Bueno principalmente queremos darles la bienvenida a esto que es un nuevo proyecto en el que trabajamos una amiga y yo, es crucial mencionarles que esto es nuevo para nosotras, todos los personajes son de Meyer, Ane rice, J. L. Smith y Charlaine Harris, la historia es nuestra. Nosotras solo nos tomamos la libertad de modificarlo. Para ser francas, es fuera del contexto todo esto, ya que será narrado por Jane y Alice, espero y les guste, ya podrán opinar y dejar sus comentarios.

Gracias de sus autoras Dalissie.

Aliadas de Sangre

Introducción.

Era de esperarse que en el estado en que me encontraba y con la facha que tenia era imposible no llamar la atención entre toda esa multitud que pasaba sin reservarse las miradas de idiotas que tenían. Había ya pasado una semana desde que había probado el elixir de la vida, mi droga, el sabor exquisito de la sangre. Aunque claro nada se comparaba con la de los humanos, ya que una vez que la pruebas muy difícilmente puedes dejarlo, en mis primeros años de neófita así fue, perseguir a inocentes humanos para cesar esta sed que nunca acababa, por fortuna aun predominaban en mi esos sentimientos aunque débiles, de cuando fui humana también, permitiéndome tener un autocontrol, y alimentarme de animales, solo así creía que mi existencia estaría menos condenada de lo que ya estaba, por haber manchado mis manos con sangre inocente.

Me encontraba en alguna parte de Arizona, no sabía con exactitud dado a que estas últimas semanas me venía concentrando en una de mis visiones, en donde veía claramente que mi futuro tendría un cambio drástico. Tratando de alejar todos esos pensamientos por un momento me dediqué a marcharme de la plaza en donde me encontraba, estaba siguiendo a alguien que quizá podría ayudarme, pero al parecer se me había adelantado y se había esfumado rápidamente, aprovechando que no podría hacer nada de acuerdo a mi naturaleza para alcanzarlo, no mientras estuviera tan expuesta como ahora. No me había fijado hasta ahora, pues en verdad me había concentrado al cien. Ahora sabia que me había expuesto demasiado, ya que uno de los niños se raspo la rodilla, dejando a relucir ese liquido delicioso color carmesí del cual ya había olvidado su olor tan magnífico. En una reacción inesperada de mi parte, me moví entre la multitud a una velocidad que parecía muy sospechosa para un humano, parándome de golpe a unos cuantos metros, al notar que tan solo era una criatura inocente, además de que muchos espectadores me miraban con recelo. Enfoqué mí vista en las atolondradas personas que estaban cerca, con temor a acercarse a mí, por lo que antes de que pudieran decir más, me retiré, ahora a un paso más convincente. El sol se había ocultado por completo desde hacía varias horas por lo que en cuestión de minutos había llegado a mi auto para alejarme de ese lugar lo mas que pudiera. Llegaba a las afueras de esa plaza para llegar a al departamento que tenia. Mi vida era muy solitaria desde… que había sufrido esa perdida, se trataba de Jasper mi compañero en ese entonces, el y yo habíamos compartido muchos años de felicidad, los únicos que recordaba de toda mi existencia. Jamás imaginé que esto me ocurriría, por lo que siempre me atormentaba con el recuerdo del pasado. Nunca me había gustado ser en lo que me había convertido, pero el lograba que fuera un poco más placentero.

Lo había perdido a manos de otro como nosotros, solo que este no tenia alma, sin escrúpulos, cruel y sanguinario. Y la poca humanidad que poseía o poseo me impidió ir y buscar venganza por un tiempo, hasta que vi que se volvería a entrometer en mis cosas, por lo que de una vez por todas decidí darle búsqueda yo misma, esa era de las visiones que me venía asechando últimamente, aparecía, desaparecía, era como un juego del gato y el ratón. Ya habían pasado 50 años de lo ocurrido y aun no olvidaba, y el dolor de la ausencia de él seguí intacta, jamás desaparecería. Ahora mi existencia seguía de una manera monótona llena de soledad sufrimiento, solo de sucesos inesperados que últimamente me venían agobiando tan drásticamente, entes en mis visiones eran exactas efectivas, ahora solo eran vagas y escasas e inútiles. Por ejemplo hoy esperaba encontrar a Stefan Salvatore, el cruel y vil sanguinario que me arruino mi mundo. Solo que había desaparecido de una manera tan drástica, que no hubo oportunidad de que lo pudiera ver, algo o alguien lo había asustado provocando de huyera despavorido… si esta visión fallaba, aun había otra en donde lo veía cerca de donde me alojaba, por lo que con algunas esperanzas me dirigía hacia ahí.

Pero algo había ocurrido que los hechos no sucedieran así.

-oh por qué no me sorprende…-

Fue lo único que dije, girando en la primera curva en mi porche hacia el lado contrario de la ciudad, no me tomo más de 15 minutos llegar ya que no había nada de tráfico, por lo que antes de que esta visión cambiara estacioné el auto a la orilla de la carretera y sin perder más tiempo, me lancé entre el camino a toda prisa, llegando en cuestión de segundos a una casa algo alejada del pueblo, en donde se encontraban varias vampiros, eso lo sabía de certeza.

-Hola –dijo una voz aterciopelada- ¿te puedo ayudar?

-Doctor Cullen ¿verdad?, -este me sonrió asintiendo e invitándome a que lo esperase un momento.

Stefan había desaparecido por completo, pero era un hecho certero de que había estado aquí, dado a que Carlisle –como se llamaba el aludido- lo había ahuyentado, acudiendo a la ayuda junto con dos de sus hijos, a socorrer a una pobre pareja que habían sido víctimas del hambre atroz del sanguinario vampiro, por suerte no había pasado nada a mayores, dado a que el doctor se encontraba cerca y pudo llegar justo a tiempo.

Mis ojos se dilataron aun mas y de poder verlos se habrían tornado mas al color negro, al ver como la señora sangraba de su brazo moderadamente, mis sentidos se avivaron y tuve miedo de írmele enzima, por lo que en automático me llevé la mano a la nariz evitando respirar.

-Tranquila señora Foster estará ya mejor, -en eso se dirigió a mí en un tono amable- querrías esperarme afuera junto con Emmet y Edward ahora salgo.-

Sin más que decir y agradeciéndole sus intenciones del noble hombre, salí cerrando la puerta detrás de mí y alejándome un par de metros, para poder respirar aire puro y sacar el aroma de mi cabeza, me tomó un par de segundos recuperarme.

-¿Te encuentras bien Alice?-

Le oí decir a uno de los jóvenes que ahora estaba a mi costado, era alto y tenía la piel igual de pálida que la mía, en donde se le desentonaban unas pequeñas ojeras, sin quitarle lo hermoso de sus ojos color ámbar, tenía el cabello castaño cobrizo. Pero lo que me había sorprendido fue, el cómo sabía mi nombre.

-Creo que es justo que te diga que al igual que ti poseo un don, leo mentes…-

Eso explicaba el cómo había contestado a una pregunta que técnicamente no había hecho. La verdad era que no me encontraba muy bien, sin contar el enojo que sentía por lo de Stefan, llevaba una semana sin comer nada y los casi arranques de mis instintos me habían debilitado bastante, aun podía oler la sangre por lo que de forma inconsciente negué con la cabeza, respondiendo a la primera pregunta, sabiendo que él me entendería a la perfección.

-Entiendo será mejor que vallamos a conseguir algo, creo que hay conejos no muy lejos te parece si vamos ahora antes de que llegue Carlisle.-

-Si eso me seria de mucha ayuda…- deje la frase inconclusa cayendo a la cuenta de que no sabía su nombre

-Edward… - me sonrió y me incitó a que emprendiéramos marcha.

No hubo necesidad de más ya que de inmediato empezamos a correr por el árido camino.

¿Y bien? ¿Qué opinan? Fuera de contexto verdad, esta es la primera pequeña parte de la introducción, ya que la segunda viene a manos de Jane, les agradeceré sus comentarios, y claro como es la primera vez es pequeño, pero ya los demás estarán más extensos.

Espero ansiosa saber lo que piensan

¡¡¡Ojala lo disfruten!!!

Saludos de sus amigas Dalissie