Bella POV:

Me llamo Isabella Marie Swan y tengo 19 años.

Mi madre y su marido viven en Seattle, y yo en Chicago, desde hace 2 años, cuando me enteré de que estaba embarazada.

Vivo con Alice, la sobrina de Phil, el marido mi madre; y mi hijo Ethan. Ahora hace 2 días cumplió los 17 meses. Es lo mejor que me ha pasado en la vida.

Trabajo en un Starbucks en West Madison. No cobro mucho, pero es suficiente para pagar la hipoteca del piso en el que vivimos y mantenernos bien.

¿El padre de Ethan? Edward Cullen, mi ex-mejor-amigo.

Sus padres, Esme y Carlisle, conocían a Charlie y a Reneé desde que son adolescentes, por lo que el padre de mi hijo y yo nos hemos criado juntos, casi como hermanos.

16 años antes:

Tenía tres años y estaba en casa de Edward durmiendo, poruqe mis padres tenían una cena importante. Empezó a llover y todo fue bien hasta que oí un trueno. En ese momento, cogí mi mantita en una mano, y salí hacia donde Edward se encontraba.

-Edward. Edward, tengo miedo. ¿Puedo dormir contigo?

-Sí, Bella. Ven aquí, pequeña, que yo te protegeré.

Me hizo un hueco en la cama y me metí a dormir. Desde entonces empezó a ser mi héroe.

Ese es el primer recuerdo que tengo de Edward.

Después de ese, tengo miles más.

14 años antes:

Tenía cinco años, mis padres se iban a divorciar, y yo aún no entendía por qué.

Fui con Edward y lloré.

-Jo, Edwarrd, mis papás se van a separar...

-Bella, ¿qué te preocupa?

-¿Por qué se separan? Ellos, se quieren. Son mis papás. Tienen que estar juntos; como lso tuyos. ¿Ysi ahora me dejan de querer?

-Hey, pequeña. No pasa nada. Te van a seguir queriendo igual. Y mis papás están juntos, pero hay muchas familias que viven separadas. Lo unico que ahora en vez de una casa, tendrás dos.

Me eché a llorar. Seguía sin entender porque mis papás no se querían como los de Edward.

-Shh, no llores, Bella. Las princesas no lloran.

Me limpió las lágrimas de la cara y me quedé dormida abrazada a él.

Fuimos creciendo juntos, mis padres se divorciaron, pero siguieron viviendo cerca. Mi madre en Seattle, junto con los del padre de mi hijo, y mi padre se mudó a Forks, su pueblo natal.

Yo seguí viviendo con mi madre en Seattle, pero iba los veranos con mi padre, y algunas navidades.

Cuando cumplí los 9 años, mi madre empezó su relación con Phil. Se la veía enamorada. Incluso a esa edad yo lo notaba.

10 años antes:

-Bella- me dijo mamá mientras cenábamos.- quiero presentarte a alguien importante este fin de semana. Tú sabes que papá y yo nos separamos, y que ahora podemos rehacer nuestras vidas, ¿sí?

-Sí, mamá. ¿Qué tiene eso que ver con quien me tienes que presentar?

-Pues verás, hace unos meses que conocí a un chico, es jugador de beisbol en la liga menor, y tiene casi mi misma edad. Lo quiero mucho y te lo quiero presentar. Si te cae bien nos haremos novios. ¿Qué opinas?

-Ok, mamá-yo veía ese brillo en sus ojos.

-Gracias.

A la tarde siguiente fui a casa de Edward, como de costumbre, mientras mi amdre trabajaba.

-¿Edward?-dije mientras picaba en la puerta de su cuarto.

-Pasa.

Entré y cuando los vi, no supe como reaccionar. Edward estaba en su habitación con una amiga. Yo la conocía de vista. Era Tanya Denali, una copañera de su curso.

-¿Puedo hablar contigo?

-Sí, claro, dime.

-A solas, por favor.-intenté sonreír a Tanya.

-Sí, claro, no te preocupes, yo ya me iba.

Tanya salió por la puerta, y cuando estaba a mi lado susurró: -Enana.

Entré hasta donde estaba Edward y le dije.

-Edward, mi mamá tiene novio.

-Oh, y ¿qué pasa con él?

-Pues que me lo quiere presentar, y tengo miedo.

-¿Miedo?

-Sí ¿Y si no le caigo bien? ¿Y si me separa de mi mamá?

-Bella, él no te separará de Reneé. Ella te quiere mucho, y él pasará a ser como otro padre.

-Ah, ok. Gracias, Ed.

Ese fin de semana conocí a Phil. Me cayó muy bien, y trajo a su sobrina Alice, que era un año mayor que yo.

10 años antes:

Estaba nerviosa, esperando a que Phil llegara. No sabía si le caería bien, pero esperaba que sí, así mi madre sería más feliz.

Sonó el timbre.

-¡Bella, ves tú que me estoy acabando de preparar!

Fui a la puerta, y nada más abrir, había un chico alto, moreno, que reconocí como Phil por las fotos.

-Hola, Bella. Yo soy Phil, y esta es mi sobrina Alice.

-¡Hola, Bella!-dijo Alice-¡Seremos grandes amigas! Y ahora también primas.

-Hola, -saludé sonrojada.-

Reneé llegó al poco rato, comimos, y Alice y yo fuimos al parque.

-Espera, que le pico a Edward.

Él vino con nosotras, y allí conoció a Alice.

Cuando volvimos a casa, era casi la hora de cenar, se quedaron y luego se fueron.

-Bella, ¿qué te pareció?

-Bien. Es muy amable. Y además Alice así podrá ser mi prima.

Mi madre rió y me acarició el pelo. Luego me besó la frente y se fue.

Todo estaba bien entonces. El único que estaba solo era papá, y parecía estar bien.

Seguí yendo a visitarlo, hasta que un día me llamaron.

6 años antes:

Tenía un examen importante de trigonometría, y Edward vino a mi casa a ayudarme a estudiar. En este tiempo yo seguía siendo una niña, pero él ya tenía 16 años, y era casi un hombre. Era guapo, su cara había cambiado y ahora su mandíbula era más cuadrada, sus ojos te penetraban más, y su cuerpo era perfecto.

-Bella, voy al baño, sigue insistiendo en eso.

-Ok.

Estaba concentrada en cálculos y fórmulas hasta que sonó el teléfono.

-¿Sí?

-¿Es usted Isabella Swan?

-¿Billy?

-Sí. Hola, Bella.

-Billy, ¿pasó algo?

-Necesitamos que vengas a la comisaría de Forks. ¿Puedes acercarte?

-Sí. En un rato estoy allí.

-Ok.

Colgué el teléfono y entonces llegó Edward.

-¿Qué ocurre?

-Papá. Tengo que ir a la comisaría. ¿Me llevas?

-Sí. Coje la chaqueta.

Llegamos a Forks en media hora, y Billy ya estaba allí esperándonos.

-Bella, hola.

-¿Qué pasó?

-Ven, entra a mi oficina, ahora te cuento.

-¿Está bien mi padre? -pregunté ya dentro-.

-No. Bella, está ingresado muy grave. Fuimos a detener un robo en el banco de Port Angeles, y entonces recibió un disparo. Lo siento. no creemos que salga de esta. Haría falta un milagro.

-¿En qué hospital está?

-En el de Forks.

-Ok. Voy a verlo.

Edward me llevó al hospital, donde trabajaba su padre.

-Soy la hija de Charlie Swan, dígame en qué habitación está, por favor.

-Bella, -una voz de hombre sonó a mis espaldas- soy el doctor Gerandy. ¿Podemos pasar a mi despacho?

-Sí.

Lo seguimos, Edward y yo.

-Bien, Bella, lamento darte esta noticia, pero tu padre acaba de fallecer hace escasos minutos. Lo siento.

Ahí me derrumbé. Edward aguantó todos mis lloros y llantos durante días. Reneé casi no estaba en casa, y la vida de Charlie le importaba bien poco. Al igual que la mía.

Desde entonces la relación con mi madre se enfrió muchísimo. De família, con la que mejor me llevaba era con Alice.

Y el padre de Ethan, bueno, él era un caso aparte. Cuando tenía catorce años me di cuenta de que estaba enamorada de él. Pero él tenía tres años más que yo, y además muy mujeriego.

La primera vez que lo encontré con otra chica, fue en su casa.

5 años antes:

Alice y yo estábamos en mi casa, y quisimos ir a decirle a Edward que Alice había aprobado un examen importante.

Entramos en la casa, y nos dirigimos a la planta de arriba, cuando oímos unos ruidos extraños.

Decidimos bajar y salir, pero entonces el ruido paró, y decidimos esperarlo abajo en la sala.

Al poco bajó Tanya Denali por la escalera, y al irse dijo:

-Enanas.

Subimos a ver qué hacía Edward, y fue entonces cuando lo vi en calzoncillos, y su cama deshecha.

Cuando iba a dar media vuelta para irme, Edward se dio cuenta de que estaba allí, y solo dijo:

-Bella.

Yo salí corriendo y me fui.

Entonces fue cuando uno de lso pocos apoyos que tenía, falló. yo seguía intentando olvidarlo. Hacer ver que me daba igual lo que hiciera, y que no me importaba hacer de aguantavelas.

Cada fin de semana era una o varias diferentes. Nunca repetía, siempre tenía todas las que quería.

En su 20 cumpleaños fue cuando se dio cuenta de que eso no era así.

2 años antes:

Estabamos en su casa, celebrando su cumpleaños, cuando me dijo:

-Bella, ¿vamos al baño?

-Estás borracho, quita.

Me alejé, pero él me cogió el brazo y me acercó a él.

-Vamos, Bella, sé que lo deseas. no finjas, al final acabarás cediendo.

-Lo dudo.

-Yo no.

Y entonces se fue. Hubieron varios chicos que me invitaron a beber, y el último de ellos fue Edward.

-No, Edward, voy muy bebida, no puedo llegar borracha a casa.

-Pues bébete esta y quédate aquí a dormir. Mis padres no están.

-Ok. Pero solo esta.

Así fue, y a la hora de dormir, todos se habían ido y solo estábamos nosotros en su casa. Me iba al cuarto de invitados, cuando me cogió de la cintura y me dijo:

-Vamos, Bella, duerme conmigo. No pasa nada, siempre lo hemos hecho así.

Cuando estábamos en su habitación le dije:

-¿Tienes algo de ropa para prestarme?

-Sí, ten- me acercó unos boxers y una camisa suya.-Esto te irá grande, pero será comodo.

-Ok. Gracias.

-Bueno, yo me voy para que te cambies.

Se fue por la puerta, y yo empecé a quitarme la ropa, entonces oí el ruido de la maneta otra vez y antes de poder taparme, entró Edward.

-¡Edward, vete!

-Vamos, Bella, te conozco desde bebé. No te avergüences.

-Edward, vete.

Él se fue acercando más a mí, hasta que me cogíó por la cintura y me susurró al oído:

-Te dije que caerías.

Entonces me besó. Me besó apasionadamente, y aunque tenía 17 años, ese fue mi primer beso. El primero y el que desencadenó todo lo demás.