Cuento de papel
Y con mis ojos logré ver,
un cuento de papel.
Odiaba despertar con el mismo vestido de la noche anterior pegándose de forma nada agradable a su piel odió también el maldito despertador chirriando sin piedad contra su oído.
Estaba mareada, con una resaca infernal y los párpados inflamados escandalosamente.
Diablos. ¿Qué no les pasa eso a los hombres?
Por las nauseas avanzó descalza y autómata en su lujosa habitación, apoyándose en los muros con demasiada frecuencia.
Con que esos eran los efectos de tomar para olvidar. El efecto se quitó con el contacto del agua contra el rostro pálido, al contemplarse en sus propias cuencas verdosas, brillantes del despecho. Quizá era por el destino, algo como ojo por ojo, diente por diente.
Pero ¿Qué le había hecho ella?
Resintió de sentir gotas salinas agolparse en sus pestañas y observar su ceño desplomarse. Supo enseguida que deseaba volver a llorar, llorar era la solución para descargarse, para dejar atrás, para no pensar…
-¡Maldita sea!
Estrelló el frasco de perfume caro contra el espejo con furia predecible, saliendo vencida, las lágrimas corriendo en competición con sus sollozos ahogados
¿Olvidarlo?
Ja, como si pudiese olvidar que el día anterior corrió sin importarle el trabajo atrasado a darle una sorpresa a su novio, corrió al bar donde siempre se encontraban cual niña pequeña ilusionada y encontró lo que todos llaman una abominación.
De seguro, por su llanto feroz, tardaría en sacar de su mente la forma cómo su novia y su mejor amiga se devoraban entre los dos sin misericordia…casi olvidando que el bar era público.
Con más pasión de la que él le entregó jamás.
-¡Mierda! ¡Maldita sea!
No parecía justo cómo aquel ladrón de su coherencia destruyó aquello más valioso en un segundo.
Y la estúpida explicación de que la dejó de amar.
Que su sitio fue ocupado por su amiga y hermana de toda la vida.
Diablos, necesitaba matar.
Syaoran…
Tomoyo…
¿Es que la confianza muere así, de un disparo?
Y su necia alma que le seguía idolatrando.
Condenar, que patética se sentía.
Patética por simular ante el mundo una entereza inexistente.
O pretender siquiera expulsar a ese ángel caído de orbes mieles de su ser
Perdida en un cuento real…
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Es un triángulo amoroso por el cual espero no recibir insultos de reviews/YY/ Sakura/Syaoran/Tomoyo. Algunas veces se me ocurre hacer cosas con estos tres, cosas un poco incoherentes porque en realidad es imposible que ocurra algo como este fic.
La canción que m inspiró aquí es "Absurda Cenicienta" de Chenoa.
Matta ne!
