BOTELLA
En el cielo de Londres la noche era oscura, había unas cuantas estrellas en el cielo, bastante pocas, pero en el jardín de una casa parecía que eso no importaba mucho. Ahí estaba un grupo de jóvenes riendo, comiendo y bebiendo, parecía que celebraban algo. Uno de esos chicos tenía el cabello negro y bastante revuelto, y unos ojos verdes que lucían más ahí, en la oscuridad. Su nombre era (como la mayoría de la gente sabe) Harry Potter.
Harry llegaba con unas cuantas botellas más para sus amigos, quienes se encontraban sentados en el césped mirando las estrellas y contándose historias.
—- Chicos¡hagamos algo interesante! –gritaba Colin Crevey.
— Ya estamos muy ocupados –gritó Luna, quien estaba besándose con Neville en la otra esquina, y ambos lo miraron con odio.
Los demás chicos sonrieron, sabían que esa pareja era tal para cual y sólo hoy con un poco de alcohol Neville se había dado el valor de decirle lo mucho que le interesaba.
— ¿Qué es eso interesante que propones¿Tomarnos fotos acaso? –preguntó Ron sarcástico.
— Nunca nadie me toma en serio...
Pero esto Colin ya no lo decía hacia Ron, era obvio que sus ojos se posaban en una chica pelirroja que estaba sentada a lado de su hermano, riendo de los chistes de los demás.
— Bien, démosle una oportunidad al chico. ¿Qué quieres que hagamos?
— Gracias Dean. Este... saben que soy hijo de muggles¿verdad? – Todos asintieron. – Pues he visto un juego bastante interesante el otro día por TV… se llama "la botella".
— OK, juguemos –dijo Lavander. - Yo doy un trago, tú otro y así¿no?
Hermione, que era la única que sabía de qué se trataba, reía por lo bajo.
— No. Vamos a hacer girar una botella y a los dos a los que les apunte van a tener que quitarse una prenda si los dos son del mismo sexo. Si no son del mismo sexo, pues un beso.
Los chicos sonrieron al escuchar eso y formaron un círculo en el patio. Todos miraban a quien deseaban. Parvati giró la botella... Todos la miraban dar vueltas y rogaban porque les tocara a ellos con su amor imposible. La botella se fue deteniendo (Harry sintió alivio al ver que lo había pasado a él) y se paró frente a Hermione. Y el otro extremo…frente a Seamus.
Seamus, que no encontraba nada fea a Hermione, se levantó, y todos empezaron a gritar como ambulancias mientras uno de los chicos cerraba los ojos para no verlo y susurraba para sí mismo: "no me quiere pero aún así no me puede hacer sufrir tanto, yo la amo".
La chica que tenía al lado le miraba asustada, pero regresó sus ojos a la escena y vio cómo Seamus y Hermione se daban un beso que parecía jamás iba a terminar, era muy profundo. Volteó a su lado y el chico que estaba ahí se paró bruscamente al ver la escena, su corazón no soportaba eso.
Harry, a pesar de su estado ebrio, sabía que su amigo necesitaba ayuda y corrió tras de él. Igual lo hizo la chica y Hermione, al ver dónde iban sus amigos, les siguió.
— ¡Ron!
Pero el joven parecía no hacer caso. Hermione le tomó del brazo e hizo que la mirara a los ojos, lo cual provocaba que Ron cayera a sus pies, pero la muy ciega de Hermione no lo sabía...
— ¿Qué te sucede¡Nos estábamos divirtiendo todos... hip!
— ¿Estás bebiendo? –preguntó alarmado.
— No te importa, nunca te he importado. Sólo soy la sabelotodo¿no?
En ese momento, Harry le pidió a Ginny que regresaran, no quería ver esas "escenitas".
— ¿Qué quieres decir con eso?.-pregunto el chico asustado , el deseaba a la chica pero ella que pensaba de el?
— Que seas tonto no es mi problema… yo ya te lo dije quiero saber¿qué te sucede?
— ¿QUÉ ME SUCEDE...¿QUÉ TE SUCEDE A TI¿ACASO ME VES BEBIENDO O BESÁNDOME CON LA PRIMERA QUE ESTÁ FRENTE A MÍ?
— Pues deberías hacerlo, deberías besar a quien está frente a ti.
Ron se quedo atónito, no entendía ni la mitad. Ni tampoco lo necesitó porque Hermione se había abalanzado sobre él y le besaba (¿acaso no era eso lo que había estado esperando?) y después lo empezaba a jalar hacia dentro de la casa.
— Necesitamos más espacio... hip... además aquí hay demasiado público.
— Este…
— No hables, sólo sígueme.
En poco tiempo, los dos estaban en su habitación. Ella le besaba, empujándolo contra la pared. Él disfrutaba abrazándola por la cintura mientras le pasaba una mano por el rostro y Hermione le alborotaba el cabello.
— No sabes hace cuánto sueño con esto...
