Capitulo uno: El candado azul

Kyoko se quedo pasmada al lado de la puerta, estaba inmóvil y muda, sentía como su corazón se secaba y comenzaba a agrietarse de forma dolorosa. Mientras veía dentro de sí, a un pequeño demonio rubio abrir millones de candados, los cuales cerraban una caja obscura e intimidante. Con cada uno de los clics de las cerraduras la joven sentía que perdía algo de sí misma: su sonrisa, su alegría, sus esperanzas, su cordura.

Si el batir de las alas de una mariposa puede ocasionar tornados al otro lado del mundo*, cualquiera entenderá porque las palabras, del que creyó el príncipe de sus sueños hasta ese momento, no solo la estaban destruyendo célula a célula hasta llegar al punto de no dejar nada; si no que también estaba liberando una fuerza destructiva mayor a cualquiera vista por el hombre.

Pero entonces todo se detuvo, como si el tiempo se hubiese congelado un silencio ensordecedor la lleno, al tiempo en que notaba como la llave del infame mini demonio se rompía antes de lograr liberar los más horribles sentimientos de la joven. Pues, de alguna manera, la última cerradura había sobrevivido; un pequeño y brillante candado hecho como de cristal de color azul. El demonio rubio, con forma de su ex-príncipe encantado, forcejeo tratando de romper dicha cerradura, pero esta permaneció intacta sin signos de fragilidad. Y así, como si saliera de un sueño, los sonidos de su alrededor fueron regresando, la sangre en su cuerpo recomenzó a circular causando un hormigueo horrible en las puntas de los dedos, también sus pulmones al fin volvieron a aceptar aire y sus ojos llenos de lagrimas silenciosas dejaron de ver ese matiz rosa-luminoso que siempre la había acompañado.

Para la joven, toda este malestar había durado una eternidad, pero solo había trascurrido menos de dos segundos. La boca se le secaba mientras escuchaba como la manager de Shou se quitaba de encima al rubio, argumentando que dejara de jugar, y como después desviaba el tema para comenzar a discutir sobre los trabajos que vendrían siguiendo al lanzamiento del próximo sencillo.

Pero el joven, como si supiera que su mejor amiga estaba en el pasillo junto a la habitación, insistía en coquetear con la mujer, provocando asi que la caja dentro del corazón de Kyoko se sacudiera con fuerza. Entonces una pequeña creatura asomo los ojos, pero el valiente candado no cedió mas de esa diminuta apertura desde donde los demonios de la pelinegra podían ver y susurrar, con sus espectrales voces cosas como "odio", "rencor" y "venganza".

Dejándose hipnotizar por los obscuros sentimientos de demonios, la joven empezo a rodearse de un aura negra, miro sus manos buscando en ella la respuesta a como poder desquitar ese cumulo de sensaciones, pero al hacerlo soltó las cosas dejando caer la caja con comida. El sonido de todos esos alimentos contra el suelo no fue fuerte, pero a ella le pareció inundaba todo el edificio, haciéndola saltar y salir corriendo.

Corrió por algunos pasillos, hasta que tropezó con algunas personas, sin ver de quien se trataban se disculpo por pura costumbre y continuo su camino hasta que dio con una salida, siguió corriendo hasta que sus piernas no dieron más.

Continuara...

*Efecto mariposa o la teoría del caos (-8)