Hola. Este es mi primer fic, o más bien, mi primer juego hecho fic.

Ningún personaje me pertenece, ni la historia tampoco. La historia y algunos personajes pertenecen a ICU Gigasoft, que han hecho el fangame del que me baso para escribir esto. Yo solo lo escribo en forma de fanfiction.

Bueno, empezemos. ¡Espero que os guste!


Era, aparentemente, un día nublado y tormentoso en el Castillo Bowser. Los esbirros estaban atareados y no daban abasto de trabajar. En un territorio cuadrado, un goomba luchaba contra un koopa verde, y, al parecer, el goomba llevaba las de perder. El público estaba emocionadísimo. Dos goombas armados custodiaban la entrada a la sala del trono.

—Y más tarde ese mismo año, secuestré a la princesa Peach por primera vez...

El rey de los koopas, Bowser, estaba sentado en su trono, contando sus crónicas a un Toad azul, quien, al parecer, no lo llevaba nada bien.

—¡Eh, Toad escritor! ¿Te estás enterando de algo?

El Toad meneó la cabeza en signo de negatividad mientras emitía un chillido agudo, dejando entender que no estaba disfrutando del momento. Bowser empezaba a enfadarse.

—¡Toardillo! ¿Me estás escuchando?

—Es Toadbert... señor... tenga piedad...

—¡¿Toadbert?!— Bowser llegó al límite— ¡Vas a ser Toad-asado como me vuelvas a corregir!

—¡Su repugnidad!— Kammy Koopa acababa de entrar a la sala, montada en su escoba.

—¡Kammy, vieja burra! ¡Esta ha sido tu peor idea hasta ahora!

—Veo que la biografía no va bien, su despiadidad...

—¡Es que este Toad que hemos secuestrado del reino Champiñón es inútil! ¡Yo pensaba que si llevabas gafas eras listo!— Bowser lanzó una pequeña llama, al parecer sin querer, y Toadbert salió corriendo.

—Yo simplemente creí que todos los eventos de su pasado eran dignos de ser escritos, para que lo conociesen todas las personas— Bowser suspiró— Por cierto, su inclementidad, no debería enfadarse tanto. ¿Recuerda lo que dijo aquel doctor Toad que secuestramos?

—¡No me lo recuerdes!— Bowser se pegaba en la cabeza gruñendo— ¡Todos estos toads que secuestramos son basura! Quiero decir, ¡¿cómo puedo yo tener ardor de estómago?!— Kammy iba a decir algo, pero le interrumpió Bowser— Cállate...

—¡Rey Bowser!— un koopa apareció frente al trono de Bowser— ¡Están pasando cosas raras en la mazmorra!

—¿La mazmorra?— Bowser se sorprendió— ¿No la cerró ese tal Toadsmith?

—Nunca secuestramos a ningún Toadsmith, su asquerosidad— le corrigió Kammy.

—Estoy rodeado de idiotas...— Bowser sacudía la cabeza de lado a lado— Lo investigaré yo mismo. ¡Ahora, fuera de mi vista!

—Si, su imprudentidad— el koopa abandonó la estancia.

—¿Imprudentidad? Eso... suena insultante— pensó Bowser.

—Vale, Kammy, ¡nos vamos ya a la mazmorra!

—Por supuesto, su maquiavelidad— respondió.


Bowser y Kammy se fueron de la sala del trono en dirección a la mazmorra. Pero antes, Bowser quiso entrar a su sala de banquetes, ya que se moría de hambre. Un Bob Omb que estaba cerca se pensó entrar cuando nadie le viese, pero apartó rápidamente el pensamiento. Al último Bob Omb que entró en esa sala "sagrada" le prendieron fuego. Y luego explotó. No por nada había un cartel delante de la entrada en el que ponía: "¡NO ENTRAR A LA CÁMARA DE ALIMENTOS DEL REY! Seréis maldecidos... Esto último en letra pequeña.

Bowser entró y se encontró con un bloque "?" tamaño familiar.

—¿Qué hace esto aquí?— pensó. Le pegó un puñetazo y salió una moneda de dentro. Bowser no le dio importancia y se puso a comer. En cuanto se hubo zampado unos espaguetis y tres filetes, paró: no quería que le diera un ataque al corazón.

Salió y, esta vez sí, se puso rumbo a la mazmorra, junto a Kammy. Mientras avanzaba, pensó que era odioso que su comida favorita fuese la misma que la de su archienemigo. Le parecía repugnante, pero tenían algo en común, al menos. Un koopa turbio se acercó a Bowser.

—Para destruir el reino champiñón, tenemos que destruir su comida, tío. Envenenamos los champiñones y así envenenamos a la gente. ¡Toma esa, Mario! Game over.

Bowser apartó al Koopa sin contenerse. Si destruían a los habitantes, ¿a quién iban a gobernar? Se cuestionó la cordura de sus esbirros.

Un magikoopa vestido de negro había perdido sus gafas. Vio a Bowser y le pidió que se las buscara, ya que no podía ver sin ellas. Le ofreció a cambio un Champiñón 1-Up, y al final, consiguió sus gafas de vuelta.

Bowser quiso entrar a la sala del tesoro, para comprobar que estaba bien.

-Ah, Lord Bowser, se ha perdido la paliza que le he dado a ese goomba de ahí— Se acercó un koopa verde al rey. El koopa había ganado el combate que disputó antes.

Bowser le ignoró y procedió a hablar con el guardia de la cámara de tesoros.

—Lo siento mucho, Lord Bowser, pero he perdido la llave de acceso a la sala de tesoros— Bowser, al oír eso, montó en cólera y mandó al goomba más cercano (que justamente era el que había perdido la pelea y estaba agotadísimo) a buscarla. El goomba maldijo su suerte.

Ya la mazmorra no quedaba muy lejos, así que entraron en ella. En la mente de Bowser sólo cabía el pensamiento de resolver lo que fuese que estuviese pasando y volver tranquilamente a sus aposentos a pensar en el próximo plan para invadir el reino Champiñón, pero no esperó que este fuera el comienzo de algo más grande...


Cuando llegaron a la mazmorra, esta estaba bloqueada por unos bloques grises del mismo tamaño que Bowser. Este se extrañó.

—Yo puedo volar sobre ellos, pero eso no valdría con usted— Kammy dijo— A lo mejor debería intentar abrirse paso a puñetazos, su poderosidad.

—¿Qué si puedo abrirme paso a puñetazos?— repitió Bowser— ¡¿Que si yo, el temible Rey Bowser, el rey de los Koopas, puedo abrirme paso a puñetazos?!— volvió a repetir— ¡¿Qué clase de pregunta es esa?! ¡Por supuesto que puedo!— Bowser se reía maliciosamente a carcajadas, pero luego soltó un quejido.

—¿Demasiada risa malvada de nuevo, su malignidad? Y no era una pregunta...

—¡Fuera de mi camino, Kammy! ¡Van a volar bloques!— respondió el rey, alzando el tono.

Y con un solo puñetazo, los bloques salieron volando a saber dónde. Bowser no se preocupó; otro limpiaría la mazmorra. Para eso tenía secuaces.

—Lleguemos al fondo de esto— y avanzaron por la entrada de la mazmorra.

De inmediato se encontraron con dos goombas de un tono más oscuro que el normal. Bowser no recordaba tener goombas grises en su ejército.

—¡Eh, sirvientes algo oscuros! ¿Cómo habéis atravesado los bloques y qué estáis haciendo aquí?

Los goombas oscuros susurraron entre ellos.

¿De qué habla esa tortuga fea? ¿Y cómo ha logrado atravesar las defensas? Deberíamos alertar al jefe...

—¡¿Como que jefe?!— Bowser levantó el tono de voz— ¡YO soy vuestro jefe!

—¿Quién eres?— con esta pregunta lograron enfadar a Bowser por completo. Este se puso rojo de furia.

—¡Ya está! ¡Vuestra amnesia aleatoria os va a costar bien cara!

—¡Tío, este va en serio! ¡Vamos a necesitar refuerzos!

—Su Roja-ardinidad.- Lo llamó Kammy.

—¡¿No ves que estos me están cabreando?! ¿Qué quieres?

—Estos goombas son muy peculiares. Cualquier goomba en su sano juicio se postraría ante usted. Puede que estos dos vengan de tierras lejanas y sean tan incultos y maleducados que no conozcan de su poder— Bowser se calmó.

—Por una vez tiene sentido lo que dices, vieja burra. ¿Quiénes sois y de dónde venís, goombas oscuritos?

—¡No se revelará información de la misión a forasteros! ¡Seréis eliminados ahora mismo!

Bowser, al presenciar ese acto de rebelación, se dio la vuelta y comenzó a reir en bajo.

—¿Su jovialidad?

Bowser se sorprendió y se dio la vuelta. Al ver que los goombas no cambiaron su actitud dijo:

—Ah, que van en serio— y comenzaron a pelear.

Kammy empezó el combate lanzando un hechizo letal a uno de los goombas. El hechizo impactó de lleno. Los goombas procedieron a atacar a Bowser, y este no pudo defenderse.

—¡Eh, que ha sido la vieja! ¡No lo paguéis conmigo, goombas incultos!

Y le pegó un fuerte puñetazo a un goomba que lo dejo fuera de combate.

—¡Ja, uno menos! ¡Eso te enseñará a no meterse con Lord Bowser!

Y con un hechizo de Kammy y otro puñetazo de Bowser, el goomba que quedaba se desmayó.

Recuperaron la conciencia unos segundos después, mientras Bowser y Kammy conversaban sobre ellos.

—Esto no va bien. ¡Tenemos que avisar al jefe!

Y salieron huyendo en direcciones distintas.

—Solo hay sitio para un líder en este castillo...


Sí, en este fic, la comida favorita de Bowser son los espaguetis. Se me antojó que así fuese, al ver unos espaguetis en la sala de la comida en el juego. Gracias por leer y espero que disfrutéis de la historia. Review, please :3

Bye!