio que se había apoderado de todos.
El hombre asintió.
"¿Necesitas alimentarte?"
Su carcajada se dejo escuchar. Mis hermanos y amada lo miraron con alarma. Mis padres trataron no demostrar nada en sus rostros. Como su deber de líderes. En sus mentes, no estaban nada compuestos. El hombre negó con la cabeza.
"Olum Kelplan" dijo. Luego golpeando su cabeza de nuevo me tradujo. "Solo el sol.."
Calmadamente se levanto de la silla. Se paseo por la nieve alrededor del refugio en el que vivíamos. Y luego. Quitándose la pesada manta roja que seria su capa. Se acostó sobre la nieve.
"Obados….Me num lu AL-Inaniel…"
Me quede mirando aun demasiado sorprendido como los demás. El levanto la cabeza para mirarme.
"¡¡Al haja, kordos unt la kape, Velpos Al-Huelt le trent Johhd!!" grito para que le escucharan.
"Eh…si…" respondí.
Voltee de nuevo hacia Bella. Ella me miraba esperando las respuestas.
"el quiere que sepan mis hermanos, que esta agradecido…, Su nombre es Inaniel…"
Mis hermanos estallaron en gritos mentales a los que no pude hacer sentido. Sin embargo. Voltee hacia mi esposa. Tomándola de las manos y mirando sus ojos. No sabia que sucedía mas que ellos. Pero repentinamente. Y como si fuera una advertencia del futuro, -una que Alice no había previsto-. Supe que habíamos liberado algo que no teníamos ni si quiera idea de lo que era. O lo que significaría.
"Te amo Bella…." Le recordé. Por que necesitaba que lo supiera antes de que este remolino nos tragara.
Notas de autora.
Dejan Reviews por favor. Es mi primer fic de Crepúsculo. Aun que he escrito fics de Harry Potter antes.
Carslile Cullen siempre albergo la esperanza de un propósito superior en su vida eterna. Ahora, después de cientos de años su familia encontrara lo que han estado esperando. Cuando un extraño joven los lleve directo al camino de la redención.
