La historia es completamente mía (salida de unos de mis desvelos frecuentes xD) sin embargo los personajes son de Takahashi-sensei excepto claro que vean a alguien desconocido, seguro lo inventé yo :P jeje

Lean y disfruten.

By: Marineyha-chan

-Hablando-

"Pensando"

Recordando

-Palabras de importancia-

Lo que quiero… eres tú

1. Nosotros dos

¡Hola!

Hace tanto que no te escribo, discúlpame es que desde que ingresé a la universidad (¡y vaya que me costo!) no he tenido tiempo de nada…

Vaya… han pasado tres años, De verdad lo siento… aunque… quizás eso de que 'he estado ocupada' es un excusa... la verdad es que…

Me he enamorado…

¡Y es la primera vez que lo ago! Tú lo sabes!

No puedo evitar las ansias, debo contarte acerca de él.

Tiene una cabellera lacia y castaña muy brillante, tiene unos ojos más celestes que el mismo Cielo! Y tan risueños que me intimida con su sola mirada. Sus facciones son tan finas y delicadas ¡Que me atormenta su perfección!

¡Es alto! Mucho más que yo! Podría decirse que me lleva una cabeza y eso que yo soy la más 'jirafona' de mi clase.

Su cuerpo es muy cálido, lo siento cada vez que me abraza con fuerza al salir de su trabajo o yo de mis estudios.

Así es, él trabaja: es un médico (recién graduado) de un hospital cercano a mi casa… ¿Cómo se llamaba? No lo recuerdo con exactitud.

Supongo que ahora que sabes que es médico te preguntarás ¿Qué edad tiene para estar con una chiquilla de dieciocho años? Bueno a decir verdad tiene veinte cuatro… ¡Pero no es mucho! No te alarmes!

Varias personas han criticado nuestra relación por ser (como es notorio) no del total agrado de la sociedad sin embargo no he tendido problemas con mi madre ni con el abuelo porque saben lo respetuoso que es conmigo.

Finalmente como sello te diré su nombre:

Hojou Akitoki… ese es el nombre del hombre con el cual he disfrutado estos últimos dos años (súmale: uno de amistad y dos de pareja) y con el cual me siento completa!

Oh! Mi mamá se acerca, seguro me trae algo de beber pues son las tres de la madrugada y yo estoy estudiando (supuestamente) Ha sido tan lindo poder volver a escribir en tus páginas querido diario.

¡Cada ves está más cerca! Me despido asegurándote que pronto volveré a escribirte!

Kagome Higurashi.

Dejó el cuaderno de terciopelo rojo bajo su almohada mientras recibía con una sonrisa soñolienta a su madre que venía, como había predicho, con una humeante tasa de chocolate caliente lista para despertar los sentidos adormecidos de la joven muchacha.

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Manejaba exhausto por el camino tan rutinario hasta que una luz roja lo detuvo, como era costumbre gruñó de sueño.

-Esta vez no me perdonará la tardanza- susurró con molestia fruyendo ambas cejas de espesor azabache.

Giró con gran maestría siguiendo con ejemplares maniobras a pesar del agotamiento que empañaba su cuerpo con un sudor frío

Desajusto su corbata y la retiró con brusquedad tirándola junto a la bata de pulcro color blanco

Estacionó frente a un gran edificio de departamentos de exuberante lujo entrando con ligero desgano y subiendo rápido pensando en la excusa de esta noche.

Abrió la puerta con la llave de color plata esperando sinceramente encontrar aquel cuerpo descansado en el lecho de diario para evitar otra pelea esta Luna.

-Demonios- masculló bajo venciendo el silencio observando por un instante la silueta que se le presentaba en la oscuridad del apartamento

Vestida de satín, sin calzado ni otra prenda más que su piel pálida y suave, estaba allí parada sin semblante, solo una vista chocolate que no demostraba hasta ahora el descontento de otra velada nocturna frustrada y un deseo no saciado

Giró la vista y penetró el lugar rompiendo con el denso ambiente acercándose tratando de actuar con normalidad… pero esa mirada horrorizándole… lo llenaba de pavor…

-No llegaste a la hora dicha- dijo con frialdad al sentir su presencia pasar a su lado, él paró en seco y trago con dificultad suponiendo el sermón que vendría de ella

-Hubo turno hasta tarde otra vez, lo siento Kikyou- se disculpo tratando de sonar firme frente a esa mujer tan 'especial'

Dio otros pasos dispuesto a dejarse caer en su cama más ella abrió la boca nuevamente:

-No debes quedarte tan tarde- replicó con más sequedad aún.

-No podía hacer otra cosa, hay muchos pacientes que necesitaban de mi ayuda y tuve que aplazar más mi turno- explicó con sinceridad sin mirarse aún

Caminó unos pasos más llegando a la tan ansiada puerta donde se llegaba a ver el lugar a donde quería pasar con urgencia.

La mujer hizo un sonido entre sus labios de disconformidad y captó la atención del hombre

-Mañana será, te lo prometo- dijo con voz ronca mientras dejaba el saco en una silla cercana y planeaba sacarse la camisa que tanto lo acaloraba

-¿Y que sucede si mañana no quiero hacer el amor Inuyasha? Qué va a pasar?- su tono amargado se dio a lucir provocando que el aludido se voltease a verla

…Estaba furiosa…

-Si yo no puedo tener lo que quiero, tú tampoco- le tiró unas sabanas y una almohada que había pasado desapercibidas por sus grandes orbes sorprendidas por la acción de su prometida

-Recuérdalo- mencionó amenazadora finalmente yendo hacia la habitación y cerrando la puerta de golpe dejando impactado al joven que no salía de su asombro.

Amargado, gruño algunos insultos y obscenidades mientras se desvestía y arreglaba las telas

-Al menos me dio las sábanas de de seda- pensó irónico, mientras tomaba y se cubría echándose en el sillón más amplio de la sala.

"¿Por qué seguía con ella? Por qué no dejaba a Kikyou? Él, un hombre de magnifico porte y espléndido atractivo podría encontrar a quien se propusiera!" pensaba mientras sentía sus parpados caer por el sueño retrasado

"Cierto, la amaba" recordó cuando perdía la conciencia y recibía el merecido descanso después de una gran día de trabajo arduo.

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Había pasado una larga semana y por fin podía ver su rostro, ahí estaba él a lo lejos, le sonreía tan dulce y alegre como siempre, le saludaba con la mano en lo alto mientras ella se apuraba y corría a su encuentro

-Hojou!- llamó emocionada colgándose de su cuello sintiendo como su falda daba ligeras vueltas por el aire y los giros que él le daba en aquel abrazo

-Hola mi dulce niña- dijo depositando un beso en su nariz para divertirla y separándola para tomarla de manera segura y fuerte de la mano

-Te he extrañado mucho- suspiró después de escuchar la risa traviesa de ella

-Si yo también ¿Dónde te habías metido? Que ni te dignaste a responder mis llamadas!- dijo fingiendo molestia y empujando ligeramente a su acompañante

-Ah! Eso ni te lo imaginas!- exclamó con felicidad pintada en el rostro recibiendo la mirada curiosa de la joven

-¿Dónde?- preguntó desbordando inocencia por su vista de bellos destellos

amatista

El hombre pensó un instante para mantener en intriga a la chica que tan adorablemente se inquietaba. –De verdad quieres saber?- pregunto con picardía y una sonrisa entretenida

-Por supuesto- dijo sin chistar

-¡Me van a trasladar!- dijo con entusiasmo en cada palabra, más al ver la expresión perdida de su pequeña no puedo evitar lanzar una carcajada al aire y repetir con mayor explicación la información para ella.

-Me van a trasladar Kagome, eso significa que me van a cambiar de hospital!- aclaró al notar la sorpresa asomarse en las facciones inmóviles por el lento proceso de datos

-¡Te vas a cambiar de hospital? Felicidades!- lo atrapó entre sus frágiles brazos nuevamente sintiéndose inundada del calor de su amado

"¿Se irá lejos? A dónde lo han trasladado? Se lo van a llevar lejos? Oh! Kami! No por favor!" los nervios reemplazaron su piel y corroyeron su alegría por un instante haciendo temblar todo su cuerpo de golpe

El médico notó el cambio en su joven pareja y la separó notándola afectada y muy inestable

-¿Kagome te sucede algo?- pregunto asustado recibiendo entre sus brazos a la muchacha llorosa sin aparente sentido – ¿Kagome que te sucede?- comenzó a abrazarla protector y con temor

Después de varios momentos la chica levantó su faz lagrimosa y dijo en un hilo de voz

-No te vayas… No te traslades…- respiró entrecortada –No me dejes Hojou-

La miró sorprendido ¡Pensaba que la iba a abandonar! Es niña! Tan dulce e inocente! Estaba tan asustada!

-Tontita e ingenua- dijo con cierta burla viendo como el ceño de la aludida se fruncía sin entender

-¿Recuerdas el hospital en el cual estaba?- prosiguió con tono melódico recibiendo un delicado 'si' de los labios de su novia

-Ese era un hospital comunitario querida, ahora me trasladan- sin evitar sonreír con arrogancia –por mi desempeño- a un hospital privado, aquí en Tokio!- terminó con una respiración emocionada

Quizás pensó que el no diría nada más aunque quizás también, la felicidad le quitaba la importancia pues al finalizar la ultima palabra le abalanzó sobre él diciendo sin parar lo orgullosa que estaba de él.

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Siempre gallardo, estaba bien parado al frente de todo su círculo de maestros en la diestra medicina mirándolos fijamente de uno a uno lo más firme y amenazador que podía.

Ese estúpido no estaba…

Pensó con molestia recordando los hábitos desordenados de su 'hermanito' y mostrado una mueca torcida frente a las remembranzas que consideraba exclusivamente vanas

Carraspeó con su garganta recibiendo la atención de todos en un instante, los invitó de manera indiferente a sentarse y sentándose él también comenzó a dicta uno que otro aviso

Media hora después, ya estaban dispuesto a parase todos, después de la agotadora charla Sesshomaru finalizó acordándose de a momento

-Cierto, un nuevo médico se unirá a el equipo de residentes, viene de un hospital comunitario su nombre es Akitoki Hojou el día lunes estará aquí- avisó saliendo de la sala

Los rumores no tardaron de nacer ¿Quién era este nuevo sujeto? ¿Cómo viniendo de un puesto tan humilde como un hospital comunitario entraba como residente?

-Tendré que avisarle esto a Inuyasha de inmediato sino se pondrá terrible al verlo- musitó con cierto apuro un hombre de elegante mirada

-Eh? Apúrese por favor que su ronda esta por comenzar!- le pidió con dulzura una joven enfermera mientras lo veía irse

-No te preocupes Akino-san aquí estaré en menos de lo que usted piensa- acabó saliendo hacia la recepción buscando señal para hacer un llamada

"No soy Akino… soy Matsuki" pensó son cierta lástima la muchacha de ojos avellana observando el lugar por donde se había ido el segundo más importante médico de cabecera: Miroku Moi

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Se levantaba frente al insistente sonido de ese aparato endemoniado, miraba con cierta molestia al verse privado de sus sueños y tener que atender. Estaba solo.

-Habla Tashio- respondió ronco y soñoliento hablaba mientras daba un sonoro bostezo

-¿Inuyasha? ¡Ja! ¡Sigues dormido tonto! Y faltan… ¡cinco minutos para nuestra ronda!- escuchaba como lo reprendía una voz masculina y bromista dando con el agrio resultado de que era su amigo

-¿Qué quieres ahora Miroku?- contestó con desgano y sin importarle mucho sus bromas sarcásticas

-Nada en especial ogro solo avisarte de que tendremos alguien más que Yokko-san merodeando por ahí- soltó sin darle muchas vueltas

-¿A qué te refieres?- se sentó apresurado y con más ineterés

-Tendrás competencia de ahora en adelante- explicó –Y no es cualquiera que conozcamos para que lo botes fácil, es un nuevo de aparente gran inteligencia-

Río ante la posible amenaza ¡Nadie! Jamás le había podido quitar su puesto de residente desde que ingresó hace unos años, y menos aún sobrepasar sus conocimientos y aptitudes para la medicina humana, era un 'don natural' como el siempre alardeaba

-¿A quién puso ahora Sesshomaru?- bufó entre dientes

-No te rías tanto, no me creerás de donde viene este sujeto- trató de ponerle suspenso molestando a su amigo

-Habla de una vez, nada es demasiado bueno para sorpréndeme- farfulló con arrogancia

-Akitoki-san, de un hospital, aunque no recuerdo le nombre… era muy raro… estaba en inglés…- fue interrumpido antes de dar mayor información del nuevo individuo

-COMUNITARIO! Sesshomaru esta loco! Como piensa meter a un tipo de tan baja categoría a nuestras clínica! Si esta es tan renombrada!- estaba pasmado con la respuesta recibida

Si había sido traído de un hospitalucho para SU hospital…

Debía ser muy bueno…

"Esto si será un reto muy suculento, estoy seguro que ese mocoso inexperto no durará ni cinco segundos en mi territorio" pensó macabro pero ocultando un poco de su nerviosismo… Uno nuevo más… ¡Cómo los odiaba!

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Habían pasado cuatro días desde que lo vio, habían asistido juntos a una pequeña fiesta que realizaron algunas enfermeras por la entrada de él, le pareció muy encantador y la había pasado muy bien

Pero algo le había llamado la atención…

Algo le había llenado la vista… Toda la noche…

"Debes dejar de pensar en eso Kagome, recuerda estas en la universidad y no debes distraerte" se decía mientras daba pequeños toques con su lápiz al cuaderno frente a ella y miraba por la ventana del aula hacia el extenso patio de hermoso color verde.

Lo recodaba a la perfección, le daba tanto placer imaginarlo una tras otra vez

La Luna no era la única luz que embellecía la noche, esa ocasión había varios rayos de colores provenientes de una casa en la que se festejaba en grande la entrada de Hojou, querido…

Me había vestido para la ocasión (o al menos eso creía yo), un par de botas de impecable color beige, una falda corta con pliegues de jean marrón y una blusa celeste

Caminaba de la mano del implacable él, me había maquillado ligeramente para aparentar más edad y no perjudicarlo en las primeras impresiones aunque sé que desgraciadamente mi comportamiento siempre sería el de una niña traviesa

-Y aquí viene el nuevo residente de la afamada clínica PRIVADA "InuNo Tashio"- clamó una mujer de cabellos como el ébano, aparentemente la dueña de la casa, mientras se escuchaban los aplausos de los presentes

Miraba hacia todos lados emocionada y analizando a cada individuo, todos parecían alegres…

No, me había equivocado.

Estaba en una esquina, en un sillón mullido y de exquisito cuero sentado de manera arrogante y despreocupada

No oculté mi sorpresa frente a espécimen de tanta belleza, y comencé a escrutar cada centímetro con descaro

De apariencia corpulenta, sus brazos se veían fuertes en esa camisa roja, deseables. Su cabellera pálida, plateada como la Luna que iluminaba en esos momentos mi figura

Mis ojos se quedaron perturbados entre la hermosura de su mirada, un dorado espléndido, bellísimo y terriblemente seductor, brillaba con galantería y gusto mientras notaba que llevaba placer entre sus objetivos

Me estaba mirando… ¡A mí!

Inmediatamente giré la vista con bochorno y traté de sonreírle a mi 'enamorado' que me ofrecía una copa de agua mineral

-No debes tomar aún- me habló con reproche fijando su vista azulina en mi rostro distraído y sonrojado

-Eh? Si… si seguro- me limité a decir

Estuve con Hojou casi toda la noche, conocí bastantes personas pero a decir verdad solo recordaba el nombre de una chica que me ofreció un trago al notar mis nervios sin aparente motivo

-Gracias…?- musité buscando de manera inquieta a 'esa' persona

-Matsuki, Matsuki Sango- me respondió con afabilidad notando mi búsqueda visual

Bailé con mi 'amado' varias canciones donde no logré que él se ganase toda mi atención, aún necesitaba volver a ver a ese dios de desbordante encanto

-Voy a salir al balcón un instante, quiero tomar aire- pedí después de la quinta pieza

-¿Quieres que te acompañe? Te sientes bien? Por qué…- no le dejé terminar de hablar, en ese instante la paranoia de él me irritaba

-No, Hoyou no te preocupes, solo que he bailado mucho- le dije actuando cansancio y empujándolo un poco para dejarlo con el grupo con el cual supuestamente conversábamos

Caminé con gracia tomando nuevamente otra copa de agua y llegué a la entrada de mi momentáneo escape

Antes de penetrar el lugar lo vi: estaba parado dándole la espalda a las barras de bronce dorado, ahí fue cuando noté su larga melena puramente blanca y singular, podría medirla y decir que era tan solo unos centímetros más corta que la mía la cual bailaba armoniosamente en el viento frío de la noche

El rubor nació sin pudor en mis mejillas y entré mirando hacia otro lado, pero desgraciadamente solo estábamos nosotros dos en ese espacio

Sentí su mirada y pensé que se me vencerían las piernas del nerviosismo, traté de mantenerme segura hasta que llegué hasta el otro extremo del barandal apoyándome y percibiendo el vaivén de mis cabellos azabache

Me dejé mimar por las gélidas caricias del aire otoñal, lentamente las sensaciones extrañas dejaron mi cuerpo relajándolo por varios minutos

Escuché el carraspeo de la garganta varonil y la voz ronca y provocativamente melodiosa que inspiraba un instante se disponía a hablar

-Las luces de colores tan encendidos me producen mareos- se excuso causando cierta risa en mí

-Así es- afirmé con delicadeza en mi voz –Es difícil bailar sin sentirse atraído por esas luces y luego, perder un poco la noción con los brillos tan centelleantes- completé tratando de sonar madura y mayor, grave error

-No tienes mas de diecinueve años verdad?- acertó avergonzándome y ganándose que le negara la mirada

-Dieciocho- agregué con bochorno y tratando de no perturbarme más de la cuenta con esos ojos que parecían incitarme a mirarlo

Escuché una carcajada lanzada el aire por parte de él y sus pasos acercarse más a mi persona

-Tashio Inuyasha, y usted señorita…?- se presentó con falsa caballerosidad y engrandeciendo su figura ante la mía

¡Me sentía diminuta frente a él! Era más alto de cerca!

-Higurashi Kagome, un gusto Tashio-sama- dije ofreciéndole mi mano en señal de saludo y respeto obviando su arrogancia y obsequiándole una sonrisa bella y risueña

-Llámame Inuyasha, no me gusta ser muy formal- dijo de manera bromista mientras me guiñaba un ojo lleno de coquetería

Mi rubor conquisto mi faz entera mientras jugaba con mis dedos con inquietud

-Esta bien… Inuyasha- cuando levanté la vista no pude evitar sentirme asombrada, la satisfacción cargaba los astros oro de el hombre, sintiendo un escalofrío recorrer mi columna y dar un temblor inconsciente

-Tiene frío Kagome?- cuestionó sabiendo que era el efecto de no ocultar su atracción por mí

Lo vi pensativo por unos segundos

"Qué estas haciendo estúpido? Estas comprometido!" se dijo por un instante

"Si" respondió con rectitud "Con la hija del diablo" se contestó sinvergüenza y dándome una sonrisa inusual que le devolví el gesto al percibir el saco del hombre acomodarse en mis delicados hombros friolentos

Continuará…

Hola de nuevo! Espero que les haya gustado esta historia. Me inspiré de un fic que leí hace mucho tiempo, aunque realmente recuerdo muy poco de el x'D espero que les haya gustado y que me dejen sus comentarios acerca de esta nueva locura mía !

Cuídense! Muchos besos!

°Marineyha-chan°