Hoolaaa chicas! Como están! He vuelto a mis andadas con esta nueva historia. Jojo. Se me caba de ocurrir y espero les agrada y contar con su apoyo. Lasamo! Recuerden que sus comentarios son bienvenidos jiji El folklor japonés se hace mi favorito...
Besitos a todas!
Capítulo 1
Sakura podría tener todo lo que ella quisiera, ¿Qué más podría o quisiera? Tenía una bella familia, un padre amoroso, una madre hermosa y el hermano querido. En este Japón antiguo, donde el Kimono habla de tu pureza y expresa la vitalidad en tu ser.
Dónde ella podría ser más bella que las flores.
Eso era lo que su mamá siempre le decía, cuando ella cepillaba su largo cabello castaño, que al tocar se sentía seda y brillaba al roce de los rayos del sol.
Pero no todo es lo que parece. Las guerras se hacen presentes. Extraños entran a su casa y ella estaba en la ducha y no se ha dado cuenta, pero al caminar por el templo, y notar el silencio. Desliza la puerta.
Y es que Dios no puede ser tan cruel.
La sangre se le ha helado. Las pupilas oscurecidas, sangre por todos los lados, la seda de la ropa corrompida por el carmesí-
¾ Pa-dres...
El cabello húmedo y la calidez el dulce baño invade primero el cuerpo de su padre, Fujitaka Kinomoto, el noble general Samurai. Las lágrimas en sus ojos no se hacen esperar. Destrozada lo abraza fuerte.
¾ ¡No! ¡Qué acaba de pasar!
Con la mirada alcanza el cuerpo de su amada madre, frío. Una temblorsa mano la toca, su suave cabello cae al rostro de Nadeshiko. Su bella madre no volverá.
¾ Yo no merezco esto. ¡Madre! ¡Padre!
Se percata de algo más. Touya ¡Dónde está!
Lo busca con la mirada, desesperada, inconsolable. Y no lo visualiza. Pero para su desgracia, la puerta se ha deslizado de nuevo.
¾ Maldita perra, aquí estás, solo faltas tú.- Un extraño la sostiene, de su cabello, es horripilante, piensa Sakura. Al mirar sus ojos, ve la maldad en persona.
¾ ¡No! ¡No me toques! ¡Alejate!- Entre lágrimas Sakura lo aparta de ella. Y sale corriendo de aquella habitación, dejando a sus padres.
¾ ¡Ven aquí maldita! ¡No huyas!- El maleante corre tras ella, queriendo alcanzarla
¿Por qué ha pasado todo esto, Dios? Yo no lo merezco.
Sin saber de donde ha encontrado esas fuerzas, corre. Pero la ha alcanzado.
¾ Aquí estás. Sigues tú.- Tomando su cuello, asfixiándola, observando sus orbes verdes llenos de desesperación y miedo.
¾ N-No, no me toques.- Llora, las gotas gruesas inundan sus ojos. Sabe que es su fin.
¾ No te mataré, aún no, primero me quiero divertir contigo. Las hijas de los samuráis, son las más hermosas.- Retuerze su sonrisa, enfermo y grotesco.- Tú virginidad será mía, luego te mataré, así el jefe será más feliz.
¿Jefe?
Sakura, resignada, completamente destruida, sin más esperanzas. Sus padres muertos, su hermano desaparecido y un asesino aprovechándose de ella. Sabe que nada bueno queda ya. Por eso ha dejado de forcejear.
¾ Oh, buena chica. Ya sabes que no ganarás nada con ponerte en contra. Terminaras peor que toda tú familia.
No pronuncia ninguna palabra, no hay porque hablar más. No quiere escuchar su voz al ser tocada por un cerdo como este. De repente, siente como el obi de su kimono es despojado y las mangas van cayendo al movimiento de los dedos de su violador.
Realmente yo no merecía esto. Soy tu deshonra, padre.
¾ Hueles realmente bien.- Una retorcida sonrisa se asoma.- Las vírgenes son lo mejor.
Dispuesto a besarla ya, medio desnuda, el cabello lleno de mugre, manchada de sangre familiar. Todo va mal... Pero.
¾ Te aniquilaré si pones un dedo más en ella.- Se escucha una voz gruesa y demandante. Sakura ha abierto sus ojos llorosos y posa su mirada hacia arriba.
Se topado con un Samurai. De cabello castaño y alborotado. Una mirada sensual y llena de odio en ese momento. Nunca lo había visto.
¾ ¡Qué acabas de decir mocoso!
¾ Que te apartes, insecto.- Desvaina su espada, mostrando el filo que brilla bajo la noche.
¾ ¡Intentalo!- El maleante igual lo hace. Pero el nuevo muchacho, ¡Es mucho más rápido! Y con un solo movimiento lo ha aniquilado.
Al suelo cae, el cuerpo del asesino.
Sakura, sin seguir pronunciando una palabra, de pie, con su kimono en desorden. Es como si siguiera en Shock. Una mano toma la suya.
¾ Vámonos de aquí ¡Rápido! Más de ellos vendrán.
¾ ¿Eh? ¡Espera!- Empiezan a correr.- ¡Mis padres!
¾ No hay más tiempo niña. Mira a tu izquierda.
Sakura ve, muchos más ladrones han entrado y los han visto.
¾ ¡Vamos!- Su salvador toma más fuerte su mano y sin pensarlo dos veces, salen, dejando atrás lo que una vez fue su preciado hogar. Que se ha convertido en su desgracia.
En lo oscuro de la noche, sin dejar de correr, el viento pega en su rostro y batea su cabello al compas. Su respiración agitada. Visualiza la espalda de su desconocido salvador, es ancha. Nunca lo había visto. ¿Por qué la salvó?
Lejos ya, paran su recorrido.
¾ Demonios, estuvo cerca.- El Samurai pasa una mano por su frente retirando el sudor, Sakura mantiene su respiración acelerada con las mejillas coloradas de tan notorio esfuerzo, coloca su cabello detrás de su oreja.
Lo ve a él. Y él se percata. Sakura se asusta un poco y agacha la mirada.
¾ ¿Estás bien?- Un voz ronca se hace presente. Esa voz que la salvado de toda su desgracia.
¾ No lo sé...- Sakura tiene su voz triste, apunto de llorar de nuevo. Pero no lo debe de hacer enfrente de un extraño. Así que pregunta.
¾ ¿Por qué me salvaste?- Levanta su mirada, y sus ojos esmeralda, chocan con esos ojos de color oscuro embriagador.
¾ Parecías estar en problemas, niña.- Una amable sonrisa se asoma por su atractivo rostro. El corazón de Sakura da un vuelco, y empieza a palpitar.
¿Por qué me siento así?
¾ ¿Quién eres tú?- Nerviosa pregunta su nombre. Necesita saber por alguna razón su identidad.
¾ ¿Realmente quieres saberlo?- Susurra con su voz y la luz de la luna lo hace ver más atractivo. Y en su ojos se hace presente un cierto brillo. Él sabe lo que quiere de esta niña.
¾ Sí, lo quiero saber.- Dice Sakura, aún con dudas en su boca. Y esperando una respuesta, el extraño jala de su brazo, acercándola a su cuerpo y tomando por sorpresa sus labios.
Sakura se ha sorprendido aún más. Forcejeando ante tal gesto. ¡No puede ser que la este besando! Y más siendo su primer beso. Pero por otro lado, no puede hacer nada más. Además, ha introducido su lengua y juega con la suya, que es inexperta, que no sabe. Puede sentir que sus mejillas están rojas, por pena y por falta de aire.
Y se separan.
Sakura toma aire. Y dispuesta a darle una bofetada a este desconocido, él toma su mano. La mira despiadadamente.
¾ Yo soy tu dueño, niña.- Una enigmática sonrisa se hace presente.
Y los dos quedan así. Sakura no sabe que es lo que pasará ahora en adelante
