Título: Disfraz
Desafío: La enfermera y el doctor.
Notas: Escrito para Halloween. Pero me pasé de la fecha en que se suponía tenía que publicarlo…


La pequeña Winry había pasado casi una semana corriendo de un lado para otro de la casa, rebuscando entre los cajones. A veces sus padres la veían pasar cargando bolsas con un contenido inidentificable.

Su padre se había asustado al encontrar una aguja en la habitación de la niña y, al preguntarle que hacía el objeto allí, ella no había respondido. Urey había recurrido a su esposa, para que le explicara que estaba ocurriendo con su hija, Sara le dijo que no se preocupara, que Winry estaba preparando una sorpresa.

Una semana después, Winry desfilaba frente a sus padres, luciendo un uniforme que ella misma había cosido, tomando como modelos algunas fotos de unos libros que tenían en la casa. Sin embargo, no había hecho el mejor trabajo del mundo. Urey la miró de la cabeza a los pies, tratando de identificar que era exactamente. Al no lograrlo, se lo preguntó.

— ¡Soy una enfermera, papá!—, le respondió la niña, ofendida. Su padre asintió, entendiendo al fin que era aquello.
— ¿Y para qué quieres ser una enfermera?—, le preguntó.
— Para… —. Winry se sonrojó, — ¡Quiero ayudarle a papá! Se supone que las enfermeras ayudan a los doctores, ¿No?

Winry recordaba las sonrisas que intercambiaron sus padres, como si todo hubiese sucedido ayer. Incluso, aún mantenía el traje de enfermera guardado en un cajón. Tal y como lo había pensando Urey aquella vez, Winry lo veía ahora: El vestido no tenía forma alguna.