Sigo intentando estar presente por aquí, yeah!
Esta historia va dedicada a Sanlina, al principio debía hacer un One-Shot pero llegó al punto de alargarlo… con todo lo que debo actualizar yo comienzo otra historia… *asesínenla de inmediato* (?) Si ella no me tiraba alguna trama/idea no estaría aquí actualizando, gracias Sanly «3
Los personajes de Digimon son propiedad de Toei Animation, no me pertenecen.
Anhelo tu presencia
Preámbulo.
Nacer, crecer, morir. Tres simples palabras que pueden describir la vida de un ser vivo, ser vivo que llega a pasar de vida a muerte en tan solo cuestión de segundos. Siempre he escuchado que en todo final comienza un principio, que algo nuevo abrirá las puertas de una nueva vida. Nunca creí en esas palabras, nunca.
Dicen que debes de rezar para que las cosas no sucedan, para desear que todo esté bien. En los peores momentos de mi vida he rezado… absolutamente nada ha pasado. Solo busco encontrar la respuesta del por qué, de todos los «por qué» que han escapado de labios desesperados, curiosos o dudosos.
Pequeñas gotas de esperanza que las personas quieren crear para pensar que todo va a estar bien, que nada malo pasará. Abren su propio camino a la mentira, a la sucia realidad que nadie quiere ver ni experimentar. Caen en su propio juego, en su propia trampa. Yo nunca quise aceptar la realidad pero… esto es diferente.
Quisiera saber cómo fue que pasó. Cómo en un instante, en cuestión de segundos, tuve que aceptar el ambiente que dejaste. Te estaba esperando, el mensaje que me llegó de tu parte era sencillo; lo peor, es que rompiste una promesa.
"Prometo llegar pronto, estoy en el bus…"
Jamás llegaste. Nunca más pude oír tu dulce voz, aquella que iluminaba cada centímetro de mi corazón. Había apretado los labios, creyendo que la voz de mi madre diciéndome que tú te habías ido, transformando aquella voz en un dolor para mis oídos, era algo imposible, algo que no quería aceptar, no quiero reconocerlo.
Las rosas blancas que llevaban todos para poder despedirte en aquel velatorio indeseable, no desprendían su dulce aroma, solo provocaban que me ahogara con el olor que en aquel momento brindaban al mundo. Lágrimas hacían del ambiente un peor lugar para despedir a alguien. Tú eras alegre y odiabas ver llorar a los demás, mal de mí haber llorado en ese momento y seguir llorando todavía.
Ya no hay ningún camino de regreso al pasado, a aquel tiempo en donde solíamos reír y llorar juntos. Decías que un corazón roto se sanaba con una sonrisa, que lágrimas se secaban con una sonrisa, que caras largas se recomponían con una sonrisa; tus sonrisas provocaban que yo esté feliz. Nunca más podré juntar mi mano con la tuya para mirar juntos el cielo, poder recostarnos en el césped, y reír bajo el manto de estrellas señalando las imaginarias e infinitas formas que eran capaces de armar.
Nunca creí querer escapar de la realidad, siempre juzgué a las personas que quisieron hacerlo. Ahora las entiendo, las comprendo perfectamente. Quiero salir de aquí, del mundo, de la vida que día a día rodea a cada ser viviente, como los planetas que giran sobre un mismo punto, el sol.
La amistad que teníamos era inexplicable, era muy cercana pero, sentí, que era más que amistad…
—Nunca olvidaré la calidez y el amor que brindabas, Hikari…
¡Sanly! No tenía idea de cómo empezar, lo demás lo tengo claro pero, el principio, no lo tenía con nada.
Es cortó, muy corto, pero exactamente no sabía cómo empezarlo. Espero que les agrade este comienzo.
